Partida Rol por web

El camino de la Sombra

1.Un viaje no realizado

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19/08/2022, 20:24
Director

     Han pasado dos meses desde que salisteis renqueando de la montaña. El tiempo necesario para curar las heridas y poder pensar en planes de acción. El tiempo suficiente como para aprender de Arnulf cómo cerrar definitivamente la entrada a la ciudadela enana salvo que se tenga la llave que guardará el Leófringa hasta que alguien venga a reclamarla.

     En este tiempo habéis podido hablar de lo sucedido y Therusia ha convivido con el dolor continuo que supone llevar encima el anillo, prisión de metal del Espectro. El propio Arnulf le ha hecho entrega de una pequeña caja, de manufactura enana, donde parece que la presencia maligna afecta menos, como si las runas que decoran la tapa tuvieran algún poder de retención o al menos de mitigación. 

     Mucho habéis hablado de lo que puede haber sucedido, Arnulf ha colaborado lo que ha podido pero no sabe mucho de lo que sucedía en el interior del reino enano, pero si puede deciros que la decadencia de la ciudadela fue lenta. Tal vez los cuerpos que encontrasteis eran los últimos habitantes con vida que tuvieron esos salones y su último aliento se entregó en la creación de la estatua que servía de anterior prisión del espectro. O tal vez fue el propio espectro quien les obligó a salvaguardarle a la espera de nuevos incautos... De cualquier modo ahora pesa en vuestros corazones buscar una solución definitiva.

     En este tiempo más Leofringas han llegado y partido de la ciudad, son gente amante de los caballos que ahora controlan el vado del Anduin y están siempre viajando con las familias mientras hacen rotaciones de guardia entre los restos de esta ciudad y el propio vado que sufre continuas incursiones por parte de hombres grises y trasgos del Nigromante, señor de las tierras más allá del Anduin. Son gente ruda y cerrada pero respetan a Arnulf y a través de él os respetan a vosotros, aunque es mejor que no sepan que habéis entrado en el interior de la montaña porque son muy supersticiosos.

     Recordáis ahora la fiesta del fin del Invierno en el Salón de la Montaña y ahora que se asoma el Verano os parece que pertenece a una Era diferente. Partisteis en busca de respuestas y sólo habéis encontrado preguntas y dolor. Y las visiones que sólo con el paso del tiempo habéis podido compartir no animan a dejar esta ciudad en ruinas porque sabéis que lo que hay más allá es peligroso.

"El Camino sigue y sigue
desde la puerta.
El Camino ha ido muy lejos,
y si es posible he de seguirlo
recorriéndolo con pie fatigado
hasta llegar a un camino más ancho
donde se encuentran senderos y cursos.
¿Y de ahí a dónde iré? No podría decirlo"

 

Pero debéis decidir dónde buscar respuestas, Ithildir habla de la procedencia del Espectro de los hombres del norte, en las ruinas de Fornost tal vez. Yedra cree que hay que pedir consejo a un sabio y aunque algo alejado de la realidad Radagast sigue siendo un hombre de gran poder y conocimiento. Amaltea apunta la idea de volver al Salón de la Montaña, informar a los enanos y dejar que sean ellos los que decidan qué hacer, tal vez en este tiempo se hayan recibido noticias de su amado desaparecido... Therusia apenas opina, una sombra se ha apoderado de ella y sus heridas han tardado mucho más tiempo de lo normal en curar. Pero cuando habla deja bien claro que no va a dejar que sean otros los que decidan su destino. 

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20/08/2022, 10:10
Director

     Los días cada son más largos y el calor aumenta aunque a la sombra de las grandes montañas todavía no afecta a vuestra rutina diaria.

     Arnulf os ha dejado preparado un opíparo desayuno, habéis decidido que es el día de partir y la primera jornada debéis dirigiros al sur para salir de las faldas de estas montañas y depués tocará, una vez más, elegir vuestro próximo destino: ¿iréis al este, hacia el vado y la ciudad de los Leófringas? ¿Hacia el sur y el bosque encantado de Lorien donde mora la Dama? ¿Hacia el norte junto a las montañas para dirigiros al Salón de la Montaña?

     Entre bollos tiernos y un tazón de leche de yegua discutís los beneficios y dificultades de cada una de las elecciones. ¿Si vais hacia el vado podréis remontar el Anduin? ¿Es mejor ir al Salón o buscar consejo en Rhosgobel? ¿Podrían en Lorien tener las respuestas a preguntas todavía no hechas? El tiempo pasado aquí ha fortalecido vuestros lazos y vuestra convicción de terminar esta aventura que ha sido mucho más grande de lo esperado, pero también creeis que tenéis el valor y la fuerza de voluntad suficiente para sobreponeros a cualquier dificultad. Al menos esperáis que así sea.

    

   

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20/08/2022, 10:24
Arnulf el Leófringa

     Arnulf se presenta con cara de preocupación cuando estáis terminando de empaquetar vuestro equipo. Preguntan por vosotros, bueno, un hombre extraño pregunta por "el portador del anillo". Está armado y tiene un aire sospechoso, no es de por aquí, eso seguro. Le he hecho esperar en la plaza vigilado. ¿Sabéis quién es?

     Desde la ventana veis a un hombre alto y de aspecto regio. En su porte adivináis que pertenece a una vieja estirpe y que está orgulloso de ello. Sus ropas son cómodas para largos viajes pero además algunos detalles son claramente de manufactura élfica, como si alguien hubiera realizado el arreglo de la capa o de las botas con la destreza de los primeros nacidos. A su espalda destaca una empuñadura de una espada larga junto a un objeto envuelto en tela verde de cierto tamaño. No debe ser un viaje cómodo llevar ambas cosas cargadas.

 

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31/08/2022, 15:54
Ithildir

Tras haber dejado la oscuridad de las cavernas enanas, tristes y duros semejaron ser los primeros días en el campamento leófringa. Con el espíritu alterado, al joven galadhel le costó en un principio centrarse y meditar sobre todo lo ocurrido. Mas el paso del tiempo junto a las féminas le sentó bien, y con el ánimo recompuesto Ithildir intentó aupar el de sus compañeras y continuar haciendo piña.

Quiso él compartir sus experiencias con ellas, darse a conocer y también conocer más de la vida y las tradiciones del norte del Anduin y bajo las montañas muy lejos al noreste. No tuvo problemas en abrirse y contar algunas cosas maravillosas sobre la vida en su hogar, el lugar donde había pasado la mayor parte de su existencia. Y con el objeto de rascar la roña, que tanto las malas lenguas como las propias decisiones y el aislacionismo característico de los suyos, habían podido depositar sobre la imagen de sus congéneres de cara a los pueblos jóvenes, el elfo les habló sobre sus costumbres, oficios, su posición ante los enemigos y en mayor medida sobre sus parientes más cercanos, su madre y su tío. Con ello descubrirían que no eran tan diferentes realmente.

Con el grueso del grupo recuperado físicamente en su totalidad, llegó el momento de dirimir la cuestión mas urgente, ¿Hacia dónde ir? La posición de Ithildir estaba clara. Había dejado sobre la mesa la opción de hacer un pequeño desvío y pasar por Lórien, donde a buen seguro hallarían valioso consejo de algunos de los seres mas ancianos y sabios de esta tierra. Sin embargo, comprendía las reticencias acerca de esta posibilidad, y también la urgencia de volver al lugar origen de la empresa requerida. No pondría objeción alguna de ser este finalmente el destino elegido por sus compañeras.

—Gracias, buen Arnulf. No. Bueno, yo al menos no lo conozco, aunque creo que puedo intuir de dónde viene. Pronto lo averiguaremos. Tranquilo, nosotros nos encargamos.

—¿Cómo habrá tenido conocimiento sobre ese anillo? Las noticias parece que a veces vuelan por arte de magia, ¿eh? —comentó con una pícara sonrisa, mientras examinaba al extranjero desde la ventana—. Curioso, y quizá hasta demasiado oportuno. Aquel espectro parecía tener un aire a los casi extintos hombres del oeste, y ahora aparece en nuestro jardín otro individuo de porte similar. Therusia, permanece aquí hasta que sepamos cuáles son sus intenciones.

El galadhel salió del edificio y fue al encuentro del visitante. Con paso firme y aire moderado y pacificador se acercó hasta él. 

Ai! Len suilon, dúnadan. Im Ithildir o Lórien. Man i eneth lîn? Man ceril sí?* —se presentó en su lengua materna, confiando en que el humano la comprendiera.

Notas de juego

Dire, conforme escribo ya me estoy arrepintiendo de esto (xD), pero póngame a la enana como foco, per favore.

*Bienvenido, hombre del oeste, Soy Ithildir de Lórien. ¿Cuál es tu nombre? ¿Y qué haces aquí?

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01/09/2022, 11:06
Therusia

Los meses pasaban y Therusia no parecía animarse del todo. En su cabeza estaba el firme convencimiento de que era la responsable de haber liberado un terrible mal que había hecho gran daño a los suyos y que, si no lo detenían, corría el peligro de hacerlo de nuevo, primero con los enanos y después quien sabe con qué. Continuamente volvía a repasar el momento en el que le había quitado el anillo para mostrárselo al grupo y desatado el mal. Cierto era que había sido la curiosidad y no la codicia lo que había motivado su acción, pero eso no borraba lo que había hecho.

Por cuestiones prácticas y sobre todo de pudor, solo había permitido a Yedra que la revisase y cuidase sus heridas, que curaban lentamente, lo cual era extraño en la enana. Therusia, que ya conocía a Yedra desde más tiempo que al resto, le había hablado de sus problemas para conciliar el sueño y la curandera había intentado solucionarlos, pero por más fuerte que fuese el remedio que pudiese preparar Yedra, seguía durmiendo mucho menos que de costumbre, en un sueño alterado y lleno de pesadillas. Conforme las heridas sanaban, Therusia dejó de quejarse de los problemas de sueño, aunque estos no habían desaparecido. 

Lo cierto es que había trabado una fuerte amistad con el grupo y, conforme el elfo comenzó a hablar de su vida, poco a poco fue abriéndose. Y si bien seguía siendo bastante hermética en lo referente a su gente, por sus comentarios se podía deducir, si uno era un poco inteligente, que había quien la creía loca y que era una vergüenza para los suyos, por salir a la superficie. También dejó patente su cariño hacia su hermano, con quien si parecía tener una buena relación. Si les habló a fondo de su ciudad, o al menos de parte de ella que, como les explicó, no era tan hermosa en cuanto a construcción como la que habían visitado, pero lo compensaban con una vida y una iluminación artificial que conformaban unos juegos de luz impresionantes. También habló a Ithildir de su trabajo, que las humanas ya conocían pero el no había llegado a ver y le enseñó alguna de las piedras talladas. Pero aunque parecía sinceramente interesado en su cultura, no dijo mucho más. Sabía que era una especie de estudioso en su tierra y no sabía cuanto podía contar a los suyos de lo que ella le explicase.

Aquel día, desayunaron por última vez on Arnulf y, tras preparar el equipaje, el grupo comenzó a debatir cual sería el siguiente paso. Therusia parecía ausente, desligada de la conversación, pues poco tenía que aportar más allá de lo que ya había dicho. Quería volver al Salón del bosque, pero aquel deseo estaba motivado por cerrar de una vez algún encargo que le hubiesen hecho y disculparse ante los suyos. Sin embargo, nada garantizaba en realidad que continuasen allí, aunque sospechaba que sí. Iba a ser una conversación difícil la que tuviese con los emisarios, pero precisamente por eso, quería hacerlo ya. Quizás incluso sospechasen lo que había dentro de aquellas mansiones incluso antes de enviarlos. De ser así... Mientras Therusia daba vueltas a todo aquello, Arnulf les trajo aquellas extrañas noticias y el elfo decidió que ella tenía que quedarse allí. ¿Qué demonios era eso de qué decidía por ella?

—¿Cómo que me quede? — Therusia se levantó, rutando algo entre dientes en voz baja, algo que parecían palabras en khuzdul debido al tono bajo y ronco que usaba, pero que en realidad eran gruidos de protesta, de entre los cuales podía llegar a entresacarse un "si creen que me voy a esconder será cuando los wargos huelan bien". La enana parecía dispuesta a salir, pero finalmente, tras un vistazo al grupo, pareció controlarse brevemente y se sentó de nuevo a la mesa con un bufido, dejando que el elfo se encargase— ¡Bah!

Seguía sin embargo en tensión, preparada para lo que fuese. Si aquel hombre venía buscando problemas, los encontraría.

Notas de juego

Como personaje quiero ir a un sitio. Como jugadora a otro xDDDD

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01/09/2022, 13:57
Dírhael

El montaraz, poco sorprendido porque lo vigilaran un puñado de hombres armados (no era la primera ni iba a ser la última vez que se encontrara con esta situación) observa con tranquilidad como del interior de la casa sale un elfo para recibirle. El que siempre está peleándose con la enana, piensa mientras Ithildir le habla en Sindarin.

-Bien hallado seas Ithildir de Lórien. Mi nombre es Dírhael, hijo de Dírathorn, montaraz y guardián del norte. Vengo enviado por Elrond el Medio Elfo, el cual fue contactado por la Dama Galadriel, la cual guiada por unas visiones en las que aparecía algo que tenéis en vuestra posesión, le pidió ayuda. Dírhael agarra el objeto envuelto en tela verde y lo apoya en el suelo.Pues bien, esa ayuda soy yo y como muestra de que las intenciones, tanto de Elrond como mías, son buenas y sinceras, traigo un presente para el portador.

Dírhael sonríe, sabe que su Sindarin no es tan perfecto y musical como el de los elfos, pero espera haber logrado sorprender lo suficiente a Ithildir.

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01/09/2022, 21:55
Amaltea

El tiempo que estuve por la ciudad, lo aproveché para fabricarme nuevas flechas, reorganizar mi equipo, hablar con todo bicho viviente que por allí pasara para preguntarles por mi amado Beran, contarles un poco a los otros sobre mi y sobre todo, ya que no me sentía alguien importante dentro del grupo, dar largos paseos con Caín y jugar con él. Sabía del sufrimiento de la enana, su cara lo reflejaba, pero ya estaba Yedra para ayudarla. Aunque yo también era buena curandera, no quería ocupar el puesto de mi compañera. ¿O debería de decir ya amiga y amigos? Lo que habíamos pasado juntas tendría que verse reflejado en una inquebrantable amistad, pero yo era demasiado arisca, poco social... aunque verdaderamente los apreciaba. ¡Más que a ningún otro ser! A excepción de Beran, claro...

Cuando Arnaulf nos comunicó que un tipo había llegado, el corazón me dio un vuelco, los latidos se me aceleraron como si estuviera en combate, la cabeza me daba vueltas y me sentía desfallecer. Fui a levantarme, pero las piernas me fallaron y caí de golpe en la silla. Caín se levantó y me miró preocupado. Según seguía relatando aquel hombre más cosas, el susto se me pasó. Por la descripción, aquel tipo que estaba afuera no podía ser Beran. El elfo salió para ver de quién se trataba y yo cogí mi arco y el carcaj y me acerqué a la ventana para verlo. Si había problemas, no dejaría a Ithildir solo. Therusia estaba refunfuñando al lado mía, algo cabreada.

-"Tranquila amiga, lo hace para sacarte de quicio." Le dije sonriendo.

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01/09/2022, 22:40
Ithildir

Los luceros del elfo examinaron al individuo conforme este respondía, tratando de ver en su interior. El escrutinio de su mirada lo calmó, pues ésta parecía emitir un halo de sosiego y honestidad. Y el hecho de que el montaraz le contestara en la lengua noble lo terminó de convencer. Había pasado la prueba. Era un sindarin algo tosco pero totalmente funcional, y le parecía encantadora la aspereza típica con la que los del oeste pronunciaban las 'b' y las 'd'. 

Las plateadas cejas de Ithildir se elevaron con sorpresa al escuchar el mensaje de Dírhael. Pudo evitar, no sin dificultad, reprimir un gesto de decepción cuando éste mencionó lo de la ayuda. «¿Qué esperabas, el ejército de Gil-galad?», se espetó mentalmente. El galadhel estuvo tentado de preguntarle sobre el objeto que portaba, más comprendió que era mejor no desvelar nada en el exterior.

—Por favor, acompañadme, hijo de Dírathorn. Será mejor que hablemos dentro. Lamentablemente estas montañas están plagadas de ojos perversos, aunque éste lugar es relativamente seguro. Te presentaré a mis compañeras —le dijo en lengua común antes de devolverle la sonrisa—. Ah, ten paciencia con la portadora del anillo. La carga que pesa sobre ella la ha vuelto algo más... En fin, no te preocupes.

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02/09/2022, 03:40
Yedra de Muérdago

   Mientras nos recuperamos, una vez ya dispuestos, aproveché para recorrer los campos cercanos y hacer acopio de algunas hierbas muy especiales que preveía necesarias para los tiempos que estaban por llegar. Luego preparo algunas bolsas con las hierbas y otros utensilios.

   La verdad, sospechaba que cuando nos pusiéramos en marcha, el cansancio podía hacer mella en la enana, y estaba haciendo acopio de ciertas... hierbas... que solucionarían en parte este problema.

   Una mañana, mientras preparaba unos vahos oigo que alguien se acerca a las puertas, y con nostalgia recuerdo otra mañana muy similar en la que también preparaba unos vahos cuando llegaron un par de enanos a las puertas. En aquellos días, era un remedio para aliviar el dolor de la resaca, en estos, eran un remedio para aliviar los dolores de una terca enana. No había comentado nada de dolores, así que por descontado que los tenía, apostaba una diana de flecha a 100 pasos de ello.

   Cómo en la otra ocasión, agarré el arco y salí buscando un buen nido donde poder acoplarme con algo de altura y ser capaz de asaetear a lo que se tercie. Espero que esta vez no sea otro troll, más no parece. Los trolls son muy ruidosos y está la cosa relativamente tranquila.

   Al salir, veo al elfo este... estooo...a... Ithildir, eso, a Ithildir, hablando con un hombre que tiene los rasgos de los habitantes del desaparecido reino de Arnor. Con curiosidad me quedo a cierta distancia a la escucha, con el arco aún encordado, para ver si realmente pertenece a los restos de ese pueblo.

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02/09/2022, 06:25
Dírhael

- Vayamos pues, Ithildir de Lórien, el tiempo apremia. - Dírhael recoge el voluminoso objeto y mientras avanza hacia el interior del edificio les dedica una respetuosa inclinación de cabeza a los guardias que va dejando atrás.

Notas de juego

No sé si esta bien post tan cortos..

 

Editado Director: e incluso más cortos estaría bien. A veces hay tiempo y ganas y motivos para recrearse, otras veces pues hay poco más que decir que "vale". Es cierto que siempre se puede adornar la narración (Dírhael observó con asombro la calidad de las tallas mientras seguía al elfo al interior de la casa que por alguna técnica para el desconocida era luminosa a pesar de ser de piedra maciza. Había un detalle floral que hablaba de épocas pasadas cuando en Moria se apreciaba a los elfos y eso le hizo sonreir) ¿aporta algo ese párrafo extra? Pssss...si. Es necesario/obligatorio? Ni mucho menos.

 

También te digo que yo según pasan las aventuras me animo a escribir más y por ahora nadie se ha quejado.

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02/09/2022, 10:59
Therusia

—Ese carro ya partió. Hace ya mucho, mucho tiempo—respondió a Amaltea algo irritada, aunque no tenía claro con qué, pues era normal que el elfo fuese a hablar con quien, por su vestuario, estaba claro que tenía algún tipo de relación con ellos. Eso no significaba que fuese a convertirse a sus ojos en una especie de damisela en apuros. Estaba claro que ese ese puesto le correspondía a él

Algo me dice que voy a echar los tiempos en los que no quería ni hablar

Therusia volvió a gruñir entre dientes y resopló antes de mirar a Amaltea. Recordaba la visión, las visiones que les habían provocado a todos aquel enfrentamiento, visiones de nuevos compañeros, pero también abandonos y desde lejos, aunque no podía oírlos, vio que las cosas parecían ir bien entre aquellos dos.

—Me apuesto algo a que ese tipo viene con nosotras— la enana recordó que el último humano varón que había recorrido camino con ellas las había dejado tiradas, llevándose una de las barcas. Pero aquel tipo no parecía ser como Ingolt. Therusia no le echaba en cara que se hubiese ido, pero sí el como lo había hecho—. Seguro que aguanta con nosotras más que Ingolt.

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02/09/2022, 11:41
Amaltea

Observo como Ithildir interactúa con el apuesto hombre que está frente a él, con una enorme espada a la espalda y algún voluminoso objeto que acaba de dejar en el suelo. Al poco rato los dos enfilan hacia la entrada de la casa donde nos encontramos.

-"No tengo una respuesta segura a eso, en la visión que tuvimos no vi a nadie que se le asemejara. No sé si vendrá o no con nosotras, pero si viene, seguro que dura más que Ingolt..." Le dije mirándola a la cara y sonriendo, cosa que pocas veces hacía.

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02/09/2022, 12:35
Ithildir

Mientras rumiaba en silencio el mensaje de Dírhael, el elfo guió al montaraz por el corto trecho que quedaba hasta la entrada del edificio que la compañía había ocupado durante su estancia en el viejo campamento. Humilde hogar temporal el que les había donado el leófringa. Más que suficiente.

—Compañeras, éste joven dice traer... Noticias y ayuda. Por favor, Dírhael, sentaos. Debéis estar cansado de tal viaje, pues comprendo que venís directamente del otro lado de las Hithaeglir. Bebed —dijo mientras le tendía un cuenco con leche de yegua—. Las damas Amaltea, Yedra y Therusia. 

Ithildir se hizo a un lado, observando brevemente y por el rabillo del ojo a la irritada enana. Se apoyó sobre una pared y esperó a que sus compañeras terminarán de presentarse y que el montaraz comenzara a contar con mayor detalle su misión.

Notas de juego

Estaba claro que ese ese puesto le correspondía a él

¡Ju-ju-ju! 

Es cierto que siempre se puede adornar la narración

También podría haber usado como adorno la grata impresión que se llevó al ver las nobles hechuras de las espaldas del elfo, con sus finas y bonitas telas bordadas y su cabello limpio y sedoso, y... XD

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03/09/2022, 09:51
Director

El el tiempo que has dedicado a rehacer tu equipo, Arnulf te ha entregado una bolsa con puntas de flecha de un material parecido a la obsidiana. Con ellas has repuesto tu carcaj y al practicar te has dado cuenta que son a la vez más frágiles y afiladas que las puntas de metal o piedra.

Te comenta que hay suficiente material como para hacer puntas de flecha para un pequeño ejército pero que la técnica para hacerlas apenas la conocen dos o tres personas de su clan, cada vez que quieras podrás venir a por más puntas de flecha que te estarán esperando.

Notas de juego

Es una forma de justificar el bonus de "filo" del arco.

Tienes 20 flechas:

si al disparar alguna te sale un Ojo signficará que la punta se ha roto

si al disparar alguna te sale una Runa de Gandalf será una punta de flecha especialmente afilada, toma nota y si la vuelves a usar bajará 1 punto más el filo (pero solo para ese disparo)

 

En una Fase de Comunidad que quieras pasarla en esta ciudadela podrás recuperar 20 flechas nuevamente de forma gratuita.

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03/09/2022, 10:20
Amaltea

Notas de juego

OK, gracias.

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04/09/2022, 21:43
Therusia

Al oír aquel comentario y sobre todo, ver la sonrisa de su compañera, Therusia miró extrañada a Amaltea, sin tener muy claro si estaba bromeando o no, pero no le dio mayor importancia. La enana observó entonces a Arnoulf, que no parecía haberse tranquilizado. Aunque lo cierto era que parecía mucho más estable que cuando lo encontraron con un calcetín en la cabeza no tenía claro que hubiese recuperado la cordura, y si interpretaba algo de aquel desconocido como amenaza, podía ser... problemático.

—No te preocupes, Arnoulf. No creo que nos traiga problemas. —dijo intentando tranquilizarlo antes de corregirse—. Más problemas, quiero decir

En aquel momento Ithildir abrió la puerta e inició las presentaciones, incluyendo la de aquellos que no estaban presentes. Lo que venía a demostrar que tener buena vista no implicaba saber mirar, o quizás se hubiese embriagado con algún licor leónfriga, pues confundir a Arnoulf con la curandera era de todo menos normal. Sí era lo que había ocurrido, desde luego no es que pudiesen fiarse de la opinión del elfo con respecto a la fiabilidad del extraño. Después de saludar al forastero con una cortés pero seca inclinación de cabeza, respondió a Ithildir.

—Yedra salió esta mañana. estará al caer.

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04/09/2022, 22:30
Amaltea

Al ver que iban entrar, dejé el arco y el carcaj apoyados a un lado y me acerqué a la mesa para sentarme. Cuando abrieron la puerta y entraron, estaba justo sentándome y me puse a acariciar al gran peludo.

-"Hola, bienvenido, yo soy Amaltea." Dije secamente.

Le hice una seña a Caín para que se sentara y estuviera atento al invitado.

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05/09/2022, 10:10
Director

     La sala, amplia y construida enteramente de piedra, se había empequeñecido por momentos por la presencia del equipo de viaje de varias personas y sobre todo de todas esas personas que ahora miraban al recién llegado con tensión.

     Arnulf se había quedado a medio camino entre el hombre y las mujeres junto a Ithildir que parecía estar por encima de la sensación general de desconfianza. Therusia se quedó plantada esperando que el hombre hablara con las piernas firmemente plantadas en el suelo y las manos apoyadas en el cinto. Amaltea, a su lado, tranquilizaba a Caín que no sabía si saltar al cuello del desconocido o ir a lamerle la mano.

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05/09/2022, 13:55
Amaltea

Observaba la escena con calma, pero atenta a lo que pudiera pasar. Un solo gesto y Caín saltaría sobre el forastero en cuestión de un par de segundos. Tenía un puñal en el cinturón y el arco y el carcaj no muy lejos de donde estaba sentada, apoyados en la pared. Yedra estaba arriba, así que bajaría en breve. Con Ithildir, Therusia y Arnaulf en la habitación, no creía que hubiera peligro alguno, pero nunca se sabía. Era extraño que este hombre apareciera de repente aquí y sabiendo lo del anillo...

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05/09/2022, 18:00
Yedra de Muérdago

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   Como parece que no hay combate, ni pinta más extraños en las cercanías, desencordé el arco y vuelvo a guardarlo. Luego me acerco y le paso una bolsita con hierbas a Therusia para que las guarde.

   - Yedra de Muérdago. - Me limito a decir por toda presentación, mientras me siento y me desentumezco los músculos.

   - Las ruinas de Arthedain y Annúmidas del antiguo Arnor quedan lejos, al otro lado de las Montañas Nubladas, en Eriador. ¿Qué te trae por aquí? Pero antes... -

   Me levanto en busca de algo de beber y algo de comida.

   - ... permite que te demos la hospitalidad y se te ofrezca un fuego, comida y bebida. Luego, podemos hablar. -

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