Partida Rol por web

El camino de la Sombra

1.Un viaje no realizado

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06/09/2022, 14:42
Dírhael

Dírhael toma asiento, acepta todo lo que le ofrecen y escucha atentamente como el grupo se presenta antes de presentarse él, incluso hace un gesto con la mano para ver si el perro se acerca y consigue acariciarle tras las orejas. Un gesto en vano ya que el animal no se mueve de al de su dueña. Da un sorbo a la leche de yegua y comienza a hablar.

Veo que conoces las tierras al oeste de las Montañas Nubladas. - contesta a Yedra con una leve sonrisa - Pero vengo desde Rivendel no tan al norte. - Saca la pipa aún con un poco de tabaco y tras dar una fuerte calada se la ofrece a Ithildir - Me envía Elrond el Medio Elfo para proporcionarios ayuda en esta empresa. La Dama Galadriel de Lórien tuvo una serie de visiones en las que una sombra cubría dos montañas iguales, una especie de oscura espiral de maldad. La Dama pidió ayuda a Elrond y este tras reunir algo de información descubrió que ese mal es un antiguo espectro numenoreano atado a un anillo de oro. - dice mirando a cada uno de los presentes intentando averiguar quién es el o la portadora. - Ese mal fue un habitante de Arnor, el antiguo reino al que pertenece mi sangre, que sucumbió a la llamada del Enemigo, Sauron el Nigromante, y que ahora ha sido el causante de la ruina de la comunidad de enanos que ha desaparecido para siempre. 

Dírhael se sume en silencio esperando que se pronuncie el grupo, sobretodo esperando a que el portador se de a conocer, tiene un presente para él.

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06/09/2022, 15:56
Amaltea

Miro a Yedra enarcando una ceja. No sabía que había estado en Eriador o había estudiado su historia y geografía. Caín mira iracundo al hombre que ha extendido la mano para acariciarle. Se podría quedar sin mano con un solo gesto. Cuando comenta lo del anillo, miro seria a Therusia, esperando a ver qué dice.

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06/09/2022, 16:00
Therusia

Resoplando y murmurando algo sobre que nada le dolía, Therusia recogió y agradeció las hierbas que la curandera había recogido para ella. Daba igual lo que le dijese, Yedra seguía insistiendo en preparar aquellas pócimas que si bien podían servir para un cuerpo maltrecho, no servían para curar el malestar que sentían. No obstante, mal no le venían. Therusia escuchó, como el resto del grupo en silencio. La enana se había levantado al llegar el forastero y aún no se había sentado, pero no tardó en hacerlo cuando comenzó la historia. En silencio dejó acabar al hombre antes de sentir algunos ojos perforándole, como si esperasen que hablase. Therusia se inclinó sobre la mesa

—¡¡¿Ves Ithildir?!!— exclamó moviendo la mano de arriba abajo en un tono que no quedaba muy claro si era exasperado, si quería romper la tensión o si simplemente intentaba tocar la moral al elfo aunque, teniendo en cuenta los antecedentes, las apuestas irían por la última opción— Así es como se hacen las cosas. Este tipo ha venido hablando de una visión de tu señora directamente, sin ocultárnoslo y no le hemos tomado por loco. "¿Cómo usted por aquí, sabiendo cosas que estamos precisamente debatiendo ahora?" "Pues mire, señora. Una visión. Una que además involucra a uno de mis antepasados". Y ya. No hay problemas.

Dicho esto, Therusia volvió a mirar a Dirhael. La enana tenía el rostro cansado, como si llevase un tiempo sin dormir bien, pero la mirada seguía siendo firme y no parecía achantarse por la situación. Con cuidado, posó la mano sobre la mesa, como si ocultase algo bajo ella. 

—Ahora bien. ¿Por qué iba a querer Elrond ayudarnos? ¿Cómo es que ofrece su ayuda justo ahora y no cuando mi gente estaba en problemas? ¿O es que acaso solo se interesa cuando el mal puede afectar a los suyos?— la enana mantuvo la mirada en el recién llegado, pero antes de que pudiese responder continuó— Esas son las preguntas que cualquiera podría pensar que iba a hacer, ¿cierto? Y sin embargo no es esa la que voy a hacerte Asumiré que no sabían nada de ese mal hasta que volvió a despertar, gracias a la imprudencia de esta enana. Asumiré que quiere ayudarnos de verdad. Y sin embargo hay una duda que me corroe desde que mencionaste el nombre del Medio Elfo y de su hogar. Dices que vienes de Rivendel. Sabes que somos nosotros los que portamos ese mal. ¿Por qué enviar a un desconocido en lugar de a alguien que ya conozca a alguno de nosotros? Al fin y al cabo, estoy en buenos términos con una de las habitantes de Rivendel y habría menos suspicacias.  Puedo entender que te envíen a ti por tu origen más, entenderás que me sorprenda. 

Therusia retiró la mano mostrando, como prueba de sus palabras, un pequeño medallón, claramente élfico y hermosamente labrado en plata.  Un regalo que una habitante de Rivendel le había dado el año anterior en agradecimiento por haber dado un enterramiento digno a su hermano y por haberle ayudado junto con otros aventureros. Un símbolo que le permitiría buscar un aliado entre la gente de Rivendel, ya fuese en persona o con ayuda de Yncriff. No pudo evitar lanzar una mirada de reojo a Ithildir, quien seguramente pensaba que la rivalidad racial había sido el único motivo de las constantes peleas que habían tenido. Cuando aquello solo era uno de los motivos. El otro y más importante era que a la elfa solo la había tenido que soportar un día antes de que saliese corriendo hacia su hogar.

—Hablando claro. Aunque, como no estamos completamente locos, aceptaríamos gustosos la ayuda de los señores elfos. ¿Cómo podemos saber que realmente eres quien dice ser? 

Notas de juego

perdón por el tochaco :/

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06/09/2022, 17:00
Ithildir

Al notar que había quedado alguien por presentar, y tras otorgarle una discreta mueca la enana, el elfo carraspeó antes de hacer lo propio.

—Y nuestro estimado anfitrión, maese Arnulf —dijo antes de posar por unos instantes su mano sobre el hombro al leófringa. 

El galadhel mantuvo silencio mientras sus compañeras se presentaban, de mejor o peor forma a sus ojos. Las palabras del dúnadan hicieron que el rostro del elfo se arrugara con cierto malestar. Bien les habría venido esta información antes de adentrarse en esos desdichados salones. Tomó la pipa con gesto ceremonial y le dio una pequeña calada, devolviéndosela acto seguido al montaraz. «Buena yerba», pensó, aunque no era éste una afición que a él le atrajera en demasía. 

—Es muy fácil decirlo ahora, cuando este señor nos está contando lo que hemos padecido, Therusia. Es obvio que uno va creer lo que alguien le dice cuando uno mismo lo ha vivido. Sin embargo, si Dírhael hubiera venido hace un mes con la misma historia, a buen seguro desconfiarías de él. Quizá no tanto como si te lo contara uno de mi raza, pero... En fin, no tiene importancia discutir esto ahora —respondió, tras respirar hondo y tratando de hacerlo con voz calmada, pues aún trataba de hacerse al mal humor y las hoscas maneras de los enanos.

Escuchó después a la dama nogoth continuar con su interrogatorio y sus dudas hacia el enviado. Por un lado entendía tal desconfianza, ya que trataban un tema escabroso. Pero para él habían mas que suficientes pruebas que evidenciaban la veracidad de lo que el montaraz hacía aquí. Además, a él también le asaltaban cuestiones sobre las visiones y la información que los grandes entre su gente eran capaces de obtener, mas esperaba con el tiempo poder hallar esa comprensión y tal vez hasta ganar esa sabiduría. En cualquier caso, dejó que fuera el humano el que luchase por su verdad mientras él admiraba ese extraño medallón que ahora la enana sacaba a relucir. En otro momento le preguntaría sobre esa historia.

—Bien, ahemm, Dírhael. Vemos que sabes lo mismo que nosotros sin necesidad de haber accedido a ese oscuro lugar. Ahora bien, ¿te han indicado cuál es la forma de eliminar definitivamente esa espiral de maldad? —preguntó por último, una vez el dúnadan hubiese respondido las cuestiones de la enana.

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06/09/2022, 20:19
Director

Notas de juego

     Lyndale inicialmente iba a partir a los Puertos Grises, al conoceros(conocerte) parece que cambió de idea y se dirigió hacia el Reino del Bosque (a donde se suponía que debía llevar el objeto que le robaron y que luego resultó que el pequeño hobbit había llevado siempre encima de él "sin darse cuenta"). Hace ya un año de eso y en ese tiempo podría haber vuelto a Rivendel o seguir en el Reino de Thranduil o... realmente ¿quién sabe lo que piensa un elfo?

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09/09/2022, 08:20
Dírhael

Dírhael recoge de vuelta la pipa y vuelve a pegarle una profunda calada mientras escucha a la enana y al elfo. Asiente levemente y antes de contestar, se ladea hacia la derecha, coge el presente envuelto en tela verde, lo coloca sobre la mesa con un sonoro golpe y mira a la robusta y peluda mujer pelirroja.

- Entiendo tu desconfianza y tus dudas Therusia. Respecto a las dudas de porque no ha llegado antes la ayuda, lamento deciros que he ido lo más rápido que mis piernas de hombre me han permitido. - suelta una medio sonrisa y la acompaña de otro trago de la bebida ofrecida por el elfo. - Disculpa mis modales, hace tiempo que no trato con los de tu raza. Tu misma te has contestado muy bien e Ithildir ha complementado muy bien la información. Elrond ha actuado en cuanto ha tenido la información, y no porque sea un mal que pueda afectar a los suyos, sino porque es un mal que puede afectar a toda la Tierra Media.

Dírhael se levanta y se coloca junto a la ventana, mira hacia el cielo. Hacía tiempo que no veía una mujer de los bosques tan bella como Yedra, parece que va a ser un buen viaje el que se avecina. Se gira hacia Ithildir y le apunta con el dedo, mientras habla mirando a Yedra.

- Esa es una buena pregunta querido Ithildir, cuya respuesta no te va a gustar. Me temo que la forma de eliminar este mal la tendremos que descubrir nosotros mismos. Lo que sí sabemos es que su origen está en las antiguas tierras de Arnor y como tal es tanto mi deber como el de mi pueblo acabar con este mal y así debilitar al Enemigo. - Mueve su atención buscando ahora la mirada de Amaltea - El motivo por el que yo me encuentro aquí, aparte de mi sangre, es que soy de los pocos que ha recorrido Eriador de lado a lado, es decir necesitáis mi guía para llegar a nuestro destino, pero al mismo tiempo yo os necesito para acabar con esta maldición. - Finalmente busca la mirada de Ithildir y con la determinación que le proporciona la sangre de Elendil concluye - Lo que si te puedo decir es cual debe ser nuestro siguiente paso en esta ardua empresa. Necesitamos el consejo de un sabio, alguien que sepa decirnos algo más sobre el origen de este mal, una pista por la que empezar a buscar, porque sino...- Dírhael suspira - podemos estar el resto de nuestras vidas buscando un lugar en concreto.

El montaraz se sienta de nuevo. Desata un tubo amarrado en su mochila y de su interior extrae un mapa. Lo extiende sobre la mesa y señala un punto con el dedo.

- Estamos aquí. He barajado dos opciones. Podemos ir al sud e intentar reunirnos con Saruman - señala Isengard con el índice - o podemos ir al este y buscar el consejo de Radagast allá en Rhosgobel. 

Mira a la enana fijamente y vuelve a medio sonreír.

- Perdón Therusia, supongo que todo esto aun no te ha convencido sobre quien soy realmente. - le doy un par de golpecitos al objeto envuelto en la tela verde - Aquí tengo un presente, de parte de Elrond y los elfos, para el portador o portadora del mal.

 

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10/09/2022, 11:12
Ithildir

El ahora ceñudo galadhel asintió en silencio al montaraz en señal de gratitud y comprensión. Un tanto desafortunadas le parecían las nuevas, mas ¿por qué pensaba que podría haber sido de otra forma? Si aquellas visiones sobre futuros posibles eran realmente posibles, el camino hasta la destrucción de ese arraigado mal sería cruento y aciago. Y él había decidido verse involucrado, así que ya no había marcha atrás. Y ahora que lo pensaba, ¿serían este tipo de manifestaciones algo que le sucedía a su señora con mayor asiduidad? Desde luego, de ser así no podía llamar a ese padecimiento un don, aunque sí cabría llegar a intuir su utilidad. ¿Podría él llegar a sufrir ese tipo de visiones en un futuro? Difícil elección sería, pues el simple hecho de rememorar aquellos breves momentos un sudor frío le recorría el espinazo.

La abstracción de Ithildir duró unos instantes, justo en el momento en que Dírhael finalmente tendió el objeto aún oculto a la portadora del anillo. Sus ojos se movieron luego hacia el plano desplegado, y quedó unos segundos pensando mientras se rascaba la imberbe barbilla.

—Gracias de nuevo, hijo de Dírathorn. Isengard o Rhosgobel... Singular encrucijada, compañeras. Aunque supongo que preferiréis la segunda opción. Ir al Salón de la Montaña es definitivamente importante para informar a los enanos sobre las malas noticias en referencia a ese desdichado clan, y ponernos al día con el resto de aliados... —las yemas de sus dedos recorrieron el mapa, acariciando el material conforme analizaba las posibles rutas, teniendo en cuenta además la localización de las antiguas ruinas del extinto reino humano—. La cuestión es si lo consideráis de crucial urgencia o no. Porque para agilizar el viaje, tal vez nuestros amigos leófringas nos podrían ayudar a cruzar el Anduin para llegar lo antes posible al encuentro con el sabio Radagast. De allí podríamos volver a cruzar el río con el fin de llegar al Salón de la Montaña, y ehm... 

La nariz del galadhel se arrugó ante la disyuntiva. Con un elegante y teatral gesto se retiró de la mesa, pensativo, cediendo espacio y tiempo a sus compañeras para decidir los siguientes pasos.

Notas de juego

A mí me ha convencido. Un señor bien plantado, de entrada ya le ha echado el ojo a una buena moza, ¡y le ha dicho "querido" al elfo! Es la primera muestra de afecto hacia él en toda la partida*. Estoy por tirarle ficha.

 

*Mentira cochina. Lo sé. Aunque tampoco han habido muchas xD.

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12/09/2022, 23:06
Therusia

–Creo que Yedra podría indicarnos mejor sobre cómo encontrar a Radagast o si será mejor buscar a ese otro mago.

La enana asintió distraída a las defensas del extraño sobre las cosas que ella misma había descartado, pero pareció recuperar la atención cuando explicó el hecho de que fuese precisamente él quien tuviese que llevar las nuevas. La explicación no pareció convencerla demasiado, pero tampoco levantó más suspicacias sobre la desconfiada enana. Al fin y al cabo, la gente viajaba y se movía y Therusia solo pretendía arrinconar al recién llegado para ver su reacción. Y está no parecía preocupante, ya que el extraño parecía honesto. Cuando mencionó el regalo, la enana no pareció inmutarse, aunque por primera vez posó la mirada sobre el paquete y suspiró con desgana.  Indirectamente, Dirhael parecía querer saber quién llevaba aquel dichoso anillo 

–Si tú dices que viene de la casa de Elrond – dijo a Ithildir señalando el paquete con un gesto cansado– es suficiente para mí como señal de que dice ser quien es y por supuesto lo agradeceré. Y si quieres compartir penurias y nadie se opone, no soy quien para impedirte cometer esa estupidez. Tan solo llevo el anillo. No decido por nadie y nadie decide por mí.

Después de hacer un gesto, asegurándose de que el regalo realmente era para ella, la enana se levantó para abrir el paquete. Mientras Therusia, cansada pero firme, destapaba el regalo, la habitación pareció quedarse en silencio, como lo había estado antes de su llegada, cuando las sombras alejaron a sus moradores. Finalmente, la enana terminó de retirar la hermosa tela elfica y, dudando miró a sus compañeros. Si el elfo decía que era de la casa de Elrond, aparte de aquel regalo tendrían un nuevo compañero.

Notas de juego

Bah. Qué narices. Desde el móvil xD

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13/09/2022, 21:49
Amaltea

Escuché las palabras del dúnadan con atención, pensativa. Si nos iba a acompañar, sería de gran ayuda contar con un guerrero más. Yo sabía defenderme bien con mi arco, pero en cuerpo a cuerpo no era tan diestra. Además, parecía conocer el terreno por el cual parece que iríamos: Eriador. Este estaba al otro lado de las grandes montañas, regiones que nunca había visto y de las que poco había escuchado.

-"Yo votaría por ir a ver a Radagast, es el que está más cerca. Además, así podremos enviar mensajeros al Salón de la Montaña para informar de lo sucedido." Dije en voz baja, algo cortada.

Tal vez en esa parte del mundo encontrara pistas sobre mi amado. ¿Quién sabe...?

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14/09/2022, 18:28
Yedra de Muérdago

.

   Me rasco la cabeza y asiento, más para mí misma que para el resto.

   - En realidad, es posible que Saruman sepa mejor como deshacer la maldición, pero voto también visitar a Radagast por las siguientes razones. -

   Y empiezo a enumerar.

   - Radagast puede instruirnos como presentarnos adecuadamente ante Saruman, no creo que sea tan fácil como torcer a la derecha y subir unas escaleras, además de darnos consejos para el viaje.

   Con Radagast y el resto de curanderos y ancianas sabias podemos repasar esta afección por si se me ha pasado algo por alto, supongo que 10 ó 12 cabezas de sanadores y un mago buscando una solución son más efectivas que la de una simple aprendiza.

   Debemos poner sobre aviso al Salón del Hombre del Bosque de los últimos acontecimientos, desde Rhosgobel pueden dar aviso.

   Esos tozudos enanos, sin ofender Therusia, pueden haber salido de viaje sin esperar a que sus heridas estén curadas y dar aviso a los hombres del bosque que estén atentos a echar una mano sin ofender su orgullo.

   El Salón de la Montaña está en contacto con Rhosgobel y los otros salones, dando aviso ahí, también les llegaran las noticias a ellos, no tan rápido como si fuéramos nosotros en persona, pero los llegará.

   Además, es posible que pueda aprender algo más para preparar antídotos para purgar venenos en un futuro próximo. -

   Luego me encojo de hombros y susurro para mí.

   - Una vez allí, podemos pensar en nuestro siguiente paso. -

.

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14/09/2022, 18:54
Director

     Sobre la mesa un brillo metálico parecía desprender chispas de luz con la claridad que entraba por la puerta.

     Sobre la mesa un hacha de doble hoja seguía envuelto parcialmente por las telas de Rivendel y eran un marco perfecto para una obra de arte. Dos filos acerados de duro metal se unían en un largo mango metálico cubierto de filigranas vegetales, entre ellas brillaban pequeñas gemas como frutos multicolores. La zona de agarre, amplia, estaba cubierta por un cuero trenzado de colores azulados que reflejaban la luz como si también fuera de metal.

     Sobre la mesa reposaba un arma diga de un rey... ¡enano! al recibir un rayo de sol las hojas se habían cubierto de runas enanas por toda su superficie Barukibil hacha de plata... plata enana... las runas grabadas habían sido hechas con mithril puro. Parecía que un herrero elfo había aprovechado la cabeza de un arma de una antigua era para crear un arma más bella. No se notaban las zonas de unión entre los filos y el mango y el cuero azulado era suave al tacto a la vez que se amoldaba perfectamente a las recias manos de Therusia que había sido incapaz de resistir la tentación de sostener, aunque fuera solo una vez en su vida, esa obra de arte.

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14/09/2022, 19:56
Director

Notas de juego

Al sur, fuera del mapa está Lorien.

Os dejo el mapa para que todos nos situemos más o menos de dónde están las cosas.

 

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15/09/2022, 10:46
Amaltea

Los destellos que salían del mineral del hacha llamaron mi atención. Colocada sobre la mesa y aún cubierta por un paño, se podía ver que era un arma de muy buena manufactura. Entrecerré los ojos para observarlo mejor, dado que nunca había visto un arma igual. Miré a los demás cuando Yedra habló, y carraspeando antes de hablar yo, comenté:

-"Creo que ya está decidido el camino, ¿no? Rhosgobel es lo que nos pilla más cerca y los leófringas pueden ayudarnos a cruzar el Anduin. Cuando lleguemos allí, ya veremos cómo avisar a los demás sitios, aunque como dijimos antes, se pueden mandar mensajeros." Dije algo azorada.

Volvía a sentarme e intenté tranquilizarme. No quería que se notara mis ganas por partir de inmediato...

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15/09/2022, 20:03
Ithildir

Cuando las telas permitieron reflejar el brillo de metal y gemas, el galadhel quedó obnubilado por la belleza de aquella pieza. Dando unas ligeras y largas zancadas volvió a la mesa, y apartando leve e inconscientemente a la enana se inclinó para examinarla con detenimiento. Sus manos pronto se hallaron flotando cerca de la misma como si tratara de rememorar el trabajo realizado, saboreando con sus ojos el magnífico e inigualable trabajo de uno de los ilustres artesanos de su pueblo. La calidad del material, el forjado y el acabado. ¡Cuántas cuestiones le venían a la mente que poder hacerle al hacedor de tal ingenio!

La ilusión se desvaneció al escuchar la fuerte respiración de su compañera. Ithildir se irguió, carraspeando con cierto rubor, y miró hacia abajo. Notó en la enana aún cierta incertidumbre. Suponía que en estos momentos a ella se le estaba cayendo el mundo encima al comprender que el orgullo sobre la notable habilidad de los suyos podía desmoronarse con esta visión. Posó con delicadeza su mano en la espalda, arrodillándose para poder llegar. 

—Sin lugar a dudas, mi buena Therusia. Por favor, tómala y dinos lo que sientes.

Dio unos pasos hacia atrás nuevamente, asintiendo a sus compañeras humanas.

—Me parece una gran elección. Arnulf, ¿nos permitirían los tuyos dejarnos pasar por ese vado?

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15/09/2022, 20:46
Therusia

Aquel brillo pareció iluminar durante unos segundos la habitación. Sin duda, era el maravilloso material enano del que tantas leyendas se contaban. El hacha era de una calidad hermosísima, pero muchas cosas eran hermosas y una trampa. Por ello había pedido al elfo que le garantizase que venía de la casa de Elrond. Seguro que tenía alguna señal de que era así. No obstante, el elfo parecía haberse quedado también hipnotizado con aquel arma, que por otra parte, jamás sería capaz de manejar o de llevar con cierta elegancia. 

Therusia carraspeó ligeramente y, cuando Ithildir, colorado como un pimiento le devolvió la mirada, se encontró con la enana mirándolo a los ojos con una ceja enarcada. No parecía sin embargo enfadada o irritada... al menos no más de lo habitual, y es que era ella la que había pedido que se examinase el regalo. El hacha no tardó en volver a estar visible. Pese a todo, y al contrario que el elfo que se había lanzado como un águila sobre su presa, conteniéndose en el último segundo, Therusia la miró con calma reverente, consciente del respeto que merecía aquella obra de arte. Finalmente, tras alguna duda, tomó el hacha, comprobando su peso y calibración. La encontró distinta en peso y tenía un diseño diferente a la que había usado hasta aquel momento, pero no tardaría en acostumbrarse a ella... aunque no tenía muy claro merecer algo que claramente estaba diseñado para un rey.

—Casi parece hecha por los grandes artesanos reales enanos— reconoció finalmente, aunque poniendo mucho énfasis en el "casi", indicando su convencimiento de que los grandes artesanos de su tierra hubiese hecho un trabajo similar o incluso mejor si hubiese dispuesto de aquellos maravillosos e increíbles materiales. Therusia pasó la mano por las runas, que si parecían ser de un antiguo arma enana y se fijó en su significado. La combinación de estas runas con los motivos vegetales élficos parecían querer decir algo, como una invitación a la colaboración entre aquellas dos orgullosas razas. Ciertamente, era un buen regalo —. Desde luego, no he visto arma como esta fuera de la montaña ni en manos de nadie que no tuviese sangre real y me cuesta creer que me vean digna de un regalo como este. Más Ithildir asegura que viene de Rivendel y confió en el

Aquella ultima afirmación fue acompañada con un resoplido que casi parecía la protesta de un perro cansado y malhumorado. No obstante, la enana se giró y se inclinó levemente ante Dírhael a modo de aceptación.

—Espero que sepas perdonar mi desconfianza. No todo lo que brilla es un metal valioso... y te presentaste como guía justo cuando andamos necesitados de uno. 

Notas de juego

Entiendo que el hacha está al nivel, pero ¡ay! otra cosa es que lo reconozca abiertamente xD

 

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16/09/2022, 14:49
Dírhael

Dírhael sonríe al ver como el elfo y la enana quedan hechizados por la preciosa obra de arte que es el hacha. Y no puede evitar sentir la nostalgia de ver a los herreros elfos golpear el yunque cuando apenas era un niño de poco mas de un metro.

-No hay nada que perdonar Therusia. Yo tampoco hubiese confiado en alguien que se me presenta así de primeras, alegando ser alguien, sin prueba alguna. – le guiña un ojo a la enana. – Por suerte el bueno de Elrond me dio este regalo para ti. – La curvatura de sus labios desaparece. – Respecto al anillo… siento mucho que tengas que soportar esa carga, pero de los aquí presentes, no veo mejor portadora que alguien de tu raza. Antaño ya demostrasteis una resistencia férrea contra los oscuros poderes del Enemigo. Así que te pido que aguantes un poco más mi orgullo y valiente Therusia – se arrodilla frente a la enana - juro ante los aquí presentes, que te defenderé y guiaré hasta que este mal sea destruido.

 Se incorpora y tras haber escuchado que finalmente se dirigirán a ver a Radagast coge el mapa y se pone junto a Yedra.

-Por favor compañera indícame el camino hacia Rhosgobel, necesito saberlo para mostraros mis dotes.

Que bien huele piensa el montaraz.