Partida Rol por web

No me esperaba tener un baño preparado, fue una sorpresa muy agradable, pues necesitaba adecentarme para sentirme humano de nuevo.

También tenía algo de hambre pero dejé eso para más tarde, antes de desnudarme busqué si había algo de ropa limpia que ponerme para después del baño que era lo que más me urgía, me desnudé con rapidez y me metí en la tina.

Me senté en ella y tiré algo de agua por encima de mi cabeza, mi cabeza era un hervidero y este momento de tranquilidad me vendría muy bien.

 Sobre la cama había ropa limpia y de la talla justa de Guillaume, las ventanas estaban cerradas y sólo el ruido del agua cayendo por su cuerpo rompía con el ritmo de la madera crepitando en el hogar. Finalmente era como volver a casa o quizás mucho mejor que eso. Había muchas cosas que aclarar, muchas cosas que entender pero sobre todo, muchas que arreglar. Él no podía ser sólo el amante de la reina porque eso la perjudicaría a ella. Las cosas eran así en ese mundo y no era una sorpresa para él pero no podía sólo pensar en ello. Necesitaba tener también noticias de su mujer por si algún día ella regresaba o intentaba algo, ya no podía estar seguro de nada y mucho menos confiar en todo el mundo.

No podía. 

Sumido en todos aquellos pensamientos me di tan necesitado baño, al menos sirvió para tranquilizarme algo, y al cabo de unos minutos salí para secarme con unos paños y comenzar a vestirme sin olvidarme de mi espada debidamente envainada.

Me senté en la cama y le di unos minutos a Helena comienzo algo de fruta antes de pasar a verla, había que organizarse, ver si finalmente contaba con geste suficiente de su parte y principalmente estar a su lado por si quería que la ayudara con alguna de estas decisiones, me encontraba un poco perdido, pero prefería no pensar mucho y actuar.