1 Enero 1700 T.E. Camino que va desde Burh Waldes a las estancias de Radagast "El Pardo". 06:23. LLuvioso y plomizo. Sin viento. 11ºC.
Acompañas en su primera patrulla a un grupo de arqueros novatos. Serán otros "Vigilantes Del Bosque" en unos años, pero por ahora son unos meros aprendices. Además es una prueba para ti. Tu tío el Rey Tharanduil te ha puesto a la cabeza de estos, para que demuestres tu valía y liderazgo. Y para, que sin tu saberlo, en el sur hubiera una parte de su sangre, que le fuera leal. Tu tío es un excéntrico de la lealtad, y la exige con ... vehemencia. Os ocultáis bajo unos ponchos y lonas embreadas que habéis dispuesto en un árbol. Como atalaya en la altura podéis divisar unos cuantos cientos de metros por el camino. Sobre las ramas habéis dispuesto vuestro puesto de observación, y en este mismo roble también el lugar de descanso.
Sabes que este camino es como una especie de frontera entre la zona Oscura ... y la zona maligna. Algunos transeúntes y comerciantes usan esta ruta, pero también los orcos los asaltan.
¿Sabes que camino te digo, verdad?
No me pesaba la responsabilidad. Despues de 500 años, sabía que estaba preparado para esto. Para esto, y para mucho mas y, secretamente, pese a la ácida desesperanza de mi tío, tenía la esperanza de que, con el tiempo, el flujo de eldar hacia el Oeste menguara, y recuperaramos el lustre y el señorío de antaño, de los tiempos de Beleriand y el rey Thingol, antes de que los condenados Noldor lo echasen todo a perder, arrastrando en su caída a todos los demás eldar.
En esas estaba, cubierto con la capa, desde lo alto del roble que había elegido como punto de vigilancia. Me sentía libre cuando patrullaba, manteniendo nuestro amado bosque limpio de las impurezas que venían del sur: orcos, y..., cosas mas oscuras. Este camino era peligroso, la frontera sur del Reino del Bosque. Mas allá, no teniamos claro qué moraba: — Algún servidor del Caído, Sauron, o alguna bestia de la Primera Edad, servidor de Morgoth mismo... — Pero mi tio no quería arriesgarse a ir mas al Sur, y se contentaba con dejar a su libre albedrío el cono Sur del Eryn Galen, o Taur-nu-Fuin, como lo conocíamos ahora, pues el mismo ambiente se había ido oscureciendo, sin duda, y de eso estaba seguro, influenciado por lo que fuese que moraba al Sur...
Estos cachorros que me acompañaban tenían que soltarse en la espesura, siendo uno con ella, solo así conseguirian anticiparse a los multiples peligros que acechaban el bosque en este tiempo, y Thranduil había decidido darme la alternativa, patrullando este límite, que iba de Burh Waldes, al oeste, hasta la morada del Mago Pardo. Estaría bien atento de que nada nos sorprendiese. La vida de los jovenes dependía de mi.
Sí, el camino que seguimos en la partida de Nagre, no?? ;)
02 Enero 1700 T.E. Entrando al "Gran Bosque Verde" conocido como "Bosque Negro". En el Râd Angaladadh desde Buhr Widu. 02:58 (Noche profunda). Cielo totalmente encapotad. Sin viento. 10ºC.
Una pareja trae un par de caballos. Ella conduce la recua. Él duerme, pero parece desmayado. Tomaste partido por no actuar, ya que ni parecían malvados ni estaban en riesgo. Ella lo ayuda a desmontar tras haber preparado el campamento. Te das cuenta que el caballo que montan es un muy viejo destrero. Parece un viejo caballo entrenado para el combate, en el que ya pasaron tiempos mejores, herido por los combates y por los avatares del tiempo.
Un "veterano" retirado, que se niega a abandonar el servicio.
Además, un par de caballos más portan unas alforjas, bien cargados.
Ha preparado un fuego bajo un frondoso árbol. Uno muy parecido al vuestro. A vuestro escondite y atalaya. Está tostando pan. Han pasado varias horas y el hombre, con claros síntomas de haber sido herido se incorpora, pero no antes de que ella hubiera revisado los vendajes. Sus manos parecen diestras en lo que hacen.
Luego se ponen a hablar, y aunque la distancia es larga los escuchas con claridad. Lo malo es que habla en Nahaiduk, y se te hace raro. Hay cariño en sus palabras, y ella parece intentar calmarlo. Tiene las riendas de la conversación, y su pan tostado con mantequilla huele especialmente bien.
Han estado allí como 5 horas antes de que él se despertara. Entonces aún no llovía, o por lo menos no lo hacía tan fuerte como ahora. El viejo árbol los protege de la inclemente lluvia. Los caballos, tranquilos, pastan bajo este. Incluso han encontrado algún fruto y lo han disfrutado como un premio. Pero tras eso te das cuenta que el caballo de guerra os ha "visto". No se ha chivado, ni ha hecho nada raro, pero de cuando en cuando mira. Y te mira hacia ti. La pareja no se ha percatado de ello. No les prestan gran atención, pero la carga que transportan ... te llama la atención. Es muy discreta para ser unos colonos que emigran tras el final de la peste. Es muy poco para ser comerciantes. Además ese caballo de guerra se te hace "raro". Ninguno de los dos parece un guerrero, pero él, bajo esas ropas oscuras de cuero, viste una malla resistente, pero con un "boquete" en un costado. Ya sabes donde le "sacudieron". Tus chicos están quietitos, como les ordenaste, pero todos mantienen sus arcos prestos y permanecen ocultos en sus puestos.
No, pero casi. El de NAGRE era mucho más al sur, incluso por debajo de la "montañita" pelada. El que yo digo es camino camino. La verdad es que es casi paralelo, pero más al norte.
Tras un pequeño rato hablando se acuestan a dormir.
2 Enero 1700 T.E. Entrando al "Gran Bosque Verde" conocido como "Bosque Negro". En el Râd Angaladadh desde Buhr Widu. 07:40 Cielo totalmente encapotad. Sin viento. 6ºC.
Cuando la pareja se dispone a partir, el arco de uno de tus chicos cae al suelo.
Largos años de vida me permitían ver el devenir del tiempo desde un prisma muy distinto al que los herederos de los Edain, por poner un ejemplo, tendrían. No era especialmente paciente, al menos dentro de los Eldar, pero mantuve a los jóvenes a mi cargo alrededor del campamento de aquella extraña pareja de Hombres de los Bosques, observando sus reacciones, dispuesto a actuar, pero a su debido tiempo. No dejaría morir a aquel humano, y de hecho, ahora que dormían, velariamos por descanso, aunque lo ignorasen, pero si la mujer lo cuidaba, tampoco tendría prisa por ayudarles. Eran gente recóndita, acostumbrada a lidiar con sus asuntos dentro del Gran Bosque, y no muchas veces nos mezclábamos con ellos.
Cuando el caballo, sin duda un ejemplar veterano, y acostumbrado a los rigores de la guerra "me miró", no pude menos que enarcar una ceja: — Chico listo... — pensé, pero continué observando: quizá descubriese algo útil desde la protección del follaje...
... Pero cuando la pareja se disponía a partir tras el descanso, y uno de los míos dejó caer, de forma accidental el arco, me oculté, parafraseando a dos de los jóvenes mas cercanos:
— Desandad el camino que ellos han hecho. Quiero saber si alguien los sigue. No os arriesgueis a un enfrentamiento, sobre todo si son Glamhoth 1
Despues, me giré al resto, y les hice los signos que significaban Vigilancia alrededor de la posición y, haciendo un severo gesto decepcionado al que había dejado caer el arco, le hice un gesto para bajar, descolgandome yo mismo hasta caer al suelo: — Que aprendan un poco como tratar con los descendientes de los Edain...
— Saludos, hijos del bosque — saludé, escuetamente, erguido en el camino ante ellos, mientras procuraba mantener la atención de los humanos hacia mí, para ocultar el torpe error de mi congénere ante una raza menor — Veo que habeis tenido problemas en el camino. Como sabreis, esta zona del bosque es protegida por mi Pueblo, para mayor gloria de nuestro Rey. Decidnos qué ha ocasionado sus heridas — continué, regio y serio, señalando con un ligero movimiento de cabeza al varón — y nos haremos cargo. En la medida de lo posible, os ayudaremos a continuar.
Y allí quedé, cubierto por el resto de los jóvenes a mi cargo, mientras dos de ellos recorrían rapidamente el camino inverso a los humanos, esperando la respuesta de la pareja, mientras, recuperado el arco, Eldäwall, recuperado también parte de su orgullo, se colocaba a un lado del camino.
Cachis, tenía pensado haber hecho algo distinto, pero como veo que has continuado con el hilo argumental, me adapto!! ;)
1 Forma sindarin para referirse a los orcos.
El hombre, cuando te ve descender de tu atalaya te dice algo de que el pan está caliente y quiere compartirlo.
ALTO
Seguiremos en otra escena.