Partida Rol por web

Una camioneta llegaba a Sibelburgo, justo cuando un grupo de pueblerinos rodeaba al alcalde y lo protegía de Croquet y de Daftpunk. Más que protegerlo, se interponía entre los dos agentes imperiales y el hombre. Por su lado Falder Germans intentaba poner orden en el pueblo, pero los ánimos estaban caldeados y nadie lo escuchaba. Y todo eso con un volcán escupiendo fuego.

De la camioneta bajó un grupo de mineros que se unieron al bullicio y después lo hicieron también Ken, Mikel y Hans. La confusión sólo iba en aumento y la situación sólo se encendía cada vez más.

—¿QUÉ ESTÁ PASANDO AQUÍ?—preguntaba un minero.

—¡HAN ATACADO AL ALCALDE!—respondió uno de los pueblerinos entre gritos.

—¡DEJAD EN PAZ AL SEÑOR GERMANS!—increpó otro pueblerino a Croquet y a Daftpunk—¿NO VEIS QUE ESTÁ AYUDANDO AL PUEBLO?

Los mineros empezaron a ponerse nerviosos, y ellos eran bastante más imponentes físicamente hablando. Lo último que la situación requería era un piquete minero.

—¡EH!—gritó otro señalando a Ken—¡ESE ESTABA LLEVÁNDOSE AL ALCALDE ANTES DE QUE TODO EMPEZARA!

La cosa no iba por muy buen camino, no.

Viendo que el magnífico Daftpunk había fallado en su ataque sorpresa contra el alcalde, Croquet A. no pudo evitar sonreir levemente, no tanto por el fracaso estrepitoso que ocurrió ahí, sino porque de tan solo pensar lo que le iba a decir al oído, ya le salía la risa floja por lo bajini.

-Prueba a darle otro chispazo. -Comentó de forma malévola aquel agente amoral- Que este sigue moviéndose...

Tras esto, Croquet pudo ver a Ken junto con Mikel, por lo que este se alejó un poco de Daftpunk -y de todo aquel bullicio- y se acercó a Ken de Genesis, a fin de cuentas, este tenía más posibilidades de poder responderle a la duda que este tenía, y ya de paso, evitar recibir otro ataque por sorpresa de una turba enfadada.

-¿Has visto a L'Orange?. -Le inquirió a su compañero- Creo que voy a necesitarla en breves...

Mikel al ver la escena suspiró y miró a Hans - Ayúdame con esto, anda - después saltó y se puso entre los ciudadanos y los agentes extendiendo las manos entre ellos - Vamos a ver, calmaos, no estamos en un momento idóneo para esto, primero hay que encontrar soluciones, ya tendremos tiempo más tarde - El agente les hablaba con voz calmada pero rotunda, miró a los agentes que tenía detrás y susurró - ¿Que coño ha pasado aquí? - Tras eso siguió con los aldeanos - Por favor, dispersaos ordenadamente, tenemos trabajo que hacer, TODOS juntos 

    Mi semblante general se había vuelto tan inestable como los volcanes que nos estaban asolando, tal que no sabia si debia o no interferir o dejar que mis compañeros hicieran su mejor trabajo para lograr lo mejor para todos y quizas fuera esto ultimo que me hizo tomar una posición mas a la contemplativa, mirando desde fuera el problema y solo actuar en el momento correcto ... mi experiencia en turbas es que una vez los ciudadanos ven que son superados por fuerza, aun asi proceden a lanzar piedras a modo de catarsis... 

   Ante pregunta de Croquet no puedo evitar levantar la mirada intentando enfocar bien la vista.

   Pues.... - concentrando aun mas en la tarea - creo que..... - continuando con la misma - ¿ no te enseñaron alguna clase de canto para llamarlo o algo asi ?

Con el brazo aún con el taser en mano, Daftpunk estaba en una tesitura. Cuando normalmente estás aconstumbrado a ver a todo aquel civil que se te cruza como la criatura más irrelevante del mundo, en el momento en el que al ejercer el abuso de poder sobre estas no solo no funciona como debería, sino que de repente una turba furiosa entera te empieza a rodear, y encima teniendo en cuenta que Daftpunk no soportaba a las multudes en general, ocurre que todo abusón en esta tesitura se da cuenta de algo bastante claro, que la ha cagado hasta el fondo, y el comentario de Croquet no hizo más que su ojo empezase a parpadear en un tic nervioso. Inspirando profundamente, se hecho para atrás con las manos colocadas en la espalda, en busca de una seguridad que acaba de perder, mientras inclinaba su cabeza hacia Mikel, mientras seguía observando al Alcalde, en espera de que se lanzase para arrancarla la cabeza con aquella extraña fuerza que ahora estaba mostrando.

-En cumplimiento de mi deber como agente de su Ilustrísima, intenté detener al Alcalde de esta población como se nos fue ordenado usando el tradicional método de aplicarle una carga de 3000 voltios para incapacitarlo, con la mala suerte de que este no ha salido como debía. Y ahora me temo que vamos a tener que pensar seriamente en nuestro siguiente movimiento o sino me veré obligada a usar mi "estrategia secreta" para que podamos salir de aquí con vida. 

LA "ESTRATEGIA SECRETA" SOY YO

—¿Queréis dejar de hacer el idiota?

Hans miró con gesto malhumorado a sus compañeros al ver la incompetencia de éstos, que estaban más preocupados en cualquier cosa que en la amenaza inminente en la que se encontraban. Siempre se había dicho del agente imperial, que era una persona correcta y sin estridencias. Parecía que su paciencia también tenía un límite y que disfrutaría abofetear a cualqueir de sus compañeros. Menos a Mikel, él era el único funcional.

Los intentos de Mikel no ayudaron mucho en calmar la situación, cosa normal por otra parte. Había una erupción que ponía toda la zona en riesgo con rocas candentes cayendo por doquier, el pueblo había tenido que ser evacuado sin saber cuál iba a ser su futuro, había mineros jugándose las vidas para evitar que la lava alcance sus casas... Y en medio de todo eso a un grupo de agentes imperiales se les ocurre atacar a la persona más respetada de la zona. Con razón el agente Marlboro no iba a conseguir nada.

Estaba claro que el estallido de violencia iba a venir de un momento a otro, sólo quedaba por determinar quién era el que lo provocaría y cuando. Y por cuando hablábamos de segundos de diferencia. Pero entonces...

¡BOOOOOOOOOOOOOOOM!

En la cima del volcán apareció vieron algo moverse. Tenía que ser bastante más grande que ellos aunque tampoco era gargantuesco. Parecía una especie de gusano hecho de piedra o lava. Eso no se parecía a ninguno de los gusanos de fuego que Hans, Mikel o Daftpunk habían visto.

¿Qué era esa cosa?

Viendo semejante cosa salir de aquella montaña volcánica, claramente hizo que las dos pelotitas anaranjadas cual dos "Pelotazos de Cheetos" se le encogieron y subieron al pobre agente, sin lugar a dudas, enfrentarse a un gusano de lava, magma, roca caliente y demás cosas que quemaban, no estaba dentro del contrato que Croquet A. había firmado... probablemente... a veces pasaba las hojas de dos en dos.

-Pi... Pi... Pi... -Dijo de forma estridente y aguda Croquet A. para luego mirarse la muñeca, en donde no tenía nada- ¡Oh!. ¡Mira que hora es!. -Exclamó con una falsa sorpresa demasiado forzada- ¡Es la hora del almuerzo!. ¡Lo siento chicos!. ¡Tengo que cumplir con los horarios!. ¡De esa criatura seguro que podéis encargaros vosotros solos... vuelvo en... el tiempo que os tardeis en derrotarla!.

Tras comentar aquello, este hombre se acercó a Ken de Genesis y trató de tirar de él, a fin de cuentas, tanto sus puños como sus pezones duros cual diamantes le podían ser útiles, y ya de paso, tener a alguien con quien hablar mientras uno almuerza -lejos de ahí- es algo bueno.

Mikel agarró a Croquet de la corbata al ver que intentaba huir - Tú de aquí no te vas - Le dijo con una cara que expresaba rabia, aún agarrándole miró a toda la muchedumbre y al resto de sus compañeros - QUIEN ESTÉ DISPUESTO A LUCHAR CONTRA ESE BICHO QUE VENGA CON NOSOTROS, EL RESTO HUID - Marlboro ya estaba cansado de esos bichos, pero ese parecía el origen de todo el mal, si acababan con él se solucionarían muchos problemas... Y seguro que ese espécimen agradaba mas al Nobilis que los otros mindundis que le habían llevado... Sobre todo después de ver a este.

Por desgracia para Croquet A., este fue agarrado antes de que pudiera huir junto con Ken de Genesis, una auténtica lástima, pues la comida que había preparado para este almuerzo convenientemente situado iba a ser una gran sorpresa, principalmente porque se iba a meter en la primera casa-no-en-llamas que mirase y asaltar la despensa.

-Estás mandando información contradictoria. -Dijo mientras era agarrado, y probablemente iba a tener que ser arrastrado, pues por su propio pie no iba a enfrentarse a una cosa "casi" gargantuesca- ¿No me voy o quien no quiera se puede ir?. Porque yo tengo clara mi elección...

Mikel dio un tirón a la corbata de Croquet empezando a estrangularle con ella, entonces el tabacalero acercó su cara a la del otro agente - Tu - Apretó un poco más la corbata - No - Echó un poco de humo - Tienes - Se le notaba el cabreo, la verdad - Elección - Entonces, aflojó un poco, pero no soltó, efectivamente tenía pensado llevarle a rastras.

Marlboro tuvo un pequeño deja vu, recordó esa operación de infiltración en un torneo donde vio desde la lejanía a una pareja de piratas, parecía como que una chica estrangulaba a otro, ni idea de por qué recordó eso en este momento, pero el agente desde luego estaba disfrutando esto tanto como aquella chica.

-Tú de aquí no te vas- Dijo Daftpunk, mientras se ajustaba el brazo, lanzando un agotado suspiro, cansada de tener que volver a luchar contra asquerosos gusaños, solo que esta vez mucho más grande- Ni tu ni ninguno de nosotros, y créeme que yo por mi me iría a la otra punta del puñetero mundo, pero las ordenes son las ordenes.-Y tambien estan las consecuencias de desobedecerlas- Además, hemos tenido que aguantar en las minas a los probables hijos de esa cosa, así que a llorar a la llorería luego.

Como me dan ganas de que esa cosa te devore vivo, pedazo de.....

      Nop.... por aquí tampoco... - repetía por cuarta o quinta vez mirando el cielo, siendo fiel a mis principio de ayudar al primero que me pidiera ayuda - Ohhhh espera - decia señalando un punto en el cielo ... obviando quizas a la oruga de lava... - ah no falsa alarma, solo era una de las piedras... seguro q- para mirar esta vez a tierra y notar lo que sucedía - Hmmmm... -  dando un vistazo hacia donde se encontraba Croquet, bajar la cabeza en plan disculpa - Lo siento mucho compañero, pero tu ave graciosa tendrá que esperar para otro momento - y entonces tomar una pocisión de batalla buscando cualquier cosa que pudiera arrojar contra la creatura ... puedo confiar mucho en mis manos... pero hasta yo se que no pueden enfrentarse a eso...

La situación de Croquet A. era un tanto complicada, y esto era por distintos factores que se podían sumar como las consecuencias de sus actos que volvían a morderle el trasero, o en este caso, a estrangularle con su propia corbata. Pese a ello, este tenía algo que decir al respecto.

-Ggggegggucgggsossss... -El hecho de estar siendo estrangulado por su propia corbata no ayudaba a que se le entendiera lo que este agente quería expresar, pese a ello, el seguía intentándolo- Huuumangggooooosss...

Un auténtico misterio, un galimatías saber exactamente qué era lo que este opinaba al respecto de este ataque contra un subordinado por parte del encargado de turno. Pero probablemente fuera una queja de algún tipo.

—Rüdiger, dame las llaves de la camioneta—le pidió el alcalde al minero que había estado conduciendo, después se dirigió a los agentes imperiales—. Yo os acompañaré.

—¡Papá!—gritó entonces Berbie llamando la atención del alcalde. ¡Era su padre— ¿Es que te has vuelto loco? ¡No puedes acercarte a esa cosa! ¡No desde el infarto!

La chica se interpuso entre Falder y la camioneta.

—No dejaré que te vayas.

Viendo su oportunidad de librarse de aquello, Croquet A. dio un paso al frente, o mejor dicho trató de zafarse del agarre de Mikel Marlboro y adelantarse a los acontecimientos que se le tenían presentes. Realmente no era del tipo de persona que fuera proactiva, pero la situación lo requería.

-Tu padre tiene que ir, no queda otra. -Dijo, quedándole muchas otras- No te preocupes, Falder. Yo me encargaré de que tu hija no se ponga en riesgo ni te siga. -Tras esto, echó un vistazo a la muchacha, pensando cuál sería el tamaño de las vigas correctas para ella. ¿El trabajo de alcalde se heredaba?. Probablemente.

Dejando que Croquet se liberase de su yugo, Mikel miró a el alcalde - ¿Está seguro? Va a ser bastante peligroso para un civil, sobre todo teniendo en cuenta el antecedente del infarto - Dijo de manera calmada - Seguro que Hefastus estará de camino hacia esa bestia, yo confiaría su labor a él, es bastante capaz - Le puso la mano en el hombro - Venga, deme las llaves, sé que no hemos empezado con buen pie, pero parece que es una persona querida por la comunidad -

​​​​​​Se quedó mirándole para ver cuál era su reacción, también esperaba que algún otro civil más capaz se ofreciese a ocupar su lugar. No quería tener que cargar de vuelta con el cadáver del alcalde porque le ha dado un infarto en medio de la batalla.

Un momento. Ha sido víctima de un infarto ¿y mi taser no le ha hecho nada?

Por un momento, fue esta pregunta la que asaltó la mente de Daftpunk, sustituida por la certeza de que Croquet estaba intentando escurrir el bulto. Y, sinceramente, por haberle hecho pasar el bochorno anterior y no haberse quedado moñeco le tenía bastante asco, pero todo ser viviente de este mundo, sobretodo sujetos de prueba, vacilan a Daftpunk y luego salia con vida. O al menos con todas las extremidades. O sin ningún tipo de paraplegia. Lo que viniera primero.

-Si, no hace falta que venga con nosotros-Dijo, mientras apretaba el brazo a Croquet con el brazo robot...puede que más fuerte de lo habitual.- En compensación por nuestro anterior...malentendido, dejenos enfrentarnos a esa criatura mientras usted protege a las...personas, y a su....su....su hija- Dijo, intentando que nada de sus auténticas opiniones saliera a la luz- Si somos expertos en  tratar con este tipo de situaciones ¿verdad, agente Croquet?- Dijo, dirigiendole al agente una de las somrisas mas terrorificas e inhumanas que este habia visto en su vida. Realmente estaba intentando sonreír normal, pero cuando tú única fuente de felicidad es el sufrimiento ajeno, digamos que cuesta un poco, sobretodo cuando sabes que buscas la muerte de la persona a la que sonríes.