Partida Rol por web

Llegáis al atardecer en dos vehículos distintos, Vanessa lo hace en un coche de alta gama, mientras que Xaria lo hace en un monovolúmen también de gama alta. Junto a vosotras hay más gente en el aparcamiento dirigiéndose a la mansión.

En su mayor parte, la gente va vestida con un traje de fiesta, también hay algunas chicas que vestidas de calle se dirigen a una puerta lateral, como pasan cerca de vosotras, os comentan de pasar a vestirse para no romper la etiqueta de la fiesta.

Una vez atravesáis la puerta lateral os encontráis con un recibidor que da paso a varias habitaciones, en una de ellas destaca un vestidor con diferentes trajes y shorts colgados. Una mujer os sale al encuentro - es una fiesta de disfraces, podéis vestiros con lo que os plazca... importante, una careta para esconder vuestros rostros y acordaros que todo lo que no está prohibido está permitido.

Tras una hora aproximadamente de viaje en helicóptero acabáis llegando a lo que es un claro en el campo donde destaca una mansión, tanto por su tamaño como por el edificio en sí. La casa fue construida entre 1854 y 1854 para el barón Mayer de Rothschild, que necesitaba una casa cerca de la ciudad, pertenece al estilo neo-renacentista.

El helicóptero aterriza cerca del porche de entrada, podéis observar varios vehículos aparcados en las inmediaciones.

- Me han comentado que tienen habitaciones preparadas con todo tipo de detalles para la fiesta de esta noche. Como les dije antes en el despacho del juez, mis clientes no reparan en gastos y esperan que encuentren acomodo estos días para un informe favorable.

Desde luego, esto no es un club de campo para jugar a la brisca...

Adriana pensó esto mientras el aparato descendía y se fijaba en el edificio. Algo de inseguridad rozó su corazón. Aunque ya habia avisado a su marido, pensó que estaria más respaldada si avisaba a Harvey.

Hola Harvey. Estoy aqui (comparte ubicación). Me he ido "de excursión" con todas las partes del caso. Te mantendré informado.

Miro a Ernesto. ¿Quien era este chico tan joven? No tenia claro que el juez lo hubiera presentado. ¿Y el Señor Golden? Sería clasista, pero le parecia fuera de lugar. Por alguna razón se sentia muy consolada de que no fuera la única mujer, por lo que inevitablemente simpatizaba con ella. Le dirigió unas palabras, neutras, pero amables.

- Desde luego, no cualquiera formará parte de esta sociedad.

Cuando oí "mansión" me imaginé una casa grande y cara, ¡no el antiguo palacete del Barón de Rotschild! 

Dios mío cuánto dinero están dispuestos a gastar...¿Nos darán también un tour guiado? 

Y es que verla en la televisión es una cosa, y estar dentro de ella otra muy distinta. 

Bien espero sea buena la fiesta y nos satisfaga lo suficiente. Soy un hombre  que se aburre con facilidad si no le ofrecen algo realmente interesante.-sonrío.

El lugar parecia sacado de una pelicula, pero no me dejaba impresionar facilmente. Bueno pues voy a ver mi habitacion y prepararme para la fiesta -digo y me retiro

Una mujer que se presente bajo el nombre de Bárbara os recibe cuando bajáis del helicóptero y os da la bienvenida a la mansión - espero que hayan tenido un viaje agradable - a continuación os comunica que, han preparado las suites por si queréis relajaros en ellas antes de enseñaros las instalaciones.

Así mismo, os comenta que por la noche tendrá lugar una velada con performance incluido, a la que estáis invitados a participar. Para ello, la organización ha provisto la ropa que podéis vestir y os la ha dejado en vuestras habitaciones (trajes de fiesta).

También os dice que, la mansión no es una cárcel y podéis deambular por ella con total libertad. Os acompaña a vuestras habitaciones y por último os informa de que la fiesta comenzará a las 10 de la noche, después se marcha escaleras abajo. Habéis podido ver salones amplios con techos altos y pasillos largos, muy buena iluminación. Por la zona que os movéis no os cruzáis con nadie, pero también es cierto que parece que recorréis en todo momento un ala de la mansión más residencial.

Cierro la puerta de mi suite y doy un par de vueltas observándola boquiabierto mientras trato de ordenar mis pensamientos. 

Al cabo de un rato agarro la ropa que me han dado para la noche y me la pruebo un momento para ver si me queda bien o me está grande. Me aterra la posibilidad de ir hecho un desastre a la "performance". 

El término me evoca cosas que he visto en televisión y vídeos de internet: señoritas desnudas pintadas de blanco de pies a cabeza, gente haciendo cosas extrañas en una sala blanca rodeados de curiosos, máquinas absurdas... ¿Serán una asociación de aficionados al arte contemporáneo? 

Pero el arte contemporáneo es lo último que cuadraría en ese lugar, aunque mi cultura flaquee en ese frente (cosas de haber dedicado cada segundo despierto a los estudios la mayor parte de mi vida). Agarro mi teléfono y compruebo si tengo el número del Sr. Stewart para llamarle, porque no sé dónde está y no pienso hacer el ridículo preguntando por las habitaciones, pero necesito que me explique qué clase de gente estamos representando. 

Voy hacia mi habitación y me cambio para la velada. Me fijo bien en que hay en ella.

Tras acceder a la habitación encuentras lo que vendría a ser una suite de un hotel de lujo, tienes todo tipo de servicios integrados, hay circuito interno de wifi, tv. Descubres también que en el armario hay diversos trajes de gala, así como zapatos y camisas también, por la talla parecen hechos a medida, a la tuya.

Las vistas de las ventanas son a una explanada verde, al fondo hay un bosque. No aprecias movimiento alguno de personas por más que mires.

El baño es curioso también, a los usos habituales, añádele una pequeña piscina que sirve de jaccuzzi, así como servicio de sauna y rayos UVA.

Y por último descubres que el espejo vertical que hay en un lateral, integrado en la pared tiene como sombras, si te acercas más podrás ver la habitación que hay al otro lado. Y al otro lado tienes a la fiscal que ha hecho básicamente lo mismo que tú, sólo que ahora se está desnudando para probarse un vestido que hay en el armario.

Tras acceder a la habitación encuentras lo que vendría a ser una suite de un hotel de lujo, tienes todo tipo de servicios integrados, hay circuito interno de wifi, tv. Descubres también que en el armario hay diversos trajes de gala, así como zapatos y camisas también, por la talla parecen hechos a medida, a la tuya.

Las vistas de las ventanas son a una explanada verde, al fondo hay un bosque. No aprecias movimiento alguno de personas por más que mires.

El baño es curioso también, a los usos habituales, añádele una pequeña piscina que sirve de jaccuzzi, así como servicio de sauna y rayos UVA.

Y por último descubres que el espejo vertical que hay en un lateral, integrado en la pared tiene como sombras, si te acercas más podrás ver la habitación que hay al otro lado. Y al otro lado tienes a la también abogada que te ha acompañado en el helicóptero (Adriana Mendoza) que ha hecho básicamente lo mismo que tú, sólo que ahora se está desnudando para probarse un vestido que hay en el armario. No parece que te pueda ver.

Tras acceder a la habitación encuentras lo que vendría a ser una suite de un hotel de lujo, tienes todo tipo de servicios integrados, hay circuito interno de wifi, tv. Descubres también que en el armario hay diversos trajes de gala, así como zapatos y camisas también, por la talla parecen hechos a medida, a la tuya.

Las vistas de las ventanas son a una explanada verde, al fondo hay un bosque. No aprecias movimiento alguno de personas por más que mires.

El baño es curioso también, a los usos habituales, añádele una pequeña piscina que sirve de jaccuzzi, así como servicio de sauna y rayos UVA.

Y por último descubres que el espejo vertical que hay en un lateral, integrado en la pared tiene como sombras, si te acercas más podrás ver la habitación que hay al otro lado. Y al otro lado tienes a uno de los abogados que ha venido contigo en el helicóptero (John Golden) que ha hecho básicamente lo mismo que tú, sólo que ahora se está desnudando para probarse uno de los trajes que hay en el armario.

Reviso la habitación. Desde luego, este lujo es impresionante. ¿Y como que tienen ropa de mi talla? Me extraño, pero no me escandalizo... hasta que noto un movimiento a través del espejo y me acerco a el, a examinarlo.

- Pero que demonios... *digo al ver primero que se transparenta y luego, me tapo la boca al cruzarme el Señor Golden desnudo. Espero que no me halla oido... ¡Es más! Espero que no me halla visto! *Me aparto del espejo, pegandome a una pared lateral*

¿Que demonios pasa en este sitio...?

Al ver que se está desnudando me aparto inmediatamente del espejo, tapándome la boca, sorprendido y avergonzado

¿Pero qué clase de lugar es éste??

Ropa misteriosamente hecha a medida, un baño con comodidades que ni podía imaginar, y ahora esto. 

Y el señor Stewart comunicando...¿Por qué no pudo darme más detalles? 

Vuelvo a sacar el móvil, lo miro un momento y lo vuelvo a guardar. No tengo a nadie a quien esté dispuesto a contarle esto. No voy a preocupar a mi madre (¡Con lo que se alegró de que me consiguiera este puesto!), y no tengo tanta confianza con los conocidos de la universidad o mi compañero de piso. 

Me siento un momento en la cama, perdido, y luego miro a mi alrededor. Si puedo verla a ella...¿podría verme alguien a mí?

Demasiadas preguntas sin respuesta.

Me remojo la cara un momento y salgo de la habitación, alejándome en dirección opuesta a la de Mendoza. Vamos a echar un vistazo a esta mansión, eso me aclarará las ideas.

Mientras ando, preparo la alarma de mi teléfono para un poco después de las 9. Cuando suene, volveré a mi habitación a arreglarme para la fiesta. 

Es mi costumbre organizar el tiempo. Así nunca llego tarde a nada y siempre tengo todo listo.

Suena el teléfono que tienes en tu habitación. Cuando descuelgas se escucha una voz de un hombre desconocido - Señorita Adriana Mendoza ¿es de su agrado la habitación? Le informo que la recepción tendrá lugar en media hora en el salón principal, ¿podría vestirse con alguno de los vestidos de fiesta que le hemos preparado? Gracias - acto seguido cuelga.

- Si la habitación es escantadora pero... *empiezo a decir cuando me pregunta, pero al seguir hablando, callo. Cuando cuelga, me alarmo* ¿Oiga? ¡¿Aló?! *Cuelgo, bastante molesta. Este sitio es muy raro, y lo de la puerta transparente es muy raro. No puedo evitar sentirme observada. Voy al armario y miro la ropa que "me han preparado". ¿Que pinta tiene?*

Escuchaste el sonido de los nudillos aplicarse en la puerta de tu habitación de manera suave pero decidida - ¿Ernesto? Le traigo unos presentes para la fiesta - una voz delicada de mujer rasgó el silencio - ¿puede abrirme? 

Justo cuando iba a salir de la habitación alguien llega. Perplejo, abro la puerta para ver quién es y responderle. 

-¿Presentes? Lo siento, no la entiendo. ¿A qué se refiere?

Los vestidos que encuentras en los armarios, son todos de fiesta, de paño largo y oscuros, con escote y la mayoría con la espalda desnuda. Una observación más apurada y descubrirías que todos los que hay son de tu talla, incluso parecen hechos siguiendo alguien que se pareciera a ti. Todos son nuevos, puedes apreciar que la manufactura es única, en cuanto que fueron confeccionados por encargo.

Al otro lado del teléfono no hay nadie, quien quiera que te haya llamado, ha colgado y por el diseño del teléfono no permite otra cosa que recibir llamadas; te fijas que no tiene teclado numérico por lo que a pesar de su formato sólo recibiría llamadas, con él no podrías comunicarte con el exterior.

Deben estar bromeando... Abro el armario y veo los vestidos. Respiro hondo, cojo uno. Vaya... como se las gastan... esto es raro pero... un buen vestido es el mejor amigo de una chica... Dedico tiempo a estudiar los vestidos, uno por uno. Enseguida me doy cuenta de que todos son de mi talla y eso... ¿me halaga? La estancia en este sitio es enigmatica y atrayente...

Me pongo el vestido que más me atrae, me dejo llevar por el apetito. (El vestido de la serie de imagenes, el primero por la izquierda).

No he pensado en mi marido desde que llegué.