Partida Rol por web

El sensual cuerpo de la Sirena abrazo  a yalashad, y aproximándose a el hasta casi fundirse a el empezó a nadar hacia una de las aberturas que había en el fondo de la sala

No. No creo que haya sido la tumba de Acerak la que visitara. Sino más bien una ciudadela. Y No era Acerak el amo y señor de esa necropolis, sino más bien una mujer....Pero ya sabremos más sobre todo esto en su momento. Vamos a buscar al mediano... Respondió el adivino.

Malkar esperó a que Grok saliera en pos del guerrero, y por ultimo salió él mismo, cerrando la puerta tras de si.
Escaleras abajo, mientras Grok y Cedric se pusieron a buscar a Yal en las lujosas piscinas, el mago se mantenía sumido en sus pensamientos.

La señora oscura...no creo que el pergamino nos ofrezca respuestas sobre ella. No al menos a las preguntas que ahora me surgen. Ese libro. Porque se preocupó en escapar con él...Que significará...

Cuando cruzan la ultima la cual parece estar custodiada por una puerta, ves que ella pronuncia una palabra y la misma  se abre. Cuando entran la imagen es impresionante,  su hogar recrea un fondo marino, como si vosotros estuvierais en el fondo de mar

Cuando cruzan la ultima la cual parece estar custodiada por una puerta, ves que ella pronuncia una palabra y la misma  se abre. Cuando entran la imagen es impresionante,  su hogar recrea un fondo marino, como si vosotros estuvierais en el fondo de mar

El entorno parecía el ideal para el petit affaire que ya tomaba forma en la mente del mediano, antes de realizarse en su cuerpo dispuesto. Su piel no podía esperar; sin embargo, su imaginación jugueteaba con las posibilidades inminentes, reteniéndose con deleite.

Entonces la roca de entrada a la cueva pareció desprenderse, como si fuese a sellar la puerta recién atravesada, liberando virutas de arenisca hacia el fondo aparentemente marino. Como si de millones de veces aceleradas estalactitas se trataran, dos enormes columnas comenzaron a brotar del arco, para converger en una más amplia que liberó al húmedo suelo... ¡OH, CIELO SANTO!

Cita:

Su boca se abrió, liberando tan solo un denso torrente de burbujas al agua del sensual embalse. La sangre de sus alas teñía tétricamente el agua circundante, mientras las junturas de sus placas liberaban furiosas nubes de vapor, que ascendían con rapidez.

Exasperada, la figura batió las alas y ascendió a la superficie, gritando allí los mismos sonidos de nuevo, esta vez mucho más audibles:

-¡YALASHAD! ¡TÚ ERES YALASHAD! ¡NO TE ASUSTES! Soy... era... a... amiga de Eanor. Drysiel; me llamo Drysiel.- dijo el ser monstruoso con una expresión tal vez similar al llanto, un llanto inexistente, o quizá el gesto previo a una carga mortífera, mientras la sirena era víctima de un profuso ataque de pánico que la llevó a encogerse histérica contra el fondo del cubículo.

Cuando entré por la última puerta, mi imaginación ya vagaba libremente con pensamientos eróticos que hacía tiempo que no tenía. Lo cierto es que tantas pensadillas vividas hicieron que el dormir fuera casi una tortura, más que un descanso. Pero después de tanto tiempo, allí estaba, había encontrado a su viejo camarada Cedric y, de paso podría disfrutar de la compañía de una auténtica belleza exótica.

Ya estaba frotándome las manos cuando, un ruido extraño me hizo girarme, solo para ver como las rocas comenzaban a moverse. Tras una rápida mirada hacia la sirena, comprobé con horror que ella tampoco sabía qué estaba sucediendo.

Desnudo como estaba y fuera de mi elemento, estaba totalmente a merced de cualquier cosa que surgiera de allí, pero ¿quién demonios quiere algo de mí? ese pensamiento cobró vida al ver a la criatura de pesadilla que surgió ante mí. Sólo podría tratarse de uno de los lacayos de Acerak.

Mientras la criatura emitía unos gruñidos que no lograba entender, yo movía la cabeza como un loco, buscando una vía de escape rápido, tenemos que salir de aquí increpé a la paralizada sirena. Ya, cuando parecía que comenzamos a movernos, unas palabras, ahora inteligibles, llegaron hasta mis oídos

Cita :
 

Esas palabras lograron determe unos instantes, al oír el nombre de un amigo, un amigo que cayó defendiéndonos de las hordas de ese maldito liche. Agarrando de la mano a la sirena, la hice detenerse, ignorando los tirones que daba para seguir con la huída.

túuuuuu, ¿amigo de Eanor? lo cierto es que no pareces el típico amigo que pudiera tener Eanor digo con suspicacia

-Amig... a... amada, en realidad. Supe por Ikritt de su muerte y... Es una larga historia.dice mientras dos de sus brazos se dirigen hacia su cráneo, aferrñandolo como si tuviera un terrible dolor de cabeza.

El monstruo agita la testuz y acto seguido extiende otros dos hacia el mediano, mientras ordena más que pide:

-No hay tiempo; es una larga historia. Mi señor te espera en Cormanzhor. Vamos, debemos de llegar cuanto antes; sígueme: te llevaré en vuelo.- dice apremiante la figura.

Estirando los brazos hacia delante

Quieto parao donde estás. ¿crees que iré contigo tan solo porque me has dicho un par de cosas?, negando con la cabeza nada de eso, además arriba está Cedric junto a Rogan y Grok, por no hablar de la carta que tengo que entregar al consejo.

Lo siento mucho, pero si quieres que vaya contigo antes tendrás que venir tú conmigo. Me giro hacia la sirena va a ser que no nos dejan disfrutar de un rato agradable. Pero tranquila, que volveré y lo retomaremos donde lo hemos dejado, jijiji.

Volviendo de nuevo la atención sobre esa criatura Vamos arriba. A propósito ¿no te han enseñado lo que viene siendo la intimidad?, además, eso era algo que Eanor creo era bastante celoso

La horrible efigie de la figura se transformó repentinamente en un cuadro de odio e ira, como si fuera realmente esquizoide:

-¡EANOR ESTÁ MUERTO! ¡NO ME DIGAS CÓMO ERA! ¡SE MUY BIEN CÓMO ERA! ¡SÉ...!- increpó la quebrada voz de ¿mujer? desde el interior de aquella estatua viviente, mientras uno de sus puños se hundía con un poderoso puñetazo en la pared aparentemente de merengue, antes de volver a agarrar el cráneo del engendrocomo si se le fuera a salir -¡MEDIANO ESTÚPIDO! ¡EL CONSEJO NO TIENE TIEMPO PARA ESTO! ¡HAY QUE IRSE YA! ¡TIENES QUE HABLARME DE EANOR! ¡DE LO QUE LE SUCEDIÓ! ¡ DE CÓMO HACER SUFRIR A QUIEN LE HIZO LO QUE LE HIZO!- terminó de gritar, como si un ruido en su cabeza le impidiera oir sus propias palabras -¡NO PUEDES CONTROLARME! ¡SOY MÁS FUERTE QUE TÚ!- dijo a nadie en particular, mientras la aterrorizada sirena se enroscaba aún más en sí misma.

Entonces, como activada por resorte, la figura se extendió hacia Yal, a apenas un metro de aferrarlo, si se negaba a lo que comenzó a salir de su boca:

-Rogan, Grok... no tengo ni idea de lo que son esos nombres.- comenzó ya más calmnada -Sin embargo, no puedo salir de aquí; todos entrarían en pánico. Nos vamos. Los demás nos seguirán para encontrarte.- trató de excusarse, antes de girarse hacia la sirena -Si vienen, diles que nos fuimos a Cormanthor.- terminó la mujer, con el tinte de la desesperación evidentemente empañando su inteligencia.

Viendo el estallido de furia, no puedo evitar dar un paso atrás, y llevarme la mano a.......la pierna. Con una mirada compruebo con fastidio que todo mi equipo está arriba, y que ahora mismo soy como un niño indefenso.

Sin perder de vista a la criatura, me giro hacia la sirena Vete arriba, avisa a mis amigos y, que traigan mis cosas.

Luego vuelvo mi atención a la criatura escuchándo atentamente lo que me dice

No sé exactamente lo que le pasó, solo sé que explotó en una inmensa bola de fuego y, aunque no fuera el responsable directo fue la mano de Acerak quien acabó con él. comienzo a narrar para perder tiempo y que lleguen mis amigos

-EL mismo que me hizo... esto.- dice la enorme cabeza volviéndose hacia abajo.

Un paso, sólo uno a través del Portal, y la elfa apareció también en la extraña morada de la sirena, dejando atrás el horror que les aguardaba junto a la Aguja Cristalina, en Evereska. Se quedó junto a la bella mujer, tras Alasa.

Había oído a Drysiel justo cuando el Portal se abría, y cuando habló, después de que lo hiciera la joven Clériga, se dirigió más a su hermana que al resto.

-No es a Cormanthor, querida hermana, a donde debemos ir. Sonrió al monstruoso ser que chorreaba sangre y que crujía en sus articulaciones de roca. Nuestro Dios Corellon, como ellos han dicho, nos espera en Evereska, algo terrible ha sucedido. Y necesitamos la ayuda que podáis proporcionarnos. Todos. Tú, Yalashad, tú, Marcos... y el resto. Quizá esos a los que conocéis, Grok, y también esos tales Rogan y Cedric, quieran ayudarnos. Hay que volver, y deprisa.

Se adelantó un par de pasos, suavemente, y se colocó junto a Drysiel, contrastando aún más la diferencia entre ellas, pero al mismo tiempo proclamando con su proximidad y su actitud la igualdad de su naturaleza.

-Ese Acerak está despertando a cuanto ser antiguo o muerto puede retornar para usar su poder en su beneficio, quizá para acabar con Faerun y su estabilidad precaria, quizá para hacerse a sí mismo con todo lo que en él habita. Hay que ir a su Santuario, a combatirle, pero antes... la Morada de Corellon está siendo atacada por un ente maligno, una especie de vegetal que abraza la Aguja y la envuelve de oscuridad y podredumbre... sólo la invocación de otro ser ancestral, un Fusgus, puede equilibrar la lucha. Y por eso hemos venido... Corellon dice que necesita el Pergamino que tú posees, Yalashad, para traerle...