Partida Rol por web

Askritt sonrió sin muchas ganas. Ya lo conocía al mediano y sabía que no sería sencillo convencerlo de algo que el no quisiera hacer.

flexionando sus patas delanteras, inclinó su torso - Escucha, Yal - le informó suavemente - estamos hablando de dioses... realmente crees que todos los días podrás conversar con uno... con uno más? - se corrigió al recordar que el pequeño ya lo había hecho una vez.

- Simplemente el mismo Corellón nos informó que ese pergamino era necesario para convocar a los unicos seres capaces de combatir a los... eh... a la extraña planta que esta rodeando la torre de Corellón en Evereska. No crees que sería bueno investigar un poco eso? -

Resultaba curioso observar como el enorme lenauro alado inclinaba su torso para ponerse a la altura del pequeño pícaro - Debes decidir que es lo que crees más urgente. Ayudar a dios que abrió un portal solo para que podamos solicitarosla... o simplemente visitar al consejo... que opinas? -

Atenta a cuanto se debatía, pero sin intervenir en los reencuentros de antiguos amigos Alessëa esperaba, quieta aunque intranquila. Había escuchado al erudito, y la tristeza había tintado su mirada, aún así, había seguido en silencio. Cuando Corellon apareció a través del Portal fue cuando ella, haciéndose cargo de la situación, se decidió.

Anduvo con pasos de brisa hasta el mediano, como habían hecho ya Alasa y Askritt, y le sonrió. Esa sonrisa era un amanecer límpido en su rostro, y, sin embargo, había en ella el peso de la preocupación.

-¿has pensado que quizá cuando el Pergamino te fue entregado, y se te pidió que lo llevaras al Consejo, en realidad se estaba refiriendo al Consejo élfico? Quizá la Dama de la Magia sabía ya lo que ocurría, o lo que iba a ocurrir, y se valió de ti para ayudar a quien ocupa como ella su sitial entre los altos. Sus ojos se desviaron hacia el magnífico perfil del dios, que se recortaba brillante junto al portal. -Tú tienes la clave para ello, sólo tú. Atravesemos juntos la puerta a Evereska, y presenciemos la lucha. Y después, cuando la Aguja Cristalina esté liberada de la ponzoña que ese nigromante ha puesto en ella, partamos a buscarle. Los que queramos. Yo estoy dispuesta...

Zizel sonrió al ver que el tal Yalashad tomaba un valor más que importante en la discusión.
El humano vestía de manera victoriana, incluyendo un traje, botas de montar, y una ostentosa corbata de moño intrincadamente atada, cubiertos por un sobretodo bordó. También usaba un sombrero de fieltro con una visera amplia y un par de lentes de sol circulares de marco delgado.
Miró a Alessëa y le dijo:

Razonamos con él?
Entenderá algo?
No se estaba acostando con una sirena?
Esteeeeee… No es mitad pescado? Hablando de la mitad que se usa.
Luego está tu hermana que continuamente debate entre matarnos a todos o largarse a llorar.
La pequeña clériga parece sensata, aunque un tanto autoritaria.
Creo que entre los que he conocido Askritt y tú Alessëa parecen ser los más cuerdos.
Por supuesto yo no me cuento ya que no lo soy.

Luego miró a los nuevos.

Y ustedes que me miran si apenas los conozco...

Hizo una pausa y dijo mirando a todos:

Por dios, Corellon, Helm o quien quieran nombrar, pasemos por el portal que hay cosas que hacer.
Los dioses no harán nada por nosotros, en un acto increíble están sirviendo de guías para que actuemos frente a lo que parece ser una amenaza mayor, ese tal Acerak.

Alasa miró a Ziziel un momento y sus ojos parecieron menos dulces.

- Recordaré que los dioses no han hecho nada por ti, por mi lo hicieron, puedes creerme.

- ! Por todos nosotros! El mundo esta perdido, mírales ahi debatiendo mientras el pueblo esta siendo atacado, mi morada destruida, y ese...ese Acerak se ríe en su morada. EL pequeño yalashad, nuestro amiguito lujurioso, no tiene el pergamino que necesito, si no uno que comunica que el pueblo iba a ser atacado. -Corellon lanzó una mirada acusadora a yal - Marco tiene el pergamino regalo de mistra, asi que si ya habéis acabado aqui sera mejor que nos demos prisa

- El no sabía la urgencia de la situación, no puede acusarle de lo sucedido. - Grok había saltado por instinto en defensa de su amigo casi sin pensarlo, ahora se preguntaba que pasaría con su afrenta al dios

Cedric había permanecido en silencio mientras observaba atentamente a todos aquellas figuras que acababan de aparecer de la nada, pero no se puso en guardia debido a que Askritt venía con ellos y, al parecer, Grok también conocía a alguno de los otros.
A Corellon le reconoció de inmediato. No había lugar a dudas, pues durante toda su infancia había escuchado su descripción una y otra vez....a los elfos les encantaba repetir una y otra vez las canciones acerca de sus hazañas.

Sin embargo, lo que había llamado realmente su atención fue la reiterada utilización del nombre que aún poblaba sus peores recuerdos....Acerak....ese engrendro del que habían conseguido escapar por simple cuestión de suerte, y sólo porque este frenó su mano para poder entretenerse un poco más a su costa.

Aguas Profundas tambien está sufriendo ataques - dijo finalmente dejando que sus pasos le adelantaran hasta donde se encontraban los demás, pues había permanecido al pie de las escaleras que acababa de bajar - aunque bastante más leves de aquellos a los que os estáis refiriendo. Pero no dudo de la mano que hay tras ellos......al parecer el poder de Acerak se ha hecho mucho más fuerte y ahora no tiene problemas para alcanzar el lugar que desee.

En lo más profundo de su mente se estaba comenzando a crear una gran duda, y finalmente decidió dejar que esta resonara a través de sus labio - ¿Cómo es posible que los propios dioses no puedan con esa criatura llegada del infierno? Es únicamente una respuesta que quisiera conocer, pues mi decisión está tomada.

Buscó con la mirada la figura de su padre, el cual permanecía apartado junto a una de las paredes más lejanas - Padre, sé que te dije que te ayudaría, pero debes entender que este es un asunto pendiente. No podría seguir con mi vida de forma normal si no hago nada para acabar con Acerak.....es algo personal. Pero creo que si conseguimos derrotarle, se acabarán los problemas que tenéis con los muertos que han decidido abandonar sus tumbas.

El explorador se acercó al portal. No podía decidir por los demás. Y aunque prefería que aquellos que habían vivido la traumática aventura junto a él le acompañaran, sabía que él mismo cruzaría aquel umbral abierto por un dios.

-¡No, ni cabeza... ah... márchate! ¡ De... dejame tranquila!- esbozó el monstruo con dificultad, mientras golpeaba la espalda alada contra la pared, con claros reflejos de dolor interior.

Marco que había cruzado, protegiendo a la pequeña con una mano y con la otra en los bolsillo donde guardaba sus componentes mágicos, ante la amenazadora presencia de Drysiel, derepente se da cuenta que empieza a aparecer gente de todos lados que se empiezan a saludar como amigos de toda la vida, relajando la mano de los bolsillos pero sin dejar de proteger a la niña observa la escena con ojos atónitos.
Por el amor de los dioses.
Y ya no faltaba mas que empiezan a dirigirse a el llamándolo por su nombre y decirle que se requiere su ayuda. Algo angustiado le susurra a la dueña del local.
Juro que yo no sabia nada de esto mientras se frota insistente el puente de la nariz ante la posibilidad de que le aparezca un dolor de cabeza.
La señora de los misterios si que lo había dejado sorprendido esta vez, seguro que se estaría riendo ahora mismo mientras lo ve. Cuando ya no podía mas aparece un dios, bueno otro, Corellon.
Su mirada recorre la sal un segundo preguntándose si en realidad no seguirá tumbado en la cama de algún sanatorio y estos fueran delirios de fiebre, apenas es capaz de escuchar todas las conversaciones que se suceden, cuando Corellon parece perder un poco la paciencia, lo que le da algo en que centrarse, un peligro y un.. ¿un pergamino que debería estar en su poder?.
Rápido toma su petate lo posa en el suelo y se agacha revisándolo, cuando algo llama su atencion.
Esto no debería estar aquí comenta para si mismo mas que para los demás mientras extrae aquel tubo que parecía un estuche de pergaminos, al incorporarse ve el rostro de la pequeña Joanna y le susurra.
Yo también estoy sorprendido, pero parece que estamos aquí por una razón importante, ¿que te parece conocer la tierra de lo elfos? le pregunta con un ligero guiño de ojo mientras termina de incorporarse.
Se gira al publico en general para hablarles.
¡Vale, un poco de calma parece que tengo el pergamino, y no hay tiempo que perder!,añade mirando a Corellon y asintiendo, así que ya me explicara alguien que demonios esta pasando cuando este arreglado el acuciante problema
Tras lo cual le da el estuche de pergaminos a la niña para que lo coja y el la toma en sus brazos, luego se gira hacia la dueña/jefa.
Lo siento, yo no he planeado nada de esto pero muchas gracias por su hospitalidad. Y se encamina hacia el portal.

Parece que entre tanto sobresaturamiento de información el había optado por la linea mas fácil hay un problema grande y necesitan de su ayuda.

Un hombre que había estado relegado en un lado sin dejarse ver, se adelanto. - Hijo, te voy a echar mucho de menos, veo que tienes buenos amigos, pero quiero que me prometas una cosa, que vas a volver.-Dijo fundiendose en un abrazo con Cedric

Zizel cruzó atrás de Marco.

Bueno, esto ya casi casi está empezado.

Al oir que el pergamino que tenía no era "ese" pergamino, me entró un poco de decepción, mientras veía cómo iban entrando por el portal.

Girando la cabeza hacia Rogan y Grok, les miro interrogativamente, un tanto confuso

Alasa echó un vistazo alrededor, Yal terminaría aceptando. De hecho Alasa no pudo evitar soltar una carcajada cuando el pequeño pícaro se puso a dar saltitos para hacer brincar a su pene.

- Bueno Yal, créeme que comprendo tu reticencia a venir cuando lo estabas pasando tan bien. El placer es una parte fundamental de nuestras vidas y su búsqueda, una de las cosas por las que merece la pena vivir. Pero para poder vivir y disfrutar a fondo la vida, necesitamos acabar con el nigromante, o no habrá ni mujeres ni sirenas dispuestas a satisfacer tus necesidades.

Sí, Yal seguramente terminaría aceptando. Pero había alguien más reticente que Yal.

Alasa se acercó a la niña, apenas si era un poco más alta que ella, lo que casi siempre facilitaba la comunicación.

Alasa le tendió la mano.

- Hola, mi nombre es Alasa, y soy sacerdotisa. No sé por qué estás metida en todo este jaleo -dijo sonriendo- pero no debes tener miedo. Tienes el privilegio de estar entre algunos de los héroes más poderosos de todos los reinos, y ten por seguro que todos están más que dispuestos a protegerte contra lo que sea. Supera tus miedos y disfruta de esta aventura, porque vas a aparecer en los libros de historia como protagonista de una de las mayores hazañas de los reinos.

Por fin todo había encajado. Cada uno de ellos tenía su lugar, y había tomado su decisión. Eso era todo cuanto necesitaban. Sólo restaba Alasa convenciendo a la pequeña, pero el Pergamino ya estaba en camino, y ellos con él.

La arquera no vaciló, aceptó las palabras de unos y otros, y dejó para más tarde, si era posible, las explicaciones de las vidas de cada uno, que sin duda llegarían. Eran un variopinto grupo de seres, todos ellos con extrañas experiencias a cuestas, no lo dudaba. Y ahora, juntas en una misión. De modo que cruzó el Portal ella también, en dirección a Evereska, y a la Torre de Corellon.

Si conseguían invocar al Fusgus gracias al Pergamino que la Dama Mystra había confiado a Marcos, esa hiedra monstruosa sería vencida. Y eso sería no sólo la liberación de la Aguja de Cristal... eso sería el primer paso para una Guerra épica. Para algo mucho más ambicioso e importante que todo cuanto había emprendido hasta ahora.

Acerak... no sabía antes de ti, nigromante. Pero tú conocerás mi nombre... aunque sea en mi muerte!

Yal! Entrega el pergamino al padre de Cedric, y partamos de inmediato. El se encargará de entregarlo al consejo de elfos....
Quizas alguien deba quedarse con el...Yo no. Yo iré de inmediato por el portal.

Una ligera sonrisa se dibujo en su rostro, y aunque no pronunció palabra alguna y sin soltarse de la mano de marco, le tendió la manita a Alasa.

Poco a poco el grupo empezó a pasar por el portal y se descubrió la confusión respecto a los pergaminos. El lenauro iba a pasar cuando detectó la reticencia del mediano.

- Pues nadie te puede obligar... ya bastante has hecho con sobrevivir a la primera visita que hicimos a la mansión de Acerak - le comenta - Sin embargo, yo pienso volver. No solo porque mi Señora me lo pidió, sino porque no me gusta huir de ningún sitio con el rabo entre las patas. Pienso acabar con ese Acerak... pensé que tu también. Ese pergamino no es excusa... puedes entregarlo ahora y acompañarnos... o permanecer seguro, o quizás no tanto, en este lugar. Tu decides -

El lenauro miró a Grok y Rogan - Y Uds? Siguen con la idea de volver solos? Quizás en grupo sea más sencillo - añadió - Ya descubrimos que el poder de ese nigromante es inmenso... - Al ver que no reaccionaban añadió encogiéndose de hombros - Será cosa de la "cabezadurez" enana. Quizás nos encontremos allí. Ojalá sobrevivan... y nosotros también -

El semicelestial los observó un momento más antes de dar la vuelta y traspasar el portal hacia el problema más acuciante - veamos como nos ayuda ese Fungus con la planta antimagia - lo escucharon murmurar al traspasarlo

- Creo que deberíais venir, hay por lo menos tres tareas para hacer, y el reparto de quién hará cual lo haremos mientras miramos qué sucede con esa aberración de planta come-magia...

Al oir las palabras de Askritt

¡oye! ¿qué te has creído?, que sepas que no voy, no por miedo, sino porque creo que cada uno tiene su momento mientras se aleja le voy siguiendo, con el dedito alzado y no me des la espalda mientras hablo contigo, ¡oye! ¡oyeeee! grito según va desapareciendo por el portal.

Mientras sigo avanzando por la inercia, las palabras resuenan en mi mente

Cita :
 

un tanto sorprendido por lo dicho, me giro para mirarles con el ceño fruncido. Lamentablemente, el avanzar hacia un lado y mirar hacia atrás, impide que vea por donde voy, dando un traspiés y entrando sin querer por el maldito portal