Turno 0000
Mucho había pasado ya desde que Tulak dejara su pueblo, desde que falleciera su mentor en aquel fatídico encuentro. Dejo a su familia y su vida, para encontrar lo que buscaba, a sí mismo.
El umli se había transformando a lo largo de su juventud en una persona solitaria y de recursos, amante del bosque y de los caminos. Vagó durante casi dos años por las llanuras, durmió al raso casi todas las noches. Se procuraba su propia comida y ocasionalmente realizaba algún sencillo trabajo para ganar algunas monedas, con ellas fue comprando cosas que él creía necesitar, un escudo, yelmo, su armadura… Y es que la mayoría de los trabajos a los que podía optar, eran de puro mercenario. Participo en alguna reyerta entre pueblos, hizo de escolta para los mercaderes, e incluso de mensajero. Era mejor estar protegido.
La paz reinaba ahora en la tierra media. Al menos así había sido en los últimos años, desde la caída del oscuro. Pero la muerte de Elessar, rey de los hombres y del reino unificado, trajo consigo algunos problemas. Faltaba poco para la coronación del nuevo rey, su hijo Aldarion, y se oían rumores de que desde el este, una asociación de hombres orientales de diferentes tribus, se estaba sublevando.
Hacia el este se dirigió el medioenano, cruzo las montañas nubladas por el “paso del cuerno rojo” para más tarde atravesar el “bosque de las hojas verdes”, usando el viejo camino de los enanos. Así llego a Esgaroth, los rumores allí, increíblemente, eran menores. La gente apenas hablaba de los orientales. Allí permaneció algunos días, hasta que de mano de unos jinetes, escucho hablar de que al sur, en Burh Ailgra, se buscaba gente para alistarse en sus filas. Nada sabía si se refería o no a los orientales, pero no tardaría en averiguarlo, pues hacia allí dirigió sus pasos, estaría bien remunerado y sus dotes de rastreo serian de ayuda.
Y al fin llego al poblado etheod, que no eran si no emigrantes rohirrim que al asentarse allí de nuevo, como ya hicieran sus ancestros, adoptaron también el nombre de aquellos. Estaba vacío, completamente, no quedaba un alma tras su empalizada. Las puertas estaba abiertas y había signos de una gran migración. Se habían marchado todos.
Al umli no le costó seguir el rastro, aunque luego deseo no haberlo hecho. En el camino, tras un dia de viaje, se encontró de frente con una escena macabra. Cientos de personas yacían sin vida en el suelo. Un suelo cubierto de sangre, miembros separados de sus cuerpos y signos de violencia por todos lados. ¿Qué había pasado allí? Una matanza, y entre ellos no parecía haber demasiados orientales…
Continuo hacia el sur, tal vez supieran que había pasado en alguna otra población etheod, y así llego hasta Burh Waldlaes, donde a sus puertas, acampaba un gran ejercito gondoriano a juzgar por sus pendones.
► Anota el próximo turno como “Turno 0001”
► Has divisado el ejercito a lo lejos, no sabes si te han visto o si son una amenaza.
► Comenzamos, de momento a nuestro ritmo, hasta que pasemos al capítulo 1. Tomate este capítulo 0, como una introducción.
► Resolución del próximo turno: Libre
Turno 0001
Mucho había pasado ya desde que mi mentor pereciese aquella aciaga noche, y no pasaba una sola, bajo las estrellas, en que el sueño no me trajese ecos de su recuerdo, como reprochandome el haber podido hacer algo más... Así solía despertar, empapado en sudor, pues las pesadillas eran muy reales, además de que no me acababa de acostumbrar al clima al Sur de las Ered Mithrin. Eru castigaba su antigua tierra, al este de Forodwaith, con grandes tormentas, y fríos que helaban la sangre en las venas de los más débiles. Pero no era el caso su pueblo, que aunque de lejos, aún tenía la resistencia del mismísimo Durin.
Aún perduran también en mi memoria la grotesca imagen encontrada el día anterior, un día al Sur de Burh Ailgra, una matanza que nada tenía de épica: - Decididamente, estos "Hombres del Este" no respetan las tradiciones de los buenos guerreros..., pensaba malhumorado, mientras recogía los restos del campamento, ocultando mi paso por allí. No quería que ningún rastreador de aquel grupo sanguinario pudiera seguirle, pues aunque dudaba que lo consiguieran, su mentor le había inculcado la necesidad de no correr riesgos innecesarios.
Dos días más tarde, ya cerca de Burh Waldlaes, empiezo a detectar cambios en mi entorno, cambios que otros quizá no podían apreciar: falta del omnipresente ruido de fondo de la pequeña fauna, el distinto aleteo de los insectos, que zumbaban por doquier, incluso el distinto movimiento cimbreante de las ramas de los milenarios robles al paso de la brisa, junto a pequeños pájaros volando a mayor altura de la normal, y carroñeros sobrevolando una zona, pero que yo había aprendido a leer:
- Bendito Ulmo, pienso, utilizando una vieja expresión familiar, asociada al Valar del Mar, espero que no se trate de otra matanza..., pienso, taciturno, mientras echando mano de mi martillo, me escurro por una torrentera, para ascender una pequeña quebrada. Desde la cima de la dentada colina, fundiendome con el entorno, con el que he aprendido a entrar en simbiosis, tengo vista franca de la población y, con un leve suspiro, puedo desechar mis sospechas: un ejército de Gondor, a juzgar por sus blasones, acampa a sus puertas:
- Supongo que el Senescal ha enviado ayuda a sus fronteras orientales... Bueno, aquí hemos llegado, y a esto hemos venido..., pienso, atando un trozo de tela blanca en la punta de mi lanza: símbolo de tregua, pues no quiero que me confundan con el enemigo. Después, coloco mi escudo a la espalda, unido al petate, y el martillo en su arnes, e inicio un lento caminar, usando la lanza a modo de bastón. Aunque me gusta llevar la capucha de mi capa bien calada, pues me protege de este sol tan poco magnánimo del Sur, ahora la dejo caer sobre mis fornidos hombros, por lo que el sol de la mañana brilla sobre mi pelo y mi barba, nacidos de la forja de Mahal, con el color del fuego en la fragua, permitiendo que la guardia del Campamento humano pueda ver mi linaje.
Un leve nerviosismo crece en mi interior, como siempre que me dirijo a una población: - Demasiada gente junta en demasiado poco espacio, germen de problemas... Pero bueno, a esto hemos venido!! Hagamoslo rápido..., pienso, acercándome a la posición en la he visto a un guarda apostado, con el mismo lento caminar, sin hacer ningun movimiento que pueda dar lugar a malentendidos:
- Saludos, hijo del Reino Unificado!!, digo, en un oestron con acento norteño, en una de las pocas formulas de cortesia que conozco, oí en la ciudad del Lago Largo que necesitaban gente para luchar contra la amenaza del Este. Bien, aquí estoy, con información de primera mano que dar a tu general...
Sin mirar a los ojos al guardia, me planto en posición de descanso, esperando su respuesta con impaciencia.
Bueno, pues ya me he "desvirgado" en la partida!! xDDD
Turno 0001
Un soldado escrudiñaba el horizonte cuando apareció una la silueta recortándolo. Era el umli, que tranquilo, en posición pacifica y portando distintivo blanco, se acercaba hacia el ejercito acampado. Hacia ese soldado se encamino Tulak, alzando la voz con su saludo.
Por supuesto, el campamento estaba vigilado, dos guardias se levantaron súbitamente cuando Tulak se acerco. No los había visto a pesar de que apenas los separaban una decena de metros, habían estado quietos y apoyados junto a una pequeña formación de rocas que sobresalía del suelo.
- ¡Alto! - ordeno uno de los soldados, mientras el segundo se retrasaba unos metros hasta una elevación del terreno donde había una bandera clavada. Seguramente al otro lado de la pequeña loma, alguien observaba la bandera, si esta se movía, es que algo ocurría y algún otro soldado acudiría. El primer soldado que vio el umli, seguía allí clavado, a una centena de metros.
Mientras el soldado que había mandado detenerse a Tulak, se acercaba a este. - Salve viajero - contesto al saludo del umli, consciente de que lo había sorprendido. Mientras, lo miraba de abajo a arriba. Su mano sostenía el mango de la espada aun enfundada, ninguna precaución era poca. - ¿Que información es esa que traes hasta las puertas de nuestro ejercito? - quiso saber. Se había relajado un poco al ver que no se trataba de un oriental, si no un enano, o esa era la impresión que ofrecía el umli, de esos que habitaban en las montañas del norte.
Atrás el segundo soldado sostenía la bandera con una mano, mientras con la otra sujetaba un arco. Varias flechas clavadas en el suelo, delante suya, esperaban.
- Si, un ejercito de orientales ya ha sido vencido, pero vienen mas, cualquier ayuda es poca - confeso preocupado el soldado. Quedo esperando para saber de esas noticias que el umli traía. Este estaba frente a el, esperando a que le dejase pasar, pero no pretendía hacerlo de momento, al menos hasta que supiese algo mas de aquel tipo.
► Seguimos con "Turno 0001" hasta que te indique lo contrario.
► El soldado quiere que le cuentes algo mas, no parece haber captado que tu intención es ver al general. El soldado parece creer que lo que quieres es que sea el quien trasmita esas noticias. No dice nada sobre tu ofrecimiento de ayuda.
Turno 0001
Según me voy acercando, van apareciendo guardias ocultos, lo cual me hace enarcar una ceja, por dos razones:
De todas formas, leer las caras y gestos de los guardias me permitió relajarme, antes incluso de que el guardia de Gondor se dirigiera a mi, pues no se apreciaba hostilidad en ellos.
- Así que ya se han enfrentado a los orientales..., pensaba, mientras el soldado acaba de hablar, rascándome la poblada barba, así que, ni corto ni perezoso le pregunto al soldado:
- Así que ya habéis derrotado a los orientales una vez... Y cuando fue eso??, sospechando que, tal vez, mis noticias no fuesen para nada frescas... - Si ha sido a los ejecutores de "Burgh Ailgra", mi aviso llegará tarde..., pienso, mientras espero la respuesta del sureño.
De hace cuantos días es la matanza del anterior poblado?? Para echar cuenta con lo que me diga.
Turno 0001
- Si, el ejercito oriental fue vencido apenas hace dos días, en las mismas puertas de la ciudad. llegamos justo a tiempo - dijo con orgullo el soldado, el mismo había participado en la batalla a juzgar por el tono en que lo dijo.
- Pero aun no me has dicho cual es esa noticia tuya - recondujo la conversación, aun no había contestado a la pregunta y sentía curiosidad, además del deber, de saberlo antes de dejar pasar a nadie.
El viento frio soplaba acariciando la basta planicie de hierba. Su movimiento creaba un efecto de oleaje cambiando entre distintos tonos verdosos. Esa estampa durnate un dia soleado hubiese sido digna de ver. Pero estaba nublado, de hecho, a lo lejos se divisaba una tormenta que venia desde el norte, y que antes o después terminaría por llegar hasta allí.
Era media tarde, y la escasez de luz ya se hacia notar.
El soldado tenia ordenes, y esperaba una respuesta del umli para dejarlo pasar.
¿De hace cuantos días es la matanza del anterior poblado?? Para echar cuenta con lo que me diga.
► Pues pensaba que lo había puesto, pero no... Tras ver la matanza avanzaste una jornada entera hasta encontrarte con el soldado. Por el estado de los cadáveres, se tuvo que producir uno o dos días antes de llegar al lugar. Puedes hacer una tirada oculta con dificultad "Difícil" basada en la habilidad secundaria MEDICINA o en la INT (1d100+INT) para determinar el momento con mas exactitud.
Motivo: Tirada para saber cuando se produjo la matanza en
Tirada: 1d100
Resultado: 64
Motivo: Rastreo de orientales
Tirada: 1d100
Resultado: 72(+18)=90
Podría valorar el tiempo según las huellas que predominaran en el lugar?? Digo por usar una habilidad que ya tengo, Rastrear. ;)
De todas formas, y por no retrasar, hago la tirada de 1D100, sin modificador ninguno. Si aceptas la Tirada de Rastrear, pues le sumamos el bono que tengo en la actividad (+18), y si no, pues lo que saque en la Tirada, ya que no tengo Medicina, te parece?? Con lo que me digas, ya contesto al guardia.
Bueno, lo que sí querría saber es, hacia donde se fue el Ejercito Oriental tras matar a la población de Burgh Ailgra. Porque, si es hacia el Sur, me puedo imaginar, por los tiempos, que fue a ese Ejercito al que se enfrentaron los Gondorianos.
No sabes con certeza cuando fue la matanza, sigues convencido que hace dos o tres días desde que la viste.
Respecto a las huellas, claramente se dirigen al sur, pero no siguiendo el camino, van ligeramente al este también. Si esos fueron los orientales que han vencido los gondorianos, lo hicieron al noreste de la ciudad de Burh Waldlaes.
He usado Rastrear para averiguar la dirección en que se marcharon los orientales tras la batalla.
Para el estado de los cadáveres, he usado INT
Tras reflexionar largamente sobre lo que dice el guardia, frunciendo el ceño repetidas veces, rascandome la barba, y haciendo suaves ruidos guturales, como si me costara llegar a una conclusion, completamente ajeno a la prisa propia de su raza poco longeva, respondo al guardia:
- Si a ese ejercito lo derrotaisteis al noreste de esta posición, creo que la información que este umli maneja, es desfasada, pues sería el mismo que, hace 2 o 3 dias, aniquiló a la población de Burgh Ailgra, a un dia de camino al norte, andando a buen ritmo...
En cualquier caso, como dije, llegaron a mis oídos que brazos fuertes y conocimiento del terreno serían bienvenidos para luchar contra la amenaza del Este. Es esa información cierta??, acabo, consciente de que mi fuerte acento a veces se confunde con brusquedad.
Tras eso, me vuelvo a plantar, con los brazos en jarras, observando el pisoteado prado, a las puertas de Burh Waldlaes.
Turno 0001
La cara del soldado denotaba que la información que el umli le iba dando, no era del todo correcta. En cuanto termino de hablar, intervino.
- Realmente ese ejercito del que hablas, los sagaths, fue vencido por los etheod no muy lejos de aquí. - corrigió pues el ejercito de Gondor no tuvo nada que ver ello. - Nosotros acabamos con otro mayor, los aisdrags, al este de la ciudad. Esos orientales recibieron por todos lados - sonreía distendidamente el soldado.
- El pueblo de Burh Ailgra, nada pudo hacer, cayeron sobre ellos y mataron a muchos... - entristeció. - Si vienes ofreciendo ayuda, sin duda este es el lugar idóneo. De hecho, mi señor busca a gente como tu - ¿Qué quería decir con gente como tu? pensaba el umli - Si lo deseas, serás llevado ante el, pues yo no se de que se trata.
Turno 0001
- Celebro que animales sin principios como esos fueran derrotados por duplicado, mascullo entre dientes, mientras dejo salir la tensión acumulada durantes días, suponiendo que un ejército tal andaba campando a sus anchas.
- Gente como yo, dices?? Te refieres a montaraces, o la estirpe de Durin...??, le pregunto, cuando acaba hablando de forma tan críptica, aunque, cuando mi cerebro procesa su última frase, digo:
- Baaahh!! Que más da?? Supongo que eso no cambiará nada... Llévame con tu señor, entonces!!, tras lo que me quedo esperando a que me guie, con los brazos cruzados sobre el ancho torso.
Turno 0001
El soldado no dijo mas.. Con la mano le indico que esperase allí, e hizo una seña al compañero que esperaba detrás, con la bandera. El segundo soldado movió el estandarte de una forma definida. Luego la dejo clavada en el suelo y volvió junto a su compañero. El soldado aguardaba en silencio junto a Tulak mientras oteaba el horizonte. Su vigilancia continuaba.
Pasaron algunos minutos, no demasiados y por la loma aparecieron cuatro nuevos soldados junto a la cabeza de un quinto. A juzgar por su armadura y yelmo, debía ser el oficial, pues se diferenciaba de la de los soldados. El soldado con el que había estado hablando el beornida salió al encuentro de la comitiva. Hablo unos instantes con el oficial antes de volver a su puesto.
El oficial y los cuatro soldados se acercaron a Tulak, todos iban armados y pertrechados con escudos. Se detuvieron frente al viajero.
- Mi nombre es Camlost, soy el oficial de guardia - dijo sin demasiada solemnidad, espero a las presentaciones antes de continuar.
- Si es ayuda lo que ofreces, mi señor busca a gente como tu, acompañame, te llevare hasta el. Pero antes has de entregar tus armas - dijo señalando a uno de sus guardias, en señal de que era a el al que debía entregarlas.
Resolución del Turno 0001
Tulak entrego sus armas no muy a su gusto. Luego siguió al oficial en silencio, preguntándose que querría decir con lo de "Alguien como tu". La tienda a la que se dirigían era la del mariscal de campo del rey Aldarion. El mariscal era conocido como Faelginor, el blanco, pues siempre llevaba una capa de ese color.
La tienda, típica de los altos oficiales del ejercito, era redonda y bien decorada. El estandarte negro con el árbol blanco, ondeaba en todo lo alto de la puntiaguda cúpula. Dos soldados les abrieron paso echándose a un lado cuando llegaron a la puerta. El umli entro tras el guardia del mariscal al interior.
- Salve mi señor - dijo con diligencia mientras se cuadraba ante Faelginor, que estaba sentado en una silla en el centro de la amplia tienda. Espero un gesto del oficial. - Traigo a otro extranjero, como ordeno - dijo para después, retirarse a un lado. El medioenano quedo frente al mariscal.
La tienda por dentro era sencilla. La silla en la que estaba el mariscal en el centro, un buen camastro detrás y una mesa con varios mapas a la izquierda. Dos guardias estaban a ambos lados de Faelgimor, y el oficial que lo había llevado hasta allí, quedo junto a la puerta esperando órdenes.
Turno 0002
El mariscal le miraba sin darle mayor importancia, estaba como absorto en sus pensamientos. Salió de aquel estado.
- Mi nombre es Faelginor, mariscal de campo del ejercito de Gondor - dijo solemne. Espero la presentación de Tulak.
-Bueno, ¿que nuevas os traen por aquí? - preguntó tras saber el nombre del umli.
Esperaba saber algo mas de aquel hombre antes de continuar.
Comenzamos el turno 0002
Turno 0002
Enseguida apareció por allí un oficial, a juzgar por sus galones, y mas dilación se presentó como tal.: - Otra vez "… alguien como yo"??, pensé exasperado, aunque esta vez decidí dejarlo pasar. Ya me enteraría.
De veras que no me sentó muy bien desprenderme de mis armas, acostumbrado, como estaba, a tener que granjearme la seguridad a golpe de martillo, siendo una criatura solitaria, como era, pero, finalmente, y resoplando por lo bajo, me desprendí del cinturón, de donde colgaba mi martillo, y entregue al soldado mi lanza y mi cuchillo para desollar: - Al fin y al cabo, están en guerra, y soy un extraño. En su posición, yo haría lo mismo...
Cruzamos el campamento hacia una tienda grande, de oficial de alto rango, sin duda, jalonada con el pendón de Gondor. Dos guardias, embutidos en armaduras brillantes y armados con armas de asta, nos franquean la entrada, con un saludo al oficial.
- Bien, pese a ser un personaje importante, es sobrio y eficaz en cuanto a mobiliario..., pienso, asintiendo con aprobación, es una buena manera de dar ejemplo a sus hombres. El humano que se sienta en la silla, flanqueado por otros dos guaardias, tiene un porte regio que, como casi siempre pasa, me impone. Tras un vistazo fugaz a su cara, segura de sí misma, vuelvo a fijar la vista en la puntas de mis botas, sucias, con pegotes de barro seco, y briznas de hierba.
Cuando se presenta, no puedo si no enarcar una ceja, echándole una breve mirada de nuevo: - Un Mariscal de Campo!!??, esto es de veras importante..., pero la segunda ceja acompaña a la primera, cuando escucho la frase del Oficial que me ha conducido hasta aquí: "... - Traigo a otro extranjero, como ordeno...". A punto estoy de emitir un exabrupto, con la cara tornandose de un colorado peligroso: - Nunca me gustó sentirme manipulado, y esto, por las barbas de Durin que lo parece!!, pienso, cogiendo aire para replicar. Pero entonces, habla el Mariscal, con sencillez, pero gran determinación, así que, soltando el aire lentamente, respondo:
- Saludos, Lord Faelginor, y gracias por atenderme. Mi nombre es Tülak, Umli de Forodwaith, tierras al norte de la Cordillera de Ered Mithrin. Estoy aquí porque escuché en la Ciudad del Lago Largo que se necesitaban hombres para combatir con los salvajes del Este. Mi pueblo no sufrió la ira de Sauron el Negro durante la Guerra del Anillo tanto como su pueblo, en el sur, pero yo decidí dejar mi tierra para establecerme aquí, y como habitante de esta zona, quiero ayudar a mantenerla y defenderla. Responde eso a su pregunta...??, acabo, algo brusco, en una de las intervenciones mas largas que recuerdo, tras lo que quedo, intranquilo, notando las miradas en mi, mientras atuso, torpemente mi barba.
Turno 0002
No paso desapercibida para el mariscal la perpleja cara del umli. Pero no pregunto por ella, simplemente sonrió, no era la primera vez que la veía en ese día. Escucho al medioenano con relativa atención, realmente su pregunta era un poco de cortesía, aunque si que quería saber algo de aquel individuo, se ahorro su siguiente pregunta sobre su procedencia. El mariscal estaba acostumbrado a que su presencia impusiera un cierto respeto, y en consecuencia las respuestas a sus preguntas solían ser escasas, cortas y directas.
- La responde y con creces - contesto directo - Me alegro por tu predisposición, eso hará mas fácil todo. - prosiguió el mariscal - Tengo cierto trabajo, que requiere de gente como tu, con esto me refiero al hecho de que no pertenezcas a mi pueblo - aclaro refiriéndose claramente a los hombres de Gondor.
El mariscal se sirvió en una copa de plata el contenido de una botella de barro que había en una mesita junto a su silla - ¿Quiere un poco, maese Tulak? - dijo tendiéndole la copa con una mano, mientras rellenaba una segunda copa con la otra. - Es vino de Dorwinnion, excelente. Estaba entre los víveres de los salvajes. - informo
El umli, poco acostumbrado a esos tratos, estaba un poco desconcertado, pero acepto la copa, se vio casi obligado a hacerlo, como podía rechazar esa invitación.
- ¿Escucharias lo que he de proponerte? una ruta al sur, junto a otros compañeros, tan solo llevar algo - pero no dijo mas, sin detalles. - Si quieres saber de que se trata, me gustaría que volvieses mas tarde y seas mi invitado en la cena, aquí mismo.
El mariscal le propondría algo, aunque el umli no tenia claro de que se se trataba, sus servicios para con Gondor eran requeridos
Turno 0002
Francamente desconcertado, tanto por el ofrecimiento de la copa, como por lo criptico de la oferta, me dedico a dar sorbitos al vino que, como dice el Mariscal, es delicioso, tras lo que que jugueteo, algo nervioso, con la copa:
- Esta claro que las reuniones en tiendas, no son lo mio!! Todo cambia en la campiña..., pienso, con una punzada de nostalgia de volver a los caminos...
... pero no habiamos llegado hasta aquí para no aceptar, o al menos sopesar, la oferta que el Mariscal parecía querer ofrecerme:
- Decís que será un viaje al sur, junto a otros compañeros... Mmmm, pienso, atusandome el poblado bigote pelirrojo, bueno, supongo que acepto su invitación para la cena, donde, a buen seguro, tendré muchas preguntas que hacerle... Quedo a su disposición!!, digo, haciendo una suerte de pequeña reverencia.
El mariscal se despidió e hizo que acompañaran a Tulak fuera de la tienda, tenia asuntos que atender.
Una vez fuera, el medioenano, se quedo solo, en mitad del campamento y como era lógico, desarmado. El campamento era grande, muchísimas tiendas, mas sencillas, se alineaban por todos lados. De cuando en cuando, una mas grande sobresalía entre las demás, no eran lujosas, por lo que supuso que serian donde aprovisionaban la comida o incluso donde habían montado los comedores.
Los soldados que no estaban de guardia, jugaban a los dados, acicalaban sus armaduras o afilaban sus armas. Todos ellos estaban ocupados con algo cotidiano.
Bueno, si quieres añadir algo mas, adelante. Rolea si quieres lo que haces las próximas horas, hasta la cena.
Turno 0002
Tras despedirme de forma marcial del Mariscal, los guardias me acompañan fuera de la tienda, donde agradezco, a partes iguales, respirar de nuevo el aire en el extrerior, aunque apeste a excremento de caballo, y por fin, dejar de ser el foco de atención. Cuando solicito mis armas, los guardias me miran con cara de extrañados, a lo que refunfuño, entre dientes un: - ... Y esta es la confianza que me tienen, tras entrevistarme con el Mariscal de Campo...??, pero prefiero dejarlo pasar, y que me dejen en paz.
Deambulo por el campamento, y, aunque no soy un hombre de armas propiamente dicho, respirando el ambiente belico, con gente de servicio, coriendo de un lado a otro, cruzandose con otros que no lo están, en cuyas caras se aprecia, o bien el cansancio, cuando van a buscar un jergón en el que descansar, o el relajo previo a jugarse su paga a las cartas o dados, con unas bebidas de por medio. Aunque mi primera idea es hacer tiempo yendome al bosque, huyendo de toda esa muchedumbre, finalmente gana la idea que lleva rondandome por la cabeza desde que salí de aquella tienda: - Buscan a gente "como yo". Extranjeros. Bien, pues quizá esos extranjeros puedan contarme algo mas que el reservado Mariscal, y pueda llegar a la cena con una idea aproximada de lo que me espera.
Es por ello que empiezo a moverme por el campamento, haciendo un esfuerzo ímprobo para preguntar a los soldados que vea por enanos que pueda haber en el Campamento, y que hayan llegado hace poco.
Bueno, pues esa es la idea: Ya que me han dicho que estan reclutando a gente como yo, y el Mariscal ha dicho que necesita extranjeros, pues eso, busco extranjeros, empezando por enanos, claro, con los que me siento mas a gusto, pese a ser un "animal" solitario!! xDD