Partida Rol por web

Turno 0002

Observo un instante al hombre del sur, nada me hace desconfiar de él, los hombres de Gondor han cazado a las sombras desde tiempos inmemoriales y descienden de los altos hombres que se mantuvieron fieles.
No parece que tenga mejores opciones que aceptar toda la ayuda que me puedan brindar, si el camino es peligroso hay más posibilidades de llegar a mi destino si lo recorro acompañado.

-No parece que vaya a poder seguir la ruta que había pensado...

-Desde luego que escucharé vuestra propuesta, un mensaje más no lastrará demasiado mi zurrón y la compañía en los caminos se agradece en tiempos difíciles como estos.

Resolución del turno 0002

El mariscal se despidió e hizo que acompañaran al beornida fuera de la tienda, tenia asuntos que atender.

Una vez fuera, Haelembor, se quedo solo, en mitad del campamento. El campamento era grande, muchísimas tiendas, mas sencillas, se alineababan por todos lados. De cuando en cuando, una mas grande sobresalia entre las demás, no eran lujosas, por lo que supuso que serian donde aprovisionaban la comida o incluso donde habían montado los comedores.

Los soldados que no estaban de guardia, jugaban a los dados, acicalaban sus armaduras o afilaban sus armas. Todos ellos estaban ocupados con algo cotidiano.

Turno 0003.

Despues de mi pequeña entrvista con el mariscal y en vista de que aun quedaba algo de tiempo antes de acudir a la cena, me encamino a dar un pequeño paseo por el campamento, para familiarizarme con él en lo posible, sin embargo, mi disgusto no hace si no crecer, aqui y allá se amontona basura, los arbustos y hierbas han sido arrancados y los fuegos brillan despersigados por el espacio que ocupa el campamento, hombres atareados, perot ambien ociosos sin más que hacer que pasar la tarde...

-Creo que prefiero dar una vuelta por los alrededores, tal vez pueda encontrar algo util.

Pienso palmeando distraido mi bolsa de hierbas,mi reserva de hierbas habia menguado hasta desaparecer por completo durante el transcurso de la primera parte de mi viaje, y al viajar solo y con intención de hacerlo lo más veloz posible, no habia tenido tiempo de reponerlas.
Me encamino hacia la puerta pòr la que entré y tras intercambiar un par de frases con los guardias, recibo permiso para pasear por los alrededores, sin llegar a alejarme demasiado.

-Solo por aceptar una cena ya tengo que obedecer sus pautas y aceptar cuanto puedo alejarme o no... Tal vez haria mejor en seguir mi camino solo y no inmiscuirme en asuntos que no son los mios.

Sin embargo, deshecho la idea, pues he dado mi palabra de que asistiré a la cena con el oficial sureño.

Me dejo de preocupar por los soldados y sus normas y me concentro en buscar entre la hierba alta unas hojas con un tono diferente, relativamente fáciles de diferenciar y encontrar, que podrian ser de ayuda en mi misión.