Turno 214
Ya estaba junto a la hoguera de nuevo, dispuesto a recoger mi Yelmo y mis cosas, cuando Kolli se acercó y se dirigió a mí en el idioma secreto…
Lo que el herrero me contó entre susurros me trastorno todavía más que todo lo que acontecido hasta el momento.
Era ya la segunda advertencia que recibía sobre Chakka aquella misma mañana. Que unida a mis sospechas iniciales no hacía más que corroborar la idea de que el Oriental nos ocultaba algo.
Siguiendo el tono de la conversación respondí también en la lengua de nuestros ancestros, en voz baja pero sin llegar a susurrar para no levantar mayores sospechas entre el resto de la comitiva.
_Eres el segundo que hoy me viene con la misma cantinela._ Le dije algo más calmado ya.
_Solo te diré que no creo que debamos preocuparnos por el Ailgratha, fue él quien me advirtió sobre Chakka e un principio. A mí tampoco me gusta. Los hombres de Rohan son orgullosos y altivos en exceso. Miran a los enanos por encima de los hombros, lo sé muy bien. Les gusta airear sus armas y estandartes, pero eso es todo.
Ese orgullo podría causarnos problemas en el futuro, su empecinamiento en vagar perdidos por el bosque anoche es una prueba de ello. Pero mientras los enanos nos mantengamos unidos no creo que suponga un problema mayor…_
Me detuve un momento para localizar a Freagulf y Chakka con la vista y continué como si nada.
_En cuanto al Oriental, te diré lo que le dije al Etheod esta mañana.
Oculta algo, de eso no me cabe duda. Su comportamiento me resulta extraño desde la misma mañana que partimos de Burh-Waldlaes. Se le veía visiblemente nervioso, vigilante, deslizando miradas furtivas aun cuando todavía podíamos ver el campamento a nuestras espaldas.
El incidente del bosque terminó de confirmar mis sospechas. A día siguiente se postuló a avanzar en solitario por la espesura aun cuando habíamos quedado en ir acompañados en todo momento.
Es por eso que le pedí al Montaraz que lo acompañase y al explorador Rohir que lo mantuviese vigilado._
Entonces recordé la noche en la tienda del Senescal, y mi corazón se ablando un tanto.
_Sin embargo, no creo que Temudyin tenga ningún aprecio por los Orientales. Y de estar confabulando con ellos, pienso más bien, que lo hace contra su voluntad. Percibo un gran dolor en él.
No debemos olvidar que lucho al lado del petulante Leanoth y de Freagulf en Burh-Ailgra. Eso no lo pongo en duda, pues confio en la palabra de mi Senescal más que en la de ninguno de mis hermanos de roca._ Le espete en clara alusión a nuestro reciente altercado. _En esa refriega se vertió sangre de los Orientales con los que ahora sospechamos conspira en la espesura, y aún la suya propia. Eso tampoco debemos olvidarlo. Creo que lo mejor será mantenerlo vigilado un tiempo, si descubrimos algo más, será el momento de hablar con él cara a cara.
Por eso te pido ahora, que guardes esto en secreto y no digas nada a Tulak y Haelembour todavía. Cuantos menos estemos al tanto mejor por el momento. Tampoco debes seguirlo en secreto, ni actuar con él de forma distinta…tu y yo no somos precisamente discretos…ya se lo pedí al Eorlinga, el oriental confía en él y se conocen de antes…no resultará tan obvio de esa forma._
Entonces apreté los dientes y escupí con esfuerzo las últimas palabras.
_¿Si en algo valoras mi palabra después de lo que acabamos de vivir, te mantendrás al margen de momento. Yo te mantendré informado si surge algo. ¿Puedo contar contigo para esto?_
La situación no podía ir peor. Los enemigos nos acechaban y en estos momentos mis mayores aliados eran un Prepotente señor de los Caballos y un enano Bravucon que acababa de vilipendiarme y cuestionar mi honor publicamente…
¿Qué podría ir peor?
Turno 214 (Asalto 2)
Temüdyin ignorando a los dos enanos, se apresuró a recoger el campamento, obviando lógicamente las cosas de Kolli y Erik. Mientras cargaba los caballos, ponis y mula, miraba disimuladamente como continuaba la pequeña y estúpida trifulca.
Su hermano se le acercó para hablar con él en tono bajo. Mientras cuchicheaban, parecía que las aguas volvían a su pacífico cauce.
Turno 214 (Asalto 2) Bis
El bosquimano escuchó las inquietudes de su amigo, mientras preparaba los faros de la mula.
- Estoy totalmente de acuerdo contigo, hermano. No es normal y son tercos, demasiado. - Contestó en un susurro. - Pero no creo que sean peor que Draupner*. Es algo que tienen dentro de ellos, es su raza. - En ese momento se agachó para levantar un fardo y ponerlo encima de la mula. Cuando lo ajustó junto a los demás, miró de reojo a los enanos. Habían bajado los puños y parecía que hablaban más tranquilos.
- Creo que el dejarles solos ayuda a que se aclaren entre ellos. Ya parece que todo se esta relajando. - Miró a su alrededor en busca del resto de compañeros. - Somos un grupo muy dispar y no nos conocemos en nada, solo tu y yo. Es normal que haya roces. Pero debemos confiar entre nosotros, Leanoth y Faelginor lo han hecho y hemos dado nuestra palabra de cumplir con la misión. Hagamoslo. Ya tendremos tiempo de solventar nuestras diferencias.
*Es una referencia a cosas vividas no hace mucho en la anterior aventura. No se si habrás leído algo de ella.
Turno 214AB (Asalto 2)
Escuchó al amigo y la referencia a las penurias pasadas le hizo un nudo en el estómago del que por suerte se repuso enseguida. Pienso lo mismo hermano, hemos de dejarles que se desfoguen, pero sus reticencias igual, en un momento dado, me da que puede ... influir en decisiones. Suspiró mientras acariciaba el flanco de la bestia tras afianzar los cierres de los correajes. Al final de la misión me dan ciertamente igual. Como si se matan a cosquillas. Esto último era un insulto en toda regla. ¿Cuándo se ha visto un enano con cosquillas? Bueno, si, en los pies, y eso es muy humillante para los Kâzad. Pero si la idea es movernos cuanto antes, si la intención es la confianza, si tenemos que cumplir una misión y los mayores problemas los ponemos los integrantes de la expedición, casi prefiero saber a quién entregar el mensaje, hacerme con él, y si quieres, con tu compañía, salir disparados y entregarlo. Miró de solayo sobre la grupa de su montura y se agachó. Su altura era una ventaja en algunos momentos, al igual que en otros una pega. Estos paticortos nos retrasan. Esto además es más seguro para todos, por la misión y por nuestras vidas.
Si, lo leí someramente.
Turno 214 (Asalto 2)
Oculto entre la Fronda, trato de dirigir mi atención a los alrededores, a aquellos signos, leves, a veces, en el zumbar de los insectos, en el croar de las ranas, que indica que algo, ajeno al bosque, se mueve por allí. Pero, POR LA FORJA DE MAHAL que aquello me estaba resultando difícil!! Los dos enanos, bufando como serpientes, debían haber empezado la pelea que se cernia sobre la comida, y sus gritos debían estar llegando hasta la mismísima Sala del Trono de Thranduil, el Rey Elfo del Bosque de las Hojas Verdes!!
- Y lo que es peor, parece que no tiene visos de acabar..., mascullo, entre dientes, deseando, cada vez más enfadado, hundir la cabeza de mi martillo en el cráneo de esos dos críos con armadura.
Con un bufido, acabo de llegar a la conclusión de que aquello va a acabar con nuestros huesos alimentando a los lobos, así que me levanto, y me acerco de nuevo hacia el claro...
Ahora voy con el resto del post, ya para todos ;)
Turno 214 (Asalto 2)
Justo antes de penetrar de nuevo en el claro, la voz de Chakka llega a mis oídos, clara, y con un toque de urgencia y enfado:
- ¡Haelembor, Tülak, nos vamos!
Retiro las últimas ramas del arbusto que me franquea la entrada al campamento, y, con grandes pasos, me dirijo hacia donde descansa mi equipo, mientras hablo en voz baja, evitando dirigirme a los dos enanos, que aún se miran desafiantes, aunque, bendito Oromë, parece que al menos han dejado de rebuznar como borricos!!:
-Sus gritos han debido llegar, al menos, hasta la Ciudad del Lago Largo, así que yo no contaría con tratar de mantener sigilo alguno. Deberíamos llegar cuando antes al camino, y poner camino de por medio con el enemigo, contando con nuestras monturas...
Ayudo al tuerto a acabar de recoger el campamento, y después agarro las riendas de Zanahoria, que, con esa capacidad que tienen los animales de notar los estados de ánimo, piafa nervioso sobre el terreno embarrado.
Cuando estamos preparados para partir, vuelvo a hablar en alto, sin mirar a nadie en particular: - Sólo espero que nadie caiga por vuestro estúpido orgullo..., tras lo que entro en un hosco mutismo, centrándome en los alrededores, esperando, en cualquier momento, un ataque que quizá nunca llegue.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d100
Resultado: 49(+37)=86
Dejo hecha una tirada de Percepción, para vigilar los alrededores, mientras nos movemos (sin yelmo). Tengo en una mano, el martillo, y con la otra, agarro las riendas de Zanahoria.
RESOLUCION TURNO 214
Lo que comenzó como una pelea que prometía encrudecerse, se quedo en una simple reyerta sin llegar a las manos. Kolli había sabido paralizar a Erik, y tras lanzarlo al frente, se giro de un modo un tanto chulesco. Dar la espalda a un oponente no era la mejor de las ideas, pero por suerte había honor entre los naugrim, y comprendieron que no era el momento de pelear.
Acordaron, no sin antes soltarse algunas lindeces propias de taberna, en resolver aquel asunto cuando la misión hubiese terminado. Los dos enanos hablaron entre ellos, usando el idioma secreto de los enanos, algo común para ellos, pero que desplazaba al resto al no poder saber de trataban. Supusieron que sus diferencias y del modo de resolverlas.
Freagulf y Temudyin, también cuchicheaban mientras lanzaban miradas a los enanos, probablemente comentando la terquedad de esa raza. Tulak apareció de entre los árboles, al parecer estaba tan bien escondido que no habían reparado en el. Tras la petición de Chaka de marcharse, el umli había comenzado a recoger junto a Haelembor, el etheod y el propio bosquimano.
Finalmente se pusieron en marcha de nuevo, habían alargado demasiado el descanso principal por culpa de unas palabras inoportunas de una comida intragable. Retomaron las posiciones que habían establecido y avanzaron entre los árboles, serpenteando mientras esquivaban ramas, arbustos y retorcidos troncos. La tarde trajo consigo mas lluvias, y el frio fue creciendo conforme el sol desaparecía en el horizonte. No lo veían, pero sabían que la noche llamaba a las puertas.
Comenzaron a buscar un lugar para pasar la noche, pero la luz fue menguando y se vieron obligados a instalarse donde pudieron. Esta vez no había claro, tan solo un pequeño hueco dejado entre tres arboles, donde un fuego podría ser encendido sin que el viento tratase de apagarlo. Esta vez dormirían cada uno al pie de un árbol distinto, o junto a algún arbusto. Estaban en el bosque, un anciano bosque maltratado por años de maldad que poco a poco curaba sus heridas. Los nudos en los troncos de los arboles, la oscuridad, las hojas sin brillo y las enrevesadas raíces que sobresalían, recordaban el pasado. Sin embargo, también se notaba el despertar, la curación. Los pájaros tocaban sus últimas tonadas para dejar paso al ulular de la lechuza, los ratones salían de sus escondrijos al abrigo de la noche, y los lobos aullaban a lo lejos como el roncón de la gaita crea un fondo para la pieza a tocar.
La noche llego, la oscuridad se hizo, y la temperatura descendió acrecentada por el viento que soplaba entre las hojas y que creaba una melodía hipnotizante. Encendieron un fuego, lo necesitarían para combatir el frio, y para cocinar. Los animales estaban desperdigados, atados a varios árboles con espacio suficiente para que permaneciesen allí. Bajaron la carga de y dispusieron mantas y tiendas para la noche.
Durante el viaje, Haelembor comenzó a sentirse indispuesto, se sentía débil y su estomago amenzaba con expulsar su contenido, cosa que no ocurrió hasta que el olor a comida apareció de nuevo. Salió corriendo hasta un árbol cercano, donde vomito sonoramente un par de veces. Al volver, un frio sudor recorría su cuerpo, tenía que descansar.
Tirada oculta
Motivo: Refugio
Tirada: 1d100
Resultado: 25
►Anota el próximo turno como “Turno 215”
►Fin 5 dia. Recorréis en esta jornada, un total de 10 km parciales, 58 km totales.
► Haelembor tiene una intoxicación alimentaria que le penaliza con -10 a la actividad. Además tiene un -10 por cansancio hasta que descanse.
► Kolli fallo la TR de cansancio N3. Tiene un -10 a la actividad hasta que descanse.
► Tiradas:
- Tirada de Cocinar… (a ver el valiente…).
- Me faltan las tiradas de guardias de Freagulf y Tulak. También las de Kolli y Haelembor, si las hacen.
► Resolución del próximo turno: Lunes 14-03-16
Turno 215
El tiempo fue discurriendo lento, pesado. Las mortecinas luces allende la cúpula forestal, se filtraban a intervalos por entre las ramas altas de los pinos y abedules dejando a la vista el fino manto de roció que se desprendía desde las hojas rebosantes.
La persistente humedad empezaba a pasarnos factura a todos. Las yagas de los pies no se curaban, y los inofensivos cortes y arañazos contra las silvas y la maleza, no tardaban en rodearse de infección, a causa del lodo y el agua.
Haelembour lo sufría el que más. Su empecinamiento en caminar descalzo, y su negativa a comer carne parecían tenerlo bajo mínimos.
Pero el resto no íbamos mucho mejor. Kolli apenas levantaba la cabeza y yo me sentía dolorido, fatigado y destemplado.
La comida no me había resultado reparadora en absoluto. Notaba como mis fuerzas flaqueaban y por si fuera poco el condenado brazo me ardía con un dolor intermitente, intenso, como si tuviera un olifante sentado sobre mi codo. La parte positiva era que el dolor de mi pierna parecía haberme dado una tregua.
Todo esto ralentizo sobremanera el avance del grupo. Tenía la impresión de que cada hora que pasábamos en aquel condenado bosque, el tiempo se detenía un poco, y pronto no seriamos capaces de avanzar más que hasta la siguiente raíz, o el próximo tronco.
Me congracié de volver a oír a los animales del bosque. El silencio nunca es buena señal en estos casos. Al menos significaba que los Orientales no rondaban demasiado cerca.
Cuando finalmente acampamos, me aseguré de encender un buen fuego y descargar de responsabilidades a los encargados de la cena. Rogaba a los dioses por poder comer algo con sustancia de una vez por todas, aunque no depositaba muchas esperanzas en ello.
Si todo seguía como hasta ahora no tardaría en cocinar yo mismo mi propia comida.
Si he de morir intoxicado, que sea por mi propia mano.
Antes de acostarme, revisé que todas mis pertenencias estuvieran en su sitio. Especialmente el mensaje que me había sido encomendado y sin el que algunos miembros de la comitiva, parecían querer partir aquella misma mañana, tras el incidente de la comida, dejándonos atrás.
Y nos llamaban a los enanos estúpidos…Tche. ¿Qué pensaban, hacer, traer Tir-Anduín hasta el corazón del Bosque Verde? Me sonreí ante lo cómico de sus amenazas.
Empezaba a entender que aquel grupo era propenso a las bravuconadas. Nadie parecía pensar lo que decía, o lo que era aún peor. No les importaba. Su palabra no tenía más valor que la de un Urk, y algunos, parecían entender que podían abusar de una confianza que con seguridad, ninguno nos habíamos ganado todavía.
De cualquier forma, no podía permitir que aquello nublase mi buen juicio.. Los pies largos siempre habían sido así, y eso no impedía que muchos de ellos fueran hombres de honor como mi Senescal. En los momentos de necesidad se vería finalmente en quienes podía confiar.
Mi disputa con Kolli podía haberse evitado si hubiese mantenido mi bocaza cerrada…una vez más. Supongo que no me esperaba aquella ofensas precisamente de parte de uno de los míos.
Envuelto en estos sombríos pensamientos, dispuse mi saco de dormir en un lugar seco, al refugio del viento y esperé sentado dibujando unos grabados en mi jabalina mientras los rastreadores volvían de sus batidas.
Las Batidas doy por hecho que seguís con ellas. Si no es así lo cambio y punto^^
Turno 215
La marcha, dificil, lenta, continuó sinuosa por el viejo bosque. Parecía que la propia arboleda milenaria, con los ecos de maldiciones pasadas, se empeñaba en ponernos trabas, lo que hacía que no pudiesemos dar mas de dos pasos seguidos sin tener que evitar una raiz, una piedra, o una inoportuna grieta. Para colmo, la lluvia no dejó de caer, con las gruesas gotas explotando en una miriada de color y vapor de agua, al chocar contra las hojas de los viejos robles, lo que hizo que el cansancio se multiplicara por humedad helada que se instalaba en los huesos.
La discusión de aquel mediodía instaló un mutismo y un silencio que, francamente agradecí: - Se que no es la manera, y una pelea siempre deja un poso amargo en la garganta, participes o no, pero por Mahal que agradezco este silencio, me ayuda a concentrarme..., pensaba, cambiando posiciones con Chakka, aunque aceleré todo lo que pude en las batidas para no retrasar el paso, y así se lo hice saber al Oriental: - No no nos podemos permitir mas retrasos. Mas aun cuando vamos gritando a los cuatro vientos nuestra posición, como este mediodia...
Tras eso, ni una palabra mas salió de mi boca hasta que decidimos parar en mitad de la fronda. La oscuridad nos había sorprendido sin haber podido encontrar un lugar mas propicio, mas defendible, pero al menos nos permitía mantener un fuego en el que cocinar ("espero que por fin podamos comer algo con enjundia, que siente bien al cuerpo..."), y en el que calentarnos.
Con una inclinacion de cabeza hacia Erik, y alargando mi callosa mano hacia él, le susurré: - Dejame el cuerno, Erik. Ha llegado el momento de hacer la batida, antes de que anochezca mas y no pueda ver mas allá de la punta de mi nariz... Cuando el naugrim me cede la pieza de madera, la meto bajo el cinturon y, con el martillo en la diestra, le hago una seña a Chakka para reconocer el terreno alrededor del improvisado campamento, antes de que, en efecto, la luz del sol desaparezca por completo. Despues, si todo discurría de modo normal, disfrutariamos de una cena caliente, que templaría un poco el taciturno ambiente de la compañia, donde Haelembor continuaba exhausto y ahora enfermo, y Kolli resollaba sin parar como un caballo tras un dia de galope continuo.
- Si nadie tiene un interes especial en cocinar, yo lo haré de nuevo, poniendo especial cuidado en que el agua de la lluvia no eche a perder la comida..., en clara alusión a mi fracaso previo.
- Y sí, haré la primera y tercera guardia, como suelo. Creo que nuestro amigo beornida debería ser dispensado de su turno. Si no descansa y se le sienta el estómago de nuevo, no se recuperará...
Tirada oculta
Motivo: Percepcion (batida)
Tirada: 1d100
Resultado: 8(+37)=45
Tirada oculta
Motivo: Rastrear (batida)
Tirada: 1d100
Resultado: 75(+18)=93
Tirada oculta
Motivo: Percepcion (guardias)
Tirada: 1d100
Resultado: 40(+37)=77
Pues eso, que monto el post como si dejase dichas mis funciones tras la batida, pero no sigo posteando despues, por si la batida viene con sorpresa!! xDD
Dejo hechas las tiradas, separadas, de Percepción y Rastreo de la batida, y la de Percepcion para las guardias.
Si nadie se anima a cocinar, volveré a intentarlo, pero prefiero retrasar la tirada hasta que Chakka y Freagulf opinen, que son los únicos que aun no han intentado envenenarnos alimentarnos!! Jajajaja!!!
Turno 215A
El aligrata ya se había afincado a la primera guardia. Era algo casi instintivo lo de revisar los animales mientras los cocineros luchaban contra la incontrolable tentación de envenenarnos. A su montura le dedicó unas cuantas caricias extras y como siempre, la dejó sin atar. - Pequeño, hay que salir pronto de esta jungla. Es tan "pastosa" que empiezo a no poder tragarla ni con agua, pero no padezcas, solo unos días más. No estaba claro si esas palabras eran para el anima, para él, para ambos ... o incluso se las podía dedicar a cualquiera, pero la confidencialidad de Freagul y su caballo era casi tomada como la que hay entre amantas.
Tras la revisión de patas y grupas, ojales y arreos, se acercó a la cena, que esta vez tomó en pie. No se sentaría ni un momento hasta que le tocase descansar. Tenía que estar alerta, que estar atento ante otra intentona del batidos que les había estado acechando. No sabía si este había escapado o simplemente había puesto tierra de por medio para continuar con su acoso más adelante. Entre bocado y bocado miraba al portador del mensaje. Su mirada era tan penetrante como amenazadora, y en sus pupilas se podía leer: - Te dije de hablar y has pasado de mi. Estaba claro que algo quería y so rostro le dedica una acusadora y reprochante mirada.
Tirada oculta
Motivo: percepciòn camino
Tirada: 1d100
Resultado: 28
Tirada oculta
Motivo: percepciòn caballos
Tirada: 1d100
Resultado: 93
Tirada oculta
Motivo: percepciòn guardia
Tirada: 1d100
Resultado: 72
Tirada oculta
Motivo: cansancio
Tirada: 1d100
Resultado: 78
Turno 215
Durante el descanso podía sentir los inquisitivos ojos del Ailgratha clavados en mi cogote.
Su gesto, hosco como de costumbre, tenía esta vez un matiz amenazante, reprochador.
Suponia que todo el asunto de mi altercado con Kolli, no había sido de su agrado, todos lo dejarón claro tras la comida, pero su persistencia empezaba a resultarme molesta.
Incluso los muertos se revolverían en su tumba si tuvieran que soportar tus miradas envenenadas por mas tiempo le espeté al tiempo que me levantaba y echaba andar hacia el exterior del circulo que delimitaba el campamento.
Intuía que algo más lo molestaba, no sabía el que, pero no tenía ganas de alargar aquella situación por más tiempo. Por aquel día ya había tenido suficientes disputas.
Ven y hablemos pues. Dime aquello que tanto te irrita de mi, para que ambos podamos dormir hoy de un tirón, pero no molestemos más al resto con reproches y condenas. Vayamos tras aquellos arboles, compartiré algo de mi hierba contigo, si te parece bien
Dije en voz alta, en un intento de que todos entendiesen que se trataba de una oferta de paz, y por tanto, no pensaba liarme a tortas con el Eorlinga como todos parecían temer.
Pongo que es en el descanso por aquello de que solo podemos rolear hasta las batidas, por si pasara algo. Y entiendo que la cena sería después.
Pd: Freagulf, te juro que no me había enterado que me habías dicho de hablar (?) Debio ser que con la pelea no se entero el pobre Erik ^^
Turno 215B
Si, es que estoy estudiando nigromacia, pensó para sus adentros, pero eso le causó tanta gracia como vergüenza. Si digo eso en voz alta no se acercan a mi ... en la vida ... y en la otra ... bueno en la otra les mandaría yo. Sonríe pícaramente y le hace el amago de aceptar esa hierba con un gesto de asentimiento. Sus labios estaban sellados ... y si soltaba algo ... sería para meter la pata. Mejor calladito que ... liarla. Apretaba tanto los dientes que estaban a puntito de rechinar.
Normal, normal, pero eso daba una situación interesante que rolear. ejjejej.
Turno 215
El enano, ya taciturno por naturaleza, viajaba sin pronunciar palabra. Tan sólo un aura de continuo enojo parecía acompañar en todo momento su persona.
Aún así, si su intención era demostrar algo con su silencio, no lo consiguió. El naugrim era una fuente constante de bufidos, resoplidos, toses, y de cualquier otro sonido que pueda escucharse de una persona sometida a una lenta y agónica tortura.
Cuando la marcha terminó y Kolli por fin volvió a notar los pies en la tierra, la sangre que llegó a sus miembros le recordó de nuevo que el dolor no le había abandonando. Maldiciendo para sí mismo, se puso a limpiar su equipo con esmero después de terminar las labores del campamento. Tenía muchas cosas en las que pensar.
Tirada oculta
Motivo: guardia
Tirada: 1d100
Resultado: 68(+5)=73
Turno 215
Los ruidos del bosque los acompañaban al igual que la monótona lluvia que fue empeorando poco a poco según avanzaba la tarde. Aparte de eso, la caminata la hicieron en silencio. Un silencio solamente roto por toses de uno y otro y algún que otro bufido o gruñido. Un silencio que envolvió a todos e hizo que esa marcha fuese más pesada que cualquier otra. Se notaba que había tensión entre los componentes del grupo y varios ya estaban en extremo cansados. El bosquimano tampoco abrió la boca. Durante el trayecto se iba alternando con Tülak como anteriormente hicieron e intentaron acelerar el ritmo, como bien había aconsejado el umli.
La noche les cayó encima antes de que el tuerto se diese cuenta, aunque por el estado de los compañeros, poco más podrían andar. El ritmo de Kolli casi era tan lento como el de una tortuga y sus bufidos, resoplidos y toses resonaban por encima de las del resto. Y añadiendo más problemas, estaba el estado de Haelembor, el cual se encorvaba y tenía un gesto en la cara que no presagiaba nada bueno. Había poco tiempo para la batida, pero Tülak apremió a Chaka y algo pudieron hacer. - Voy. - Contestó el bosquimano y antes de salir de alejarse añadió. - Id preparando el fuego, pero no lo hagáis muy alto. Poned una olla con agua, haré una infusión de musgo de Melendar. Algunos lo necesitan, espero tener suficiente para todos. Luego cuando vuelva, cocinaré yo y Tülak me ayudará, pero nadie opinará sobre el resultado. - No esperó respuesta y siguió al umli entre la espesura.
A su vuelta, antes de empezar a cocinar, pidió ayuda a sus compañeros para realizar algo que había pensado. Con una manta quería tapar el fuego y la comida de la lluvia. Explicó que la atarían en los árboles, pero de manera inclinada, para que así la lluvia no llenase la manta. La altura sería la suficiente para que no prendiese con las llamas y la justa para que tapase lo que tenía que tapar. Si no podían poner la manta en tensión, harían un nudo en el centro y este lo atarían a una rama más alta.
Dispuesto el tenderete, intentó cocinar. Lo fue haciendo con sumo cuidado, y casi preguntaba todo a Tülak quien no se separó de su lado por petición expresa del tuerto. Cuando hubieron acabado, repartieron el resultado entre los platos y cuando todos estuvieron servidos, Temüdyin se levantó y comió de pie algo separado del grupo.
Tirada oculta
Motivo: Percepción
Tirada: 1d100
Resultado: 61(+44)=105
Tirada oculta
Motivo: Rastrear
Tirada: 1d100
Resultado: 9(+23)=32
Tirada oculta
Motivo: Cocinar
Tirada: 1d100
Resultado: 16(-5)=11
No se cuantas dosis tengo, master, creo que solo una. O si Haelembour tiene algo más o algo mejor.
Pues eso, me dispongo a hacer una infusión de musgo de Melendar para dársela a Haelembour o los que se pueda.
He intentado explicar lo que he pensado hacer para que la comida no se eché a perder por la lluvia.
Cocinar: mi bono de Int -25 + 5 por la ayuda de Tülak. (Que los Valar nos pillen ... ¿confesados?)
Hay que rolear hasta las batidas? hasta la cena? que lio, que lio... me he liao.
RESOLUCION TURNO 215
La lluvia parecía haberse intensificado con la caída del sol. Las gotas repicaban contra las hojas y charcos del suelo, creando una acompasada melodía. Descendió la temperatura rápidamente, aunque al abrigo del bosque el aire se suavizaba.
El campamento había sido ya montado. Sacos y tiendas se repartían aleatoriamente allí donde existía un hueco aprovechable para ello. Intentaron usar ramas para alejarse de la humedad del fuego, pero era casi inútil, todo estaba empapado.
Tulak y Chaka, hicieron una vez más una inspección a los alrededores. Buscaban indicios de los orientales, pero todo parecía estar en orden, aunque era muy complicado encontrar nada en ese barrizal que se habia estado formando en el suelo.
Temudyin tuvo una idea, usaría una de las mantas para crear un techo improvisado, bajo el que cocinarían y mantendrían el fuego a salvo de la lluvia. Encendieron el fuego mientras terminaban la exploración, y al regreso prepararon la manta, tensaron las cuerdas que la sostendrían y se aseguraron de que la altura fuese buena. La cena la haría el tuerto, y parecía querer asegurarse de que el agua no lo echara a perder. La hoguera podría calentar al grupo, y los mantendría así aunque fuese un rato, esa noche sería difícil acurrucarse todos en los sacos cerca del fuego. En un intento de cocinar algo sabroso, preparo un pequeño guiso a base de carne, zanahorias, patatas y alguna especia. Esa fue la clave para un desastre de cena. Como todos aprendieron, la cantidad de picante que se debe de echar es mínimo, sobrepasarse echa a perder cualquier sabor en lugar de potenciarlo. El resultado fue una necesidad de beber en cantidades ingentes. Aunque el sabor no parecía malo, al poco de haber comido se comenzaba a sentir un ardor en la boca, la guindilla molida hacia efecto. Todos bebieron como locos hasta que poco a poco se fue calmando la sensación que producía el picante.
Como cada noche, Freagulf inspeccionaba los animales en busca de alguna herida u otra cosa perjudicial para ellos. Estaban bastante bien, el ritmo de aquel dia había sido lento, y eso ayudo a las bestias a afianzar sus pasos. La mula era la que parecía más agotada, algo lógico pues transportaba la mayoría del peso.
Kolli había estado silencioso durante todo el camino. Se sentía cansado por el viaje, algo débil y moralmente decaído. Nada que no se arreglase con un buen sueño. Haelembor estaba aun peor, pues además del cansancio, sufrió durante todo el trayecto de la tarde un fuerte dolor de estomago, hasta el punto de llegar a vomitar un par de veces. Eso no solo lo arreglaría una noche de sueño.
Viendo como el camino recorrido, cinco días ya, mermaba las capacidades de algunos miembros del grupo, decidió sacar una de las hierbas que llevaba entre sus enseres. Era un musgo, se entreveía un verde brillante que se había apagado al secarse. Lo echo en un cazo con agua hirviendo y después lo alejo hasta que dejo de hervir. El musgo descanso en el agua caliente un largo rato. El resultado fue un brebaje de suave sabor y un olor dulzón. Le tendió a Haelembor todo el contenido servido en un tazón y le insto a beberlo. Le ayudaría a sobrevenir el mal que le aquejaba.
Se fueron a dormir, volvieron a establecer las guardias como en días anteriores, intentando que todos los que lo necesitaban, descansasen más y mejor. La noche fue larga. Todos se removían incómodos entre sueños, tratando de buscar una buena postura. Haelembor se durmió muy rápido, pero se despertó varias veces a lo largo de la noche, aquejado de su estomago. Por lo demás, las guardias transcurrieron sin sobresaltos. No hubo rastro alguno de los orientales.
Motivo: Melendar Dias de efecto
Tirada: 1d100
Resultado: 54
►Fin del capítulo 2
► Melandar: Beber el brebaje obtenido otorga a Haelmbor +10 a las TR por enfermedad 1d100 días (salió 54 días)
► Continuamos en el capítulo 3, “Raíces, barro y oscuridad”