Partida Rol por web

Eryn Lasgalen, El bosque de de las Hojas Verdes

Cap. 0: La calma tras la tempestad

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25/09/2015, 15:25
Director

Turno 0000

 

La posada del “Caballo Enojado”, era muy parecida a tantas otras. Se servia buena comida, la cerveza no estaba mal, y el vino era excelente. Estaba en una ruta muy usada por los mercaderes de vino de Dorwinion.

Temudyin y Freagulf estuvieron un rato enredando entre las cosas de Yves, tratando de encontrar alguna pista que diese con la madre de los gemelos. Pero nada parecía indicar su paradero. Yves vestia como lo que era, un bosquimano, ropas sencillas de lino de colores vivos. Su armadura, de cuero, tenia gravado algo significativo. Manwë soplaba sobre las copas de un frondoso bosque. Unas ondas representaban el viento divino, y bajo los arboles, unas figuras bailaban. Era de una hermosa y detallada manufactura.

Yves pensaba que tal vez por las hierbas que habia en un saco, podría averiguar algo mas, tal vez fueran exclusivas de alguna zona. Las examinaron. Solo reconocieron tres hojas diferentes y un musgo. Eran de uso común, para tratar diarreas, enfermedades, resfriados o congestiones. Tambien habia una raíz, un nódulo pequeño, un tallo, un pequeño troncho reseco y otras tres hojas, aunque no les eran conocidas. No sacaron nada en claro.

Les dio la hora de cenar, y allí mismo lo hicieron. Carne a la brasa con patatas hervidas, ese dia no hubo tiempo de cocinar ningun guiso. Lo acompañaron de una jarra de vino, que efectivamente estaba delicioso, y se fueron a dormir. Con las monedas que encontraron en la bolsita de Yves, pagaron una habitación doble y la cena. No habia una pequeña fortuna en aquel saquito, algo más de ocho monedas de cobre, pero seria mas que suficiente.

La noche paso tranquila, todo un ejercito acampaba en los alrededores del pueblo. El ejercito oriental habia sido, aparentemente, aniquilado, y por primera vez en mucho tiempo, disfrutaron de una comoda cama y de la tranquilidad ansiada. Durmieron de un tiron toda la noche.

Por la mañana, sin demasiada prisa, se despertaron y bajaron a desayunar. Esta vez si que habían elaborado el almuerzo matutino. Toda la sala olia a tostadas, huevos fritos, pan recién horneado y bacon asado. Solo con el olor que impregnaba el salón, las bocas comenzaban a salivar.

Comenzaron a degustar su desayuno, todo estaba a pedir de boca, cuando por la puerta principal entro un soldado gondoriano. No era un soldado normal, vestia una reluciente armadura plateada y su yelmo estaba adornado dos penachos de plumas blancas a los lados. Los guardias miraron a todo el que estaba en el salón, hasta que su vista se fijo en Temudyin. Camino hacia los dos compañeros.

 

►Anota el próximo turno como “Turno 0001”
► Enseres de Yves en vuestro poder:
- Chaqueta limpia.
- Ropas ensangrentadas
- Bolsa con hierbas (Hoja Alazor, Hoja de Jojojo, Musgo Melendar, Hoja de Arlan,  y otras siete dosis que no conoceis)
- Bolsa con monedas  (8mb, 1mc, 4me)
- Cuchillo de caza.
- Armadura de cuero
► Comenzamos, de momento a nuestro ritmo, hasta que pasemos al capítulo 1. Tomaos este capítulo 0, como una introducción.

► Resolución del próximo turno: Libre

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25/09/2015, 15:28
Guardia personal del mariscal

Turno 0001

 

El guardia que habia entrado en la sala, camino hasta la mesa donde desayunaban Temuyin y Freagulf.

- Buenos dias - dijo educado - Imagino que son Temudyin y Freagulf - dijo casi sin quitar la vista del bosquimano, aun con el cambio de imagen, eran reconocibles sus tatuajes.

- Mi señor, el mariscal Faelginor desea hablar con vosotros, si sois tan amables de acompañarme, os conduciré hasta el - dijo amablemente.

 

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07/10/2015, 17:54
Freagulf

Turno 0001

Antes de cenar hicieron a un lado los platos y desparramaron todas las pertenencias del difunto Yves sobre la mesa, con la intención de descubrir algo sobre la procedencia del hermano de Temudyin. No hubo mucha suerte. Las hierbas no eran un terreno que Fréagulf dominara, y por ello esperó a que su compañero, más ducho en estos aspectos, fuera capaz de identificar algo. Mas no hubo suerte. El ailgratha mientras tanto inspeccionó la armadura. Tenía un relieve muy particular pero ninguna pista sobre su origen. De todos modos, a Fréagulf no le preocupaba demasiado aquello, tarde o temprano encontrarían el camino a seguir.

La comida de la posada estaba buena, pero apenas reparó en su sabor. Estaba más concentrado en descubrir aquel misterio y observaba con detalle la armadura del difunto. Las monedas del saco de Yves dieron para pagar la cena y la cama de ambos y por ello, antes de subir a descansar, Fréagulf alzó su jarra de cerveza y brindó nuevamente por el compañero caído en la batalla.

-¡Por Yves!. Qué Námo lo acoja en sus estancias. -Y dicho eso finalizó de un trago su bebida y emprendió el camino hacía la cama.

El día siguiente llegó tras haber descansado como hacía tiempo que no lo hacían. Por fin en una cama y sin la amenaza de los orientales. Fréagulf no recordaba una noche como esa e incluso se permitió el lujo de dormir algo más de la cuenta, hasta que el sol se coló por la ventana y le golpeó en la cara sacándolo de un extraño sueño en el que volvía a ser niño y perseguía a Ulfer, pero siendo éste un pequeño potro.

Mientras disfrutaban del magnifico desayuno que habían preparado para ellos, un soldado se adentró en la posada y se dirigió hacía los dos compañero tras otear en la sala común de la posada en busca de Temudyin, quien sin duda era el factor diferenciador del resto de personas. Su aspecto, por mucho que le pesara, llamaba la atención cuanto menos. Fréagulf se encontraba untando una tostada cuando el hombre se dirigió a ellos.

-Así es. -Respondió antes de cruzar una mirada después con su compañero. ¿Qué querrían ahora de ellos?. Habían cumplido con creces por la libertad de los suyos, y lo habían pagado con demasiada sangre.

Tras meterse el resto de la tostada a la boca, dio un trago para acompañarla y se levantó de la mesa para seguir al soldado, todavía masticando con los dos carrillos llenos de comida.

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08/10/2015, 14:05
Temudyin

Turno 0001

La inspección de las pertenencias de Yves no dio ninguna pista del paradero de la madre de los gemelos. Las únicas pistas que habían encontrado eran la armadura con aquel maravilloso gravado y unas pocas hierbas que ninguno de los dos conocían. Temudyin se desilusionó un poco y algo más de tristeza, si podía ser, se apoderó de su pecho. En la posada se colaban los gritos de las gentes de las calles que festejaban la victoria contra el ejercito oriental y esto contrastaba con las caras de los dos amigos que habían perdido mucho más de lo que habían ganado. El bosquimano había perdido a su hermano, recién conocido, pero el ailgratha había perdido a todo su pueblo.

Dejaron de lado el asunto y se dedicaron a cenar. Una buena cena que se merecían después de los últimos acontecimientos vividos y diferenciaba mucho de las cenas de los últimos días. Aun así, se notaba que ambos seguían dándole vueltas en sus cabezas pues mientras cenaban, ninguna palabra cruzaron. La mirada de Temudyin estaba fija en el infinito distraída y pensante. De vez en cuando miraba la armadura de Yves y aquel bonito gravado. Estaba claro, por el gravado y los colores de la ropa de Yves, que su pueblo estaba unido de cierta forma a los árboles o al bosque. Completamente contrario a lo que él había vivido.

Miró después la bolsita de hierbas, aparte de las conocidas, las otras le llamaban la atención pues no las había visto nunca, seguramente alguna sería de la zona de donde Yves vivía y solo tendrían que encontrar a alguien que pudiese conocerlas e indicarles su procedencia. Entonces se acordó de Marga, aquella enana que le salvó la vida y cuido de él no hacía mucho. Seguramente ella sabría que plantas eran y quizás supiese de donde eran. Pero a saber donde estaría ahora, las últimas noticias que tuvieron de ellos es que esquivaron la batalla por el norte. Seguramente ya estarían muy lejos y aparte buscarles sería ciertamente una estupidez.

Terminó de cenar y cuando Fréagulf alzó la jarra y brindó por Yves, el al levantarla contestó brindando por el pueblo de su compañero. -¡Y por tu pueblo!. - No añadió más pero imitó a su compañero de mesa bebiéndose de un trago el vino que le quedaba, recogió las pertenencias de Yves y también se retiró a dormir.

A la mañana siguiente, Temudyin de despertó algo desorientado. Había dormido mucho más tiempo que lo que estaba acostumbrado y aún así para él le pareció que solamente había cerrado los ojos por unos segundos. No recordaba si había soñado algo y le resultó muy extraño. Se había acostumbrado a tener sueños inquietantes y pesadillas siempre que dormía desde hace varios meses y por ello, el no recordar nada le sorprendió.

Se aseo con tranquilidad, pues no tenían ninguna prisa y a la hora de vestirse, cogiendo las ropas de su hermano fallecido, decidió ponerselas. La posibilidad de que alguien le confundiese con Yves quizás les fuese útil. La camisa estaba llena de sangre, por eso siguió usando la que Fréagulf le dejó. Los pantalones y la chaqueta estaban bastante limpios, se los puso y admiro lo confortables y cómodos que eran. También se calzó las botas de su hermano pues las que llevaba eran de aquel oriental que casi termina con Fréagulf. Entonces, delicadamente, cogió la armadura. Acarició el grabado suavemente con las yemas de los dedos admirándolo una vez más. Se la puso con calma y con extremo cuidado. No tuvo que ajustarla demasiado y parecía que estuviese echa a su medida. Después cogió el cinturón y se lo ajustó, colocando la funda del hacha en el lado derecho. La vaina del cuchillo de caza de Yves se la puso al lado izquierdo. Tenía otra daga más, aquella que robo al perro oriental, que también colocó en el lado izquierdo, detrás del cuchillo. Seguramente sería útil para lanzarla pues no parecía de ser de buena calidad. Las bolsas de hierbas y del dinero de Yves se las dio a Fréagulf para que las guardase en su mochila.

Por ultimo, se puso la capa de color verde oscuro. Se sentía comodo con aquellas ropas y armadura. Le parecían ligeras y confortables. Cogió el escudo del ejercito de Burh Waldlaes y la lanza oriental robada al maldito Byambyn y se dispuso para bajar a desayunar. Su aspecto era cómico. Parecía hecho a trozos y es que eso era en realidad. Nada cuadraba con nada. Las ropas de un bosquimano y coleta y tatuajes de un oriental. El escudo etheod y la lanza oriental. Cuando llegó al salón, muchos le miraron por su aspecto, algo a lo que ya empezaba estar acostumbrado.

Estaban desayunando tranquilamente cuando un soldado gondoriano irrumpió en el salón. Temudyin en ese instante masticaba con tranquilidad un contundente cacho de bacon asado y seguía masticando cuando el soldado, que portaba una reluciente armadura y un adornado yelmo que llamó la atención del bosquimano, les requirió para conducirles ante un superior. Imitando a su compañero, se levantó, dio un largo trago y cogió un panecillo para ir comiéndolo de camino a donde les conduciría el soldado.

Notas de juego

He estado mirando en la otra partida, las pertenencias que nos dijiste que se encontraron de Yves y para ser más detallado también el equipo que había en su ficha.

Esto es lo que entiendo que tenemos de Yves y con (*) lo que Temudyin se pone.

Camisa ensangrentada

Chaqueta; Gruesa de lana teñida de verde. (*)

Pantalones; Anchos de color negro. (*)

Capa; Capa de lana teñida de color verde oscuro (*)

Botas; Botas de cuero blando y suela reforzada (*)

Cinto; De cuero marron con hebilla metalica y tachuelas (*)

Armadura de la presteza; (Armadura mágica con grabados de Manwë. +10 MM) Esto no lo sabemos, así que ya me dirás. (*)

De los brazales y las grebas no comentas nada, así que no digo nada. ¿Los tenemos?

Cuchillo de caza; A efectos daga. Pif. 1; Crit PE (C); Alcanc. 5m; +5 contra CM y CO.

Espero no meter la pata, ya me comentas que esta bien y que no.

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09/10/2015, 17:24
Guardia personal del mariscal

Turno 0001

 

Los dos amigos siguieron al guardia en silencio, preguntándose que querrían de alguien como ellos, un simple. La tienda a la que se dirigían era la del mariscal de campo del rey Aldarion. El mariscal era conocido como Faelginor, el blanco, pues siempre llevaba una capa de ese color.

La tienda, típica de los altos oficiales del ejercito, era redonda y bien decorada. El estandarte negro con el árbol blanco, ondeaba en todo lo alto de la puntiaguda cúpula. Dos soldados les abrieron paso echándose a un lado cuando llegaron a la puerta. El enano entro tras el guardia del mariscal al interior.

- Salve mi señor - dijo con diligencia mientras se cuadraba ante Faelginor, que estaba sentado en una silla en el centro de la amplia tienda. Espero un gesto del oficial. - Ya estan aquí, como ordeno - dijo para después, retirarse a un lado. Quedaron frente al mariscal.

La tienda por dentro era sencilla. La silla en la que estaba el mariscal en el centro, un buen camastro detrás y una mesa con varios mapas a la izquierda. Dos guardias estaban a ambos lados de Faelgimor, y el que lo había llevado hasta allí, quedo junto a la puerta esperando órdenes.

 

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09/10/2015, 17:28
Faelginor (Mariscal de Gondor)

Turno 0001

 

El mariscal los miraba sin darle mayor importancia, estaba como absorto en sus pensamientos. Salió de aquel estado.
- Sois Temudyin y Freagulf, ¿Cierto? - preguntó, aunque sin esperar respuesta. - Os preguntareis que haces aquí - adivinaba los pensamientos de los dos hombres. - Tengo algo que ofreceros, Leanoth y Dalith me han hablado de vosotros, y muy bien - aclaro - aunque antes quisiera saber algo más de vosotros - término por decir, ahora sí que esperaba una respuesta.

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19/10/2015, 13:37
Temudyin

 

Turno 0001

Durante el trayecto siguiendo al soldado, Temudyin se terminó de comer el panecillo que había cogido en la taberna mientras distraídamente miraba la armadura de su guía. Le pareció demasiado ostentosa y se preguntó si entraban en batalla con aquella montaña de parafernalia. Se miró así mismo vestido con la armadura y ropas de su hermano, las cuales notó cómodas y confortables. La armadura le permitía moverse con gracilidad y no le molestaba al andar o al mover los brazos. Realmente era una pieza magnifica y estaba muy bien decorada.

Caminando entre las tiendas de aquel campamento, se fijó en las diferencias entre el ejercito oriental y este, la organización, el orden y el respeto entre los soldados era totalmente distinto. Ahora entendía que siendo un ejercito menor en número pero más organizado, hubiesen conseguido repeler al gran ejercito oriental. Lo que si que era igual en ambos ejércitos, era la tienda de los altos mandos, bastante más grande, bien adornada y con guardias en la puerta. Percibió la mirada de desconfianza de ambos guardias por sus tatuajes y pendientes a la par de su llamativo peinado, pero ambos le dejaron pasar. Dentro todo era mucho más sencillo. Temüdyin miró hacia todos lados para percibir los distintos detalles de la tienda. Dentro, otros dos guardias acompañaban al mariscal, el cual sentado en una silla en el centro de la amplia tienda parecía sumido en profundos pensamientos.

Cuando le advirtieron de la presencia de los dos amigos, salió de su estado y se dirigió a ellos.

El bosquimano hizo una pequeña reverencia con la cabeza cuando preguntó por ellos a modo de responderle afirmativamente y presentándole sus respetos. Después, prefirió que Fréagulf hablase primero, ya que sus formas seguramente serían más refinadas que las de Temüdyin. Solo si el mariscal le preguntaba directamente a él, le contestaría.

 

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04/11/2015, 13:34
Freagulf

Turno 0001

Temudyin se quedo callado, el bueno de el no quería que su acento, cada vez mas depurado, lo delatase. Su aspecto había mejorado, su cambio de indumentaria había sido crucial, pero esos tatuajes...

- Si mi señor, nosotros somos - contesto al mariscal. - No se que desea saber de nosotros, salvo que luchamos contra esos orientales - dijo antes de continuar. - Soy ailgratha, y mi pueblo ha sido aniquilado por esos asesinos - su voz denotaba una rabia contenida. - Mi hermano, pues asi lo considero, estuvo cautivo desde niño entre esos animales, ahora lo ayudo a reencontrarse con su familia.

El mariscal escuchaba con atención como el ailgratha le iba contando, de como se había ayudado y de su visión de la batalla en la que habían participado

Notas de juego

PNJtizado

Voy a avanzar algo mar rápido, que nos hemos retrasado esperando a Thorom.

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04/11/2015, 13:55
Faelginor (Mariscal de Gondor)

Turno 0001

 

- Bien, necesito vuestra ayuda, me será de gran utilidad. Leanoth confía en vosotros, y yo también lo hare. - dijo tras escuchar cuanto le contaron

- Volved en unas horas, aquí mismo, durante la cena os explicare lo que espero de vosotros - dijo instándoles a esperar hasta el momento acordado.

- Ahora si me disculpan, tengo otros asuntos que requieren mi atención - dijo haciendo un gesto al guardia que estaba en la puerta.

El guardia abrió la cortina e invito a salir a los dos hombres. Freagulf y Temudyin salieron al exterior.