Porque ya le dije que no era nada. Es una "droga" muy común que apenas tiene contenido toxico o dañino. Con descanso te recuperaras de la fatiga y con las vendas de la herida.
Intenta calmarla - Una vez encriptado solo el personal médico y la directiva de seguridad tienen acceso... vuestra amiga ¿quien es? supongo que habrá que dar parte a seguridad para que se ocupen de ello.
Rebeca Mayers, es una estúpida entrometida quitanovios... denle duro a esa entrometida niña de papá...
Julia mira a Elisa.
Pues tengo que reposar cielo... ¿me acompañas para que no esté sola?
Oh vaya... Mayers - se le muda el rostro - No hay problema, ella tiene los permisos apropiados.
Vuelve a mostrar su simpatía natural - No os preocupéis, es una persona de una confiabilidad intachable. Íntegra y honesta...
¡¡¿QUÉ?!! Pero... eso es imposible.... ¿Cómo va a tener permiso esa zorra para mirar mis datos personales? Esto... esto es lo último, no me lo puedo creer... dígale a Mendoza que se ha quedado sin su ayudante... no, no pienso seguir un segundo más en esta prisión que vende mi intimidad...
Yo soy doctora, si tiene algun problema con las directivas de seguridad tendrás que hablar con el propio director.
-A mi tampoco me gusta nada que otros alumnos tengan acceso a los expedientes. Parece que el reposo tendra que esperar cariño, vayamos antes a aclarar esto con el director.
Venga Elisa, vamos a ver Mendoza que me estoy poniendo de los nervios...
Julia y Elisa salen del hospital.
Llego al hospital con paso rápido y algo agitado, el ánimo alicaído, y pregunto en recepción:
-Disculpe, me gustaría hablar con la doctora Elena Macaon. ¿Sigue en su habitación? Y, de no ser así, ¿sabe dónde podría encontrarla?
Está en su despacho. - dice la enfermera al tiempo que coloca unos archivadores.
Asiento, agradecido, a la enfermera de recepción. -Muy bien, se lo agradezco, iré para allá ahora mimso. Y sin más dilación voy a buen paso hacia mi antiguo despacho.