Partida Rol por web

Era curioso como el otrora molesto devenir del barco, ahora era casi como una nana que arrullara. Recogiste tus enseres del Arte, pues aunque no durmieses sola, un Practicante nunca debe descuidar su estudio. Ya más centrada en compañía y con la cercana defensa que suponía el Bárbaro Custodio, empezaste a intentar relajarte. Pero eran tantos quebraderos de cabeza. ¡Aquello no era una prueba de madurez, parecía un imposible!. Pensamientos cruzados y sin sentidos. Aquel grupo no parecía sostenerse por dinero, pero tampoco establecía un vínculo total y general, tan solo intereses particulares temporalmente relacionados.. no era estable. La Tierra Sagrada y Espiritual de Rashemen tan lejos. Pensamientos cruzados, pensamientos inconexos. De repente, en el sedante devenir y el susurro del crujir de la madera, Mara se quedó dormida

Al principio era una llanura, después bosque. A vista de pájaro, disfrutaste de las corrientes de aire bailando entre tus plumas. ¿Desde cuándo eras un ave? Libertad y felicidad entrelazadas. Te adentraste en el bosque y diste con un olor, ¿raro? No. Pero sí un olor poco frecuente en aquel lugar traquilo: sangre. Pero no era la sangre de la tierra, la llamada de los espíritus de casa. Era sangre inocente involuntaria y forzosamente derramada. La perspectiva volvió a ser la del ave en vuelo. Las ramas dolían, pues eran como garras intentando atraparte. No sabías si eran como brazos duros, que aunque amigos, querían ahorrarte el dolor de la Verdad. O si bien, eran la antesala del enemigo que estaba por venir

El ave alzó el vuelo para caer en picado. Allá, en el corazón de un bosque que nunca fue marchito, escuchó un canto. La luz parecía haber sido robada, y como si fuera una estrella atrapada, lucía mortecina en medio de un claro. Quizás fuera el efecto de las Sombras, o bien aquel impío acto estaba siendo bendecido por la Urdimbre Sombría. Siete mujeres, pues el siete es un número de poder. Sus caras cubiertas por grotescas máscaras. Su existencia, una ofensa a la Tierra a la que obligan. Su vida, la muerte si existe la desobediencia. Altar dos veces orado. La dualidad de dos Señores. La némesis de las justas Jahzrán. La presencia de las odiosas Durzhanes. ¿Eran las mismas de antaño? Quizás lo fueran, pero tocadas por la Oscura Shar, nadie podría asegurarlo.

En medio de aquel ritual, sangre derramada, la sangre aún caliente de una degollada doncella Ezhran, que bañaba el voluptuoso cuerpo de una doncella oscura. Tan solo cubierta por las runas trazadas en cálida sangre, su rostro se mostraba a la visión del sueño. Era un rostro hermoso pero de enorme dureza. Lo más característicos, sus ojos, de un verde insano, nigromántico, purulento y ponzoñoso, pero a la vez, atrayente. Largo pelo negro ensortijado, cejas perfiladas y labios carnosos como antesala de un cuerpo creado para seducir y poder encumbrar a más de un hombre. Pero la sonrisa de placer que mostraba era de otra naturaleza, mucho más Oscura

Habló entonces la Celebrante de aquel Oscuro Rito

- " Parte pues, Hija de las Sombras. Parte pues, tras la que la Oculta ha bendecido. La conocerás por su Oscura Herencia, que contrasta con la Pureza de su Causa. Aún no es fruta madura y tu misión será arrancarla del árbol.."

La siguiente vision que tienes es como esa mujer, ya equipada y tocada por una sombría máscara, alza su mano y voluntad para detener a bestias, gárgolas y monstruos. Frente a ella, herido de muerte, un cansado bárbaro por cuya suerte temes en tu corazón. Tan solo una media quebrada sonrisa en labios de la Femenina Muerte. Tan solo las palabras de un mortal conjuro, y la sangre del bárbaro baña el suelo de la sagrada tierra. Un portal y una sola frase de arenga

- " A por la Elegida"

Pulsando en el sueño, sufriendo, no fue primero la llamada de un compañero, sino la presencia de dos ojos dulces, rodeados de estrellas, los que en tus sueños llamaron

-"Mara.. Mara.. has de despertar. Se acerca peligro.."

Se levanto lentamente como si el sueño la hubiese pesado el alma. Todo eso había vuelto ha abrir heridas cerradas en su joven corazon, su tía, su casa, sus salvadoras, sus enemigas.

Puso los pies en el suelo lentamente, no se preocupo de su aspecto, ni se atuso el pelo, cogío sus pertenencias y escucho niebla¡¡¡¡¡¡ ¿sería lo que predijo su sueño? ¿como iban a creer a una niña de 16 años? ¿estaba poniendo demasiado en peligro a sus nuevos compañeros?

Apoyo la cabeza en las manos, rota por preguntas sin contestar, por no tener suficiente poder para ayudar, por estar solo pensando en su Dajamma....

¿y si esto mataba a alguno de sus amigos? ¿Volver a casa como una rashemi normal? ¡¡NO¡¡ debia intentarlo o morir, pero le pesaba el corazon, ella no queria causar daños a otros, no a aquellos que la ayudaban, la vida fuera de rashemen era dificil, o quizas lo fuera su dajemma o quizas estaba siendo cobarde como un raton....

Con estos pensamientos subio a cubierta con pesadez, su alma se había vuelto pesada, respiro hondo para intentar quitar esos pensamientos, pero no lo consiguio.... advertir o no advertir e ahí la cuestion, si advertía y no pasaba nada pq solo había sido un sueño, sería una niña con problemas mentales... pero si no avisaba y pasaba algo.... y alguien moria.... La decision estaba clara aunque la perjudicara, avisaría, no queria ver a nadie de los suyos muertos en cubierta.