Partida Rol por web

Lorayne

Lorayne se enfrentaba a una terrible decisión, sacrificar a muchos por el bien de otros. Lo peor de todo era si debía hacerlo ella misma como encargada de la Seguridad del Navío, o debía delegarlo en otro y rezar porque esto no repercutiera en ella mas tarde. A pesar de todo cuando había embarcado con Sarvus, sabia a lo que se atenía, por lo que haciendo un camino y preparándose para ello, casi deseo que el intento de adquirir aquella Armadura le hubiera salido bien y que el comerciante no la hubiera despachado de aquellas formas.

Acercándose al lugar estiro sus manos para cerrar el habitáculo que estaba sufriendo ese colapso, sentía el calor y algo mas intentando penetrar en ella según intentaba cerrar la compuerta. 

Viendo cómo su archimlitante se sacrificaba por los demás miembros de la tripulación ayudaron a la gran mujer a cerrar las válvulas, aún a riesgo de sufrir la radiación de la disformidad.

Muchos serían los contaminados aquel día, pero ninguno tanto como los que estuvieron en aquellas puertas durante unos eternos setenta y cuatro segundos que tardaron en cerrar las puertas.

     Aquella situación superaba los escasos conocimiento tecnológicos de Sarvus. Tendría que contar con la pericia de su senescal para hacer funcionar aquellas máquinas correctamente. Lo mas que podía hacer era apoyarlo y hacer que el resto de la tripulación colaborase con la tarea. Cuando comenzó a trabajar, el capitán le puso una mano en el hombro para darle ánimos. -Vamos Nathin, cuento contigo. Solo di lo que necesitas y lo tendrás como me llamo Sarvus. ¡Y vosotros! Gritó para hacerse oír por los tripulantes presentes. - ¡Quiero aquí tan solo a los que conocen la maquinaria y puedan ayudar. El resto moved vuestros culos y ocupad vuestros puestos. No quiero a nadie estorbando! La situación era desesperada y no quería mirones ociosos, sin embargo los operarios especializados quizás podrían servir de apoyo a Nathin.

Nathin se acarició el vello facial del mentón unos segundos, observando la nada agradable situación. Aparentando más calma de la que tenía, dijo en tono flemático.- Creo que se me ocurre algo, capitán, pero no sé si le va a gustar. - Y empezó a dar las instrucciones necesarias.

- Es necesario restaurar la funcionalidad original de los recicladores de aire. Apagaremos el sistema y lo volveremos a encender mientras recirculamos el gas nocivo hacia los canales de vacío de emergencia. Entre el apagado y el encendido debemos invertir la polaridad de los condensadores de fluzo para restituir su uso original. Sin embargo, en el tiempo que lleve la maniobra, es muy probable que la tripulación de la zona afectada sufra consecuencias desagradables.- Se encogió de hombros.- Claro que mucho peor de lo que están ahora no van a acabar.

El Dios-Emperador bendijera el día que Sarvus conoció a Nathin, el senescal demostró uan sorprendente habilidad de raciocinio y vio cuál era el problema antes siquiera de revisar la máquina. Con uans erie de órdenes rápidas y pertinentes la atmósfera de la nave quedó limpia mucho antes de lo que cualqueira se hubiera imaginado.

¡Qué gran talento!

El tiempo escaseaba, su cronómetro interior la indicaba que había tardado 8 minutos y 16 segundos en llegar a la Sala de maquinas y 46 segundos más en alcanzar el motor de disformidad.

La solución estaba clara, separar los relés de potencia para evitar que el motor entrase en fusión y la nave... no solo la nave, el continuum espaciotemporal, explotase.

Con presteza se conectó al terminal del motor disforme y solicito el acceso de la debida manera al espíritu de la máquina. Cumplimentó los pasos con la seguridad que dan mucho años de práctica y solicitó la separación de los relés mientras entonaba los himnos adecuados. Una vez subvocalizada la ultima estrofa puso la runa de confirmación y las luces de emergencia comenzaron a apagarse. Entono la oración de la desconexión mientras comprobaba que el proceso se realizaba correctamente y el motor no había llegado al punto crítico.

Una vez revisado todo dos veces, tal y como dictamina el Dios-Máquina, M4R14 procecio a abrir un canal de comunicación con el puente.

- Puente, Explorator M4R14 Coth informando. El motor de disformidad ha sido desconectado correctamente y ya no corre peligro de fusión. Comienzo chequeos de seguridad secundarios y búsqueda de soluciones viables. Corto

La tecnosacerdote redujo la potencia del motor de dsformidad hasta niveles seguros, el navegante hizo un úultimo esfuerzo por abandonar la disformidad. El inmaterium desapreció a a su alrededor y se convirtió en un lugar oscuro, apenas tenuemente iluminado por la luz de las estrellas. La nave estaba sufriendo de numerosos daños: incendios, descompresiones, diminutas brechas, fallos mecánicos...los servidores de la nave se habían desplomado contra el suelo, muertos. Los sensores detectaron un poderoso campo gravitatorio procedente de una estrella sin luz, y otra estrella que producía la muy escasa luz negra.

¿Dónde estaban?

     Tras completar la reparación del soporte vital, Sarvus regresó junto con Nathin al puente de mando. Se encontraba algo mareado, seguramente debido a la combinación de la radiación filtrada y la polución inhalada por el fallo de la maquinaria. Cuando llegó hasta allí se sentó en su trono de mando y comenzó a fijarse en lo que les rodeaba. ¿Donde demonios estaban? ¿Cuanto se habrían desviado de su ruta? Cuando se orientó un poco comenzó a impartir las ordenes oportunas. - Informe de daños. Quiero saber el estado de la Ventura Soberana y de la Recompensa del Emperador. Y quiero barridos de auspex para saber donde demonios estamos. Su voz sonaba calmada. Aunque no las tenía todas consigo quería dar sensación de que la situación estaba controlada para que no cundiese el pánico entre la tripulación. A su debido tiempo tendría una charla con Ionn sobre lo que había ocurrido.