Partida Rol por web

No es un laberinto normal, pues sus giros y caminos no se hayan en el mundo material. Es un laberinto que pertenece a otro plano, tiene la habilidad de cambiar su forma y recorrido, pero sólo en el mundo de los pensamientos, como una influencia onírica, cada giro conduce a un acontecimiento trágico. Unos relatan de lo que ha pasado, otros lo que está por venir o lo que nunca ocurrirá. Un navegante vagando en el espacio, una estrella que se hace supernova, una nave en llamas, un remolino que absorbe el universo y un monstruo hecho de huesos.

Las sinuosas y cambiantes mareas del terreno confundían la mente de Nathin, que se encontraba perdido entre las serpenteantes ruinas.

No fue posible encontrar un camino a través del laberinto; que no era tal: el terreno era una sucesión de falsas líneas rectas, se podía ver el destino al final del camino pero este parecía no aproximarse, el terreno cambiaba y se movía, pero sólo en la imaginación, enloqueciendo a quienes se adentraran en él. Vieron algunas criaturas de cristal, arañas, pero no hubo enfrentamiento con ellas pues el laberinto se las tragaba a cada nuevo cambio. Finalmente, desistieron.

Aunque sí encontraron una forma de destruir la Torre de Cristal. El escudo protector que cubría toda la zona tenía su origen al pie de la misma, donde un pequeño generador (no mayor que una motocicleta) de xenotecnología dejaba fluir aquel escudo. Bastaba con acercarse. Destruyéndolo caería el escudo y el Ventura Soberana podría destruir la torre con sus macrobaterías.

Era un plan simple, otra cosa es que fuera sencillo...