- Oh! Ya entiendo. La verdad es que le resultaba dulce que Cassandra se tomara tan intensamente el buscar como explicarle al verla tan pensativa, sin duda el algo de agradecer y al terminar de contarle el usaría su otra mano mientras van por las escaleras acercando su dedo pulgar e índice para hacer la forma de una bolita, aunque bueno, sus manos son grandes así que se ve más pequeña. - ¿Cómo dicen?... La cereza del pastel ¿no?
La verdad es que escucharla hablar era algo que le hacía tranquilizar, él no es de mucho hablar así que tener a alguien que guíe la conversación es algo de agradecer y, además, una vez estaban a una esquina del local su nariz le advertiría de una mezcla de aromas dulces y deliciosos que inundan su olfato. - (Sin duda ya es una magnífica carta de presentación)
No habría perdido el decoro y le habría abierto la puerta también mirando dentro del local las personas que estaban, la decoración tan delicada y más que nada lo que mostraban que tenían a la venta. Una vez en la fila el se quedaría a su lado si aún le tomaba del brazo y si le había soltado se habría quedado bien cerca de ella estando detrás para no ocupar mucho espacio en la fila.
- Pues... Por un momento iba a elegir, pero al verla tan emocionada solo sonríe levemente y mejor toma otra opción. - Qué tal si elijes tú, sorpréndeme con lo que te gusta y vemos que tan afines son nuestros paladares. La verdad es que como no había venido nunca esto le parece lo mejor, además de que así se relaciona más con la hermosa serpiente.
Juraba que había respondido por acá, pero que fallo el mío.
Y se me borró cuando lo iba a mandar otra vez ;-;
Sujeto al lobo para que no se escape. Tiene pinta de que es de esos que si les dejas mantiene las distancias. Me sorprende agradablemente que abra la puerta, además parece que lo que ve le gusta. O eso creo por sus orejas y su cola.
-Que escoja yo ¿Eh? - Observo las repisas, expositores y el menú ¿Qué seria lo mas adecuado? ¿Qué haría yo si tuviera que vender este local? Bingo. Veo el paquete de muestras. No es que sea muy barato, pero creo que tiene un precio adecuado si vas a probarlo todo. Pero lo interesante viene en su frase final. Le dirijo una mirada picara y una sonrisa traviesa.- ¡Oh vaya, señor lobo! Así que quieres probar mi paladar y que yo pruebe el tuyo.- Saco la lengua, agitándola en el aire y acentúo mi sonrisa. Luego vuelvo la cabeza a la fila y me rio un poco.
me paso lo mismo, pensaba que ya había respondido y encima con las fiestas ha sido peor.
Solo niega en silencio mirando hacia adelante con una muy ligera sonrisa el hecho de que ella no le suelte, la verdad es que hace unos minutos el contacto entre ellos se ha vuelto cálido y más notable con el clima ahí afuera o con el aire acondicionado dentro de la tienda, pues su pelo, aunque suave bastante cálido es.
- Si. Si elegiste este lugar seguro tu elección será interesante. Diría ante tu pregunta y miraría alrededor de la tienda, las personas que se encuentran en ella, ella elegirá así que prefiere sorprenderse, pero cuando pregunta le sorprende un poco porque no entiende al principio, pero su mirada y sonrisa le hacen tragar saliva.
- Eh si... pero me refiero a gustos... bueno, supongo. No estaba preparado para eso y habría mirado un poco hacia un lado, aunque el escuchar la sonrisa de Cassandra al mirar hacia adelante le habrían hecho avergonzarse un poco.