Partida Rol por web

La cámara toma un enfoque desde una esquina de la casa intentando atrapar a todos los participantes de esta extraña reunión: Gregory, Hadyn, Jenna, Lucas, Rubeus, Travis, Curtis, Ted y Pollux. Un grupo de lo más variopinto que puede que tenga mucho que compartir.

Hadyn durante toda la conversación se ha mantenido callada, tan sólo observando, de pie con la espalda apoyada en la pared, cerca de una de las ventanas, aunque Pollux parece tenerlo todo controlado, no está mal que haya más ojos vigilando fuera. Su gesto es adusto, tampoco se espera otro de ella, pero un observador avezado se daría cuenta que el pie apoyado en la pared marca que está bastante más relajada de lo que parece.

Enarca una ceja cuando Pollux hace pasar a los recién llegados.

-Sailor.

Casi parece un saludo, pero rápidamente vuelve a fijarse en el resto. Entrecierra los ojos ligeramente, mirando al que no conoce.

-¿Y eso hará que el Capitán salga de su jaula?

Lógicamente, la marine no ha entendido apenas nada de lo que han estado hablando, pero algo sí que tiene claro, necesitan al Capitán Tanhauser.

- Un momento... - Dijo Travis mirando a Hadyn con el ceño fruncido. - A mi nadie me ha hablado de ninguna jaula. ¿El capitán está encerrado? ¿De qué se le acusa? ¿O es que ya han tomado la decisión? -

Casmir se puso de pie y comenzó a dar vueltas por la sala negando con la cabeza.

- Tenemos que llegar a él. liberarlo y exterminar a los verdaderos traidores. -

Se acercó nuevamente a todos, ahora con un brillo especial en sus ojos.

- ¿Cual es el plan? -

Lucas relajó el semblante en cuanto a vió a sus ex-compañeros. con una franca sonrisa de oreja a oreja y los brazos abiertos de par en par se acerco con paso decidido a Haydn.

-¡Haydn! ¡Me encanta lo que te has hecho en el pelo! Malditos seais todos, me teníais muy preocupado, cabrones. ¿Habeis visto con quién vuelvo? Os dije que si alguien podía sobrevivir a aquel derrumbamiento era Travis.

-Por cierto, ¿Habeis oido todo lo que han dicho de mi? Traidor ¿Yo? Vosotros sois testigos de mi valor y mi lealtad y esos cabrones me acusan de alta traición. ¿No es para morirse, Jenna? ¿Greg?

Jenna frunce el ceño al ver entrar a tanta gente, aunque una media sonrisa aparece en sus labios en el momento en que reconoce a Sailor.

- Para morirse, sí. Parece que el día de hoy va a estar lleno de sorpresas...

Comenta sin darle demasiada importancia. Enseguida vuelve a mirar a Rubeus, esperando saber si él sabe qué es lo que tienen que hacer con el códice. Sabía que sacar a Tanhauser de la cárcel era una prioridad... pero sin duda, el códice también. Y teniendo en cuenta que alguien los había estado siguiendo hasta que se toparon con el particular grupo con el que estaban, debían darse prisa.

- Resumiendo. ¿Alguien sabe qué debemos hacer con... lo que os enseñé antes? Si es así, tenemos dos misiones a cumplir cuanto antes. Liberar al Capitán y llevar esto a quien corresponda. ¿Ideas?

Mira a los demás, con una mano en la cadera y otra sujetando su preciado cargamento envuelto en un saco viejo, esperando ver si todos estaban de acuerdo.

- Esperad un momento, que esto se está desmadrando.- ataja Rubeus ante las afirmaciones de Jenna - ¿Liberar al capitán? Chicos... creo que ya hay otros que quieren intentarlo y precisamente desde el Ojo estamos intentando impedirlo. ¿No comprendéis que si hacemos eso será la oportunidad que los traidores esperan? Con eso podrán ejecutar al viejo sin necesidad de un juicio, alegando que intentó una fuga.

Luego mira hacia el libro que Jenna mantiene ligeramente oculto:

- En cuanto a ese códice... ¿es también de la doctora Rodson? Sabíamos que estudiaba ciertos aspectos... místicos sobre el tratamiento del material simbionte. ¿De dónde ha salido? No sabemos cuales eran exactamente los estudios de Rodson pero sí sabemos que nuestros enemigos, sean quienes sean, querían algo de esos archivos...

- Vuestros enemigos son los Decados.- ataja Molan sin que nadie le pregunte, entrando en la concurrida habitación - Tengo pruebas de que ellos fueron los que intentaron desestabilizar el control del Imperio sobre Estigma. Maldita sea: esos cabrones me utilizaron para luego tomar Cañón Esperanza... Conozco los nombres de quienes están tras esta pantomima y guardé ciertas grabaciones. Por eso quieren verme muerto.

Pollux interviene desde su puesto de vigilancia:

- ¿Y por qué habríamos de creer al culpable de una revolución que ha costado ya bastantes vidas? ¿Por qué no pensar que es un truco para salvar tu culo?

- Claro que puede ser un truco. Para ser un héroe no pareces muy listo, capitán obvio.- contesta Molan con cierto desdén en su voz - Pero tengo esas pruebas... Tanto si lo hago porque de verdad creo que esos cabrones de los Decados están maquinando algo terrible o si lo hago simplemente porque quiero salvar mi peludo culo ¿qué importa? Con esas pruebas el Imperio tendría la disculpa necesaria para reforzar su presencia en el planeta y devolver el golpe a la Casa Decados.

-No se de qué objeto hablais, Jenna, pero yo también estoy trabajando para el ojo y...

Lucas se interrumpe un momento y eleva la voz.

-Pero, un momento, ¿A ninguno le soprende encontrar a Travis vivo? Despues de todo ese lloriqueo en la selva cuando pensasteis que abandonabamos su cuerpo?

-Rubeus, Pollux, contactad con Plisken y que él os confirme que me envió a buscar a Nolan y que eso es lo importante, cojones.

- Es lo que te decía, hermanito, se merecía un disparo en el medio de los ojos desde hace mucho tiempo, pero por alguna jugarreta del destino, siempre se nos está escapando. - Dijo Travis señalando a Lucas con la mirada.

Aún así, el Avestita no dejaba de sonreir.

- Sin embargo, ahora lo más importante para mí es ir a rescatar al Capitán. Si en ese libraco está la solución, es mejor que estemos todos juntos. Entre más personas seamos, mucho mejor. Ya estoy un poco cansado de separarme de la gente que conozco. -

Está claro que Hadyn no entiende demasiado sobre lo que están hablando los unos y los otros, pero hay algo que sí, y es lo último que dice el avestita. Sonríe de medio lado, el primer amago que hace desde que están en la casa de Rubeus, ni siquiera sonrió a Sailor cuando se le acercó con los brazos abiertos, más bien le dedicó una de sus miradas de advertencia, que como siempre cayó en saco roto.

-Estoy de acuerdo con el santurrón, me importa una mierda que haya quien sea mandamás que le acuse de traición, no podemos dejarle encerrado. - Hace un gesto con la cabeza hacia Jenna. - Lo del libro es cosa de ella, si es importante para parar esta mierda, de puta madre, pero odio estar aquí sin hacer nada más que hablar y hablar.

Jenna observa de forma distante a unos y otros. Parecía que aquella habitación estaba llena de hilos sueltos y que poco a poco debían entretejerlos para sacar algo en claro... y salvar sus culos y los del resto de la humanidad.

- Genial... Con lo tranquila que estaba yo jugando con mis aparatejos hacía apenas un año...

Negando con la cabeza da un paso al frente, llamando la atención de los demás.

- A ver, a ver... Centrémonos. Un poco de orden. Primero, este códice era de la doctora Rodson, sí. Su ayudante me lo hizo llegar justo antes de que una bomba acabara con su vida y casi con la nuestra. -Explica abarcando con un gesto de la mano a Hadyn y Gregory.- Diría que tiene algo que ver con aquella piedra que repele a los Simbiontes, pero no entiendo nada de lo que pone. Segundo -Se gira ahora hacia Molan y Sailor- No te conozco y no me fio de ti. De hecho, me fio muy poco de la mitad de los presentes en esta habitación. Pero si por las razones que sea tienes pruebas de los culpables de que estemos aquí... Tenemos que llevar esas pruebas al Ojo Imperial junto con el códice. Alguien allí sabrá qué hacer con él, demonios.

Finalmente, vuelve a voltear, esta vez hacia el santurrón y Nova.

- Y sobre vuestro plan... Sé cómo os sentís porque yo siento lo mismo. Pero Rubeus tiene razón. Si nos cogen intentando sacarlo de allí... Si alguien le coge después de haberlo sacado de allí sin que podamos demostrar su inocencia, sea por lo que sea que le acusan, su vida correrá más peligro que nunca. ¿Y si intentamos limpiar su nombre antes de sacarlo? Todavía hay tiempo hasta su juicio... Y todavía tenemos tiempo para intentar hacer las cosas de otra forma que no sea condenar los años que aún le quedan de vida a estar recluído y encerrado fuera de la prisión, para que no lo descubra nadie.

Lucas toma aire y se enciende un cigarro. De este año no se escapa el cáncer de pulmon.

-Bueno, como sabeis, estaría encantado de ayudar a nuestro viejo capitán pero creo que la mejor forma de hacerlo es llegando hasta el final de esta conspiración y revelando la verdad con pruebas y -señala a Nolan- testigos.

-Por lo que entiendo ese códice, o lo que sea, parece tener que ver con todo esto así que yo voto por entregar lo que tenemos al ojo A CAMBIO de que intercedan en favor de Tanhäuser. Llamadme frío si quereis pero soy un comerciante (además de un amante privilegiado) y eso es lo que hacemos los comerciantes, negociar.

- El Ojo intercederá por Tanhauser.- contesta Rubeus - Y sí, sé también que Nesp te entregó esa misión. Yo mismo fui quien le recomendó tu nombre.- dice dirigiéndose a Sailor - Lo de hacer correr el rumor de que eras un traidor no tuvo dificultad alguna.- añade con una sonrisa.

Tiende la mano hacia el libro de Jeena:

- Si tenemos el libro y las pruebas podemos hacer nuestro movimiento. Vamos a liberar al capitán pero lo vamos a hacer a lo grande: tomaremos el control militar de Karma y arrestaremos a los que estén implicados en esta conspiración contra el Imperio. Ahora sí que podemos actuar con toda la fuerza necesaria.

Se vuelve hacia Travis:

- Hermano: no sé de qué va esa historia de los simbiontes pero últimamente el universo parece que gira descontrolado. Cuando todo esto pase tendrás que dar muchas explicaciones...

Las palabras de Curtis Molan no le acaban de convencer. El traspaso de Cañón Esperanza era un hecho. De la casa Hazat a los Decados. Hacía tanto tiempo ya de aquella misión ...

-Sailor, estuvimos en Cañon Esperanza, ¿qué te hace creer que un enemigo entonces pueda ser ahora un amigo?

Abarcando esta vez al resto de soldados y civiles presentes, explicó:

-Cañon Esperanza era un acuerdo comercial entre las casas Hazat y Decados. Por lo que los Decados no necesitaban a nadie para que tomase el Cañón por ellos.

Travis se puso de pie.

No era el que más rango tenía en esa habitación, su hermano lo superaba aunque se haya retirado. Aún así, se levantó y golpeo la mesa con ambas manos abiertas.

En su rostro no había duda. Sus ojos abiertos, el derecho cruzado con una cicatriz, y una media sonrisa en su boca indicaban sólo una cosa. Travis estaba decidido a rescatar al capitán. Y, ¡Oh, si!, lo iba a hacer a lo grande. Algo que nunca se iba a olvidar durante muchos años. Una misión de la que hablarán los libros de historia.

- Yo estoy decidido a entrar allí, rescatar al capitán y hacerles pagar a los traidores los actos que han cometido. - Dijo el Avestita. - Y no sólo el Ojo intercederá por nosotros. Tendremos ayuda desde otro lado, seguramente. -

Travis pensó en Kisereth, y en lo que le dijo después de haber bebido el agua de su árbol. Toda las acciones de los humanos que han traicionado a su raza, todas serán castigadas.

Y el será el brazo ejecutor.

Y más blah blah blah, de ese que no le gusta en absoluto, le importa una mierda si los putos nobles se pelean por un cacho de terreno, o quien sea el que está en donde sea dando órdenes, eso eslejos, aquí y ahora es otra cosa y lo que propone el santurrón es más de su estilo, eso sí puede entenderlo, rescatar al Capitán.

Se separa de la pared donde se ha mantenido hasta ese momento, para acercarse a la mesa, mira al avestita y por primera vez sonríe, una amplia sonrisa, sí, por fin algo que entiende. Mira un momento sus manos en la mesa, se encoje de hombros y descuelga el fusil de su espalda, para dejarlo encima de ella, una declaración de intenciones por sí misma.

-Estoy contigo, santurrón.

Echó una mirada al resto, uno por uno.

-¿Quien más se apunta?

Lucas sintió la oleada de agresividad con la que Casmir quería contagiarlos para que se embarcaran en una mision suicida e intentó rebajar el nivel de animosidad reinante.

-¿Habeis perdido todos el juicio? No, no contestes, Travis, ya sabemos que tu ya lo habias perdido antes de todo esto. Nova, Rubeus tiene razón, el ojo es la clave. Si atacais vosotros, por vuestra cuenta, os pondran en el mismo saco que a mi como traidores.