Bueno toma la espinela y dame lo acodado.Digo alargando erl brazo y dejandole la gema en lka mesa con desdén.
Me giro hacia Meiar y le digo , deberiamos irnos a algu lugar tranq1uilo y descansar, creo que la clave esta en los sueños.
Vale, podemos volver a la posada si queires y, si por el contrario prefieres ponerte en camino pues he de vovler a buscar mis cosas y despedirme.... contesta aún tensa
El señor Aldorpin saca un pliego de tela con el que envuelve la espinela. Después desaparece tras la cortina y vuelve enseguida con tus cuarenta y cinco piezas de oro. Algo os dice que no tenéis nada más que hacer aquí. Probablemente sea la mirada impaciente que os dedica el mercader.
Tenéis dinero más que suficiente para coger una habitación tranquila en la posada de la familia Valanel. Si queréis seguir vuestra corazonada al respecto de los versos encontrados en la caja, seguramente sea mejor opción que a la intemperie.
Rognar, no olvides borrar la espinela de tu equipo y apuntarte el ingreso de oro.
Saliendo de la tienda y sin mirar siquiera atrás le digo a Meiar: Vayamos a la posada y cojamos una habitacion para esta noche y salgamos mañana, deberiamos probar con dormir a ver si es verdad esa teoria de que algo nos guiara en sueños para conocer el camino.
De acuerdo, dice mientras te sigue fuera de la tienda del señor Aldorpin. Una vez fuera se le nota mucho más tranquila y relajada.. ya comienza a ser ella misma de nuevo.
Aún quedan muchas horas hasta que se haga de noche.... o intentaremos dormir antes a ver si sucede algo? y q haremos con la poción, nos la tomaremos o primero lo intentamos sin ella?
Mientras ando veo que la elfa vuelve a volverse mas habladora mientras pienos que no me vendria mal ver al amagado de la tienda para quen o reventara mis timpanos, nose que encuentro en esta elfa...sera quec antes no habia hablado tanto y tan seguido conmigo.
Creo que deberiamos probar antes sin tomar la pocima,debemos ser precavidos, aunque tu antiguo jefe parece saber del tema no me fio que no pueda ser perjudicial.
Si quieres intento descansar yo un poco y te cuento depsues, como me dijsite que tu no puedes dormir.
mmmm pero se suponía que en un principio iba a ir yo sola... así que puede que también funcione conmigo aunque no sueñe, no? Además no querrás que me quede sentada viéndote dormir, no? bromea seguro que estás muy mono pero tiene que ser aburrido, así que yo también probaré... si te parece bien, jefe dice dando a la palabra jefe una entonación amistosa, tierna, al terminar de hablar una sonrisa aparece en su rostro.
El resto del día se os hace insoportable. El verano es caluroso, sobre todo en esta zona, y aunque las habitaciones de la posada "Almohada y Sopa" están bien acondicionadas, no hacen milagros con la temperatura. Os habéis levantado hace muy poco, y distáis de ser haraganes; a esto se añaden los nervios y la emoción desbocada de Meiar y la desconfianza natural de Rognar hacia la magia.
Decidís dejarlo correr y pasar el rato charlando. Ambos compartís vuestras historias, por el mero hecho de no crear silencios incómodos. Lo malo es que Meiar tiene la cualidad de convertir cualquiera de sus discursos en algo horriblemente incómodo, y Rognar resulta un narrador pésimo. Hay algo entre vosotros que os empuja a estar juntos, quizá la semilla del compañerismo recién plantada, quizá un sentimiento de obligación por parte de la elfa con su nuevo jefe y acreedor.
Lento y abrumador, como el paso de El Insigne Blorb, pasa el día. Tan sólo abandonáis la habitación para comer —provocando los cuchicheos de la familia Valanel— y, finalmente, para una cena ligera. A esas alturas ya tenéis el aspecto de una pareja de novios en su primeras y desastrosas vacaciones juntos.
Termináis perdiendo la noción del tiempo y, gracias a los dioses, ya que no habéis hecho nada que os empuje al descanso, el tedio se presenta y termináis por ceder...
Alojamiento, comida y cena suponen un gasto de 2 piezas de oro en total. Señor Rognar, tened la bondad de eliminarlas de vuestra bolsa pecuniaria.
Seguimos con más circo en:
1. Caminante, no hay Camino