Partida Rol por web

El silencio nunca había sido un problema entre ellos, sabían respetar el espacio el uno del otro pero aquel se estaba volviendo un silencio incomodo de esos que no sabes como romper, tampoco ayudaba que a cada paso que daba viera las estrellas.

Y ahí estaba Darren y su condenada cara de cachorro abandonado, esa que no necesitaba practica, esa en la que era solo él preocupado por ella. Se aferro a su brazo, mirando primero el punto de unión y luego a él en mudo agradecimiento.

-he tenido días mejores – respondió con sencillez encogiéndose de hombros y dándole un vistazo a él – tú tienes un aspecto horrible...¿mala noche?

Esa era su particular manera de preguntar si había tenido alguna visión de las que lo solían asaltar, aunque siendo sincera consigo misma en esos casos casi que prefería que fuera por una noche acompañado. Y quería saber la respuesta pero tras dudar un instantes se vio en la necesidad de preguntar algo más, enfocándose en lo que había sucedido esa mañana en la vigesimoséptima.

-Darren...¿alguna vez te han llegado a afectar directamente al manifestarse?

- No recuerdo haber tenido nunca un aspecto que pudiera considerarse otra cosa que no fuera horrible. - Está muy serio, pero medio segundo después esboza una media-sonrisa delatando que se trataba de una broma. ¿Quizás intentaba hacerla reír? Tras ver su reacción niega - Una precaución acelerada. Este... - Otro bostezo traiciona el poco temple que estaba tratando de reunir,  - fue el pago. Ya sabes. Mm... - Se le están cerrando los ojos por momentos, por lo que se pasa la mano libre por los ojos* tratando de despejarse.

Tanto es así, que cuando llega la segunda pregunta se queda momentáneamente desubicado. 

- ¿Qué? ¿Al manifestarse qué cosa? - una pausa. Casi se pueden notar los engranajes de su cabeza haciendo horas extras con desgana - Lo más probable es que la respuesta sea "SI", pero me gustaría entender a qué estoy respondiendo, jaja.

Reírse no era buena idea pero era cuanto necesitaba para aligerar el ambiente enrarecido.

-idiota – replicó empujándolo sutilmente con el cuerpo – mm...entiendo – pero ¿quería saber más? Eso se lo dejaría decidir a él – de verdad que necesitas ese café – continuó genuinamente sorprendida por su lentitud o tal vez por su propia ineptitud para explicarse – quiero decir cuando buscas algo en el pasado de un objeto alguna vez la manifestación de esas sensaciones a llegado a afectarte más allá de lo habitual...¿a hacerte daño? - de inmediato se sintió incomoda al plantearlo así pero aún no sabía como plantearlo lo que había pasado, cuando ni siquiera lo entendía ella misma

- ¿Daño...? - Su expresión es de extrañeza. Aún así, trata de hacer memoria...

Bufó exasperada poniendo los ojos en blanco.

-de veras Darren necesitas un chute de cafeína pero ya... una intenta ser sutil que estamos en medio de la calle – le espetó llegando a la entrada norte del Cal Anderson Park una suerte de short cut que salvaría el pellejo del anticuario o haría que acabara en el estanque de los peces para espabilarle

Por suerte a aquella hora del día solo había algunos runners que aprovechaban la hora de comer para hacer ejercicio, así como algunos comián sus almuerzos caseros o de take away dispersos en los bancos. Ellos tomaron su habitual camino, el más tranquilo y poco transitado, esperando que eso le diera algo de tiempo a Darren para que hiciera memoria o tal vez tuviera una epifanía de la realidad.

-A ver...daño – se soltó de su brazo para apartarse la americana y sacarse la blusa mostrando su costado y espalda que comenzaba a mostrar un leve color amoratado – esto...- volvió a cubrirse y tomar de nuevo el brazo de Darren – echando una mano a un amigo me lleve este regalo cuando la visión que estaba teniendo me lanzo por los aires, eso quiero decir

Después de ver la marca, mostrando un cierto gesto de alarma, Darren se desinfla un poco y niega - No recuerdo que me haya pasado algo como lo que describes. Pero no estoy precisamente en plena forma. Lo siento - Siguen caminando. 

- Y yo que pensaba que venías para preguntarme qué pasó con la llamada de antes... Me alegro de que no tengas dudas sobre lo que pasó. - Bosteza de nuevo. - Es tranquilizador. Bastante tengo con cargar con el disgusto del otro.

No tenía claro que esperaba como respuesta a su pregunta pero desde luego que Darren no la tuviera no la tranquilizo en absoluto, haciendo que tratara de enmascarar la angustia que sentía al recordar los ojos de aquel ser.

-no hay nada que sentir – se aferro con más firmeza a su brazo – mejor así...supongo, es solo que fue...no se como explicarlo pero nunca me había pasado nada así es como si la impronta de poder que dejo ese ser traspasara la barrera de tiempo y el espacio – comenzó a divagar casi sin darse cuenta según caminaban hasta que se froto los ojos aún más confusa – necesito comer algo para pensar con más claridad

La mención a la llamada la hizo enarcar una ceja observándolo con suspicacia.

-en su momento me dije “no, Darren no me haría eso. Él no me colgaría de esa manera” - digo altiva mirando al frente - “habrá algún mago en la tienda y se habrá cortado, si sera eso”...estaba equivocada – lo miro con un mohin dramático directa a los ojos – pero no fue así ¡me colgaste! - enfatizo sin alzar la voz – no hay duda de ello, tu mismo lo dijiste...así que – torció el gesto dubitativa - ¿que demonios le pasa al otro para que me colgaras así? - pregunto finalmente más con preocupación que molestia, aunque aderezado con un toque de indignación

- A mi también me gustaría saberlo - Responde con cierta desgana - Quiere que investigue un libro. Acabo de dejarlo fotocopiándose como medida de seguridad.

Puede que le hayamos dado más importancia de la que tiene, y puede que no la suficiente. 

Ahora está enfadado conmigo por salirme de su guión para estar aquí. Hay errores que no podemos permitirnos. Pero necesito ese café. 

A pesar de no estar del todo despejado, la descripción de Mara es tremendamente extraña. Las visiones inducidas por la psicoquinesia se basan normalmente en sensaciones. A veces pueden ser lo suficientemente claras como para ver una imagen real de algo que haya ocurrido en el lugar o con el objeto investigado. En el peor de los casos, como Mara puede recordar de alguna historia anterior, una impronta psíquica puede llegar a afectar la mente del mago que la analiza...

Pero que tenga una repercusión física como la que la editora ha mostrado en su costado es algo que Darren no tenía ni idea de que fuera siquiera remotamente posible.

La relación simbiótica entre Darren y el otro  resultaba difícil de entender para Mara, especialmente porque su amigo solo dejaba entrever una pequeña parte de ella...por si bien por supuesto. Le hacía preguntarse qué había detrás para que le preocupara tanto incluirla, pues su recuerdo de el otro era vago estaba ahí en su subconsciente, conocía bien lo que había más allá de lo que todos veían en Darren igual que el lo hacía con ella pero aún no se habían sentado a hablar de ello. Algún día... quizá.

-¡Espera! ¿¡QUE!? - casi se pudo escuchar el chasquido de las cervicales de Mara por la brusquedad con la que giro el cuello para ver a Darren - por.un casual no se tratara de un libro sobre alguna gran civilización de la antigüedad previa a Alejando Magno ¿Verdad?

Por toda respuesta obtuvo una mirada de Darren que decía "no más preguntas, primero inserte café en Darren", asi qué se contuvo...por el momento.