Partida Rol por web

Una noche preciosa. Rayos por doquier y relámpagos los seguían. Música para los oídos. Aunque a algunos no les gusta. Aquellos que tienes una "luz" en su interior. Memeces. Una vez llegados todos al gran salón cuatro bolsas albergan los caídos esta noche. Pete asciende hasta el pequeño altar y comienza a hablar:
IAGO, OOGIE BOOGIE, LOKI y DARTH MAUL han caído esta noche. Sois tan repugnantes...de verdad.- Mientras hablaba parece que una de las bolsas se comienza a revolver. En ese mismo instante Lotso entra por la puerta.- Lotso, el que faltaba. En fin, podéis comenzar a desayunar.- Dicho eso la bolsa que se revolvía se rompe y OOGIE BOOGIE resurge de ella. NO HA MUERTO.

-117-171: ¡ESE MAMA! Ese es uno de eso quiromanodores.-Entro uno de los mas grandes al salon antes de que nadie mas dijera nada, aparte del galan de PEPE claro.

-641-416: ¡QUE NO! Que se dice pisidores, ¡zopenco!-Y ayudo sus palabras con un par de manporros al anterior y a otro que era muy parecido a él.

-133-313: Sereis duckwanianos... Se dice inquisidor ¡Hombre!-Y por alguna razon fue zurrado por una mano ajena al resto, seguramente de alguno celoso, por saber pronunciar correctamente la palabra.

-521-152: Eso eso, quisidor, digo... inquisidor, el tipo de la careta, el verde el de Matel.-Salio uno pequeño de entre las piernas del primero señalando a su objetivo, pero fue pisado por otro mas.

-818-188: Que matel ni que, que eso es el Ken y ese no ha sido. ¡Se dice Marvel! ¡MARVEL!-Dijo uno de los mas duros y altos, al quien intentaron reducir tres de ellos por listo, pero no pudieron con él y salieron los tres agresores volando en direcciones aleatorias.

-118-811: A ver que nos perdemos lo importante, hombre mirar que he garrapiñado al Osbors ese.-Enseño una calabaza y varios de los listos, se tiraron al suelo tras llevarse la mano a la cabeza.-¿Que pasa?-Pregunto antes de que se le explotara en la cabeza y se quedara sin piños.

-113-311: Dejaros de tonterías y peleas estúpidas, lo importante es...-Y este fue noqueado por un bolsazo seguido de un paraguazo que le dejo la mandíbula bailando. Y saliendo de entre el tumulto de apandadores y humo, su madre, quien claramente se había encargado de este ultimo chico.

-Mama: ¡NIÑOS! ¡UN POCO DE CALMA!-GRito amenazante mientras su machaca estrangulaba a dos de los mas bajos y el otro le regañaba por no usar guantes.-Vamos a explicar lo importante.-Claramente quería ser ella quien diera la noticia.-Mis chicos han encontrado claros indicios de que el Duende Verde, alias Norman Osborn (que sabia ella cual era nombre o un mote), es uno de los inquisidores junto a Malicia y Edgar, por lo que decía Ken es totalmente cierto, así que creo que este es el ultimo de nuestros enemigos que queda aquí. Ya saben que debemos hacer queridos malignos, echarlo de nuestro selecto y cada vez mas reducido club.-Lo señalo finalmente con el paraguas y una sonrisa socarrona. A su espalda, la mitad de los apandadores estaban inconscientes, sin piños, sangrando o sin su sombrero, pero totalmente de acuerdo con su Mama.

Hades hacía ya tiempo que estaba aburrido de todo aquel tema, pero la traición contra los compañeros malvados no podía quedar sin castigo...pero que pesadez. Recostado en su asiento y con cara de hartazgo dijo: Estoy con la señora de extensa prole. Por ahora ha dado en el clavo y lo que dice cuadra con otras informaciones.- Mientras decía eso hacía bailar pequeñas llamas sobre la mesa con la forma de los presentes.

Oogie Boogie se movió furioso hasta su asiento. Los bichos poco a poco iban volviendo a él hasta que terminar de formar de nuevo aquel enorme saco - _{ya pasó pequeños, ya pasó...-} cogió los dados y continuó bailando los daos en el aire - casi, vuelven a ser cuatro los muerto de hoy-  su "lengua" siseó furiosa - me he librado, no sé como, pero lo hice...  Seguiré a los Golfos, espero que sepan lo que dicen...

La verdad estaba bastante confuso, aquellos de quienes yo sospechaba ya estaban bajo tierra, pero aún seguían muriendo compañeros y mi breve paso por el otro lado no me había dado ninguna pista, de los que quedábamos solo tenía algo de confianza en Ken y Sid, el resto bien podían ser unos asesinos

Ahora la mira estaba puesta en el Duende, no tenía nada específico en su contra, pero si todos los demás lo señalaban sería por algo - Duende, lo siento, pero también tienes mi voto

Ken no pudo evitar sonreír un poco ante el carácter de mamá apandadora. Sus hijos eran unos revoltosos, pero, entre todos habían llegado a una conclusión que el muñeco de plástico ya dijo en su día.

Asintió, de manera lenta, y miró al resto de los presentes. Le hubiera gustado que todo fuera mucho más fácil y que hubiera acabado hace días, pero era el momento clave. Ahí se decidía todo.

El primero en morir fue la famosa lagartija. En cuanto se lo llevaron sacándolo del gran salón, Sid pudo ver que aquel del que hablaban no era tan solo fruto de una alucinación o una fantasia colectiva.
-¡¡AaaAAAAaaAaah!!... ¡Ese era Randall!- Exclamó el niño con sus gritos de agonía de fondo.
Su alegría se hizo patente al ver entrar por la puerta la sombra alargada de ese hombrecito de plástico de poco más de veinte centimetros. -¡¡Eh!! ¡Muñeco de Mattel!- Saltó por encima de la mesa para ir a recibirlo y lo llevó sobre los hombros como un jugador que marcase el gol de la victória. -¡¡Qué bueno verte entero otra vez!! Te he guardado tu silla y tus complementos de colección afirmó con una sonrisa.

La mañana siguiente les trajo nueva luz y nuevas muertes. El malvado gamberro entendía poco o nada de lo que ahí ocurría y empezó a pensar sino sería todo un plan de Pete para ponerlos a prueba y reducir el "club" de los malvados a unos pocos selectos. En ese caso, él mismo dudaba durar mucho más. Afortunadamente también les llevó de otra vez resurrectos y nueva esperanza. -¡Lotso!- Saltó de su asiento entre risas recibiéndolo a grandes aplausos. -¡Vivo otra vez! ¿Qué necesitan para acabar contigo, amigo?- celebró efusivamente.
En cuanto al quebradero de cabeza que tenían entre manos, ya se ha contado que no sabía mucho qué hacer, pero Sid votó al Duende. Como siempre había manifestado, se fiaba de los Golfos en especial su "mama" quién de alguna manera siempre sabia donde seguir y veía las cosas de forma más clara que el resto. -Pues a por el Duendecillo.-Dijo con indiferencia.

El Duende miró a Ken. Los apandadores lo habían hecho bien, creía que eran inocentes. pero el muñeco les había engatusado.

-Ken ha mentido desde el principio, si no fijaos en que nunca ha votado a las personas o personajes que él mismo ha inculpado hasta la fecha, prefiriendo a otros como Chernabog o Doffelsmith e incluso me apoyó para ir contra Tyranus diciendo que mis razonamientos eran buenos. Si caigo hoy- no tenía esperanzas de lo contrario- tened esto en cuenta,  a Ken no le importa quien muera mientras no sea él.

Como si ya no tuviera sentido ocultar cosas, terminó.

-Ya que voy a caer igual lo digo antes de morir, yo he matado a Ken varias noches porque ese es mi poder, y le elegí a él precisamente desde el momento que dijo ver mi "bondad"cuando no la tengo. Os dejo la última reflexión- aunque esperaba dar la misma guerra de muerto, si le dejaban- nadie que está seguro de la culpabilidad de otro le defiende otros días. Sé que me vale de poco, pero si con mi muerte los "vengadores" o el grupo al que diga que pertenezco, continúa, a pesar de estar todos ya muertos, podéis intuir el por qué.

Se despidió al conocer su destino, esperando que quien viera la naturaleza de los vivos siguiera vivo y le hiciera caso.

Pete volvió a hacer un recuento que se había hecho ya rutinario. 8 Noches iban ya (contando la de la introducción) y 7 votaciones a su vez. En el momento del recuento Lord Tyrauns entró por la puerta. Parecía como Nuevo. Pete levantó la cabeza, lo miró, suspiró y continuó contando.

- Bueno, con seis votos en su contra, me veo obligado a acabar con Duende Verde. Creo que una buena tortura para él sería meterlo en una habitación llena de arañas venenosas y hambrientas. En definitiva, así se hará. ¡Guardias, proceded!

- Para vivir en esta miseria, es mejor no vivir.- Dicho esto Shan Yu se arrojó por una de las ventanas del castillo.

Todos sin excepción negaron con la cabeza al ver entrar a Tyranus...

-Mama: El mismo confeso entre los muertos que era un Heroe, ¿Quien demonios se atreve a devolverlo a los vivos? Empiezo a pensar que no quieren salir de aquí, queridos malvados.

Uno cualquiera intento decir algo mas, pero ya estaba todo dicho, al parecer entre ellos aparte de heroes y vengadores también habían inconscientes.

Al entrar no pudo evitar reír. - Por favor, Golfos, ¿qué forma es esa de recibirme? - Miró alternativamente a Ken y a Sid. - Saludos, amigos, ¿no os parece irónico que haya resucitado al igual que hizo Sid? Y no, no soy un héroe, pero me obligaron a decirlo, pues estaba siendo manipulado por poderes que van más allá de mis capacidades. - Lanzó una mirada agradecida a Hades. - Gracias, Hades, por confiar en mi inocencia.

Todos y cada uno de los Golfos apandadores, menos Mama, ella tenia mucha clase, hicieron un enorme:

Las palabras amargas del duende retumbaban en la sala. Sid las escuchó con las cejas fruncidas aparentemente prestando atención y discerniendo el verdadero mensaje tras esas. Cuando concluyó, y se lo llevaron. Espetó: -¡Menuda pataleta! Obviamente intentaria llevarse por delante alguno de los presentes. Por un instante hasta sonaba como un auténtico malvado. Yo también lo haria. Ja, ja, ¡Ja!- se estiró desperezando su espalda haciéndola crujir.

-Me encanta que te resuciten Lord Titanus, porque así siempre hay a quién votar.- Saludó Sid con una ancha sonrisa antes de levantarse de su silla de un salto y disponerse a salir del comedor alzando una mano. Miró a la mama de los Golfos quién al menos sabia que atinaba en aquel grupo y se encogió de hombros ante algo que no tenía remedio. -Ala me voy a dormir.- Anunció cruzando la puerta.-Perfidos sueños.- se despidió con la seguridad que ofrece el saber que con aquella votación a Osborn habían hecho un buen trabajo.

-¿Yo? ¿Confiar en tu inocencia? Puf.- Dijo Hades poniendo los ojos en blanco.- Me parto y me mondo. Que me fiara aún menos de Randall que de ti no quiere decir, ni mucho menos, que me fíe de ti.

Ken arrugó su nariz, sin que le saliera ni una sola arruga en su perfecta piel de plástico, y miró de hito en hito al recién llegado una vez los personajes fueron ajusticiados.

Lord Tyranus estaba de nuevo con ellos, y el muñeco de Mattel no entendía nada. Había sido muerto ya en dos ocasiones, y las cuentas del pequeño juguete para niñas no cuadraban. Algo se le escapaba.

Contempló a Hades, y se preguntó, primero si era cierto que había sido él el que había traído de vuelta a aquel hombre que sentía la fuerza, y, segundo, si era verdad que lo había hecho, Ken se preguntaba por que. sobre todo cuando decía que no confiaba en él.

-Entonces, ¿por qué lo has traído de vuelta?- preguntó Ken, mirando al dios griego, sin comprender el juego de aquellos villanos poderosos.

Uno de los golfos apoyo su brazo sobre el desprotegido Ken
-421-214: Imposible que sea el amigo, ese no es su cometido. El no se dedica a traer gente él...-Pero su lengua paro tras un paraguaso.

-818-188: Vamos mama no te pongas así, solo intenta salvar el pellejo del azulito de las mentiras del héroe.-Intento interceder por su hermano o primo, pero recibió una mirada de ira.

-Mama: Ken solo tienes que saber que el no revive a gente, es otra mentira mas de Tyranus, el héroe. Y como descubra quien es quien los devuelve a la vida se enfrentara a mi personalmente.-Enarbolo su arma telada amenazante, aunque quienes realmente parecían amenazantes eran sus hijos o sobrinos a su espalda.

Suspiró con una sonrisa triste. - Por supuesto que Hades es el responsable, ¿o acaso Los Golfos saben ver la verdadera identidad de los demás? - Hizo una pausa y soltó una carcajada. - ¡Ridículo! Obviamente no saben nada, pues decirlo abiertamente quedando vengadores en la sala sería un suicidio... además del hecho de que no saben cuál es mi identidad. - Los miró de forma desafiante. - ¿O acaso estáis seguros, o lo está usted - Refiriéndose a la madre. - ¿de que yo soy un héroe gracias a su don?

Volvió a referirse a Ken. - Yo soy tan sospechoso como Sid y, como inocentes que somos, ambos hemos retornado del mundo de los muertos. - Anduvo hacia el referido niño y le tendió la mano. - Dejémonos de venganzas sin sentido, Sid, estamos empatados. Acepta esta tregua.

- Podéis iros ya a vuestros aposentos.