Takeshi nos hubieras informado con tiempo sobre lo que te dijo el profesor hasta ahora que se sienten acorralados quieren quitarse la atención de encima, no pensabas decirnos? - Scarlet con las manos en la cintura y con cara de expectativa.
-Es una pena que los villanos no piensan como tú.- Dije, alzando los hombros. -Ellos seguirán matándolos a todos. ¿Cuantos inocentes sacrificarás por dejar que tu voto se pierda? Les das un día más para que sigan haciendo lo que les place. ¿Eso es ser un héroe para ti? ¿Dejarás que sigan matando, que tu seas la siguiente víctima? ¿O Scarlett? ¿Notwo? Aquel que haya protegido a Iwa Seguramente lo hará de nuevo, ¿qué pasará con el resto?-
Miré a Scarlett. -Sí pensaba decirlo, cuando confiaran en mi. ¿Acaso hubieran creído mis palabras entonces, cuando todos desconfiaban de todos? Desde el principio me han acusado y señalado, por las palabras de un fantasma. También entonces me habrías acusado de falso lo que dijera. Ya no tengo nada que perder, así que prefiero que tengan las herramientas para acusar con fundamento.-
Se acercó sigilosamente detrás de Kian ¡menudo carácter valiente! Estaba claro que iba a ser un gran héroe. - Uuuuh... - mustió mientras le daba su nota para que la enseñara a los demás.
La persona que podía secuestrar a la gente murió a manos se Tami Uke para intentar ver cómo era su "juez" eligió a Umbral el mounstro grito de agonía por qué se supone debe eliminar a los malos.
El rubio y la pelirroja se suponían eran buenos pero su obsesión mutua los coloco en un camino donde creen que ellos dos son los únicos que deben sobrevivir.
Recomendaría pensar bien como actuar el rubio puede vincular los corazones de forma aleatoria cada dos noches pero la pelirroja mata cada noche y puede liberar de prisión a alguien.
Umbral era quien secuestraba a los demás al morir no pudo traerlos de vuelta el chico que hablaba con los muertos está atrapado.
Anónimo~
Confío en ti Kian-kun, votaré por la chica... - decía aún escondida detrás de él.
De entre las sombras de la jungla, un rostro conocido pasa caminando. Es Atsushi, quien había desaparecido anteriormente sin explicación. Con el gesto de un zombie y el aspecto maltrecho, camina sin rumbo dentro de la selva, chocando deliberadamente tanto árboles como piedras en el camino. Sus ojos rojos están abiertos con un gesto de terror puro, demostrando que ha pasado por algo aterrador. Por casualidad, gira su mirada para chocarse con la de los estudiantes, y de inmediato comienza a llorar desconsoladamente. Trata de hacer gestos extraños para pedir ayuda, pero en el momento que hace ruido una sombra grotesca lo rapta dentro de la selva, dejando solamente su presencia de auxilio.
Tami había permanecido callada escuchando lo que Kian tenía que decir, en silencio aún disgustada por todas las acusaciones que daba sin pruebas de tipo alguno.
- Hasta donde tengo entendido Tamon está muerto, ¿cómo sabemos que no te has inventado esa información sobre su poder?... - pregunta la pelirroja pidiendo, exigiendo respuestas -...¿Por qué dices que yo maté a Scott?.... - Tami le miró escandalizada -...¡¡¡No puedo creer que pienses eso de mi!!!.... - le espetó completamente enfadada, se quitó un zapato y se lo tiró, pudo no darle pero que a gusto de había quedado -...Kian yo en privado te he contado mi habilidad..., lo he hecho.... - y eso así ocurrió, Tami Uke le dijo a Kian su habilidad en la habitación
- Kian miente, yo le he dicho mi habilidad y quirk en la habitación, y ahora dice que no, pero seguidamente dice lo que yo le he dicho tergiversado, yo no deseo matar inocentes, no lo deseo... - dijo ella muy enfadada y con el rostro tan rojo como el pelo -...¿por qué dices que voy a mataros a todos?.... - ella pestañeaba sin entender de dónde coño había sacado esa idea -...Y como dices lo que cuenta no encaja si quiero matar a todos entonces Takeshi debería temerme, cosa que no hace... eres un imbécil Kian...
- Iwa ha sido quien ha liado todo esto, a cada persona que besa le engaña o domina... - miró a la muchacha de las babas de malas maneras -....si me encerráis a mi moriréis, pero no porque yo lo haga pues obvio es que estaré encerrada..., los villanos acabarán con todos..., esa es la realidad... Si queréis morir, venga encerradme..., me habéis puesto una diana en la cabeza para los malos, así que mejor en la cárcel que fuera, al menos veré los días pasar, y todos por el inútil e incompetente de Kian que no sabe distinguir a un héroe de un villano...
Llego de la habitación de Kian.
-¡Uaaah!- Evité el zapato que me lanzó. Contesté entonces no con ira, sino con tristeza. -Porque la habilidad del Justiciero que aparece en los apuntes de Tamon Soh describe lo siguiente:
- Durante la noche puede cometer un asesinato. No puede asesinar dos noches seguidas, tiene que dejar mínimo una noche de tiempo de espera.
- Si mata a un villano, no pasa nada. Puede seguir asesinando a villanos.
- Si mata a un inocente, su bando cambia a Justiciero. El objetivo individual del Justiciero es matarnos a todos.
- Iwa-chan no domina ni hipnotiza a nadie, en todo caso ese puede ser Takeshi robando los corazones. ¡Y sé que los apuntes de Tamon Soh no son falsos porque también aparecen mis habilidades ahi y son esas! -
- Y si yo ahora digo que tengo los apuntes de Scott Umbral que dicen que tú eres un villano al igual que Iwa, habría que creerme porque sí, ¿verdad?.... Demuestra que los apuntes de Tamon realmente son de Tamon y aún así, ¿quién no dice que Tamon no estaba equivocado?... Me acusas de algo muy grave y no estar seguro de ello te hace ser villano... - le dijo la pelirroja, totalmente enfadada, yendo hacia donde estaba el muchacho, no para atizarle que era lo que le apetecía, si no para recuperar su zapato y ponérselo
- No eres de confianza Kian, empezaste dando muchos dulces y caramelos, deseabas ganarte la amistad de todos y yo ya he visto tu máscara caer, eres un villano, y de los más viles y malvados... - le señaló con el dedo, lástima que no pudiese metérselo en el ojo.
Las revelaciones de Chase habían sido... reveladoras. Aunque no había sido Takeshi el asesino de Scott, lo había sido su compañera, Tami. Notwo no pudo hacer otra cosa que llevar su mirada al suelo. En verdad hubiera esperado que no fuese así, pero negarlo sería negar la realidad: Tami era una villana. Sí, el resto le daría el nombre de justiciera y posiblemente ella misma se sentiría ofendida de ser llamada así, pero a los azules ojos de Notwo no había diferencia entre ella y los villanos. «Un asesino no puede ser un héroe» pensó, cerrando el puño con fuerza. Quien había sido su amiga estaba ahora intentando desesperadamente volver al resto en contra de Kain, de Iwa... Notwo suspiró y se le acercó desde atrás para apoyar una mano sobre su hombro con cierta tristeza, y rememorando las esperanzas que había albergado hacía no mucho tiempo de algún día convertirse en heroína junto a ella.
—Es suficiente, Tami... Es suficiente. Takeshi —dijo volviéndose hacia el chico—, nos has mentido una vez, y con ello has desperdiciado tu oportunidad de tener nuestra confianza. Engáñame una vez y será tu culpa. Engáñame dos... —Notwo cerró los ojos por unos segundos— Mi voto irá para Tami —anunció después de escuchar a Kain explicar por qué debía ser encerrada primero—; permanecerá en el sótano hasta que los héroes lleguen y decidan qué hacer con ella —dijo por último mientras la miraba, expectante.
- No me toques, Notwo... - dijo la pelirroja quitando la mano de quien creía, era amiga suya -...Ya te darás cuenta lo equivocada que estabas y que muchos que os creéis héroes no sois más que villanos falsos e hipócritas en quien nadie puede tener un atisbo de confianza. Encerradme, habrán más muertes, ya veréis qué pronto llegan y no habré sido yo..., solo espero que la justicia de los héroes termine imperando... - miró al resto de los presentes -... ¿y vosotros?..., ¿creéis como borregos a estos tres?... Sin pruebas más que su palabra, el decir que alguien les dejó una nota pudiendo ser verdad o mentira... - apretó los puños -... La culpa de esto la tiene Iwa con sus besos babosos..., estoy segura de que ha embrujado a Kian..., ¡segura!
Notwo suspiró, y aunque su mano permaneció en el aire por unos instantes, dudando en volver a dejarse caer sobre el hombro de la chica pelirroja, finalmente cedió a la fuerza de la gravedad, relajando los músculos que la mantenían suspendida en el aire. Notwo dio unos pasos hacia atrás. No era necesario refutar los argumentos de Tami; ya todo estaba muy claro, incluso para la misma Tami, que aún así parecía rehusarse a aceptar su destino y en cambio lanzaba insultos y acusaciones a diestra y siniestra con la vaga esperanza de engañar a alguien más que a sí misma.
Agotado y dormido, Satoshi oye de fondo las voces de sus compañeros, gritándose y discutiendo y acusándose unos a otros. Abrió un ojo con esfuerzo, miró a los concurrentes y lo volvió a cerrar.
“¿Por qué tiene que ser todo tan complicado?”, se lamenta para sí mismo.
Vuelve a abrir otro ojo, comprueba que su compañera de baile, Akira, parece estar bien y vuelve a cerrarlo. Ahora mismo no era persona como para ir refutando “cosas” o dando opiniones que tampoco iban a importar a nadie. Así que se queda haciendo lo que se le da mejor: dormir.
Por su parte, Monoma hizo el recuento de votos de una forma justa, o al menos más justa que en las anteriores votaciones, pues en esta ocasión nadie tuvo la osadía de votar en su contra, lo cual era un alivio, tanto para él como para los que hubieran hecho eso... a fin de cuentas, no tendrían auto-voto. Eso sí, los que sí los iban a tener, eran los que no votaron.
¡Al parecer habéis aprendido de vuestros errores!
¡Es la hora para que Tami Uke sea encerrada!
Por mucho que Monoma hubiera continuado hablando, despreciando a los estudiantes de la Clase de 1-A, algo hizo que se detuviera por un instante. Si alguien se girara, podría ver lo que Monoma estaba viendo; en concreto aquella figura misteriosa con la enorme guadaña que representaba cosas negativas... en particular si eras Scott Umbral.
Aquella criatura se abalanzó hacia delante, pasando entre los alumnos hasta llegar al auto-designado alguacil, alzando finalmente la guadaña esta golpeó de lleno a Neito Monoma desde un lateral. El choque contra el alumno levantó humo y polvo, cubriendo a ambos en la contienda hasta al cabo de unos segundos... al despejarse, se pudo ver a Monoma con parte de su cuerpo endurecido.
Menos mal que me topé con ese tipo de Estudios Generales...
Por su parte, Monoma volvería a rajar de la clase 1-A si no fuera porque tenía un monstruo gigante con una guadaña a unos cuantos pasos de él. Sea como fuera, tras dar ese pequeño discurso, decidió comportarse como un héroe y en vez de dar un discurso acerca de cómo él era mucho mejor que los presentes, este decidió atacar a aquella criatura.
¡Ja!
Ahora me toca...
Monoma se acercó al suelo, y poniendo la palma de su mano en este, unos picos de cemento se elevaron, atrapando a aquella criatura en una jaula, y tras esto un agujero apareció bajo los pies de la criatura, esperando que fuera suficiente como para mandarlo abajo y así librarse a los presentes de su amenaza... Matt, ya tal...
Por fortuna para los presentes, eso ocurrió. Pues aquella criatura con la guadaña desapareció. El lado negativo para uno de los presentes es que la criatura estaba justo encima de Iwa Kazuha, y por tanto el agujero que apareció, lo hizo bajo los pies de Iwa, y la fuerza de la gravedad fue la que hizo el resto para que este estudiante a héroe y/o posible villana, desapareciera de la presencia de los presentes, terminando en el sótano inaccesible de la Residencia de Estudiantes.
Habiendo terminado el trabajo chapucero, a fin de cuentas, había encerrado a Iwa y no a Tami, Monoma se limpió la mano con una servilleta y se giró hacia el resto de los estudiantes presentes, con una amplia sonrisa, habló con ellos, alzando una mano, mostró como en esta ocasión no ocurría absolutamente nada de ella, salvo un humillo.
¡Me encantaría encerrar a otro pero no tengo energía!
¡Si mañana seguís vivos, encerraré a quien me digáis!
Tras decir esta promesa, que quizás ni siquiera pudiera cumplir, el joven alguacil autoproclamado se encaminó hacia las escaleras del piso superior, hacia las habitaciones. Puesto que la noche ya había caído, y por mucho que quisiera, no podía hacer nada para rescatar a Iwa... que, como sorpresa, tampoco quería.