Partida Rol por web

¡Hagamos algo divertido!

Las insistencias de Himiko, amiga de escuela de Notwo, no eran algo inusual, por el contrario era lo más habitual del mundo; la alegre y entusiasta joven parecía insistir a Notwo que dejara de esconder su Quirk, y por el contrario lo abrazara, al igual que ella quería hacer con el suyo. Ambos, Quirks despreciados por la sociedad tras ciertos incidentes que tuvieron ambas muchachas.

¡Yo puedo sacarle la sangre a alguien y tu te lo puedes comer!

¡Vamos! ¡Vamos! ¡Vamos!

Las insistencias de Himiko eran constantes, pese a que Notwo se negara ocasión tras ocasión, vez tras vez; pese a ello, las palabras de la joven no caían en saco roto, cada una de esas alocadas ideas que iba dando, se iban acumulando en un pequeño espacio oculto dentro del subconsciente de Notwo, lugar donde, sus más oscuras pasiones, se ocultaban.

El hambre, o quizás el aburrimiento, la ansia por comer; iba cada vez en aumento, por mucho que decidiera dar paseos por el vertedero para ver si había algo de interés que llevarse a la boca, nada podía satisfacer a una Notwo, la cual castigaron con llevar un bozal tanto en casa como en la escuela después de haberse comido un escritorio en un arrebato de hambre una vez que se le olvidó a su Padre poner en su fiambrera un bocadillo para la hora de comer.

¡Ey! ¡Tú!

Los gritos de un hombre resonaron en el vertedero, no era más que un viejo malhumorado que, usando su habilidad de que sus piernas fueran ruedas, rapidamente se acercó a Notwo con un tubo de metal en mano y golpeó la cabeza de la joven, la cual estaba entretenida comiendo parcialmente un piano de mesa.

Lo que ocurrió tras eso, fue borroso. Lo único que Notwo pudo recordar era a aquel hombre gritando, mientras un chorro de sangre caía encima del rostro y del traje escolar de la joven Notwo. Gritos desgarradores, pues, en la mano del viejo ya no estaba el tubo de metal, su mano, o parte de su brazo.

Los gritos desgarradores atrajeron la atención de más personas, y por el sonido de los gritos llamando por el viejo, parecían ser sus amigos, o quizás otros trabajadores del vertedero en donde Notwo se había metido. Lentamente los gritos se iban haciendo mayores, los pasos se estaban acercando peligrosamente a la zona oculta entre la basura en donde el hombre desangrándose y una paralizada Notwo se encontraban.

Los gritos del hombre rapidamente cesaron cuando un cutter desgarró la garganta del viejo y este cayó a un lado, detrás de el, no estaba otra que la amiga de la escuela de Notwo, Himiko Toga, la cual, se tumbó en el suelo, al lado del cuerpo inerte del anciano y comenzó a beber la sangre del anciano.

¡No pasa nada, volved! ¡Se me ha caído el almuerzo!

La voz que salió de la boca de Himiko Toga ya no era la suya, sino la misma que la del hombre que en esos momentos se encontraba tumbado en el suelo, herido de muerte por ambas muchachas. De hecho, toda Himiko Toga, lentamente se fue convirtiendo en aquel hombre, tanto que, de forma simple, se alejó de Notwo y fue a saludar a los hombres que se dirigían hacia el lugar, impidiendo así que la curiosidad les pudiera y vinieran a investigar.

Pasarían ya un par de horas desde aquel "incidente", en donde se cobró la vida de hasta cinco trabajadores de aquel vertedero con tal de poder salir de ahí impunes. Todos ellos asesinados por Notwo y Toga sin demasiada contemplación y mucho menos remordimiento. A fin de cuentas, al fin podían hacer uso de sus Quirks sin que nadie los detuviera.

¡Ha sido divertido!, ¿Verdad, Notwo?

¡Tantas cosas interesantes que podemos hacer y no nos dejan!

Era evidente que tanto Notwo como Himiko no podían vivir en una sociedad, o al menos, no en la sociedad actual, pues eventualmente las atraparían por los asesinatos que cometieron en el vertedero. Por lo que Toga, con una amplia sonrisa, aseguró a su amiga que nada malo les pasaría pues conocía a la gente adecuada.

Ambas fueron llevadas por un hombre de cabello cenizo a lo que parecía ser el bajo de un bar; primero entraron Himiko y otro muchacho que parecía tener parte del cuerpo quemado, así como un montón de grapas alrededor de las zonas quemadas y las zonas que se encontraban bien.

Pese a que estos dos entraron al bar, Notwo dudaba, a fin de cuentas, entrar a aquel lugar podría suponer no solo perder a su familia, sino todo lo que tenía hasta ahora. El hombre del cabello gris miraba de forma indiferente a Notwo mientras, de repente, unos cánticos llamando por ella, ocurrieron en el interior del bar, eran de Himiko, como no:

¡Notwo! ¡Notwo! ¡Notwo!

Las presentaciones fueron dadas entre los hombres que estaban dentro del bar y los dos recién llegados; aquellos hombres parecían haberlos aceptados de buen grado, por el contrario, Notwo finalmente hubo escuchado la aceptación por parte de aquel hombre hacia Toga, pudo entrar.

Notwo se encontraba asustada, quizás simplemente temerosa por lo desconocido que ahí hubiera. Aún con aquel bozal cubriendo su boca, a fin de cuentas, había vuelto directamente de la escuela, y eso hizo que los que estaban ahí dentro se quedaran en silencio, viendo a aquella muchacha siendo constreñida por aquella máscara.

Dabi, liberala sus ataduras.

Y con esto, Notwo Yezyez encontró un nuevo lugar en el que estar; un lugar donde le proveerían de cosas para que ella pudiera satisfacer a su Quirk, y a su mismo no ser vista con mala cara por hacerlo. Un lugar en donde los rechazados de la sociedad pudieran unirse, un lugar donde pudiera crecer y considerar a sus compañeros como amigos.

¡UNA LIBERACIÓN DE LA SOCIEDAD!