Kegan terminó de charlar con Eileen y decidió que era el momento de marcharse con la determinación de que no sería un adiós, sino un hasta luego.
No marquéis más a Kegan
Katherine no estaba muy feliz de lo qeu acababa de ver. Con aquel acto tan imprudente, Max había dado esperanzas a Vilma. Justo ahora que parecía estar aceptando la falta de sentimientos de su primo hacia ella. No se había fijado en ella en siete años y ahora que podía empezar de nuevo actuaba de aquella manera... Por otro lado estaba el tema de Meredith. Seguía en el hospital pero él no parecía darle la misma importancia que antes. Desde luego era un acto recriminatorio en toda regla, pero no se lo diría a Vilma, a quien sonrió.
- Claro que nos veremos.- estaba segura de ello.- ¿Qué tienes pensado hacer?
Aquello no debería de sorprenderle pero la verdad era que no había imaginado nunca que Beth, la Beth con pinta macarra que era hacía unos meses por lo menos, quisiera ser medimaga. Se alegraba por ella aunque le costaba imaginarla con su aspecto callado atendiendo con amabilidad a desconocidos. Era la única duda que tenía, porque por otra parte estaba segura que no le faltaba ni el tesón necesario ni la habilidad para ser una buena medimaga.
- Oh guay, sanidad gratis, ya sé a quién iré cuando esté jodida - bromeó antes de que Beth le soltara lo de que era lesbiana, logrando que llegara a ruborizarse un poco mientras sus cejas casi se juntaban en un gesto que hacía que pareciera enfurruñada -. ¡Eh! ¿Cómo que eso explica muchas cosas? - farfulló, incómoda. La verdad es que tenía ganas de soltarle un "¿así que eres hetero?". Como si eso fuera especial...
Beth rió. Las veces que la chica se había reido en Hogwarts habían sido casi contadas, aunque en el último año lo había hecho con más frecuencia.
- Nada, nada.- bromeó de nuevo. Miró al fondo y vio a Teagan. Supuso que era el momento de despedirse- ¿Me disculpáis? Tengo que despedirme.
Marian la vio marchar y después se fijó de nuevo en Eileen. Aquel año habían coincidido poco y cuando lo habían hecho... digamos que no fue en las mejores circunstancias.
Marian:- Me alegro de que te esté yendo todo bien.-el curso había empezado duro para Eileen. Al menos ahora todo estaba bien.
Me eché a reír ante el comentario de la profesora de transformaciones. No podía recriminarle nada porque tenía más razón que un santo en sus palabras. -Casi voy a echar de menos que me castigue profesora. Casi. -volví a echarme a reír con ganas.
Tras despedirme de los profesores me di cuenta que Kegan se había ido. Me dolió que se hubiera olvidado de mi pero le quité hierro al asunto rápido: ya nos veríamos este verano seguro. Así que me encogí de hombros y me acerqué a mi prima para darle un abrazo por la espalda.
-Bueno señorita... ¿cuándo te voy a ver? Podíamos irnos unos días de turisteo por ahí. Que se venga Isaacsi quieres.
Si no fuera porque estaba Vilma le habría pegado y le habría dicho que a qué había venido aquello. Pero probablemente Max había pensado en ello y por eso había optado por acercarse ahora que estaba Vilma.
- Ya tenemos planeadas las vacaciones.- era lo que tenía estar en pareja. La verdad es que nunca habría imaginado que terminaría enamorándose tan perdidamente de alguien, pero es que Isaac era perfecto. Todavía no habían discutido ni una vez.- Y tú no deberías planear tanta cosa de esa.- ¿De verdad iba a dejar a Meredith sola? Ya no solo es que fuera su novia, sino que además estaba en aquel estado por su culpa- ¿Qué pasa con Meredith?
Mantuvo la mirada ceñuda puesta insistentemente en Beth incluso cuando esta decidió marcharse para despedirme apropiadamente de su novio. Por lo menos hasta que Marian le devolvió a la realidad. Lo cierto era que aunque no le molestaba que la gente supiera que era lesbiana el hecho de que de repente se estuviera convirtiendo en algo por todos sabido no acababa de gustarle. Se sentía un poco como un animal de exhibición o algo, segura de que la gente estaría preguntándose qué más les habría estado ocultando, como si fuera el gran secreto o algo así.
- Bueno, ya ves, sí - no supo demasiado que contestar a aquello. ¿Habría sido tan penosamente obvio lo mal que había estado durante un par de meses? -. Yo también me alegro de que estés mejor, Marian.
Sonrió tímidamente. En otro momento quizás hubiera abrazado a Eileen, pero no se veía con el derecho a volver a tocarla. De alguna manera recordaba aquella pelea en la torre de astronomía. Había sido intensa y violenta. Miró entonces a las puertas del Gran Comedor. Había llegado el momento de marcharse.
- Hora de partir. Buena suerte, Eileen.
Una nueva sonrisa y se marchó.
Que alivio saber que iba a seguir viendo a Kat y Albert. Le devuelvo la sonrisa y antes de que pudiera decir nada veo como se acerca Max. Se me ponen los pelos de punta y me sonrojo. "Ay, que tonta... ¿De verdad? Si ya nos hemos besado incluso"
Cuando escucho que Kat le pregunta sobre Meredith se me borra la sonrisa e intento calmarme. "Mierda, mierda, mierda... Todo estaba yendo genial". Pero Max se acordaría de Meredith, solo que no sabría que estaban saliendo juntos... Esperaba que no pasara nada malo. Fingí que me interesaba mucho despedirme de los profesores y fui hacia ellos agradeciéndoles todo lo que me habían enseñado.
Se despidió de Marian y de nuevo dirigió la mirada a Emily, pero seguía entretenida. Al final se tendría que marchar...No es que supusiera una gran diferencia porque imaginaba que tras las vacaciones volverían a verse con asiduidad pero era el final de una era, de su era, y tenían que cerrarla apropiadamente.
Así que intentando alargar el tiempo acabó por dirigirse hacia donde se encontraba Pullap casi con resignación.
- Bueno...supongo que nos seguiremos viendo bastante, ¿no?
Lo cierto es que no se habría esperado la "visita" de Eileen, pero parecía que iba en son de paz. Suavizó su típica expresión tensa y seria para contestarle después de una breve sonrisa. Muy breve.
- Supongo que sí.- era la mejor amiga de Emily. Continuarían manteniendo el contacto por muy poco tiempo libre que fueran a tener. Aunque no sabía si vivirían en la misma ciudad.- Serás bienvenida en casa siempre que quieras.- miró un momento a Zoey. Quizás Emily le torturara después de lo que iba a decir, pero era lo correcto- Seréis.
Alce una ceja bastante sorprendido ante su pregunta. No entendia a que venía que me preguntara sobre aquella chica. ¿Y a mi porque tendría que importarme?
-¿Por qué me preguntas eso Kath? -le dije bastante confundido. -¿Por que no tendría que estar organizando mis vacaciones?
-Claro que vas a pasar unas buenas vacaciones...con Pullap.- Desde luego que Anwen estaba teniendo un autocontrol digno de elogio. Que ganas tenía de cruzarle la cara a Emily...-Mi padre...pues esta claro que no lo trataron bien, pero está vivo y es fuerte, se repondrá y se asegurará de que se haga justicia- de que manera, eso habría que verlo- colaborando con los aurores. El tuyo en cambio ha dejado de ser el pez más gordo de todos. ¿Qué tal ha sido ser hija del ministro en funciones? ¿La fama te agobiaba?
- Me alegro. - sabía que su padre tenía una opinión mezclada sobre mí: hija de alguien con buena posición y poder, pero mestiza. Sin embargo Anwen adoraba a su padre tanto cómo yo al mío, así que no querría que le pasara nada. Si yo perdiese a mi padre... No quería ni imaginarlo.
Me permití reírme antes de contestar.
- Bueno, con todo lo que estaba ocurriendo creo que la luz de los focos no llegó hasta mí. Pero la verdad es que me alivia que mi padre vuelva a estar dónde estaba. - no sólo eso le dejaba algo más seguro, si no que tendría que ir a menos fiestas. Lo único que me gustaba de las fiestas era poder ser un poco mala y meterme con todo el mundo junto a Anwen, Aled y Will si aparecía. Pero ahora que nos graduábamos no creía que eso fuese a ocurrir tan a menudo, sobretodo si se solapaba con mi futuro trabajo (dentro de los trabajos de An y Will estaría el ir a eventos sociales).
Me fijé entonces que cada vez quedaba menos gente en el comedor y algunos me esperaban.
- Bueno, An, Roy, pasad un buen verano y nos vemos. ¿Vale? - miré a mi amiga unos segundos dudando si era un buen momento para darle un abrazo... Pero me contuve, y tan solo le puse la mano en el brazo durante un segundo antes de irme trotando hacia Beth.
Beth y yo habíamos sido casi vecinas toda la vida, así que sabía que cada vez que fuese a visitar a mis apdres iba a pasar por su casa. Sería raro no poder caminar 100 metros para encontrarme con ella cuándo me aburría, o salir de vez en cuando por Londres, ir a comer algo.
No fue necesario decirle nada. Le abracé y noté cómo las lágrimas luchaban por salir, pero me contuve a cambio de aclararme la garganta tantas veces que seguramente parecía que intentaba escupir algo.
- Cuídate, ¿vale? Y no dudes en escribirme si me necesitas, para lo que sea.
La siguiente en mi lista era Bella. La australiana loca y salida que había pasado de una especie de obligación social el primer día a mejor amiga en tan sólo unos meses. Habíamos tenido altibajos, y tal vez por culpa mía no habíamos pasado tanto tiempo juntas cómo deberíamos, pero sin duda los momentos a solas habían sido intensos y memorables.
- Echaré de menos tu sonrisa pervertida. Más te vale no quedarte en Australia para siempre y venir a visitar. Y tener una cama lista para cuando yo vaya, a poder ser, una aparte de la tuya. - le dije picándole un poco. - Y no te metas en muchos líos, sobretodo de faldas... - aún recordaba aquella rubia y el tortazo que Seanbella se llevó. Bella también se llevó un abrazo por mi parte y un beso en la mejilla antes de acercarme a la última, pero sin duda, no la menos importante.
Eileen.
Mi amiga más cercana. Este año habíamos tenido de todo, TODO, juntas. En algunos momentos pensé que nuestra amistad terminaría... Pero habíamos conseguido superarlo y volvíamos a ser una de las personas más importantes en la vida de la otra. Las lágrimas que había conseguido guardar con Beth y Bella se agloparon de nuevo, y no pude evitar que un par de ellas recorriesen mi mejilla, limpiándolas con el revés de la mano antes de componer una sonrisa.
No necesitaba decir nada. Simplemente me acerqué a Eileen y la estreché con fuerza.
Me quedé así por largo tiempo, sin decir nada, intentando mantener la sonrisa en mi cara y as lágrimas a raya. Si hablaba, seguramente fallase con ambas. Lo mejor sería despedirnos cómo hacíamos siempre: siendo cínicas y sarcásticas. Cuando me separé de ella le miré a los ojos y torcí ligeramente el gesto.
- Te alegrarás de no tener que aguantarme más el pelo en el baño, y yo me alegro de no tener que aguantar cómo roncas cuando te resfrías. - le dije enarcando una ceja. - Si no me escribes cada semana no mandaré sicarios, no te preocupes. - le dije con teatralidad, y una amenaza velada claro. Noté que iba a ponerme en modo sentimental a tope, así que era hora de alejarme. - Y no comas mucho que te haces vieja y eso pasa factura. - le dije cómo palabras de despedida. Si es que era toda una poeta y una romántica.
No tuve que alejarme mucho para llegar a Sean. Un sólo gesto de la cabeza era todo lo que necesitaba para hacerle entender que podíamos irnos. Me puse a su lado y estiré la mano enlazando mis dedos con los suyos. Algunos seguían sorprendiéndose ante la visión de Sean conmigo, pero no me importaba.
Nos encaminamos a la puerta y al llegar a ella miré a quienes aún quedaban en el comedor, mis amigas, la sala que había sido parte de mi hogar durante tantos años... Aquellas paredes habían sido testigos de cómo crecía, de cómo amduraba, de como dudaba, de como vencía, de cómo me enamoraba, de mis peleas y mis risas, de mis lloros y mis cabreos... Aquél colegio me conocía mejor que nadie. Suerte que las piedras no hablaban. Pero no era plan de ponerse en plan telenovela. Me esperaba un verano fantástico y esto no era un adiós, si no un hasta luego, para mí y para el resto. Miré a Sean y de nuevo a mis amigas, de quieenes me despedí por última vez con una sonrisa.
- Podemos irnos. - le dije entonces a Sean, enlazando con más fuerza nuestras manos antes de desaparecernos por última vez de Hogwarts.
Esbozó una media sonrisa ante el comentario de Pullap. Estaba tendiendo un nuevo puente de plata, uno que decía: vamos a intentar llevarnos bien. Quién sabía, quizás con los años incluso llegaran a ser amigos y olvidaran la rivalidad que sentían entre ellos. Lo que tenía claro era que ella no iba a permitir por nada del mundo que su amistad con Emily pasara a ser un mero recuerdo del pasado por nada ni nadie.
Y por fin llegó el momento de despedirse de Emily. Se iban a ver. Se iban a ver mucho. Pero nunca tanto como se veían hasta ahora y eso en cierto modo le rompía el corazón. Pero iban a progresar, iban a evolucionar.
La rubia la abrazó con una fuerza que ella no dudó en devolver y aquel fue su momento de lágrimas, desbordándose de sus ojos sin que pudiera evitarlo. Pero tal y como hizo Emily, Eileen se las secó y plantó una sonrisa acuosa en el rostro.
- No sé, no te creas que ya me he acostumbrado a tus detallitos. Incluso echaré de menos el ruidito que haces cuando vomitas- bromeó -. ¿Escribirte? No pienso hacerlo, tía, que luego me pongo sentimental. Es más, ni a Bella tampoco. Me ha dicho que intentará quedarse aquí en lugar de volver a Australia. Así que propongo que cuando volvamos de vacaciones establezcamos un día a la semana para vernos. Viernes, ¡peli y palomitas! - quería decirle mil cosas más, como si de repente el tiempo se les hubiera acabado y recordara todo lo que no le había dicho durante siete años. Pero en su lugar, se encogió de hombros, sin dejar de sonreír -. No te preocupes, mi línea se mantiene sola. Y tú no tengas mucha prisa en hacerme tía, ¿eh? Anda tira...y que te vayan muy bien las vacaciones.
Se quedó mirando durante un segundo cómo se marchaba con Sean, su primer amor. Emily siempre sería algo así como su alma gemela, aunque fuera como amigas. Al final terminó por acercarse de nuevo a Bella y a Zoey, dando un golpecito con la cadera a la primera.
- Ea, ya puedes dejar de intentar ligar con mi novia. Nosotras nos vamos - miró a Zoey como para confirmarlo. ¿A dónde? Quién sabía -. Pasa unas buenas vacaciones y descuida que te traeré un recuerdo. Y si no sabes a dónde ir, pásate por casa de mis padres que te acogerán, que les he hablado de ti. Son majos. Puede que incluso te den algo de trabajo en verano en la tienda, creo que desde que han declarado a mi padre inocente la cosa va mejor. En fin, Bellita, no rompas muchos corazones - lo que le costaba despedirse... Se giró hacia Zoey con una sonrisa -. ¿Nos vamos?
Finalmente Zoey se despegó de la pared ante el aviso de Eileen.
- Nos vamos.
Se acerco a Bella y le dio un beso en la mejilla, a lo que Bella sonrió y miró a su amiga como diciendo "¡Ha sido ella! ¡Ha sido ella!". Después Zoey pasó su mano por la cintura de Eileen y ambas se marcharon del Gran Comedor. Su viaje en pareja comenzaba en esos momentos.
Katherine no daba crédito a lo que estaba escuchando de su primo. Estaba tan ofendida que hasta balbuceó en un par de ocasiones antes de cerrar la boca, los ojos y levantar ambas manos en señal de rendición.
- ¿Sabes qué? Que no me voy a meter.- A ella le había molestado que él se metiera en su relación con Isaac, si bien no era lo mismo. Él estaba huyendo de los problemas. ¡Menudo Gryffindor! Pobre Meredith, menuda decepción se iba a llevar...- Tengo que irme. - se acercó a él y le dio un beso en la mejilla. A pesar de que era un insensible seguía siendo su primo...- Ya nos veremos.
Dicho aquello, fue hasta Isaac y ambos se desaparecieron.
El Gran Comedor se fue vaciando poco a poco y ya había llegado la hora límite para permanecer allí. Sus caminos se separaban sin remedio. Unos volverían a cruzarse, otros desaparecerían del mapa por una buena temporada. Pero lo que estaba claro era que aquellos siete años de convivencia con sus idas y venidas, permanecerían siempre en sus corazones.