Vissel llegó por fin arrastrando a Kerry de la mano a la zona de las cocinas casi sin aliento. Al llegar freno su escapada, e intentó retomar el aire y explico aunque tarde a Kerry porqué estaban allí.- La Directora Swann puede que sea algo fría pero a un invitado nunca lo dejaría sin comer... y a una madre por mucho que se le diga no se le puede apartar de las cocinas...
Son muy amplias y seguro que alguien la ha visto por aquí... solo tenemos que preguntar a los elfos domésticos y cruzar los dedos para que quieran decirnos donde están...
Vissel miró primero antes de preguntar y luego se giró hacia Kerry.
Ella no estaba acostumbrada a hablar con el resto, estaba más acostumbrada a desenvolverse sola, y no pedir ayuda, o a demostrar que aunque solitaria podía ser igual de válida que los demás...
Algo nerviosa se peinó el pelo hacía atrás y dijo.- Bueno... es tu madre... pregunta tú, ¿no?.
Cuando salí del comedor Vissel me cogió de la mano y como si el tiempo corriera en nuestra contra me arrastró hasta las cocinas de Hogwarts, Vaya carrera, ¿Porque tanta prisa? me pregunte cuando por fin nos paramos.
Entonces ella comentó, que la directora como buena anfitriona habría invitado a mi madre a comer durante la estancia allí, y que mejor manera de dar con mi madre que preguntado a los elfos si la habían visto.
Si claro, pero no se que tiene que ver mi madre ahora en Hogwarts, le dije a la prefecta antes de dirigirme a los elfos domésticos, me acerque con un par de pasos hacia donde se encontraban realizando sus tareas y alce la voz.
UG UG UG (carraspeo) Hola, Soy Kerry Stone y me gustaría saber si alguno de vosotros ha visto a mi madre por aquí, es una señora alta con el pelo largo y rubio, no es muy mayor, se llama Gwen Lorne. Me volví hacia la prefecta haciendo un gesto de como que ya estaba y me volví hacia los Elfos para esperar que alguno me dijera algo.
De entre todos los reunidos, un elfo se acercó y tras bajar la mirada como cualquier mayordomo podría hacer dijo.- Pynn ha visto a la mujer de las varitas... Y Pynn le ofreció de comer... y a cambio de portarme bien con ella, ella ahora me quita el trabajo.
Señalo un fregadero de piedra tras un armario y dijo con cierta rabia y mirando al suelo.- Los viejos se lo advierten a Pynn y Pynn no los escuchó... ahora deberé de encontrar otro sitio donde servir... por culpa del buen corazón de Pynn.
En aquel fregadero, la madre de Kerry, fregaba unos platos con cierta condescendencia mientras la mirada perdida descubría que estaba más pensando en otra cosa que en como iban a quedar esos platos.
Mientras el elfo me habló y señaló el fregadero tras el armario, mi mirada se dirigió allí, la figura de una mujer lavando los platos hizo que me extrañara, era mi madre y estaba lavando los platos en Hogwarts, no me lo podía creer. En seguida deje de escuchar al elfo y me acerque a ella. Mama, ¿Qué haces?, me quede quieto a su lado esperando una respuesta ante tal situación.
La madre de Kerry seguía hablando cuando este llegó.. Su voz era baja y parecía discutir consigo misma, al darse la vuelta vio a su hijo y se calló. Pasó su mano por el fregadero y este dejo de echar agua...
A lo mejor era una de las pocas veces que Kerry veía a su madre ver algo más con las manos que no fuera arreglar varitas... el resto era muy técnificado o mágico en casa. Pero cuando estaba estresada necesitaba hacerlo.
Al ver a su hijo, miró a la rubia que de lejos le acompañaba y con mirada afilada mientras se secaba las manos en su propia ropa decía como si fuera alguien a quien derrotar.- ¿Quién es esa...? ¿Y por qué está aquí...? ¿Es amiga de la otra rubia...?
Antes de que su hijo contestara se dirigió con todo el ímpetu que carga a una madre y sin mediar palabra, llegó ante ella y Pynn. En ese momento...
En ese momento Vissel hablaba con Pynn algo tímida... incluso balbuceaba... no estaba echa a hablar por hablar con el resto sino a hacerlo para demostrar sapiencia.- No te preocupes... esto... Pynn... ella no pretende echarte... solo... intenta agradecer no siendo una carga... supongo... es más si alguien le pregunta por tu trabajo dirá que es....
Las palabras de Vissel se cortaron al contacto de la bofetada que Gwen propinó sobre ella. La mujer delicada que se escondía tras el mostrador y obrador de varitas, guardaba una fiera que toda madre empieza a criar junto a la placenta de sus vástagos.
Los ojos de Gwen se salían de sus órbitas a la vez que su mandíbula inferior sobresalía jadeante, como en un intento animal de demostrar que solo acababa de empezar.- ¿Qué quieres...? ¿Vienes de parte de ella...?
En un acto tremendamente rápida sacó su propia varita apuntando a Vissel y dijo describiendo su propia varita lacada en blanco.- Varita de Álamo Blanco, Núcleo de Pelo de Unicornio... 12 pulgadas, algo flexible... y por mucho que digan... lista para destripar a cualquiera que quiera hacer daño a mi pequeño...
Me choco bastante ver a mi madre realizar el trabajo de lavar los platos al estilo muggle, pero lo que me llevo a ella era otra cosa y casi no le dí importancia a eso, lo que me dejo con la boca abierta fue su reacción posterior, al girarse para hablar conmigo vio a la prefecta y esto le causo un repentino acaloramiento preguntándome sobre lo que hacia aquí y si estaba departe de no se quien, no era propio de ella, pues en casa era muy dulce conmigo y con papa, y apenas la había visto enfadada.
Me aparto como si nada para dirigirse a donde estaba la prefecta y el elfo doméstico y le dio una bofetada, en ese momento fui hacia allí y justo antes de que pudiera decir nada, mi madre saco su magnifica varita y amenazo a Vissel.
PARA MAMA, ESTA CONMIGO NO LE HAGAS DAÑO, la suplique al verla fuera de si.
Pynn sonreía tímidamente, mientras escuchaba a Vissel... Incluso jugueteaba con sus orejas nervioso y contento al escuchar aquello de aquella guapa chiquilla.
Pero de repente la mujer que había invadido su espacio volvía de nuevo a la escena y abofeteaba a la chica. Pynn se puso en medio de las dos en cuanto una de ellas sacó la varita y dijo temblando pero sin dudar.- No siga pegando a la chica de los consejos... si quiere el puesto de Pynn... Pynn se marchará... pero todo se puede arreglar.
El resto de elfos al ver la varita empezaron a hacer señas a Pynn para que saliese de allí, pero el negó con un sólo gesto y quedó frente a Gwen, mientras el resto desaparecía en un leve gesto de aire...
Gwen no bajó la varita, mientras escuchaba a los demás para luego responder con rápidez.- Claro que está contigo... pretendían usarte como moneda de cambio por la varita... Pues escúchame bien bonita... Mi hijo está conmigo y tu y tu amiguita no tenéis castillo para empezar a correr...
La punta de la varita comenzaba a brillar en un rojo intenso, parecía dispuesta a estallar...
Las palabras de Vissel se frenaron mientras su cara aún ardía tras aquel golpe sin un porqué... tan sólo la locura en los ojos de una mujer, que a cada palabra intentaba hacer más y más daño sin reparar.
Vissel tragaba saliva y miraba a Kerry... estuvo a punto de sacar su varita mientras ella describía la suya... pero entonces sabía que de hacerlo sería una lucha sin vencedor...
Miró aún con el fuego en su mejilla, la reacción de aquel elfo, y sin saber porqué la boca se secaba al ver el interés de un pequeño ser que acababa de conocer...
Iba a pedir tranquilidad cuando la boca de la madre de Kerry volvía a abrirse para eregir una nueva mentira, intentaba desarmarla aún sin armas. Miró a Kerry y sólo pudo balbucear.- Yo... no... no se... -. Pero entonces el brillo de aquella varita hizo que las pupilas de Vissel se agrandaran y puede que quizás sólo la guía de las últimas palabras de la mujer la hicieran hacer lo que estaba a punto de hacer... Se giró y comenzó a correr, mientras la voz de Gwen emitía el hechizo e impactaba contra un ladrillo "Desmaius"...
La verdad es que me quede petrificado al ver que mi madre estaba obsesionada con la idea de que Vissel era algún tipo de enemigo, y para colmo estaba compinchada con otra persona. Mama, dije mientras decía aquellas cosas.
Me pareció que la prefecta quiso sacar su varita pero por algún motivo no la saco, el elfo estaba en medio de las dos, yo sin embargo seguía a lado de mi madre.
Entonces Vissel se giro y salió corriendo y vi como mi madre lanzaba el hechizo Desmaius contra ella.
¿Qué pasa mama? ¿Qué ha hecho la prefecta Vissel? ¿Mama?
La Madre de Kerry se giró con rápidez ante su hijo y djo totalmente segura de lo que estaba por decir.- No sé lo que ha hecho... pero la dueña de esta varita... intenta traer de nuevo al ser oscuro hasta aquí...
Parece que el tiempo pacifico acabo... en cuanto pueda informaré a Katelynn de todo lo que he descubierto... pero ahora tengo que cazar a esa sucia rubia y a su amiguita, antes de que encuentre ayuda entre los demás...
Iba a salir corriendo tras de ella pero antes pregunto.- ¿Estás conmigo o estás con ella?...
Mi madre se giro y me contó que aquella maldita era un arma poderosa, que el ser oscuro podía volver gracias a ella, ¿Sería verdad?, nunca había tomado a mi madre por un persona que pudiera reaccionar así, pero ante tal situación nuestra forma de actuar cambia.
Contigo, mama, estoy contigo, no sabía nada de eso. Le conteste y enseguida me propuse seguirla hacia donde fuera, sabía que a su lado estaría a salvo.
Gwen asintió ante la contestación de su hijo, y le dijo firme y tajante.- Coge tu varita... es hora de cazar ratas...
Y sin más comenzó a correr por los pasillos en busca de un rastro de aquella chica, rubia... Nunca habías visto a tu madre así... Parecía que dentro de aquella tendera de varitas, se escondía toda una cazadora que dominaba el arte de la batalla y estaba dispuesta a todo una vez que la enfrentaban.
Mama estaba decidida a terminar con aquellos que querían volver a traer al señor oscuro, pero a mi me daba cada vez más miedo enfrentarme a alguien como Vissel, o quien sabe quien más estaba con ella, mi madre decía otra mujer rubia, no sabía quien podría ser ¿Una profesora? ¿Una alumna de otro curso?.
Saque mi varita, algo tembloroso y le hice un gesto a mama de que estaba listo para seguirla.
Seguimos en el Bosque Oscuro...