Poco a poco llegaste a la enfermería. Mientras corrías la rabia sacaba las lágrimas de tus ojos, a la vez que intentabas llegar lo más rápido posible junto a Violet y encontrar algo, alguna palabra junto a ella que le diera en los morros a aquel desgraciado de Setzer.
En tu mente se redirigían las escenas de aquel momento en el que tu hermana se iba de la clase de Transformaciones convirtiéndose en agua, o aquella mirada saciada de ira, mientras la lluvia mojaba su cara antes de empezar a luchar contra ti.
Los recuerdos, disminuyeron la tardanza, y sin darte cuenta ya estabas allí. Varios elfos con cofia y delantal se movían silenciosos mientras en la última cama, a la derecha... estaba Violet tumbada... como dormida, con su cara de nuevo exenta de rabia. Sus ojos cerrados.
Sus manos se apoyaban en la suave sabana que la cubría, y en su mano derecha... se derretía una vela que apunto estaba de consumirse... o eso parecía... pues según pasaba el tiempo, la llama no se apagaba, pero la cera derretida cada vez se volvía más parda y se recogía, como si se gastara...
Todo estaba callado, ningún ruido alteraba su sueño... excepto el silencioso trabajar de los elfos que mantenían la enfermería en orden, cuando la profesora Gaia no estaba.
Estabas a su lado, pero aquellas palabras junto a Setzer no llegaban, quizás tenía razón, y había motivos por los que aumentar la desconfianza y extremar las normas... o quizás, aquel sentimiento llegaba a tu mente como respuesta a aquel silencio que tanto odiabas.
Cuando Troy vio la vela que se consumía en las manos de su hermana se asustó bastante. ¿Acaso sería la llama de su vida, que se apagaba? No, no podía ser... Mientras meditaba todas y cada una de las opciones, las lágrimas corrían por sus mejillas como si fueran verdaderos ríos que desembocaban en sus labios.
-Violet...
Su primera palabra fue apenas un susurro, imperceptible para nadie. Con rabia, acumulada desde que había salido del Gran Comedor, aferró la mano de su hermana (la de la vela no) y se dirigió a ella de nuevo, pero esta vez con un progresivo aumento del volumen de su voz.
-Violet... Violet... ¡Violet!... ¡¡VIOLET!! -las últimas veces que llamó a su gemelas fueron gritos desgarrados por el dolor y la culpa. -Perdoname Violet, perdóname... ¡¡por favor!! ¡¡tú deberías de estar aquí y yo en esa cama!!
Completamente aturdido levantó su varita en un pobre y triste intento.
-Rennervate...¡Rennervate!-dijo apuntando a su hermana.
Aunque sabía que aquel hechizo... No serviría de nada.
Uno de los elfos domésticos, uno sin cofia se acerco a ti. Apoyó una mano sobre tu hombro y dijo.- No debe preocuparse Señorito Troy, Pynn y el resto de trabajadores trabaja para que la pequeña Violet duerma tranquila y recupere fuerzas.
Una elfa con su cofia respectiva se acerco a la cama por el lado contrario y dijo con una voz algo más chillona y una sonrisa.- La pequeña Violet está casi lista... la vela disipadora casi ha consumido el encantamiento...- La elfa sonrío y miró a Troy y dijo.- Queda tiempo para que esté completa, pero los elfos seguimos trabajando por ella como se nos dijo.
Sigo esperando una reacción... ^^