Utilizando la caída del Imperio Ruso en 1918, un practicante de artes oscuras desconocido libró una maldición sobre oriente y lo que luego de la guerra sería conocido como el Bloque Soviético. Durante los últimos setenta años, las comunicaciones con la sociedad sobrenatural han sido imposibles. Intentos de utilizar ghouls o telefonía han tenido éxitos extremadamente reducidos, con líneas y mensajeros cortados. Lo único que es sabido es que las fuerzas detrás de esta Cortina, ya sean arcanas o políticas, confabulan para impedir que los Vástagos de un lado entablen cualquier tipo de comunicación con los del otro.
Con la Madre Rusia aislada, los Cainitas Comunistas del resto de Europa se volvieron impacientes. La Guerra Civil Española habría sido sólo un cisma entre Nacionalistas sin ellos. Mientras la verdadera guerra se libraba en privado entre la Camarilla Pro-Franco y una Iglesia Católica dominada por el Sabbat, los republicanos eran un conjunto de mortales manipulados por anarquistas, independientes, y pequeñas sectas arribistas, que terminaban siendo utilizadas como títeres de la Camarilla y el Sabbat.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, por motivos desconocidos, la Cortina se expandió hacia el centro de Alemania, y toda Europa al Este de Berlín fue silenciada. Hay varias teorías al respecto, y muchos dicen que las autoridades de la Camarilla han llegado a un consenso, pero esto no es del conocimiento del público, que ha sido mantenido en la oscuridad y abandonado para comer carroña de rumores de sombras de una versión de la verdad.
Toda la Estirpe Occidental con intereses en las naciones eslavas simplemente se han visto privados de esos recursos por la mayor parte de un siglo, y ahora que la Cortina ha caído, sin duda debilitada por la Caída de la Unión, la Camarilla busca re-insertarse en este sector, para lo cual envía un grupo de avanzada que pueda proveer reconocimiento e inteligencia.
Es víspera del año 1990, en Dresden, Alemania Occidental. Mientras el bloque de la OTAN decide qué hacer con la fracturada Unión, y las mismas naciones eslavas se aferran al poco poder que pueden llegar a mantener, la globalización está en camino a barrer Oriente y llenarla de la fuerza de la civilización.
Detrás de esta fuerza, por supuesto, se encuentran los intereses de la Camarilla, quienes, determinados a multiplicar su poder, envían a un grupo de élite quirúrgicamente seleccionado para llevar a cabo una misión de inteligencia y reconocimiento en terreno desconocido, donde el resto de la Estirpe ha estado aislada y a merced de mejor asentadas amenazas sobrenaturales.