Partida Rol por web

- ¿No te gusta volar? 

Tragué saliva, mientras intentaba mantener la compostura. Aunque mi mirada volvió a Zayna, mi atención seguía concentrada en la distancia que faltaba para llegar a alguna rama de donde sujetarse. La cosa tomó otro tinte cuando dejamos de ascender, quedándonos levitando a una misma altura. Zayna parecía feliz de haber recuperado sus poderes, aunque no podíamos compartir esa emoción. 

- Realmente prefiero otros medios de transporte, además es mi primera vez flotando a varios metros del suelo con perspectiva a una dolorosa caída- miré de reojo hacia el suelo, donde el osito Pooh seguía debatiéndose la libertad con el tarro de miel que había caído en su cabeza. Al sentir como Zayna se apartaba de mis brazos para posarse sus pies sobre el mismo aire (?), sujeté su mano en respuesta y pasé una mano por su cintura para aferrarme con firmeza a ella, como medida de seguridad- Sé que no me soltarías. Sólo necesito unos segundos para hacerme a la idea- giré mi cabeza para mirar los alrededores nuevamente desde una nueva perspectiva, y suspiré un par de veces.

¿Cómo había recuperado Zayna sus poderes? Parecía radiante y feliz de aquel re-descubrimiento, por lo cuál lo mejor era disfrutar la ocasión. Le dediqué una amplia sonrisa, de aquellas que no eran muy habituales en mí, y le entregué un nuevo beso

- Me agrada mucho verte tan relajada. No me hubiera contenido tanto tiempo si hubiera sabido que podía despertar aquella sonrisa y ese rubor en tus mejillas.

Su gesto se tornó ligeramente serio, preocupada por lo que Noctis había dicho.

Volvió a sonreír cuando éste la besó nuevamente, pero se contuvo para no volver a subir como un globo. Sentía que sus mejillas ardían como el fuego cuando éste comentó que estaban sonrosadas. Pero, de todas formas, no era el momento de volar. Y más si para Noctis no era algo tan divertido como lo era para ella. Así, comenzó a descender para dejarlos a los dos en el mismo sitio en el que comenzaron: a los pies del árbol de miel. 

—Quizá más adelante entonces —dijo cuando apenas estaban a unos palmos por encima del suelo. 

Dejó que Noctis se posara suavemente antes de retirar su poder. Ella arañó un poco más esa anhelada sensación, esa que apenas recordaba ya, antes de resignarse y posar sus babuchas sobre las hojas. 

—Además, tenemos que regresar —añadió mientras mostraba el frasco con la miel del recuerdo—. Nos esperan. 

El osito atascado en el tarro de miel al fin consiguió liberarse - Ju ju ju, pero que dulce accidente ha pasado - Por un momento pensabais que se podría referir a vosotros, pero tras verlo seguir comiendo miel como si no hubiera un mañana se os relajasteis más - Muchas gracias por ayudarme a recolectar miel, Zayna y Noctis. Y me alegro el poderos haber ayudado a recuperar esa miel que necesitabais. Ahora lo siento mucho si no os acompaño, pero creo que me quedaré un ratito más aquí - concluyo mientras miraba su mano llena de miel, antes de metersela en la boca.

Su acto siguiente practicamente le distraeria de cualquier conversación que se pudiera llegar a tener ahora con el.

Pero por otro lado algo os preocupo más tras ello, y con razón pues era un mensaje urgente de Laine por el siemrpejuntos - Chicos, espero que tengais la miel ya y esteis regresando. Kosmog se ha desmayado. Los tres grandes maestros vienen aquí para ayudarme a contenerlo, pero sin la miel... - El mensaje quedaba claro, y no lo continuó Laine, obvio que era por la concentración que debía de darle a Kosmog.

Zayna miró con expresión de horror a Noctis y se apresuró a convocar su llave espada. No había tiempo que perder. ¿Había sido un error entretenerse? 

No tenían tiempo para detenerse a pensar en ello. Kosmog estaba en peligro. 

No tenía muy claro cómo salir de allí, pero algo le dijo que sería de la misma forma a como entraron. 

Saludo con la mano al osito y sonrió como pudo antes de decir un "hasta pronto, Pooh" mientras cogía de la mano a Noctis y alzaba su llave espada que despuntó con el sol y los arrastró fuera del mundo. 

Un haz de luz os envuelve antes de haceros desaparecer de aquel lugar