Hola, tu eres Artemis ¿No?, ¿Podríamos hablar un momento en privado?
Sí claro. ¿Te parece bien si vamos afuera del comedor? No me gustaría incomodar a mis amigos? - pregunto un tanto sorprendido porque una chica de Slytherin se dirija a mi tan de pronto.
Siento si te parece inoportuno, podemos hablar en otro momento si quieres y bueno, sino quieres hablar tampoco importa.
Al contrario, yo sólo lo decía porque querías hablar en privado, y no hay mucha privacidad en la mesa, pero si no tienes inconveniente de que los demás nos escuchen, pues yo tampoco. - respondo con amabilidad.
Los colores más rojos que se puedan tener en los pómulos de una adolescente llegaron a las mejillas de Alenia, toda su cara era un tomate y su voz se entrecortó más si podía ser eso posible.
Eh, no no, mejor salimos, no creo que a los demás les interese este asunto.
No puedo evitar notar como se le suben los colores al rostro a Alenia, lo que me hace pensar mil y un cosas, pues no es que ella y yo fuesemos especialmente cercanos, pero si necesitaba que la ayudara con algo, con gusto le echaría un cable.