Partida Rol por web

El eiseno se adelanta con un gruñido grave y gutural para hacerse notar incluso más, a parte de su complexión recia.

-Cuidad las palabras, soldados. Habláis con un Supervisor de la Santa Sede y ya es bastante precaria la situación en este islote, lo suficiente para llamar nuestra atención, como para que encima no mostréis el respeto que monseñor merece.

Cierra los puños como si estuviese conteniendo su furia a duras penas.

-Si por mí fuera en cuanto pusimos un pie en este nido de faltos de fé hubiésemos dado media vuelta para informar que aquí hace falta mano dura, pero monseñor Savattore ha decidido daros una oportunidad y ver si se colabora con la Santa Sede y de qué manera se respetan las santas tradiciones. Así que creo que lo más sensato es que os ahorréis problemas, soldado.

Arruga el bigote y se cruza de brazos echándose hacia atrás y añade para hacerle dudar.

-¿Cuál es su nombre y su rango, soldado?

 Ambos soldados se quedan sin habla por el repentino acceso de rabia del guardia del sacerdote. Intimidados ante sus palabras y lo que significa rechazar la petición de acceso de un enviado de la Santa Sede...

Eh... ha sido un malentendido... lo siento de verdad... - dice uno mientras se echa a un lado y baja la cabeza.

El otro se da prisa en abrir el portón - Por favor, siganme...

 Otro soldado, al otro lado de la puerta de acceso (zona 3) saluda al soldado que os acompaña y luego de que éste le explique lo que sucede en un murmullo bajo os pregunta en un tono cordial aunque veis por su expresión que le sienta particularmente mal haceros de guía - ¿por dónde queréis empezar? tenemos muchos presos esperando confesión...

Para no quitarle el puesto de superior que Alessio debe ostentar, Hans se mantiene callado esperando a que interprete su papel y conteste al guarda.

¿Muchos presos? muchas almas pecadoras esperando redencion... mucho trabajo. Empezaremos por los mas urgentes, veo que preparan hoy ejecuciones, me gustaria hablar con los condenados, sera su ultima oportunidad de conseguir la salvacion. Si puede ser en privado mejor. Digo esto mirando al soldado fijamente, espero que despues de la intervencion de Hans no nos sigan poniendo problemas.

Mientras tanto ojeo alrededor intentando ver a nuestros compañeros de tripulacion, quizas asi intuya lo que piensan hacer, para rescartar a Aaron Blackstone.

En susurros pregunto a Hans ¿sabes como iba a ser finalmente el plan de rescate?

 Unos veinte presos serán ejecutados, para el agrado del alcaide y el bolsillo del pueblo. No hay sueldos para gastar en criminales y asesinos.

Se une a otros dos soldados en la entrada del patio y os acompaña hasta una habitación que hay en el patio al lado de los barracones (nº 2).

Aquí se encuentran los más ilustres de nuestros convictos, recientemente intentaron evadirse y serán los primeros en ser ejecutados. - Abre la puerta y deja entrar a Alessio y a Hans.

Detrás vuestro entran dos guardias. El tercero le veis hacer gestos a varios guardias para que se acerquen y luego entra él.

Os presento a Blackstone, el Mortero y Renault. - Los tres llevan grilletes con bolas pesadas, y Mortero además tiene grilletes en las manos.

Gracias soldado, ahora puede retirarse, los que estos pecadores quieran confesar solo puede quedar entre ellos, El Señor y yo. Aunque sin duda los pecados seran amplios y conocidos el arrepentimiento es privado.

Tras esto me dirijo a la puerta y con ademanes les indico a los soldados que nos dejen a solas.

 Los soldados te miran un momento y luego salen por la puerta. - No tarde, Lucífer les espera en el infierno en medio hora y luego está que arde. - y acompaña el comentario con una carcajada a la que se suman el resto de sus compañeros.

 Los presos os miran con desdén y odio pero no dicen nada.

Respiro hondo una profunda bocanada de aire mientras miro a la escoria que tengo delantea Me aceco a Blackstone y le arrastro a una esquina.

Hans, por favor, danos algo de intimidad frente a estos otros dos pecadores. Me acerco a este andrajoso hombre y mirandole con desden le susurro. No tenemos tiempo, estamos con tu hermano en la busqueda de vuestro tesoro, dinos los datos que sabes tu y te ayudaremos a escapar y salvar tu repugnante cuello.

El eiseno se pone entre los otros presos y su compañero con una mirada intimidatoria. A pesar de su postura estática está preparado para cualquier cosa, ya que conoce cómo reaccionan las personas que ya no tienen nada que perder y que sólo les queda el cadalso.

 Os mira con desprecio - Sea lo que sea que queráis de mí os lo daré cuando esté a salvo en alta mar. - dice, envalentonado por vuestras palabras de necesidad.

 Hey tíos, ya que le vais a sacar a él, ¿qué más os da coger a dos más? - dice uno de los presos de la habitación al escuchar vuestras palabras.

 No os presta atención, está intentando forzar las cadenas.

Maldita familia. seguro que este hijo de milpadres es tan cabezon como su hermano, y estamos casi sin tiempo.

Muy bien, el plan es ir hasta el patio de ejecuciones, crear una distraccion y nuestros amigos nos guiaran a la salida. Vosotros, andrajosos, si quereis huir con nosotros no lo impedire, pero tampoco os ayudaremos en nada.

Estos dos nos pueden servir como carne de cañon.

jefe ¿los presos opinan o nos vamos con los nuestros ya?

 Los presos tienen opiniones enconadas. El mortero piensa que lo mejor es salir por la puerta grande destrozando a cuantos soldados aparezcan, Aaron prefiere usar cualquier otro sistema menos ruidoso, y así también lo piensa el otro preso.

Sin embargo todos están de acuerdo en que aun resta eliminar a los tres soldados que os han acompañado, y por supuesto queda el problema de los grilletes, que en el caso del mortero son demasiado pesados como para irlos arrastrando.

 De repente escucháis un fuerte ruido que procede de la puerta, como si algo pesado hubiera chocado con ella.

A continuación, escucháis dos alaridos apenas ahogados al otro lado de la puerta.

Y finalmente alguien abre la puerta y acompañado de dos personas entran los cuerpos sangrantes y sin vida de los soldados que estaban protegiendo la puerta.

Son los del otro grupo...