- Voy a buscarla. O ha encontrado algo o se la ha merendado un calamar. - dice Hans cuando ve que su compañera tarda en salir. Acto seguido toma aire y se lanza al agua y trata de seguir la cuerda al final de la cual espera encontrar a Valeska.
Te sumerges agarrado a la cuerda y comienzas a seguirla. Alrededor de los seis metros la cuerda se adentra en una enorme oquedad por la que cabe perfectamente una persona.
Aun tienes suficiente aire para avanzar así que así lo haces. Unos cuatro metros más adelante, la cuerda permanece atada a una de las protuberancias o estalactitas del túnel submarino, y más adelante continúa el túnel.
Te queda poco aire, de hecho seguramente necesites de toda tu determinación y fuerza física para volver hasta el bote. La otra opción es continuar, y rezar que la superficie esté cerca.
No se ve por ningún lado a Valeska.
- Retroceder es para los pobres de espíritu. - es el pensamiento que cruza por la confusa y ligeramente asfixiada mente de Hans antes de lanzarse adelante en busca de su compañera.
"No ha sido dificil"
Piensa la mujer despues de lograr encontrar la cueva, al parecer este es el mejor lugar que pude haber caido, ahora falta que avancen los demas, tiro unas veces de la cuerda para dar aviso a mis compañeros que ya estoy en tierra.
Valeshka descansa lo suficiente para volver a tomar una gran bocanada de aire y se vuelve a sumergir esta vez para volver por donde vino.
Con la idea de ir a por la cuerda atada en el túnel submarino y dar aviso a los de arriba, te mueves entre la oscuridad hasta topar con Hans.
Apenas tenéis tiempo de hacer algo más que unas señas y entender que Hans está falto de aire, por lo que Valeska lo ayuda a llegar a la caverna que acababa de dejar.
Boqueando, y con la piel morada por haberte quedado sin aire a medio camino Hans se tiende sobre el suelo de piedra y se queda allí tirado durante varios minutos. Tose y escupe algo de agua salada que ha tragado y que le amenazaba con asfixiarle.
Valeska permanece a su lado esperando por si necesita primeros auxilios.
Tras recuperarse, sale por completo del agua para intentar entrar en calor un poco. Al mirar alrededor, ve que la caverna no se encuentra en oscuridad total sino que hay cierta luminosidad que se cuela por el techo. Elevas tu cuerpo hasta poder sentarte sobre la fría roca de la nueva Caverna y puede ver lo que parecen unos toscos escalones trabajados en la misma piedra, que ascienden por una escalinata.
Valeska te indica la distancia total entre el deposito y la caverna, que son entre doce y quince metros.
Valeska deja salir aire por la boca:
"-Casi pense en besarte, ya sabes, darte mi respiración, menos mal que estas bien, hay que seguir"
La mujer se acerca con extrema cautela a los escalones y da una ojeada para ver a donde conducen.
- ¡Vaya! ¡Si lo llego a saber me hago el asfixiado un rato más! - bromea el eiseno intentando recuperar el ritmo normal de su respiración y tratando de no alzar demasiado la voz por si aquellos escalones llevan a algún lugar custodiado. Por un momento piensa en esperar al marinero que estaba con ellos, pero vista su propia experiencia entiende que alguien con menos enterza que la suya se lo piense dos veces antes de afrontar la travesía.
Se recoloca sus armas para tenerlas a mano en caso de que sus suposiciones sean ciertas y va en pos de Valeska intentando hacer el menor ruido posible.
- Parece que estamos de suerte, si estamos debajo de la cárcel esas escaleras deberían llevar algún acceso, probablemente en las mazmorras inferiores. - su habla es un poco más firme, aunque aun un poco trabajosa debido a la falta de aire.
La mujer sonrie al ver a su compañero a salvo, el mar era un gran amigo pero podria ser el peor de tus enemigos en cualquier momento.
Valeska empieza a subir las escaleras con extrema cautela, no queria llamar la atencion de nadie.
Empiezo a subir, despacio y mirando cada detalle.
Ambos examináis las escaleras, excavadas en la piedra pero estabilizadas con postes de madera a ambos lados de la misma. La pared que da a la zona por la que se cuela una luz tenue y difusa, está llena de oquedades y desconches, parece que el cemento y la argamasa de la misma se está cayendo a pedazos y es posible que la luz que se cuela sea de las lamparas de la parte subterránea de la prisión.
Seguís ascendiendo hasta dar con un techo. Al revisarlo concienzudamente os dais cuenta de que hay un bloque de piedra que puede empujarse hacia arriba.
Necesito saber si vais a revisar a dónde lleva o si os volvéis con esta información al barco.
Decidís finalmente volver por donde habéis venido, dejando la cuerda a medio camino atada para que os sirva de guía,. Igualmente os las arregláis para atar un cabo y una "boya" con un pañuelo para señalar la zona que es estable dentro del depósito de las mareas.
Volvéis al bote, con cuidado y esfuerzo y una vez en el bote os calentáis con unas mantas mientras los marinos bogan hacia el barco.
La mujer se frota las mantas en el cuerpo para que le den calor y espera junto a Hans que el bote llegue a su destino para dar las noticias de su pequeña misión, por lo menos encontraron algo que puede ser de mucha utilidad.
Perdimos a Hans, Master?