Partida Rol por web

¿Qué tan lejos debía llegar? Esos tipos no confiaban en mí y yo tampoco confiaba en ellos. Aunque lanzarme a atacarlos no me parecía tan mala idea, ellos son más que yo; además, con lo único que cuento para defenderme son mis puños y la culata de una pistola.

Para no terminar de caldear el ambiente, me quedó quieto. Sólo bajo una mano para depositar el papel con la dirección en el suelo y arrastrarlo con el pie hasta donde estaban los hombres. Luego me quedó tranquilo; bueno, ni tanto. Como de chanza, le digo al sujeto que me apunta con el arma:

- No creo que haya necesidad de ponernos agresivos.

No baja la vista, ni junta el papel. En su lugar, silba levemente.

-Miralo, Eli.

Tras un instante, una voz femenina muy cercana, joven y algo nasal, responde desde las tinieblas del cuarto.

-Si, dice esta direccion, Pablo. 

Mas satisfecho, el muchacho vuelve a dirigirse a vos.

-Ta... tas donde querias. Te pregunte a quien buscas, loco, ¿y de parte de quien venis? +dice. Todavia no baja el arma, pero al menos, AL MENOS, hablan en vez de dispararte. Es un progreso.

El arma que me apunta no me gusta nada, pero ¿qué puedo hacer? Por lo menos confirmaron que no me había equivocado de lugar, que estoy donde se supone que debo estar.

Pero estos sujetos siguen pidiendo respuestas, y creo que ya no me puedo callar. Claro que no les voy a decir que soy vampiro, ni mucho menos que vengo de parte del Sabbat, pero ahora que hago memoria, recuerdo el nombre de ese tipo que contó sobre los extraños sucesos que le habían sucedido a su camarilla.

- ¿Te suena el nombre de José Medina? - preguntó, sin poder evitar el reto que sale de mi voz.

Impasible mantiene el arma en la misma postura. Una cosa de ser vampiro es que nunca te tiemble el pulso, para bien o mal no lo tenes. Pero el nerviosismo puede verse en otros gestos, como los ojos o la cara. En la suya no hay nada. El nombre no le hace mella. 

-Ni idea loco. Acá no hay nadie llamado asi. Vos te lo buscas nomas... Creo que vas a tener que pasar. Ya que no queres contestar por las buenas, te vamos a sacar las respuestitas a la mala. +contesta en tono tranquilo, confiado, mientras retrocede sin dejar de apuntarte. Al hacerlo, te deja libre acceso a la puerta que conduce al interior, donde aguardan sus compañeros. 

-Entra. Ni se te ocurra hacerte el sota o te dejo como queso gruyer. 

No tengo intenciones de armar un jaleo innecesario, sólo deseo encontrar a Cristóbal, y si ese es el sitio donde me debo reunir con él, pues mi camino no es sino para adelante. Muestro una actitud respetuosa, con las manos en alza y todo eso. ¡No vaya a ser que piensen que intento atacarlos y me disparen aquí! La noche es muy temprana para convertirme en un colador móvil.

- Vamos adentro, entonces - murmuró.

El interior del local es amplio. Sin duda, supo ser un bar grande, y mucho de la decoracion y muebles sigue aqui, aunque ajados por el tiempo y el uso.. Cuando prenden las luces notas tambien que el segundo piso, al cual se puede acceder por una escalera, aparentemente tiene varias habitaciones. Una especie de residencia colectiva o algo asi... Tambien, claro, significa que hay compania.

Concretamente, ves una chica con pinta de lolita gotica, que seguramente fue la que hablo, y otro muchacho. Los dos tienen pistolas tambien y te cubren desde los lados, el cerca y ella mas lejos junto a unas termicas de electricidad, mientras el tal Pablo te sigue desde atras. No hay muchos escapes, realmente ninguno...

El otro chico mueve una silla con el pie, a un espacio abierto. Entonces Pablo te habla. 

-Ok.. acomodate. Ahora vamos a charlar. Vamos de nuevo. ¿a quien estas buscando flaco? Habla claro, no tengo toda la noche, ¿sabes? Y vos tampoco, si me caliento.

Miro alrededor. ¿Este es realmente el lugar donde debo encontrarme con Cristóbal? Espero que pasé algo pronto, porque no estoy para jugar a "meterme en la boca del lobo". No es que tema a la muerte, pues ya estoy muerto, pero, lamentablemente para mí, ellos son muchos y yo soy uno solo. Ponerme a pelear me quitaría tiempo, podría darme problemas indeseados (como un encontronazo con la policía, por ejemplo), y de que además estaría necesitado a mostrar mi verdadera naturaleza. ¿Realmente decir que soy un vampiro es seguro? No es como que les vayan a creer mucho si se lo cuentan a alguien, pero bueno...

- Ya dije que no hay necesidad de ser agresivos - insistó; y realmente, si hubiera querido joderlos, ya lo hubiera hecho.

¿Qué contar sin delatarme demasiado? No sólo existe el problema de que estos tipos sepan que soy un vampiro, sino que tampoco estoy muy seguro de su afilación. ¿Y si estaban implicados con los que estaban eliminando las manadas del Sabbat? Ser un poco paranoico nunca está de más, ¿verdad?

- Bueno, a ver, ya que insisten...

Y me lanzó una historia mezclada entre verdad y falsedades, en donde soy el miembro de un grupillo que arregla asuntos (sin especificar cuáles, la parte del misterio), y que desde hace unos días veníamos teniendo problemas con unos enemigos nuestros, lo que nos obligó a dispensarnos. Ahora yo estaba buscando a un compañero mío, quien me había mandado una nota para que nos encontraramos en ese lugar, y por eso es que había acudido.

- Por eso entenderás que no he podido responder a tus preguntas antes. Es la primera vez que vengo por aquí, y bueno, no quería delatarme ni mucho menos delatar a mi compañero, pues nuestra situación es de lo más delicada. Nuestros enemigos son poderosos... han estado inventando una nueva arma, algo muy poderoso, que podría destruirnos a todos de un sólo tajo... mi jefe nos ha hecho reunir aquí, por seguridad, aunque no entiendo el motivo, ¿sabes?, por eso de que es la primera vez que estoy aquí. Me pregunto si mi compañero estará bien. Se llama Cristóbal, ¿ya te lo dije? Hemos pasado las de Caín para llegar aquí... A veces creo que tengo demasiada suerte, pues me han podido matar por el camino. Por eso insisto... ¡sí, insisto!... en que bajes el arma. No hay necesidad de cometer alguna locura. 

Te escucha muy serio, entrecerrando los ojos en algunos puntos. Mientras lo piensa, ves que un cuarto baja de la escalera, un tipo flaco de mirada extraña, que se te habia pasado por alto. Pasa sin decir nada, caminando a la ventana y espiando afuera. No obstante, el que tenes delante basta para acaparar tu atencion, y mas cuando habla...

-Yo digo que estas flasheando mal vieja...+murmura, finalmente, mientras la rubia algo mas alejada enarca una ceja tambien+ Este bulo no lo conocen ni 10 personas ademas de nosotros. Ningun Cristobalito. Mepa' que sos un espia de los chuponcitos que le lamen el culo a la princesa... Vamos a tener que sacarte la verdad por las malas.

Se pone inmediatamente hostil, murmurando en tono cruel, amartillando.

-¿Eli, queres jugar un poquito? Arrancale las piernas a este pelotudo.

Bueno, la verdad es que yo tampoco me estaba creyendo este cuentito, pero la verdad es la verdad. Tal vez he cambiado los personajes y he exagerado algunas cosas, pero la situación es así para el Sabbat. No había querido llegar a esto, por el número de personas y eso, pero me parece que voy a tener que utilizar los puños... al menos que pase algo, como que aparezca el maldito de Cristóbal (¡¿dónde está ese maldito Lasombra?!) y todo se aclare de una buena y maldita vez.

A pesar del momento de tensión no puedo evitar darme cuenta de las palabras de este chico. Eso de los "chuponcitos" puede ser sólo una alución a los enemigos del man, pero también podía estar refiriéndose a los vampiros. Y con eso de princesa, ¿se podía estar refiriéndose a la Camarilla? Nunca había oído nombrar a la Madre Superiora como "Princesa", pero siempre cabían las posibilidades...

¿Qué me queda ahora sino esperar a ver lo que pasa? Claro está que no me quedaré con las manos cruzadas, pero tampoco es como si quisiera esto. Si sólo apareciera Cristobal...

Orden de iniciativas

Pablo

Tipo nuevo

Chica nueva

Lucas

Eli y el otro (van simultaneo)

Ventana

El tipo te tiene en la mira. Aunque logras moverte apenas, el dispara, y sentis la caricia del plomo caliente en tu cuero cabelludo... Hijo de puta. No te van a dar la menor oportunidad. Sos el centro de atencion de los 4. 

Para empeorar, de la entrada sale un 5to! El desgraciado es rapidisimo, atacandote por el costado con un puñetazo que trae de inmediato a la mente el recuerdo de los entrenamientos con Davo... Este hijo de puta, aunque de contextura mas pequeña, tiene rasgos parecidos en su atractivo (sino mas) y tambien es igual de fuerte por lo menos, como tus costillas atestiguarian de poder hablar... Encima, atras suyo aparece, bloqueando la puerta, una segunda trolita, tambien con una pistola apuntandote... Tira y su plomo tambien te da en la cabeza, aunque raspandote la nuca. Ninguno juega aca. Van a destrozarte si no haces algo.

Esta no va a ser una buena noche.

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! ¡¿Es que había ido ahí para que me volvieran a matar?! ¡Se suponía que estaba en ese lugar para salvar al Sabbat (bueno, al menos eso creo) y me atacan! Sabía que cuando ese hombre me había amenazado las cosas se iba a poner negras para mí, ¡pero no tanto así! Soy uno contra cuatro, uno que sólo contaba con sus puños y la idea fija de salir de allí en una pieza y la de cuatro sujetos fuertemente armados, uno de ellos con un par de puñetazos de hierro que se le clavaban en las costillas a uno.

¡Definitivamente necesito salir de allí! Pero si me lanzó a la batalla contra esos cuatro ni toda la sangre del mundo me ayudaría a curar las heridas que me pudieran producir (y las que ya tenía). Debía salir del "blanco", intentar ponerme a resguardo, al menos hasta que encontrara una vía para escapar. Estaba en un bar, ¿no? ¿Qué tal la barra...? Podría ocultarme en ella y armar un plan. Total, ¿qué puedo perder...?

Me lanzó, entonces, hacia la barra...

La chica gotica dispara, pero en la agitacion no alcanza a darte, mientras que el segundo pibe te pone una bala en la espalda, aunque sin gran daño... Ciertamente la barra te brinda cobertura completa, aunque no ves para donde continuar. Del lado del fondo avisoras un par de puertas cerradas, (una al sur, otra al este) y la escalera que conduce a la planta alta, pero nada señalizado. 

Es todo un maldito desastre. ¿Quien iba a decir que los porteños eran tan paranoicos y extremos? Aunque claro, tampoco es que les dieces nada para confiar en ti, pero aun asi... Tendrias que pensar algo rapido. No se van a quedar esperando.

De pronto empezas a sentirte mal... El miedo, un viejo desconocido, se hace presente. ¿Que es esto? Tantos años en el norte, haciendote mas fuerte, aprendiendo, todo para que ahora por un error, te vayan a liquidar tus propios "compañeros"... ¿Sos tan niño? ¿Sera posible?

Entretanto, los tipos no se quedan quietos.

-Hijoputa….+masculla el primero, al parecer algo sorprendido por tu dureza. Sin vacilar se arrima con la pistola en mano, para disparar por encima de la barra… alcanzándote en la espalda!

El que tiene puños de hierro es menos directo. Con agilidad se sube encima de la misma, alzándose sobre vos como el lobo que mira a la presa con tranquilidad… Su voz es clara, fuerte, controlada. Mantiene los puños apretados, listo para atacar, pero parece tener algo que decir también.

-Sos boleta, chuponcito… Ahora vas a ver lo que hacemos a la Camarilla acá. 

Bueno, la defensa de la barra no me sirvió de mucho, ¿no?... Y estos me atacan de nuevo... Pero ya va: ¿yo? ¿de la Camarilla?

- ¡Eh, eh, eh! -alzó la voz, agitando los brazos en el aire. - ¡No soy de una maldita Camarilla un demonio! ¡Vengo del Sabbat, carajo! ¡Soy un Antibrujah! ¡El nombre de mi Sire es Davo! ¡Vengo de la misma Archidiócesis de Tucumán! ¡Maldita sea! ¡Vengo acá por las órdenes de la misma Maestra Supiera, por un demonio! ¡Debía reunirme aquí con un compañero mío, un Lasombra, que se llama Cristóbal! ¡Y ambos teníamos que reunirnos con un tal Che Quesada! ¡Y eso que les dije que no hacía falta la agresividad, hijos de puta!

Vaya, vaya, así que eran vampiros, y en buena me venía a meter yo. Espero que la vitae cure esto, maldita sea...