Partida Rol por web

Puedes sentir sus suaves labios contra tu piel en el hueco del hombro, incluso sus dientes que te raspan delicadamente cuando abre la boca para besarte alli, con ternura. Poco a poco, comienza a subir hacia tu rostro, dejando tibias impresiones, mientras alza la otra pierna. Enreda ambas en torno a tu cintura, moviendo sus caderas contra tu pelvis. Vuestro abrazo es bien pegado, y no podrian estar mas juntas sin fundirse, sintiendo la carne de la otra.

-Eso espero... Javiera... Eso espero...+murmura, mientras lo hace

Alza finalmente la carita, y su naricita roza la tuya a la vez que sus miradas se encuentran. En sus ojos azules brilla una luz extraña, calida como ella, que bucea en los tuyos. Entreabre la boca, y al hablar, puedes sentir el cosquilleo del fresco aire nocturno acariciando tus labios, de lo cerca que esta.

-Cuento contigo... Si no me fallas, las dos podemos ser felices... muy felices. Ahora tengo que hacer esas llamadas y ultimar preparativos... Es una pena que lo debamos dejar aqui...+gime seductoramente, empujando su cadera contra tu sexo, mientras se muerde el labiecito inferior y parpadea con un aire apenado+...te siento tan deliciosa que casi me duele separarme.

Era intrigante, deliciosa, tentadora como la manzana del conocimiento, pero tan peligrosa como la misma muerte, debió contenerse, y no le costó tanto lo cierto, pero no porque la joven fuese despampanante, sino porque Alfredo pululaba en su mente, ¿y su pacto de compañía?, sentía que entregarse a una pasión casi juvenil, por el mero deseo de tocarse, no era correcto, además, ¿podría sentirse atada a ella?. Antonia hacía remover en su interior sus más profundos pensamientos y sensaciones, y por eso, cuando sus caderas se juntaron, ella pasó la mano debajo del agua, y la jaló de la cintura,  y sus labios se entreabireron al sentir su boca en su cuello, sus dientes, su cuerpo por completo... la serpiente se aferraba al árbol.

Y su frase de que si  no le fallo serian felices, ¿y si le fallo?, eso se preguntó Javiera, esa frase destruyó su excitación, y bajó la mano que se había tomado de la cintura de ella, y asintió apenas con la cabeza. Antonía seguía mostrando su interés por la joven vampireza, pero Javiera estaba más preocupada de las consecuencias de fallar. Besó su mejilla, jalando de su nunca, y  susurró en su oído: "intentaré no fallarte", mala costumbre de abogado, jamás comprometerse a un resultado, sino a hacer todo lo posible para conseguir algo.

Salieron de la piscina, y se vistieron, ella se despidió de nuevo de Antonia con un abrazo más fraternal que con otra intensión, y salió del hotel, tomando su automóvil, y se retiró a su oficina, había trabajo que hacer, pero antes, le envió un mensaje de whatapps a Alfredo, necesitaba verlo y hablar con él para su consejo. 

El mensaje tarda... Curioso. Entretanto no te queda mas que ponerte con los papeles del dia, mirando de vez en cuando el celular. Enviado, pero no visto. Recuerdos de otras veces cuando Alfredo no contesto te asaltan, si bien la mayoria de las veces fue por simple falta de señal, aunque alguna que otra simplemente evito responderte la causa. Incluso el tiene algunos secretos para ti, aunque muy pocas cosas no te confia.

Recien sobre las 4 llega respuesta, resonando de improviso en el cuarto.

"Disculpa la demora querida, estoy en una estancia en pleno campo, cerca de Gualeguaychú. No tengo buena señal. ¿Que necesitas?"

El nombre de la localidad te suena. El carnaval mas importante de Argentina se celebra alli, y no queda demasiado lejos, aunque es en la provincia de Entre Rios. Territorio de Hector y sus colegas. Probablemente, otra vez fue llamado por alguno de estos asuntos tan delicados del conflicto.

No respondía, eso le molestaba de sobre manera, y se lo había dicho, muchas veces se lo había dicho, pero él insistía en eso, como ahora, que no respondía, además, eso le recordaba aquella fatídica noche, pero Alfredo no cambiaría, no... Javiera debió comerse su molestia y seguir con el trabajo, dejar todo listo para Carlos en la mañana, y así fue hasta que llegó el mensaje, ella lo tomó y respondió rápidamente.

" Alfredo, te necesito urgente, me han encomendado algo, y necesito tu consejo ¿vendrás esta noche?" preguntó y dejó el celular a un costado para seguir revisando las escrituras de una sociedad en la que trabajaba, además, habían dos escritos que hacer, demasiado trabajo se dijo, y masajeo su entrecejo, descansando su mente por unos segundos y pensando en Antonia, no podía sacarla de su cabeza, como tampoco podía sacar de su cabeza la idea de Alfredo en ese lugar, había aprendido que todo estaba interconectado de alguna manera, todo, ella era un mero peón, sin mucha relevancia y prescindible.  Eso debía cambiar...

La respuesta es mas pronta esta vez, pero igual toma unos minutos en el que su aviso de escribir parece interminable.

"No, mi querida. Estoy ocupado y el amanecer me atraparia en ruta. Mañana a la noche como muy pronto, aunque tarde. Ha habido un... incidente. No puedo hablar al respecto. Pero ve con cautela. Si es posible, quedate con Carlos durante el dia. Me sentire mas comodo si el te esta cuidando. Te llamare tan pronto este volviendo. Un beso, Javiera"

Bien, no es la respuesta deseable, ni mucho menos. El tono evidentemente, es preocupado. La sugerencia de que necesites proteccion adicional durante el dia tambien es, cuando menos, extraña. Si bien nunca ha mostrado ninguna simpatia o celos por Carlos, estando consciente de sus sentimientos por ti... eso es significativo.

Pocas cosas pueden alterar a Alfredo, al punto de que vuelva a mostrarse protector como cuando eras novata.

El mensaje le preocupó y disipó cualquier muestra de molestia, porque la duda la recorrió mezclada con el miedo, ¿se iba a repetir lo mismo de hace 15 años?. Sostuvo el celular entre sus manos y meditó lo que iba a escribir, mordiéndose el labio inferior moviendo sus dedos sobre las teclas del virtuales.

- "está bien, ve con cuidado" - solamente le dijo, y acto seguido le mandó un mensaje a Carlos, - " necesito que estés aquí lo antes posible por la mañana, necesitaré de ti, " simplemente le dijo, de todas formas le preocupó exponer así a Carlos durante el día, nunca se perdonaría si algo le pasara a su amigo. 

Javiera se echó hacia atrás, y quedó mirando el techo, Antonia no le había contado todo lo que sucedía, pero existía la posibilidad de que ella misma no estuviera enterada, así que decidió enviarle un mensaje, muy sencillo -"¿estas bien?"-

Carlos responde brevemente. Te toma algo entenderlo, pero a veces se te olvida. Es de madrugada tarde. El pobre debia estar durmiendo sin duda... Luego de tantos años, el horario nocturno se vuelve habitual, tanto que cuesta recordar otros tienen sus vidas al sol. Pero promete estar alli a primera hora, justo como se esperaria de el.

Antonia es mas veloz, y de hecho no envia un texto, sino que te llama tranquilamente.

-Alo, querida. ¿Todo en orden.? Me extraño tu mensaje... Por cierto, acabo de colgar con Gregorio, ya tenemos a dos para acompañarnos mañana en el "paseo". Ernesto tambien mandara a uno de sus hombres, asi que iremos bien "custodiadas". No me imagino que pensaran cuando nos vean, con mi bikini y tu delicioso traje de baño jajaja. +rie tiernamente.+ Creo que se sentiran compensados solo con eso. 

Javiera apenas manda el mensaje a Antonia, recibe la respuesta de vuelta, y no un mero mensaje, sino que una llamada de ella, contándole al segundo timbre, tomando algo de aire y poniendo en su oído el teléfono, escuchando con ternura a la vampiresa, sus comportamientos ligeros le encantaban, esa sorpresa con que reaccionaba hasta el más mínimo detalle, la vampiresa había logrado mantener una inocencia extraña y exquisita de la edad en que fue abrazada, pero Javiera sabía que aquella actitud no era más que una máscara, los vampiros eran así, dos caras... Cerró sus ojos, y se tomó un minuto pensando en la cara de esos hombres con ellas vestidas de bikini, y se cuestionó si realmente  reaccionarían.

- ¿en orden?, si... sí, lo estoy, todo - se muerde el labio inferior, meditando sus palabras - Antonia...¿crees que alguno de esos hombres podría venir durante el día a mi despacho? tengo unos problemas con clientes insatisfechos, y no quiero problemas... mas de la cuenta - suelta una risita inocente, no sabe si es bueno hablar sobre sus ideas por teléfono.

-Ush... decirmelo antes, querida. Seria algo impropio si los llamo de nuevo para otro favorcito. +suelta, con un ligero tono a puchero. Casi puedes imaginar sus dulces labios frunciendose.+ Te sugiero que mejor llames a alguna comisaria cerca y contrates algun agente de adicional. Aunque vos no deberias preocuparte, ¿no estas durmiendo? Si encontraste la manera de quedarme de dia y broncearme sin arder, avisame! Jajaja Dejaselo a tu criado, linda. Vos descansa. Mañana nos toca una noche movidita.

Suena un ligero pero claro chasquido en el telefono.

-Te mando un fuerte beso, querida. Nos vemos en la guarderia de lanchas que esta al lado de Tierra Santa, ¿la conoces? La Pampa y avenida Rafael Obligado. Sobre las 21, si te parece bien. Asi vamos con tiempo.

- a veces me pregunto cómo puedes mantenerte siempre de tan buen humor, me haces sacar sonrisas como ninguna otra persona - le dice, recargándose en el sillón, y masajeando su entrecejo, ya había perdido esa oportunidad, soltó un poco de aire por la nariz, en una risita, y pegó más el teléfono a su oído - esta bien, igual tienes razón, y Carlos no es mi criado, te lo he dicho varias veces - rueda los ojos, y luego se inclina hacia delante, anotando la dirección y las indicaciones que le estaba dando.

- sí, la conozco, - o eso creía - igual lo busco con el gps, no sé que sería de mí en ese juguetito - se burla un poco, y luego de anotar mira unos segundos el vacío - y no sé como caminar bajo el sol, muchas veces lo extraño -  baja la voz, quedando meditabunda - Antonia, nos vemos mañana, cuidate y no hagas travesuras guapa - le manda un beso.

-La luna tiene su encanto...+comenta al final, con algo que suena a suspiro divertido+... Es nuestra. Aunque ojala me aumentara los senos, como decía mama... jajaja. Un beso, querida.  Descansa.

Cuelga, dejandote el recuerdo de ese aire divertido en el oido. Los papeles frente a vos se ven mas livianos ahora. Realmente no es dificil seguir sus sugerencias para aumentar la proteccion durante el dia. Podrias dejarselo a Carlos o hacerlo tu misma. Pero otros pensamientos te entretienen unos momentos.

Todo es tan inestable... son feos ciertamente estos momentos donde el peligro vuelve a asomar, pero por otro lado, tambien puede volverse un desafio. No por nada pasaste mucho tiempo estos años en compania de Ramiro, Ernesto y sus chicos. Las condiciones de fuera se han dado. ¿Estas lista para afrontar el reto?

Se escuchó el sonido del término de la llamada y Javiera emitió un gran suspiro, para luego apartar su celular de la oreja, y echar para atrás la cabeza, recargando la nuca en el respaldo de su asiento. Tuvo una sensación de miedo que la recorría y que ponía en alerta sus sentidos, era una lástima el no poder estar despierta de día, pero era propio de su raza, así que considerando el resto de la noche y que nada podría hacer ante un destino inevitable, cualquiera sea este, recargó sus codos sobre la mesa, y comenzó a trabajar,  terminar las escrituras y los documentos que Carlos debería usar durante el día, aunque estaba avanzando lento, lástima, Alfredo no alcanzaría a llegar antes de que ella se fuese, por lo que calculaba. Chasqueo la lengua, debió decirle antes de que se trataba el asunto que estaba tratando.

Anotó en un papel, ya cuando sólo faltaba una hora antes del alba, una serie de instrucciones para Carlos,  como los documentos que había terminado, y los que debía presentar, así como también, había anotado lo que faltaba por hacer, pero una instrucción era distinta a las otras, que si sentía una sensación de peligro, que llamara a la policía y que escapara, que no mirara hacia atrás, que sólo corriera. Carlos era su amigo, no su criado, y por tanto, no era una pieza sacrificable.

Tu descanso es duro, tenso, cargado de presagios que no alcanzas a discernir. Otra cosa mala es que no es como dormir cuando humano... Aqui, no hay forma facil de despertar. Un vampiro realmente solo puede hacerlo cuando siente el peligro y por breves momentos, como Alfredo cuando... en fin. No. De la inquietud, de la oscuridad que se cierra, no hay salidas.

Pero finalmente la noche se hace con el dominio de la ciudad, y abres los ojos a la oscuridad de tu habitacion. Son poco mas de las 20. Hay poco tiempo para alistarse y salir. Pero una nota deslizada bajo tu puerta al menos calma tus temores momentaneamente. El dia fue bueno. Carlos estuvo tranquilo, sin problemas. Te desea lo mejor, y que si sales no olvides paraguas. Esta anunciada tormenta.

La Avenida Rafael Obligado es tambien la costanera de buenos Aires. A un lado, siempre tenes el Rio de la Plata, que en las noches queda bañado en luces de oro sobre el negro de las aguas. Por el otro, parques, plazas, terminales de carga... El aeroparque Jorge Newbery destaca sobre todo, con su amplio trafico. Pensar que uno de esos aviones, tan facil, podria llevarte a tu casa...

Justo enfrente a donde comienza la pista, ves el lugar de encuentro. Son muchas pequeñas darsenas, atiborradas de lanchas, veleritos y yates. No ves un cartel indicando el nombre del lugar, pero si la entrada, vallada, y un estacionamiento adecuado al costado. Hay varios autos, aunque no ves a Antonia en el lugar, pero bien puede ser que este dentro de alguno de ellos, esperandote. Despues de todo, el pronostico que te hiciera Carlos es mas o menos correcto, y el cielo luce parcialmente encapotado, como se venia esperando tras los calores de la ultima semana.

En esos sueños recordó a Sebastian, en Chile, lo veía triste y con el anillo de compromiso que le había regalado, y lanzándolo lejos en la playa de las Salinas, en donde pasaban  las vacaciones en verano o invierno, o en donde se escapaban cuando aún estaba viva, y luego, veía aquel cementerio en donde casi matan a Sarah, los disparos, y todo de pronto demasiado silencio... Hasta cuando despertó, había sido un sueño horrible, y el hambre la acosó,  bebió sangre del frigorífico que tenía en su cuarto, y fue ne busca de Carlos, jamás veía a su amigo sin antes comer algo. 

Hablaron sobre lo que debían hacer, y ella antes de irse, se acercó a él, y tomó su mano, no supo la razón, a veces los impulsos carecían de alguna, y se acercó para besar sus labios y murmurar un "cuidarte", antes de irse. Lo miró una vez más, y se fue, como si fuera una despedida,  para Javiera, lo era en parte.

Ya en el punto de encuentro, quedó viendo los aviones, e imaginó aquella playa, a sus padres,pero comprendió que su hogar ya no era allá. Sacó su celular, y mandó un mensaje a Alfredo.

"ya me voy, cuida de todo, te quiero"

Te quiero, era la primera vez que usaba esa frase con él, y meditó antes de enviarlo, era ridículo  se dijo, pero aún así sus dedos lo habían escrito. En fin, caminó buscando a Antonia, pero no al encontró, escondió su cara en la solapas de su abrigo y envió un mensaje a Antonia "he llegado"; escrito y enviado, guardó su móvil en el bolsillo de su abrigo y siguió buscando a Antonia con la mirada.

Dos mensajes te responden, casi juntos. El primero de Alfredo.

"Voy en ruta. En hora y media estare llegando. Ve con cuidado y no hagas travesuras. Te quiero, Javiera".

Escueto, sencillo, informativo, pero tambien con su tono... Es bueno saber que el estara en casa cuando regreses de esto. Poder acurrucarte contra su pecho, sentir sus caricias... quizas algo mas. Corta el hilo de estos pensamientos la respuesta de Antonia.

"Mira a tu izquierda"

Al hacerlo, notas como te hace luces un caro convertible, BMW por el logo, a unos 20 metros mas alla. Una delicada mano asoma por la ventanilla del conductor, saludando con displicencia, para luego ser seguida por la carita sonriente de la bella primogenita. 

Sí, hubiera deseado estar ahora reposando sobre el pecho de su padre, descansando cuando la luna se hacía tan tibia, y dejarlo tocarla con esa parsimonia que había aprendido a apreciar, ella, la apasionada, era amansada por las manos quietas de un hombre ya mayor, y maduro, un hombre que la hacía sentir tranquila.. un vampiro que le había dado el don de la no-vida.

Javiera quedó contemplando ese mensaje que no borraría cuando lee el mensaje de Antonia, ella, era una fuerza de la naturaleza que la hacía sentirse abrumada por tanta energía, en fin, caminó hacia donde aquella fina y preciosa mano le indicaba, y se paró a su lado, el auto era precioso, aunque imaginó que sería algo más femenino...

- hola belleza - susurró inclinándose para ver a su amiga.

Te mira con picardía, alzando una ceja.

-¿Cuánto por la noche? +pregunta suavemente. Su carita enseña una sonrisa traviesa, mientras con la mano estirada te toma de la mejilla, atrayéndote contra sí. A pesar de la delicada delgadez que tienen, están imbuidos con la fuerza de la sangre Brujah, y poseen una fuerza difícil de ignorar, aunque es una presión gentil la que te inclina. Más no te besa como cabría esperarse de sus gestos, sus fríos labios solo rozan tu mejilla, aunque con ternura.

-Entra. Tenemos que esperar unos momentos más. +susurra, para luego indicarte el asiento del acompañante, al otro lado.

Una vez juntas y cómodas, si desliza sus brazos en torno a tu cuello, atrayéndote sobre sí. No dice nada. Solo desliza las manos por tu cabello, acariciándolo a la vez que relaja tu cabeza con el roce, como si tuviera conciencia de tus preocupaciones. O quizas, solo le gusta mimarte, como si de una hermosa muñeca te tratases... Aunque apenas unos momentos luego de iniciado los mimos, mira algo delante.

-Mmm… parece que ya tenemos a los primeros acompañantes...