Partida Rol por web

Es sencillo convencer a la “grandota”, una sonrisa picarona y unas cuantas miraditas ensoñadoras, hacen la diferencia necesaria entre la insensatez y la razón.

Y allá vamos, atrás quedan sus amigas molestas con ella por dejarla junto a una simpática, aunque desconocida, chica de ojos dispares y faltando tan poco para que comience el bailongo.

La promesa del vehículo pronto puesto a su servicio apacigua un poco las aguas, pero aun así, tengo que actuar rápido.

De camino a casa y charlando de giladas hago una mínima parada para comprar una birra, para el viaje, le digo pícaro mientras pago y seguimos.

Ya en casa la dejo un rato en la cocina esperando, mientras busco unos cuantos ribotril que luego de machacar pienso meter en la botella de cerveza.

No hará falta más nada, sedadas y dispuestas para todo, seguramente Yasmila está muy contenta de poder seguir nuestra pequeña fiesta privada.

Pero antes, un bocadillo.

Vuelvo a la cocina más cambiadito e incluso con un poco de perfume, y acercándome a ella sin ningún tapujo me siento a su lado y le digo:

Sos muy bonita, y te quiero comer la boca.

Sutil, como una patada en los dientes.

-Pero, esta tu novia esperandonos... +protesta, sonrojada...aunque no se mueve un centimetro para apartarse. Al contrario, se pone de lado, volviendo mucho mas facil que te subas encima de ella y hagas lo que gustes...En este caso, morderla.

Disfrazado de un tierno mimo al cuello, mientras la pendeja gime exitada a tu oido, podes sacar los colmillos y saborear su calido juguito rojo... Es muy distinta a la dieta de envasados de ghouls. No es que esta sea fea, pero beber del envase directamente, ese caldito rojo que bombea por sus venas, acelerado por un corazon palpitante... Una es vino de mesa, el otro fino de bodega mendocina, por aventurar una comparacion. 

Sin embargo hay que cuidarse de no pasarse. Seria feo si se desmaya, y mandar explicaciones a las amigas incomodo cuando menos. Un par de lentos tragos, mientras su tanga se moja al sentir el efecto del "Beso", que los humanos encuentran orgasmico... Luego detenerse, lamer su cuellito, borrar las huellas del crimen... Listo.

Te queda mirand, calentita y puesta a punto como para ponerla cual pollo al espiedo, bien ensartadita. Pero la promesa de "despues" es aceptada, aunque con cierta amargura. Luego, mientras se lava la cara y acomoda, buscar la birra "preparadita". Es lindo ser uno, algunas noches.... La lancha no es exactamente lo que ella esperaba, pero peor es nada... Con ella de copiloto, en vez de Yasmila (raro se siente), volves a la plaza, donde la reunion continua. Tu compañera te mira, alzando una ceja, pero no hay celitos. Otra cosa buena. Entiende. ¿Se puede pedir algo asi de las minas humanas? Muy pocas, si es que alguna.

Ahi en la plaza se hace el cambiazo de roles. Todas las chicas van atras, y para mayor seguridad Yasmila tambien, mientras vos quedas engrampado de chofer. A ella le corresponde asegurarse que tomen.

-Maneja tranquilo, no hay apuro. +te recuerda simplemente, para dar tiempo a que el ribotril funcione... y a darle por las calles porteñas. Pero eso ultimo no sale tan bien. Son pendejas de barriada se nota, curtidas. Dos se adormecen. Pero las otras 2 aguantan, mirando a las otras con extrañeza y zarandeandolas... Esto puede terminar mal.

Esta bueno no ser siempre el que mete la pata.

Esta vez le toca a Yasmila no poder controlar la cosa, y antes de que todo se desmadre enfilo para alguna de las tantas calles oscuras que pueblan el Bajo Flores.

Detenerme a mitad de cuadra y bajar del autito luego de pispear hacia todas partes mientras camino despacio hacia el final de la renoleta, le da una última oportunidad a mi compañera de hacer un último esfuerzo para arreglar su “moco”.

Y si no, bueno, será cosa de ponerse un poco bestia…

De algun modo, Yasmila las calma, pidiendoles silencio y comentando que ella es enfermera. Las pibas se lo tragan. Les toma el pulso a las dos, confirmando que estan bien, y desvia el tema hacia que comieron esa noche, si se llenaron bien antes de salir. Logicamente no saben. Mientras les pide que las acuesten contra el frente, abre la puertita posterior, mirandote seria. Entre murmullos comenta.

-No se si le pusiste poco o mucho, pero no funciono como debia. Entra. Va a tener que ser por las malas... Pero no las lastimes.

Dicho esto, enseña los dientes, y se voltea, tocando la espalda de a una de las chicas. Esta se voltea. Su cara se demuda de espanto, gritando aterrada. Salta hacia atras o eso intenta, pero se golpea contra el techo y y la parecita posterior. No tiene a donde escapar, y esta demasiado asustada para defenderse, cuando Yasmila se le tira encima y la muerde.

La tuya es algo mas dura, o vos no tan intimidante, pero no varia demasiado su actitud. No al ver a su amiga tambien quedarse dura en los brazos de tu pareja. Resulta sencillo clavarle los colmillos, llenandote lo que faltaba... Es sabrosa, pero se nota una diferencia en su sangre, algo extrañamente aletargante. El puto ribotril... Cuando terminas, te sentis pesado. Como ninguna de las dos chicas esta inconsciente toca "dormirlas" a la antigua usanza, con un par de bifes, pero sin lastimarlas seriamente. Yasmila tambien golpea a la suya, aunque murmura un "disculpa". Termina de llenarse con otra de las dormiditas. 

Ambos estan algo somnolientos al bajar. Encima, con 4 chicas inconscientes y drogadas en el la camioneta. Lindo. 

-Bajalas y vamonos...+murmura, bostezando..

Mierda, nunca había sentido algo así.

Chuparme a la última me ha dejado bastante pelotudo.

Algo para recordar sin duda en las noches por venir.

Ahora comprendo mejor, lo necesario que es saber de dónde viene el alimento.

Por las dudas, y luego de dejar a las chicas cómodamente tendidas sobre el pasto del jardín de alguna de las casas de aquella cuadra, - una postal nada extraña para una noche de fin de semana en estos lados de Baires -, nos dirigimos al lugar donde será la cita aun por venir.

Manejo despacito como un viejo con lentes de culo de botella, y con las puteadas de los otros conductores como un manto sin que me importe una mierda.

Yasmila, le digo al tiempo aburrido por el silencio, tenemos que cambiar esta mierda de auto, parecemos los locos Adams en esta batata…

Podría haberle hablado del clima, la situación sociopolítica del país, o hasta de lo lindo que le queda tener la piel cálida, pero supongo, y ni siquiera sé porque le he mencionado lo del auto, - algo que sinceramente no me importa mucho -, supongo, que es tan buena forma de comenzar una conversación como cualquier otra.

O tal vez, solo tal vez.

Sean las putas drogas que llevo en la sangre.

Yasmila asiente, distraida. Esta algo mas adormilada que vos inclusive. Pero es logico, tomo mas de las chicas drogadas, (vos te habias repostado un poco con la alta, sana, antes). Casi que viene bien ir lentejas al verse al espejo, tan somnolientos. Lindo palo se darian sino, cosa que seguramente no los mate, pero como poco seria dolorosa e inconveniente. Pero es cierto que en otras circunstancias, un auto como este no se escapa ni de una bicicleta.

El bar en cuestion, Lewis, es un esquinero. Justo en la esquina de Darwin y Castillo. Es chico, casero, con un aire antiguo. Un bar de barrio. Por supuesto ya esta cerrado, con el tiempo que perdieron, pero seguramente a medianoche mañana todavia no. Aprecias que el edificio es grande, 3 pisos de alto, casi seguro los dueños viven arriba. La planta baja, ademas de la puerta principal en la esquina, tiene 3 ventanas amplias a cada lado, tanto el que da sobre Darwin como el de Castillo. El resto es tranquilo, con el unico detalle significativo de la cercania que tiene con la Av J.B Justo y con las vias del tren. No hay nada sospechoso, y al menos a simple vista, parece buen lugar. 

Sin mas preambulos regresan a casa a tiempo. No hay muchas ganas de seguir los juegos. Yasmila se acuesta apenas llegan, luego de pedirte que revises este todo bien cerrado. Dormis en la absoluta oscuridad de tu cuartito, como un santo con la pija satisfecha y la panza tambien

Despiertan tarde, ambos, pero librados de los efectos de los barbituricos. En vez de las 19:30 habituales son casi las 21. Igual quedan unas horas antes de marchar. Yasmi "merienda" un poco de pura vitae, para estar a pleno, y empieza a llamar a los "amigos" de la monada. Dos poco sospechosos y bien calzados deberian estar bien. Si tambien traen alguna de sus putitas, una que sepa moverse, mejor. Con eso pueden pasar como un par de parejitas tomando algo.

En esta cantidad de años, desde que escapamos como perros apaleados de Santa Fe, he aprendido que solo aquellos que se preparan, tienen una oportunidad de sobrevivir.

Me he vuelto desconfiado, y eso, espero, será lo que me mantenga durante muchos años dando vueltas por el mundo.

Es por esto que no me quedo con lo que me dice Yasmila, es mi propia carne la que se pondrá sobre la parrilla y aunque creo que mi compañera no me mandaría deliberadamente a una trampa, tampoco creo que, llegado el momento, llore durante mucho tiempo mi muerte de llegar a sucederme.

En la villa hay muchas oportunidades para aquellos que como yo, viven del intercambio de información y la venta de favores.

En este caso me busco a tres grones, les indico que han de esperarme a una cuadra y media del lugar a donde voy a ir, armados y en un auto listo para salir echando putas, si mi llamado llega.

La comunicación, en caso de precisarla, será un simple llamado a alguno de sus celulares.

No necesito más que eso, para tener una mejor chance de escapar.

También me calzo dos lindas pipas en la cintura y bajo una holgada remera oscura, se que no van a matar a ningún chupón, pero que me cojan si no duele como la misma mierda.

Finalmente me considero listo.

Y sin más que planear, o debatir, busco a Yasmila y me dispongo a salir.

Los negros aceptan ¿Porque no lo harian? Es guita mucho mas facil que la de siempre. Yasmila tambien esta lista. Ella no lleva mas armas que su encanto, pero la "pareja" que ira con ella, uno de los muchachos del gordo Osmar, paraguayo alto y bien plantado, aunque medio cara de nabo, si tiene su fierrito bajo una camisa larga abierta. Es algo raro, verla bien arregladita para salir del brazo de otro tipo, pero tambien obvio que ni bola le da al mismo salvo para el personaje. Los ojos le brillan de exitacion por otra cosa. Al fin, un trato con los Giovanni.

Pronto emprenden camino. Ellos dos esperaran 5 minutos despues que vos, antes de entrar. Otra pareja del gordo ya esta comiendo ahi desde las 11, tranquilitos, representando sus personajes. Ellos van a entrar como unos amigos con los que vienen a encontrarse, compartir unas birras. Ya se les dijo que esten en un lugar bien acomodadito, donde puedan moverse rapido a ayudarte si hace falta.

Los nervios son una cosa que los vampiros dificilmente tienen. Sin pulso, ni respiracion, pocas señas dan de agitarse. Pero seguro tendrias el bombo a mil, mientras dejas la chata a un costado, a media cuadra del lugar, para hacer a pie el ultimo tramo. Los tuyos estan esperando en la esquina, del otro lado, para disparar tambien si hace falta. Esta todo lo posible cubierto. Con suerte, al pedo. Con suerte...

Apenas entras, te das cuenta quien es quien. La parejita joven deben ser los de Yasmila. Un par de viejos y dos pibes, no pintan. La otra pareja, es un mono enorme, acompañado de otro flaquito de traje y baston. Son los unicos que desentonan en el ambiente casero del bar. Y el tambien te ve.

Diario de Lucas.

Baires.

2014.

Entro al bar con la intriga de saber que iré a encontrarme allí.

He fantaseado con esto, no voy a mentirte, y aunque mis ideas son muchas – y diversas -, la que más votos lleva tiene que ver con una mina despampanante, de larga cabellera rojiza y pechos turgentes.

Y entonces le veo.

El puto Kichiloff, o como carajos se escriba, me detengo en seco, no quiero hacerlo pero mis piernas se clavan al piso percudido mientras mis ojos recorren la figura de alguien que es muy conocido en Argentina.

Ok, no me importa un carajo la política, estamos de acuerdo en eso, pero tener una cita, en un bar de mala muerte, con el puto ministro de economía es “tu mash”, como diría Moria.

Ni siquiera me importa Magila el Gorila, ah, ¿no lo comente ya?, ok, al lado de Kichiloff hay un urso de proporciones desmedidas.

Y la noche recién comienza -.

Bueno Lucas, me dije entonces, si vas a tener “unas palabras”, con este tipo, es mejor no quedar como un pelotudo.

Frase graciosa viniendo de mí, ¿no? -.

…

Luego de la impresión camino hacia la mesa donde me espera quien vino a citarse conmigo. Me muevo tranquilo, seguro, este es mi barrio y yo soy el gallo con la cresta más grande.

Quiero que lo veas, que entiendas que me importa un carajo tu posición y compañía.

Llego a la mesa, me tomo un breve tiempo para mirar a quien se nota, lleva la batuta en ese grupo disparejo, no miro al “mono”, no mucho al menos, quiero seguir con esta pantomima de parecer lo que no soy.

Buenas noches, digo con seguridad mientras corro la silla y me siento, soy Lucas Perlot.

Hablemos de negocios…

Guarda silencio un momento, como abstraido, mientras te mira. Finalmente responde, en un tono seguro similar al tuyo, pero mucho menos apremiado.

- Un gusto conocerlo señor Perlot, mi nombre es Martín Galantti y me gusta la parte de ir directo al grano. - Hace una breve pausa, dandolé profundidad a la frase, asi como tiempo para que la asimiles. Como si viera necesario hablar despacio con vos para que no te pierdas. Luego de esto continua.

- Pues me tiene aquí haciéndole una propuesta que busca el beneficio mutuo de ambas partes. En estos momentos tengo entendido que ustedes tienen un "centro" que brinda un servicio y nosotros queremos mejorar ese servicio...

Había comenzado relativamente bien.

Un saludo cortes, - sin apretón de manos ni mariconadas -, una breve exposición de hacia donde iría la charla, y ninguna interrupción de parte de los “extras”, que nos rodeaban.

Un punto a mi favor.

Decidí entonces no forzar más las cosas y responderle directamente, como al parecer, prefería quien tenía por delante.

No dejaba de recordarme al puto ministro de economía y estaba seguro que debido al parecido que tenia con el tal Kichiloff, - y vuelvo a repetir, “o como se escriba” -, a este chupón no le resultaba tan sencillo andar por las calles…y de noche.

Me gusta lo que escucho, hasta el momento, señor Galantti, le dije seco, aunque yo lo llamaría mas correctamente, en este caso, dije haciendo un breve pausa, una “pyme”, un pequeño emprendimiento de alguien que busca sobrevivir en esta dura ciudad.

Minimice nuestro trabajo, prefería que este cuello estirado se llevase esa impresión, nada bueno resultaría de que conociese a fondo tanto el enorme despliegue de drogas y “bolsas de sangre” que movíamos con Yasmila.

Mejor así.

Chiquito y menospreciados.

De todas formas, continúe seguro, estoy interesado en las formas que propone para “mejorar el servicio”, como usted dice.

Así que dígame, como llegar del punto A al punto B, y yo le diré si el camino me sienta cómodo.

te estamos esperando...

Perdón por la ausencia, he tenido cólicos!, hoy me estoy reincorporando si todo va, como hasta ahora, bien.

Saludos a todos.

salute... que te mejores, pero avisar no duele che.