Meto la mano en mi bolsa y le doy veinte monedas de oro. Le digo a Domecq y al Hurón que me sigan.
Llegas a la parte reservada. Entre los lugares reservados a la discreccion procedes a introducirte en el que te fuera indicado. Una cortina de terciopelo granate oculta que se esconde hasta que la echas a un lado para ver. Entre penumbras un individuo se gira hacia ti sentado. No puedes identificarle desde tu posición, pero esta claro que te ha visto.
Con todo el valor que puedo reunir, le digo:
- Hola. Quien eres?
Cuando te acercas a el puedes ver su rostro, o lo que lo oculta. Es una mascara extraña. Su voz suena poderosa, con presencia y personalidad.
.-Alguien que no quiere ser conocido-.
Resulta cuanto menos logico dado que esta oculto trás una mascara en un lugar reservado de un local discreto.
Su vestimenta coincide con las indicaciones que te diera Hetron.
Le digo a aquel hombre, intentando aparentar sinceridad:
- Traigo información muy importante para alguien que pareces ser tu, de parte de un noble, pero antes de dártela deberías identificarte, para estar seguro de que eres tu. ¿Te importa?
El hombre parece pensativo.
.-Si has venido a matarme, dará igual que descubras mi identidad antes o después-.
Se levanta sobre su asiento llevandose la mano al pomo de la espada y se levanta llevandose la mano hacia la mascara.
.-Yo soy...-.
Fin de escena.