Partida Rol por web

Mientras los demás discutían y Rómulo incluso abría ya el camino para el exterior Gaius examinó las puertas. Un primer vistazo no le permitió ver nada que pareciera sospechoso pero sí comprobar que estaban cerradas con llave. Eran cerraduras de buena calidad pero nada que el asesino no pudiera abrir... con un poco de tiempo. Algo sobre lo que al parecer había una diversidad de criterio.

-No, dijo de repente Arthedain, -no está aquí. ¿Cómo he podido pasarlo por alto?

- La anciana dijo que estaba en una torre del palacio. Allí es donde hemos de ir.

Y, dándose la vuelta, dijo: -Vamos, ya nada nos ata a este lugar.

Esos corredores y habitaciones adoptaban un aspecto distinto cuando el diabolico tiempo corría en su contra.

En su vida había tenido que tomar muchas decisiones, pero muchas de ellas solo habían afectado a el, ahora las decisiones que ellos tomaran afectarian a las vidas de mucha gente. No había solo un camino correcto, había muchos, y cada uno de ellos de tomarlo tendría sus propias consecuencias.

Debemos salir de aqui. Seguidme y os guiare hasta la salida.- Gruó el enano

Con una ultima mirada a la cama ,Mama comienzó a caminar tras el enano sin hacer comentarios mientras rebuscaba entre las cosas que solía portar en los bolsillos de su capa, sacando unas hojas de papel un tanto manoseadas y lo que parecía ser un pequeño recipiente portátil de tinta. A continuación se acerco acelerando el paso hasta el enano posando su mano sobre el hombro de el .
-Perdona pero antes pedías papel y estaba algo distraída , esto es lo que puedo ofrecerte.
Por un momento al enano le pareció ver algo parecido a gratitud en los ojos de ella mientras su mano estaba posada en su hombro, aunque la imagen paso rápidamente cunado la mano se separo de el para darle los papeles mientras seguía caminando rumbo a la salida.

El mediano deja pasar a sus compañeros, dispuesto a tomar su habitual posición a la retaguardia del grupo. Esta vez, probablemente esta sea la posición más peligrosa, ante la posibilidad de que una nueva no-muerta aparezca a sus espaldas

- Vamos, salgamos de este lugar... y del pueblo - los incita mientras mira, cada vez más seguido, hacia atrás, esperando que nadie los persiga.

Gruñe en voz baja ante el apremio... mas nada hay que hacer aqui. Mientras se mueve, por su cabeza ronda un pensamiento:

*Bueno, un par de puertas que se salvan... por ahora. Pero me pregunto...

En silencio sigue al resto, con los ojos entrecerrados y expresion preocupada. Sin embargo poco a poco se distiende, en cuanto regresan a los corredores, concentrandose en la actividad presente que es salir de ese lugar.

Los aventureros deshicieron su camino. Ahora, mientras ascendían las escaleras apresuradamente, todos notaban como el frío se hacía con el lugar. Un frío intenso, maligno, portador de todo tipo de males. Lo que germinaba en la base de la vieja escuela de guerra era tan malvado que hasta el enano, que normalmente era impermeable a las sensaciones mágicas o místicas, podía notar como calaba hasta los huesos. Ninguno de los aventureros lo reconocería jamás pero durante su marcha del lugar sintieron algo muy parecido al pánico irracional, al mismo miedo que el primero hombre debió sentir al sentir el poder la muerte y comprender que, a veces, puede haber cosas peores que estar muerto.

Pero sin duda peor que estar muerto era ahora mismo estar en las calles de Predemia, como pronto comprobarían nuestros héroes...