1 Por agua y pan
La mirada de Edith estaba vacía, desde hacía ya años, miraba sin ver y oía sin escuchar. La argolla de su cuello chocaba contra la cadena que su amo sostenía, pero ni veía los eslabonas ni oía el tintineo. Eran tan habituales que para ella no existían.
Como cada quinto día la llevaron a la plaza, rodeada de enfermos que esperaban un poco de caridad, que habían oído hablar de la esclava capaz de curar cualquier herida y enfermedad para encontrarse que solo era un servicio que aquel redcap subastaba al mejor postor. Su preciado don era gastado en curar enfermedades que los ricos contraían con sus perversiones o de sus juguetes favoritos.
Quisiera o no, debía ceder, o la matarían de hambre o a golpes. Antes, pensaba en escapar, en vengarse si tuviera la fuerza o un arma. Pero no tendría a donde huir en estas tierras baldías y al igual que su amo, había una multitud de personas que habían descubierto que la fuerza era la mejor forma de hacer algún tipo de riqueza en este desierto.
Edith es maligna, porque esta llena de ansias de venganza y odio. Su personalidad puede ir en cualquier dirección, como esclava puede ir hacia el orden si encuentra una situación de servidumbre justa o protegida, o hacia el caos si ve que no puede confiar en nadie. Su don para sanar, hace que tienda hacia el bien, pero si aprendiera a manejarlo también para apagar vidas podría reforzar su tendencia hacia el mal.
Las sensibilidades mortales eran curiosas para la deidad. Talisker gustaba de vagar por la tierra, como una sombra, intangible e inexistente en el plano de éstos seres, finitos, a los que alguna vez perteneció. Se paseaba entre ellos, escuchando lo que percibía como "la canción de la existencia" de cada uno de ellos, en un principio; leyendo las etéreas partituras que otras deidades y el destino habían escrito sobre sus almas, y a veces reescribiendo alguna que otra nota para cambiar sus designios.
Al principio, se detenía más a escuchar la infinidad de canciones de éstos seres; pero con el paso del tiempo, aquella cacofonía que había permitido entrar en su mente se volvió enloquecedora, por lo que decidió acallarlas a todas. Al menos, a todas las que podía. A las miríadas de melodías repetitivas que representaba la mayoría. Pero siempre había excepciones. Un Tritono, pensó, levantando la cabeza y parando la oreja. Un tono disonante. Talisker abrió los ojos para presenciar tal peculiaridad.
Encadenada, en harapos, arrojada como sacrificio en lo que pasa por una plaza pública por esos páramos, la artista.
Talisker se inclinó para ver el rostro de la desdichada, contemplando la mirada vacía y luego materializando frente a sí las notas que se iban reproduciendo en la partitura espectral. Un tintineo de las cadenas le sacó del encanto. Siguiéndola hasta la mano de quien la sujetaba, la deidad se vio con un Redcap que alardeaba sobre su mercancía y los servicios que ofrecía. Se giró y barrió con la mirada a los enfermos y afligidos que rogaban salvación y alivio a cambio de hasta sus propias almas.
Talisker se levantó y rodeó por detrás a la muchacha hasta quedar por detrás del Redcap, y observar por encima de su hombro el mismo panorama que éste veía.
-Por qué contentarse con unas míseras monedas? Mira a tu alrededor; ricos y pobres por igual desean la salvación que solo tu puedes proveerles. Podrías tenerlo TODO, todo lo que pudieras desear, si tan solo los unieras bajo tu mando...- Le susurró al oído, de la misma forma que una musa inspiraría un destello de genialidad en un artista.
Motivo: Intervención (Empatía)
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 5, 5
Éxitos: 0 Fallo
Talisker se encontró con los pensamientos de aquel patán. Sí, claro que esperaba dominarlos a todos, pero la muchacha era demasiado débil para hacer el truco siempre que quisiera y no quería convertirla en una santa. Se aseguraba de que así fuera, sin apenas alimento o vestimenta Edith sería su esclava hasta que uno de los dos muriera.
Tu intervención de empatía sería de un dado. el modificador es para INFLUIR. Intervenir es otra acción. Leed la escena de sistemas.
Las monedas cambiaron de mano después de unos minutos, esta vez el afortunado era un humano alto como una torre y musculoso. Era un gladiador del coliseo, donde los ricos hacían sus apuestas y demostraban el poderío que habían acaparado a través del sufrimiento de otros.
En aquellas tierras, todos luchaban por sobrevivir. La Sluagh poco tenía a parte de ser obediente, apoyó sus manos en el pecho del hombretón, y dejó que su cuerpo canalizase el fuego de la vida. Era una experiencia que a la vez consumía su fuerza, como si de un hierro en la forja se tratase, Edith necesitaba descansar cada vez que hacía de canal. Podía notar como ese fuego quemaba la gangrena que la herida curada sólo superficialmente estaba matando al hombre. La carne se sellaba y los órganos volvían a funcionar con normalidad.
Terminada la función su amo la recogió antes de que cayera al suelo desfallecida, y la llevó en volandas de vuelta a la oscuridad de su celda.
En la oscuridad de su celda, Edith pudo ver como su propia sombra le hacía señas.
- Edith, la oscuridad te reclama. Tu, que eres sangre de mi sangre, te concederé el poder para arrebatar vida igual que la concedes, siempre que recuerdes mi nombre y des gracias a Talisker, el Oscuro, cada noche y con cada vida segada. Accede y la vida de ese Redcap te alimentará más que cualquier pan que te arrojen.
La sombra alargó sus dedos y acarició el rostro de la Sluagh, que asintió lentamente. Ansiaba tanto liberarse de aquel tirano que no podía si no sucumbir a la tentación del trato que ofrecía aquel ser oscuro.
Motivo: Milagro (conceder poder) (Especialidad)
Dificultad: 6
Tirada (4 dados): 9, 6, 4, 1
Éxitos: 1
Motivo: Conseguir creyente (Especialidad)
Dificultad: 6
Tirada (4 dados): 6, 1, 10, 6
Éxitos: 2
Dominio Juramento: Permite establecer condiciones en las intervenciones y milagros. +2D10.
Maná del milagro (conceder poder) 4=2D10 (éxito con dos consecuencias inesperadas)
Influencia asociada al milagro 2+2=4D10
La Sluagh en la oscuridad comenzó a aullar de dolor a medida que el poder oscuro corrompía su naturaleza. Algunos guardias se acercaron y vieron como la frágil Sluagh rompía sus cadenas cuando una oleada de negrura surgía de ella. Sus ojos, ahora completamente tintados miraron a los guardias cuya sangre hirvió dentro de sus venas y a medida que la escupían alimentaba a la hasta ahora curandera.
El cuerpo de Edith se volvía más fuerte a medida que se nutría de la muerte que sembraba, no era suficiente para romper los barrotes de su celda, pero si se sentía vigorizada y pudo quitar del cinto del guardia muerto las llaves de su celda. Con un gesto parecía que agarraba el aire, pero un observador atento podría ver en el aire los rasgos de los guardias. Exhaló en ellas una parte de la vitalidad que acababa de robarles a sus cuerpos, pero aún no era lo suficientemente poderosa para corromperlos y se escaparon de sus manos.
Motivo: Poder (Especialidad)
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 10, 9
Dados repetidos: 4
Éxitos: 2
Motivo: Poder (Especialidad)
Dificultad: 6
Tirada (2 dados): 4, 2
Éxitos: 0 Fallo
- Consecuencia Objetivo (milagro) Corromper poder
- Consecuencias inesperadas-> Edith es ahora CM. Y. La Clase de Edith cambia a Nigromante.
Edith estaba liberada, en sentido literal y metafórico. Apenas conocía la casa en la que vivía, si es que se le podía llamar vivir a su existencia.
Comenzó a subir aquellas escaleras por las que tantas veces la habían llevado al mercado, y allí estaba la puerta de hierro trabada con la que querian asegurarse que no pudiera escaparse. Era dificil, muy dificil, retener a un Sluagh que hubiera podido explorar su propia naturaleza, hijos de la oscuridad, podían descoyuntar sus articulaciones y recolocarlas sin dolor para pasar por huecos por los que pudiera entrar su cabeza. Algunos, eran capaces incluso de convertirse en líquido o sombras. Pero no era el caso de Edith, a quién el hambre y los abusos no le habian permitido desarrollar todo su potencial.
Luchó contra su instinto de cruzar aquella puerta, su objetivo estaba en otro lugar, subió otro tramo de escaleras, esta vez intentando no hacer ruido. No sabía que podía encontrar al otro lado, estaba segura de que su amo tenía más de dos guardias, pero tal vez hubiera otro tipo de sirvientes o esclavos.
Cruzó el umbral del final del tramo de escalera, saliendo a una cocina. Allí se encontró con cuatro personas, un cocinero, una muchacha y dos guardias que estaban comiendo. Estos intentaron coger un arma, pero la Sluagh proyectó su nuevo poder sobre ellos, la ola de energía partió sus cuellos con el impacto.
Motivo: Poder
Dificultad: 6
Tirada (3 dados): 7, 7, 2
Éxitos: 2
La esclavitud era algo que Nimrod detestaba, unos segundos de observar la situación de los esclavos le bastaron para llenarse de pena y de ganas de quemarlo todo. Por suerte, parecía que Edith estaba creando una pequeña llama, y su especialidad siempre había sido añadir leña al fuego. No iba a poder hablar con todos los esclavos, pero intentó contactar con aquellos que aun soñaban con cambio y libertad.
Hoy una esclava se liberará a si misma de las garras de sus amos, pero será solo el comienzo. El día del sol negro se acerca, el día que todos seréis libres. Anhelad el sol negro, anhelad vuestra libertad, pues solo vuestra esperanza y vuestro valor lo traerán.
Motivo: Oniromancia contactar esclavos (Especialidad)
Dificultad: 6
Tirada (7 dados): 1, 10, 4, 5, 7, 6, 2
Éxitos: 2
Motivo: Oniromancia contactar esclavos
Dificultad: 6
Tirada (1 dados): 2
Éxitos: 0 Fallo
Motivo: Conseguir creyentes
Dificultad: 6
Tirada (6 dados): 8, 3, 2, 8, 5, 10
Éxitos: 3
Motivo: Conseguir creyentes
Dificultad: 6
Tirada (1 dados): 5
Éxitos: 0 Fallo
- Si no me amenazáis, no os haré daño.
El cocinero y la muchacha asintieron.
- Aunque lo cierto es que necesito recuperar fuerzas*.
Se concentró en el flujo de la energía vital como otras veces que había sanado a los enfermos, pero ésta vez dirigió el flujo hacia sí misma. Aquellos sacos de carne frente a ella cayeron de rodillas, y sus rostros se marchitaron y consumieron a medida que la vitalidad se escapaba de sus cuerpos y Edith la tomaba. No los mataría, pero tampoco le importaba lo que les pasase.
Con las fuerzas renovadas, salió de la cocina buscando la presa que sí quería matar.
Motivo: poder
Dificultad: 6
Tirada (3 dados): 5, 4, 8
Éxitos: 1
* decisión automática, por malvada. Gana 1 vigor hasta final de la escena.