Partida Rol por web

Sonrie a Hermione.
-Parece que la has pillado, ahora Lockhart me concede mi venganza.-Miro a Luna con odio, pero mas odio aun a esa mortifaga.

"Dile a Lockhart que haga esto, dile a Lockhart que haga lo otro...". Con todo eso fue inevitable que pusiera los ojos en blanco con pesadez. Había escuchado a medias todas las conversaciones y sólo había dos conclusiones que sacar de todo aquello, a parte del magistral modo en el que Slytherin se sacaba las castañas del fuego. Por supuesto, no en vano eran la casa de los subterfugios y la mentira.

Iba a empezar su nuevo discurso con un "me aburrís", pero pensándolo mejor se limitó a alzar las manos en ademán apaciguador.

- Hay muchas palabras y poca verdad en todo lo que decís - ¿de dónde le había salido una frase tan inspirada? -. Señora Malfoy, espero que entendáis que su testimonio no puede ser tomado en serio cuando pretende ser buena pero quiere corromper a esta muchacha para acabar con su alma. Doy por hecho de que es su dolor el que habla porque sino me parece un modo muy extraño el de hacer el bien. En cuanto a mí, sabed desde ya que mi arrepentimiento me va a llevar a la senda de la que nunca debí apartarme, a la lucha por el bien, y si con ello tengo que acabar con la vida de una de mis compañeras de casa como es la señora Trelawney, lo haré. Tampoco me parece demasiado preocupada por ello teniendo en cuenta que se halla jugando a los dados. Sinceramente, me parece que es más un peligro para sí misma que para los demás, no sé si me entendéis - abrió mucho los ojos mientras asentía, vocalizando sin pronunciar palabra: sí amigos míos, está loca -. Pero hágase vuestra voluntad, para que confiéis en mi buena fe y en la de Luna.

Parecía que las cosas marchaban bien hasta que Bellatrix resultó ser una mortífaga. Tardo un tiempo en comprender todas las implicaciones que eso tenía, mientras el resto discutía sobre los asesinos. 

Crreo que hace tiempo que esta clarro que sabemos quienes son los culpables de todo esto. ¿Porrque no dejáis ya las estupideces de las casas y colaborráis para que salgamos vivos todos los posibles de aquí? Dijo el joven con contundencia. 

- De hecho es lo que he intentado decir antes, pero al parecer solo tú, Krum, suele entender mis palabras.- dijo con agradecimiento.- Al parecer, en Slytherin solo saben quejarse y no escuchan. Si Lockhart colabora, porque colabora, si no colabora porque no colabora. Ya lo dije antes: estaba en deuda con Gryffindor y quería agradecerle el apoyo mostrado.

Hermione era la que primero había comentado sobre hacer que los inquisidores no matasen a nadie y por ello Luna le había dejado esa pequeña libertad a Lockhart, pero si ella había cambiado de opinión, entonces Luna, agradecida por los detalles del día, le haría caso en aquella ocasión.

- Espero que sigamos colaborando en el futuro. Es agradable ver que te escuchan y no te acusan sin parar.
 

Sirius permanecía en silencio, ya que aún sentía profundamente la muerte de su prima y ante la muerte de Draco no pudo evitar sentir alivio, a pesar de la tristeza de su prima. Al fin y al cabo, eran familia.

Asiente ante las palabras de Fleur y las de Ollivander para decirle a Luna en un tono neutro - Te quita credibilidad tu actitud, Luna. Deberías dejar de negar que Flitwick es un mortífago de una vez. ¿Acaso debes hacer que la conversación de muchas vueltas innecesarias o que el profesor que confiese para que dejes de defenderlo? Es cierto que tratas de controlar todo y te jactas de ello, pero deberías ser sincera - aprieta sus puños con fuerza y luego agrega - Apoyo a Ollivander y si realmente es la intención de Bellatrix entregarse y salvar a Hermione, creo que es importante escucharla pero tampoco perder de vista que Luna Lovegood está tratando de salvar la vida de asesinos confesos por ser de otra casa. Viktor tiene razón, deberías dejar de lado tu casa en eso para verlo con claridad. Él parece ser más astuto que tú y él es el siervo - permanece en silencio y mira a Hermione por un momento. Sin duda, la fortuna parecía sonreírle.

- Nadie va ganando Monsieur Slytherin -respondo por centésima vez algo enojada. Pero vuelvo a la calma en cuanto noto que al menos la sensatez va calando en el anciano. Quería pensar que lo hacía por el bien de los inocentes y no por pura conveniencia. No se si me ha gustado mucho que el jefe de casa utilice mis palabras para dar a notar que aún Mademoiselle Lovegood no me ha respondido.

- Os lo voy a repetir Madamoiselle Luna -digo con certeza- Es tan claro para mi que Monsieur Flitwick es un traidor como lo estuve segura sobre el Petit Malfoy. Y espero que deposite su confianza en mi Madamoiselle Luna, a mi no me importan las casas, ni los intereses o conveniencias de nadie. A mi me importa la vida de la gente buena. Y Monsieur Flitwick es un asesino.
Me pongo de pie y encaro al enano
Para ser profesor y además asesino, es bastante lento y tonto, Monsieur Flitwick. Parece un ganso herido tratando de esconder el corte de la garganta. Madame Lestrange se acaba de confesar hace poco, en cambio su identidad, Monsieur Flitwick, yo la he rebelado antes. Y se lo digo en su cara aunque sea usted un descarado, mentiroso, cínico, traidor de los suyos y manipulador de los buenos sentimientos de sus propios amigos de casa. -lo señalo con el dedo segura de lo que digo, como tan segura de que mi nombre es Fleur- Asi que, No se atreva a poner en entredicho mis palabras. No sea poco mago, tenga un poco de verguenza y acepte su naturaleza.
Las palabras de Ollivander me duelen pues se que llevan razón y me duele ver a Hermione lastimada y arrinconada de ese modo. Sin embargo, lo que no me gusta es que deshaga la atención de Madame Trelawney que también se ha confesado antes que todos como mortífaga. Respondo a Lovegood- Estoy segura de Monsieur Flitwick Madamoiselle Lovegood. Muy segura.
Miro a todos empiezan a llover oportunismos de nuevo
- Sigamos un orden. No puedo ignorar lo que se ha rebelado con Madame Lestrange ni lo que implica con la vida de una amiga nuestra. Madame Lestrange será como dice -ella piensa meter su nombre en el caliz y no creo que podamos dejar de hacerlo- Sin embargo, pienso que todos se dejan llevar por sus propios intereses mon amies. Mademoiselle Luna, yo la apoyé con Petit Malfoy, porque estuve muy segura de su identidad como lo estoy ahora de Monsieur Flitwick. Y no me dejo guiar por lo que otros digan, confío en los intereses de Monsieur Ollivander y los vuestros son justos. Prevengan que Monsieur Flitwick siga matando más gente inocente. -miro a Lockhart- En cuanto a usted Monsieur, puede que la muerte le sentara bien. De pronto sus palabras son elocuentes y encantadoras. Haga lo correcto Monsieur.- tomo asiento con mis compañeros de Gryffindor - Se bien que juegan un juego de equilibrio y que cada uno teme perder ante el otro. Pero esto ya no puede continuar así. Tenemos culpables y nombres, creo que debemos seguir un orden. Y por último... determinar si petit Crabbe es culpable como lo han dicho varios en esta sala. Y si es como dice Monsieur Lockhart, puede dejar un sucesor tal como la maldad del pequeño malévolo Riddle, que arrebató el amor a dos magas que pudieron tener una historia diferente ¡Mon Dieu!
Cuando oyó hablar a Viktor no pudo evitar darle un abrazo. Eso, tenía que ser así. No más ver casas y sí negar que los malos sigan matando inocentes.
- Gracias Viktor. Amigos míos, defendamos la vida de los inocentes. Eso es lo importante, ganar no lo es todo en esta vida. No al precio de derramar sangre de amigos. -aseveré hacia el final. Sabía que Luna no era una mala chica, por el contrario. Ollivander me apetecía un tanto secretista pero dudo que desee mal a la vida de un inocente.

La mano apergaminada se alzó, e interrumpió las conversaciones que en la Torre se estaban dando. El profesor Dumbledore miró los rostros de todos los que estaban allí, y sonrió de manera cansada, como si hubiera envejecido otros cien años.

—La noche vuelve— indicó, mirando por encima de su hombro la panorámica que les ofrecía a todos la Torre de Astronomía—. Será mejor volver cada uno a su Sala Común.

Con un último gesto, indicó a profesores y alumnos que se fueran retirando de allí.

—Cuidado, pues, amigos, las sombras cobran forma por la noche.