Partida Rol por web

Estás seguro no, lo siguiente, de que la secuencia que Lockly ha dicho al oído de Morgan ha sido: mover la manilla hacia la izquierda, luego al centro, luego a la derecha, luego al centro y luego de nuevo a la derecha. No lo has visto, pero vamos, que talmente parecía que había dicho lo que crees haber oído.

eres una excelente periodista, y una persona de tu profesión no se puede permitir perder detalle de lo que tiene delante. Has visto claramente cómo Morgan giraba la manilla a la izquierda, luego al centro, luego de nuevo a la izquierda, luego al centro y luego a la derecha, y que así no solo no recibió una dentellada de la boca afilada en que estaba construido el resorte, sino que la puerta de entrada a Bendal Dolum se había abierto nada más terminarla.

¿Qué es lo que ha hecho Morgan? Te ha parecido ver que giraba la manilla hacia la izquierda, luego al centro, y luego... ¿Había sido a la derecha? ¿O a la izquierda? No estabas del todo seguro...

- ¡Maldita vejez! - Murmuro enervado - He visto algo, Morgan giraba la manilla a la izquierda, luego al centro... pero el último movimiento, no he conseguido verlo con claridad - Me llevo la mano a la cabeza, ligeramente frustrado. Espero que alguien haya visto algo más. 

- Tenemos que seguir adelante, no podemos dejarlos escapar - Miro a los demás, expectante - No me importa ser el que introduzca la mano - Sentencio, con seguridad.
 

Era increible, ya estaban allí, en Bendal Dolum y gracias a los indígenas. Tenían que haberlos encontrado antes. 

Gianna recorria el lugar con sus ojos hasta que, ¡no lo podía creer! Tenían a Denise a punta de revolver. Gianna se quedo segundos paralizada y horrorizada por la escena, ¿qué querrá Lockly de ella? Y Morgan ta,bién estaba con ellos, y Williamson.

¿Qué es lo que ha hecho Morgan? Te ha parecido ver que giraba la manilla hacia la izquierda, luego al centro, y luego... ¿Había sido a la derecha? ¿O a la izquierda? No estabas del todo seguro...

Carraspeo antes de hablar. A causa del temor, mi voz suena una octava más aguda de lo que me habría gustado, lo que me hace hablar con una ridícula voz de pito.

-Yo, eh... Ehm... Creo que ha girado a la izquierda, al centro, a la izquierda, al centro y a la derecha, pero no las tengo todas conmigo...

Carraspeo de nuevo, intentando que mi voz suene más grave esta vez.

-¿Y bien, caballeros? ¿Qué... pautas hacemos que siga quien sea tan osado como para meter ahí la mano?

Porque, si algo tengo claro, es que YO no la pienso meter.

-Creo haber visto bien los movimientos que hacía para entrar.- dijo Gloria con cierto temor a ser ella quién tendría que introducir la mano en aquel escalofriante agujero.

La mujer miró uno por uno a los miembros del maltrecho grupo. Todos mostraban temor a lo que podría suceder a continuación. Un miedo que compartían y los unía en un mismo e inquietante destino.

Tras unos segundos de tenso silencio, ella misma explotó de rabia. No hacia sus compañeros, si no hacía su propia covardía.

-Maldita sea, Gloria! Tu has visto como lo hacía, pues hazlo y deja de comportante como una maldita niña malcriada!

Sin comprobar la respuesta del resto a su extraña pataleta, Gloria introdujo la mano y comenzó a narrar los movimientos que efectuaba al mecanismo de entrada.

-Izquierda...centro...izquierda...otra vez centro y...derecha? Era derecha? Mierda...Gloria, despídete de tu brazo!

Y giró la palanca a la derecha.

No.

Fue lo único que le cazador fue capaz de decir al ver a la mujer mover la mano dentro de la boca de piedra y metal.
El llevaba unos segundo preciosos mirando su mano e intentando reproducir los movimientos.

Sabia, y podía estar seguro de que habían sido izquierda, centro, derecha, centro y de nuevo derecha.

Y para recordarlo había estado moviendo la mano. Al señor Jones le habían faltado varios movimientos, y aunque se había ofrecido no le había dicho nada.

Sin embargo, el egipcio, Heket, casi había dado con la convicción, y cuando la dijo pensó que este tenía razón, pero no, estaba equivocado, no era a la izquierda después del centro, iba a corregirle cuando la joven periodista introdujo la mano, y el no pudo si no seguir los movimientos con la mano para ver si había acertado. Pero cuando se dio cuenta del error de ella al confiar en Heket no pudo detenerla.

Ahora le restaba saber qué clase de ingenio mortal era aquella cerradura del infierno. Y si tendrían la oportunidad de volver a abrir la puerta.

En el momento en que terminó de elaborar la secuencia que le había parecido ver, el tiempo pareció detenerse para todos los miembros del grupo. Cada segundo de incertidumbre se convirtió en una hora. ¿Saldría Trace ilesa de la experiencia o por el contrario perdería la mano? Se lo había jugado todo a una carta, a la carta de la intuición propia de un periodista de que lo que le había parecido ver y escuchar era la verdad.

Pero... ¿Lo era?

A fin de cuentas, ¿cuántas veces no había asegurado tal o cual compañero de profesión que su fuente de información era fidedigna para resultar al final una fuente de meras falacias?

Parecía una tontería, estar allí plantados, pensando en la mano de aquella que se había ofrecido voluntaria para posiblemente perderla. Era increíble lo que daban de sí un par de segundos cuando la tensión era tan palpable que se podría haber cortado el aire con un cuchillo.

De pronto la boca tembló, abriéndose momentáneamente como la de un tiburón dispuesto a tomar un bocado mortal de su desdichada presa...

Y luego retornó a la posición inicial mientras las puertas al complejo de Bendal Dolum se abrían lentamente como primero lo habían hecho para permitir la entrada a Lockly, Morgan y Williamson.

Y Bendal Dolum apareció, por fin, ante vosotros.

Pero como podía ser, la puerta se había terminado abriendo, y ella había fallado. Había usado mal la palanca, o puede, puede que no supiera distinguir bien entre la izquierda o la derecha.

Pero es que esta usted loca.

Fue lo único que se atrevió a decir el cazador. En sus ojos se podía ver que este había pasado un mal trago mientras ella habría la compuerta.

No sea tan impulsiva señora Grace, puede que la próxima vez no tenga tanta suerte. Procure hacer las cosas en consenso.

Su discurso perdió algo de fuelle, porque a pesar de que había empezado siendo un claro rapapolvo, estaba claro que el alivio que sentía el señor Quarter era mucho mayor que su “indignación” por lo ocurrido.

Luego sus ojos ofrecieron una disculpa silenciosa por sus palabras, y procuro recomponerse para ver que había al otro lado de la puerta, y cuál era el verdadero motivo por el que había muerto ya tanta gente.  

La tenson de ver a Gloria con el brazo metido en ese aparejo y pensar que podia pasarle algo inundaba a Gianna de una angustia indescriptible pero pronto un inmenso alivio recorrió su cuerpo. 

¡Lo has conseguido! - si no fuera por el malo momemto en el que estaban le haria una fiesta por salir viva y entera de esa prueba. Pero lasmcosas estaban de otro modo, todavia temia por su vida y la del resto. Todavia aquello no acababa.

Impulsiva o no, gracias a Gloria estaban delante de semejante lugar. Podia haber perdido la mano pero por una vez la suerte se puso de su parte y ahi estaban. Ahora tendrian que seguir a Denise y encontrar a los demas. 

- Maldita sea Quarter, consenso dice? Es que alguien ha entablado consenso para ver como uno de nosotros acaba descuartizado por un maldito humo negro. Alguien se ha preocupado de nosotros en esta loca misión de rescate hacia ninguna parte y buscando a unas personas que lo más seguro es que sean pasto de los gusanos. Consenso en decidir si llegamos con vida al día de mañana o si nos cortan en pedazos y acabamos en el estómago de alguna tribu de esta maldita jungla de mierda! Su consenso se lo puede meter en el c...- tras aquella verborrea de gritos descontrolados, Gloria se echó a un lado y comenzó a vomitar.

Los nervios habían podido con ella, la tensión había aflorado en su interior y había reaccionado de la pero manera y con aquellos que menos lo necesitaban.

Tras unos segundos de silencio, recuperándose de su incontrolada reacción, la periodista se disculpó ante su compañero.

-Quarter...lo siento. No quería decir todo eso. Esta misión comienza a superarme...perdón. He visto con claridad la seqüéncia de movimientos y, sin pensarlo, me he lanzado a realizarla. No queria...no queria que os pasara nada. No quiero perder a nadie más...

-Vamos, vamos, debemos calmarnos todos- Heket toma un pañuelo de su bolsillo y se lo pasa por la frente sudorosa a causa de la tensión- Señorita Trace, tiene usted unos redaños como pocos hombres he visto que la igualen. No sé si yo me habría atrevido a... a...

Resopla fuertemente mientras vuelve a guardar el pañuelo en el bolsillo de su sucia chaqueta de explorador.

-Calma, calma, debemos concentrarnos en... en... bueno, ya saben.

Resopla de nuevo, como si quien de verdad necesitase calmarse fuese él.

-Bien, veamos en qué consiste esta construcción, este extraño lugar llamado Bendal Dolum. Y veamos si podemos rescatar a Williamson hija y a ese genio despistado de Morgan. ¿Echamos un vistazo por el complejo?

- La admiro, Srta. Trace - Digo situándome a su lado, tendiéndole un pañuelo que llevaba en el bolsillo del chaleco. Permanezco a su lado, y le ofrezco un poco de agua de mi cantimplora. El sabor a vómito no era muy agradable, que pudiese recordar. - ¿Está bien? ¿Necesita algo más? - Le pregunto, a medida que miro nuestro alrededor. Asiento a las palabras del Doctor Heket - Sí, calma... Una calma que a saber de dónde sacamos - Culmino, más hablando para mí que para el resto.