Partida Rol por web

Manhattan

— Loft de Art y Jack

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14/07/2023, 10:24
Jack Greene

Lunes 5 de septiembre
14:48h

Las ventajas de ser un marginado no, las ventajas de ser un universitario. Jack, como muchos en su rango de edad, se toma muy a pelo eso del “estudio libre” y aparece lo justo y necesario por clases gracias a los laxos estándares del City College. No es un idiota aunque su aspecto o acciones puedan llevar a pensar lo contrario, pero es un alma libre difícil de encadenar.

Este alma libre se encuentra ahora terminando de cocinar con un porro casi apagado en una comisura, humo residual mezclándose con el liberado por los huevos revueltos con jamón york que prepara como acompañamiento a las pechugas de pollo con cebolleta que ya tenía servidas en dos platos. Le había dicho a Art, su nuevo compañero de piso, que no le valía la pena quedarse a comer en su instituto de culos finos si luego tenía que irse a trabajar al restaurante chino; él le hacía la comida que le sobraba el tiempo y así pasaban más tiempo juntos.

Le hacía ilusión estúpida la compañía en el loft. No era grande pero para Jackie se sentía un mundo de silencio que ahogaba con rap de potentes bases. Ahora, aunque Art estudia y trabaja, al menos le tendrá por casa para las comidas o eso espera. Le cae bien, comparten gastos y trae pasta a la casa.

Oye de espaldas el bailoteo de las llaves en la puerta, sabiendo así que ha llegado. Con un meñique, comprueba en su viejo iPhone de pantalla quebrada la hora y si le han respondido a los mensajes enviados para planificarse la tarde.

¡Art, my man! Espero que el viaje desde Manhattan te haya dejado famélico —anuncia jovial, sirviendo sendas raciones de huevos revueltos en los platos.

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14/07/2023, 22:14
Art Morel
Sólo para el director

14.48h. Ni Art podía creerse haber aguantado tanto en aquel sitio. El Infierno Blanco. Es como lo había apodado tras flipar toda la mañana con aquel sitio. Claro que no era lo mismo que la primera vez que vio aquella escuela, pero JO-DER.

Estos blanquitos están completamente locos, pero no locos-locos, no, TARADOS con problemas del primer mundo”. Aún no acababa de comprender todo lo que había visto en su primer día en el St. Jude’s. Diría que flipar, pero es que se quedaba corto, a su entender.

14.48h. La jornada escolar había terminado por hoy y la laboral empezaría en un rato, tras la comida. ¿Sería muy injusto decir que el restaurante donde curraba era un paraíso en comparación con la escuela de niños ricos?

-Están todos podridos por dentro….- murmuró para si mismo mientras subía los últimos escalones que llevaban al rellano donde ahora vivía. Respiró hondo al plantarse delante de la puerta corredera metálica que daba acceso al loft. Es que encima le había tocado compartir piso con, ¿adivinen qué? Otro blanquito. Aunque Jack estaba bien, le parecía buena gente. Y le gustaba el rapp de la vieja escuela y no pedorros como el Derulo de los cojones. Cuantos hermanos negros habían hecho tanto daño a la comunidad…

Art no es que fuera un mega-activista de BLM, pero tenía sus ideas y sus principios, aunque él prefería llamarlas “directrices morales”. Era demasiado práctico como para dejarse llevar demasiado por las ideologías. Pero, ni aun así, eso lo salvó de la incomodidad sentida en aquella escuela: todos blancos, todos ricos, todos rezumando soberbia. Y él ahí en medio, solo, único, como un puto bicho raro.

“UFFFFFF…. Esto me va a cansar pronto, yo lo aviso”, se dijo mentalmente a sí mismo. “Pero estás haciendo lo que debes, llegar a la raíz. Y este es el camino más directo Art. Así que calla la puta boca y tira pa’lante”, se riño a sí mismo.

Sacó las llaves del bolsillo de su sudadera. La chaqueta del uniforme la había entaforado* en la mochila a toda prisa nada más salir del I.B. Metió la llave en la cerradura y tras un giro de muñeca abrió la puerta y entró en su nueva casa. Nada más entrar se descalzó y dejó las converse negras en un lado del recibidor y se calzó las chanclas de estar por casa.

¡Art, my man! Espero que el viaje desde Manhattan te haya dejado famélico!

-Yep. Sobre todo de aire limpio. ¡Ei maaaaann, eso huele bien!- el joven se acercó a la mesa, sonriendo y con el estómago rugiendo de hambre–Shit. Sí que tiene buena pinta- entrechocó la mano con Jack en modo broh total.

-Traeré comida para la cena. Rollitos y arroz. ¿Va bien, broh? Prometo que no lo sacaré del contenedor de detrás del restaurante- soltó una carcajada. Se sentó y les metió un tiento a los huevos revueltos con jamón. Estaban ricos. Simples pero ricos.

-Ei broh, gracias por esto.

Siguió devorando el contenido de su plato como si no hubiera comido en varios días. Probablemente, tanto blanquito lo había estresado mucho.

-¿Cómo fue tu mañana? Seguro que mejor que la mía…

 

14.50h. Lanzó una mirada rápida a las notificaciones en la pantalla de su móvil. Jerome seguía sin contestar. Continuó comiendo y conversando con su compañero de piso.

Notas de juego

*es una catalanada pero hecha expresa, en plan coloquialismo chungo de barrio.

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17/07/2023, 19:18
Jack Greene

Un choque agarrado de palmas, unas sonrisas y todos colegas. Jack aparta la sartén tras servirlo todo y se sienta ante él en la pequeña mesa cuadrada que les funge de comedor cuando no están comiendo frente a la tele en el sofá.

¡De nada! Pero tienes que dejar de pagármelo con arroz antes de que se me achinen los ojos. ¿Tienen el cerdo agridulce contado o qué? —se ríe el mayor, recogiendo con el lado del tenedor parte de los huevos revueltos para llenarse la boca.

Pues tío, un auténtico muermo. Como mi profe es un vago de mierda nos ha mandado ver una charla TED y escribir sobre ella, he limpiado y me he aburrido. Ahora estoy esperando que me digan algo a ver si hay plan para esta noche —levanta un segundo su teléfono, a un lado de su plato como un cubierto más. — ¿Y tu cole? Dicen que es un nido de dramas.

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18/07/2023, 18:02
Art Morel
Sólo para el director

- ¿Cerdo agridulce? Hecho. No tengo muy claro que sea cerdo, pero oye, si es lo que quieres, yo proveo- Art hizo una floritura con la mano libre, a modo de saludo imperial.

- ¿Nido de dramas? Creo que se queda corto. Para empezar, no tienen ni sentido del humor. Castigaron a no sé quién por poner unos panfletos riéndose de los niños ricos blanquitos, bueno, blanquitos a secas. No te ofendas, no va por ti, ni siquiera te veo como un blanco- tragó otro montón de comida, como si fuera una boa constrictora –Es un cumplido. Por si no queda claro.

Cada vez quedaba menos comida en el plato.

-Es solo que… parecen todos sacados de uno de esos reality shows de gente rica llorando por cosas tontas. Como las pivas esas del culo enorme. Es como si el mundo real no fuera con ellos. Es raro- se encogió de hombros, con indiferencia. Art volvió a mirar la pantalla de su móvil. Nada. Ni rastro de Jerome. Tampoco de Tilda. Aunque de ella se lo esperaba. Desde aquella noche, nada había vuelto a ser lo mismo. Ella no era la misma. Ni siquiera Art consideraba que él fuera el mismo. Todo cambió sin más. Todo por culpa de aquellos monstruos.

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24/07/2023, 19:11
Jack Greene

Jack escucha el relato del día de Art tal como haría un novio devoto, sin ser él nada de eso. Es idiota, como cualquier otra niñería que a sus veintiún años se le hace muy lejana, incluso entrañable. El rubito es demasiado social para tantas horas en silencio pero demasiado vago como para solucionarlo yendo a clases presenciales.

Pero eso ya lo sabías, bro; tú eres demasiado auténtico para ese sitio —ríe, aunque fijándose en la atención que le pone Art al móvil. Es decir, a él no. — ¿Y tu gente del barrio? ¿Ya te han dado por perdido?

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26/07/2023, 18:59
Art Morel
Sólo para el director

Art levantó la cabeza para mirar a su compañero de piso.

-Espero que no. Pero a veces Je es un manta. Bueno, en realidad lo es todo el tiempo. Pero ya sabes, a los broh hay que quererlos como son- soltó una risotada. Y Tilda, bueno, no era el momento, por ahora. No se atrevió ni a mencionarla en voz alta.

-No sé yo si es bueno eso de ser demasiado auténtico en el St. Jude’s. Es como se un mono de feria. Creo que no me gusta. Pero de momento no me queda otra que aguantarme- se encogió de hombros. Miró la hora en la pantalla de su móvil y se dio cuenta de que se le estaba acabando el tiempo antes de entrar a trabajar. Así que acabó el contenido del plato y de la sartén en un par de bocados. Se puso en pie y empezó a recoger los platos, vasos y la sartén para llevarlos al fregadero y lavarlos.

-Mientras no me tope con ninguno de esos idiotas que van por ahí diciendo “no soy racista, tengo un amigo negro” …- dijo éste con tonillo agudo, burlón.

-Rezaré porque al final tengas plan. Tienes que salir más, tío- se rio de nuevo. Art rezaba porque le diera tiempo para echar una cabezadita antes de irse a currar –O acabarás currando de pornochacha jajajajajajaja- se rio muy sonoramente –No es que me queje- añadió apaciguadoramente mientras fregaba los platos –Me gusta como cocinas y eso, pero tío, has de salir. En serio.