-Sí, si seguimos aquí sin hacer nada me moriré de verdad- confieso con cierto toque de humor negro, recogiendo la chaqueta de mi hermana para tendérsela y dejando que coja todo lo que crea adecuado para salir. Yo al menos ya no necesito preocuparme por el frío y ese tipo de cosas aunque nunca está de más disimular para que no te miren raro.
Cuando ya está lista la cojo de la mano para transmitirle algo de seguridad y salimos de la casa, cerrando detrás de nosotros para seguir a Bastian a una distancia prudencial -¿Cuántos seremos al final?- creo que he perdido la cuenta y ya no estoy seguro de si seremos cuatro o cinco. Demasiadas idas y venidas de nombres y llamadas para mi gusto.
Bastian de repente parece tener prisa así que cojo la chaqueta que me tiende Mikey, mi bufanda, mis guantes, el móvil y las llaves de casa, más por manía que por necesidad, y agarro la mano que me tiende mi hermano que parece algo tenso.
Estoy lista para salir a buscar a ese tío o vampiro o llamemoslo como ellos quieran, sólo quiero que todo termine y vuelva a ser como era antes.