- Muchacho no tengo que ser su abuelo real, solo es el deseo de un viejo, me haría feliz seremos como amigos, lo visitaré y me contara cosas que pasan aquí, ¿sí?, mi nombre es Philippi, aunque me puede llamar abuelo, y ahora dígame joven que hacéis exactamente en la iglesia y en ese monte, según he escuchado pasan cosas extrañas, ¿has visto algo? Le comentó Albert intentando sonsacarle la máxima información posible para su Ductus, antes de que interfiriera alguien en su conversación al pasar por el camino que llevaba de la universidad a la iglesia. Albert estaba un poco nervioso, aunque su antigua profesión hacía que pudiera ocultar aquel nerviosismo intentando mostrarse simpático y jovial ante el joven.
El muchacho medio que sonrie mas por el don de Albert que porque quiere. “Bien. Philippi, señor...abuelo. Le agradezco mucho el gesto. Me llamo Liam.” se presento deteniendose y bajando el ritmo de su andar.
“Eh...no. No se preocupe, en el monte hay algunos vagabundos algo agresivos pero el padre Jerome se encarga de ellos. Nosotros los scout nos encargamos de acampar ahi y de dar comida a la gente pobre que viene ahi por la noche. En especial con este frio que estamos teniendo.” comento el joven viendose algo mas relajado y mejor cuando hablaba del Padre.
- Encantado Liam me alegro mucho de conocerte, ¡vaya un Scout!, ¡qué chulo!, yo también quiero formar una empresa para ayudar a las personas sin hogar, es decir sin techo, y sería bueno tratar con el padre Jerome pero lo dejaré para mañana por la mañana. Y ahora dime muchacho, ¿por qué son agresivos esos vagabundos del monte?, ¿y como el padre hace que desaparezca su agresividad?, ¿Sabes algo de eso?, tu abuelo te ayudará, puedes contármelo estaré contigo cuando más lo necesites. Dijo Albert amigablemente mirando al muchacho como mejor podía para crearle una sensación de cobijo.
“Que bien. Eso es algo bastante bueno, tal vez incluso podrias unirte a nuestro grupo. Se un ayudante a nuestro grupo.” comento el joven que le era mas facil sonreir ahora y verse mas sincero en su oferta.
“No se. Segun el padre Jerome, hay algunos que estan muy hambrientos y son pecadores que odian a nuestra iglesia. Dice que es algo con lo que tenemos que vivir en nuestro mundo, aunque dice que no es algo nuevo y que generalmente estos salen de noche.” te informa con un suspìro de tristeza al tener que relatar eso. “El padre va con otros padres y con algunos jovenes mas mayores. No nos permite que vayamos el resto pero dice que van y hablan un largo rato con estos.”
“La verdad me parece mejor asi, aunque me gustaria ayudar yo tambien.”
- Y dime muchacho una última pregunta pues no quiero que llegues tarde a tu reunión, ¿sabes si para ir al monte hay algún sendero?, ¿si hay algún camino alternativo?, ¿cómo os ilumináis por la noche para subir? Albert permaneció parado para que el muchacho también parara y así no llegaran a la iglesia que tanto ansia parecía tener Liam. El ventrue intentó mantener la cordialidad pues el muchacho se tomaba la cosa con calma y había que ir sosacándole la información, una tarea de paciencia infinita. Pero por fin Albert creyó tener lo necesario para después ir a ver a su ductus. Sus manos las juntó a la altura de su cintura, dando una sensación beatífica de su persona, mientras intentaba hablarle al muchacho con suavidad y paciencia, sonriéndole como si estuviera disfrutando de la conversación que estaban teniendo en aquel momento. Aunque en su interior sentía rugir a la bestia y sus ideas que tenía que apartar de su mente indicaban otras acciones que no eran para nada humanas. - La sensación de aquellos vagabundos de la montaña llegó a tener un cierto sentido para Albert, lo que no sabía cómo los sacerdotes podían controlar a la bestia, sino era con algún sacrificio... sí, era eso lo que debía de preguntar. - Y dime también muchacho, ¿cuando vienen de vuelta están todos?, o falta siempre alguien, ¿los jóvenes y los sacerdotes vienen de la misma forma en que se fueron, o parecen más demacrados, frágiles y cansados?
“No hay problema. Solo baje el ritmo para seguir hablando.” le comento mirando al hombre no con miedo o molestia sino mas tranquilo.
“Bueno hay un camino principal, uno que se usa en el dia para llegar hasta la cruz. A la noche ese camino esta iluminado de forma decente.” comento haciendote recordar tus momentos de humano ese camino hecho con ladrillos y con algunos faroles iluminando en la noche. “Aunque nuestro grupo toma otros caminos cuando va acampar, caminos menos señalizados y algo mas riesgos pero es parte de nuestra practica para atravesar terrenos naturales. Obviamente no tienes que preocuparte que estos otros caminos que practicamos no son tan peligrosos como si fueramos a los bosques de afuera de la ciudad.” comento pareciendo entretenido con la idea aunque tambien asegurandose que su supuesto nuevo abuelo no se preocupe.
“Usamos linternas potentes, algunos hasta son de las que usa el ejercito. Por lo demas nos dejamos guiar por nuestros superiores confiando que nos haran llegar bien a la punta del monte.” responde a tu otra pregunta, inconscientemente poniendo su mano en el corazon cuando habla de la confianza que les tiene a sus superiores. Mirando bien cuando el chico saca la mano hay una cruz que cuelga de su cuello, aunque por suerte no te afecta.
“Faltar alguno? No, nunca. Tenemonos metodos para contar que estemos todos. Las veces que se nos estravio alguno en el monte lo encontramos enseguida. No te preocupes...abuelo. Nos cudamos mucho en los scouts.” dijo con orgullo el joven, feliz con su grupo. “Bueno sobre tu otra pregunta. Ya sabes hay muchos que vuelven cansados pero lo natural por el esfuerzo del campamento y luego en la noche por el esfuerzo de ayudar a mucha gente. Pero nada grave que con una siesta no se arregle.”
Entonces parecio ocurrirsele algo. “Mas bien ahora que lo piense el padre y sus hermanos siempre vuelven mas fuertes o eso parece. Segun ellos la peregrinacion hacia la cruz del monte los vuelve casi mas jovenes y resistentes. La verdad es que parece asi, uno dudaria en decir que tienen mucha edad con la forma en que se mueven.”
- Interesante, dime Liam el padre y los hermanos mayores... ¿lo has visto alguna vez a la luz del día?, ¿en vuestras caminatas nocturnas hay luna llena?, ¿escuchas algún aullido de lobo? Albert sabía que su tiempo se estaba agotando, pero la información del muchacho era tan valiosa e interesante para el ductus de Albert, que se arriesgó a seguir preguntando un poco más aún sabiendo del peligro. Albert intentaba mostrarse calmado y no mostrar ningún atisbo de sorpresa, como si la conversación fuera de lo más normal, aunque sabía de los grandes secretos que le estaba contando el muchacho. Seguía sonriendo y mostrando complacencia por la información de Liam, aunque en su interior estaba alarmado por todo lo que ocurría en aquel monte.
Liam te miro cada vez mas sorprendido con cada pregunta. “Si, los he visto en el sol. De vez en cuando hay luna llena eso es algo que no depende de nosotros sino la tierra y la luna en su viaje en el sol.” comento casi explicativo como si recordara algo que le habian dicho en alguna clase. “Lobos? No. Los lobos se encuentran fuera de la ciudad, aquí se los extermino por la seguridad de los habitantes. Aunque hay otros animales silvestres.”
- Gracias por todo muchacho quizás notes que te llamo en tu interior, si así sucediera sabrás encontrarme... Por ahora solo te pido que guardes en secreto nuestra conversación y amistad. Me gustaría presentarme a los sacerdotes pero en otro momento, también tengo personas que trabajan para mí y puedan venir a presentar mis negocios, pero me gustaría todo esto iniciarlo de forma personal, ¿será nuestro secreto vale? Te doy mi número de móvil y si tienes algún problema o me quieres comentar algo puedes contar conmigo Liam. Me alegro tener un nieto tan sagaz y familiar como vos. Le dijo ahora Albert queriendo terminar su conversación con algún deje latino. - Su labor había dado su fruto y Albert se encontraba satisfecho de la información, sin lugar a dudas su ductus estaría satisfecho de la investigación, y Albert ansiaba despedirse del muchacho para volver a hablar con Martin.
El muchacho lo miro con algo de duda, pero asintio “Sera nuestro secreto entonces.” comento escuchando el resto de tus palabras. “Seria mejor atenderlo personalmente al padre Jerome no le gustan los terceros. Le gusta ver frente a frente con quienes trabaja.” le explico un poco siguiendo ayudándolo.
“Esta bien. Lo memorizare y no te preocupes te llamare. Aunque me gustaria que hablaramos personalmente. Me alegraria.” comento con una sonrisa amigable.
Dicho eso Albert se despidio quedando en camino a la iglesia, la cual tenia un par de hombres vigilando la entrada. Estos miraron a Albert un momento pero no hicieron mucho mas.
Pasamos a esta escena: https://www.comunidadumbria.com/partida/montreal-l...