Partida Rol por web

Clara le cuenta a John que su madre suele beber vino blanco seco que allí mismo producen, salvo en el desayuno, por supuesto, cuando suelen compartir un café con leche.

Que ella es un poco anticuada, y quizá convenga repetir un nuevo festejo de bodas más pomposo cuando ella lo haya aceptado, invitando a los parientes de Buenos Aires.

Que la familia, en general, siente algo de admiración por todo lo proveniente de Inglaterra y Francia, así que supone que no tardarán en aceptarlo.

Que para la noche, pueden guardar la formalidad de que cada uno tenga su habitación, pero ella irá a dormir con él, como corresponde.

Y respecto a su infancia, no lo cuenta explícitamente, pero por ser hija única de padres grandes, puede entenderse que fue bastante solitaria.

Mientras van paseando comienza a caer una leve nevada. Probablemente sea momento de volver.

A un lado del camino de entrada te estaba esperando el cocinero. Había llegado sorprendente rápido.

—Gracias por venir. Aquí casi no salimos, y es difícil conseguir asesoramiento e este aislamiento. No sé si es usted abogado, pero lo parece.

»No se vaya. Déjeme que le cuente. No sé qué está pasando. Me enteré que reabrieron el caso, y temo que intenten echarme la culpa a mí.

Sorprendentemente el cocinero ya estaba allí esperando. No tenía idea ni como había llegado tan de prisa, ni por dónde, pero sería algo que le preguntaría luego.

Primero le saludé inclinando ligeramente la cabeza, un saludo educado y corto sin decir palabra de momento, pero fue ese comentario sobre mi apariencia como abogado lo que me confundió un poco, pero igual decidí quedarme.

Escuché atento, asintiendo de vez en cuando con la cabeza como para indicar que lo escuchaba, pero cuando terminó estuve varios segundos acariciando mi barbilla antes de hablar. -Escuche joven, lamento decirle que no soy un abogado, pero... Igualmente he estado más de una vez en la corte como para saber cómo es, así que lo puedo ayudar.-

-Así que, dígame, ¿Cómo se enteró que reabrieron el caso? ¿Y porqué piensa que lo usarán como chivo expiatorio?...-

—Que reabrieron el caso salió en los diarios, hace una semana o algo así. Y por lo otro... es que la mucama me ha dicho que hay un telegrama de despido a mi nombre, ya firmado, supuestamente por el señor Zúñiga. Y nunca lo han enviado. No sé qué es lo que pasa. La señora quiso que la muerte quede como un accidente para cobrar más rápido el seguro. Pero si la hipótesis del accidente llega a fallar. Temo que haya falsificado la firma del señor en ese telegrama para decir que yo tenía algún enfrentamiento con el señor. ¿Qué podría hacer yo?

-El tema es... Escabroso cuánto menos.- Murmuré por lo bajo mientras me cruzaba de brazos por unos segundos... Luego me llevé una mano a la barbilla mientras trataba de pensar en todo el asunto, hasta que algo se me vino a la mente.

-Pues si usted confía en que esa información sea cierta... Lo mejor que se me ocurre es que usted le envíe una carta a algún familiar cercano y de confianza y también le explique la situación. Esa persona debería de buscar algún abogado y que le pida de su parte algún consejo legal. Ya sabemos lo difícil que es comunicarse aquí arriba, así que lo mejor sería explicar esos detalles. Desde como parecen querer inculparlo hasta donde se encontraba usted cuando todo esto pasó... Pero claro, los telegramas no son baratos y de seguro querrán quitarte un ojo de la cara con el precio.-

De nuevo trato de pensar en algo, alzando un dedo para decirle que esperara un momento antes de chasquear los dedos. -Esto es lo que hará: Piense en ese familiar confiable y discreto, y que busque a algún abogado que también tenga esas cualidades. Dígale que su jefe murió de una forma que no es muy clara y que puede que lo inculpen por ello. Dígale que busque ese abogado confiable y que espere cuando finalmente decidan echarle la culpa. Mientras tanto trate de mantener contacto con su abogado y le tratará de responder sus preguntas, pero mientras que se prepare.-

—Muchas gracias señor, es un muy buen consejo. El escribiré una carta a mi hermano que trabaja en el zoológico de Mendoza. Usted sabe de esto, debería pensar en ser abogado. En el desayuno pruebe la tarta de crema. Me esforzaré en hacer la mejor tarta de crema en pago a su consejo. Gracias.

Y se marchó entrando a la mansión por una puerta que estaba muy cerca de la esquina, parcialmente oculta por unos setos y que no habías notado hasta ese momento.

Me límite solo a reír por lo bajo por como me daba las gracias y me recomendaba ser abogado, para solo negar y decir. -De nada, y me aseguraré de probarla. Suerte.-

Lo observé irse, notando ese lugar por donde fue. Alcé curioso una ceja, en definitiva iba a darle un vistazo a ese pasillo, pero luego... De momento me quedé un rato más en los Jardines, unos minutos sin irme tanto por la puerta donde llegué, para luego dirigirme a la sala de juegos que habían dicho antes.

No llegaste a la sala de juegos, pues una escena aún más extraña que lo recién visto interrumpió tu camino.