Partida Rol por web

Dante parecía haberse tomado un tiempo para examinar con la vista el cuerpo del muchacho. Su expresión de dolor se había desvanecido, el cadáver mostraba un rostro en paz que cualquiera tomaría por haber sufrido una muerte placentera.

- El debate filosófico que plantea esta situación se torna ciertamente interminable, arrojaría más dudas que verdaderas respuestas.

La fuerza... es difícil concebirla como algo dotado de capacidad de pensamiento o raciocinio. Aunque directamente nadie de la galaxia debe tener la mente lo suficientemente abierta y despierta para poder establecer un pensamiento coherente sobre ella.

Sencillamente nuestro juicio mortal no esta preparado para comprender completamente algo con semejante magnitud como es la voluntad de la fuerza.

Esa misma voluntad que pone en el camino a Jedis y Tenebrosos, que escribe una increíble profecía en donde se reúnen aliados imposibles, con el único objeto de combatir a una parte de esa propia fuerza, una oscuridad que se ha vuelto tan incontrolable hasta el punto de convertirse en el vacío infinito.

Tal vez la fuerza ya sepa si vamos a colaborar o no, tal vez directamente no sepa que nuestras diferencias son insalvables o si.

En cualquier caso, yo no tengo las respuestas y no creo que haya nada vivo sobre la galaxia que pueda. Incluso los míticos Ancestros no podrían responder a esa pregunta.

Solo tengo mi modo de afrontar la existencia. Quiero creer o forzarme a creer que somos libres en la decisión de cualquier camino, que no estamos predestinados por un poder cósmico más allá de nuestra comprensión. Tal vez me engañe a mi mismo o no.

De todas formas, ustedes viven de acuerdo a sus creencias y a sus buenos sentimientos. Han aceptado el camino del Jedi a gusto, pueden tener diferencias o distintas maneras de ver y entender su filosofía, pero su deseo es hacer el bien a los demás, llevar la luz adonde ha invadido la oscuridad.

Yo por mi parte elegí el otro camino. Un camino más oscuro más instintivo, menos sacrificado, más fácil. Tal vez es que soy débil y aun no me he dado cuenta, pero hay algo en lo que soy igual que ustedes, elegí este camino por voluntad propia nadie me obligó, al igual que nadie les obligó a ustedes.

Únicamente entiendo que un muchacho a muerto inmerecidamente, batiéndose al final contra un oponente que lo ganaba en todos los aspectos, lucho hasta el final como un guerrero, en una situación que de haberse producido en unos años en el futuro Anoster no habría podido controlar.

Puede que este muchacho sea el único que sobreviva a la profecía, ya que no está incluido en ella, y desconozco lo que nos espera, tal vez Gorek sea el testigo y el guardián de que hubo un momento en donde luz y oscuridad debían cooperar o todo se perdería.

No es una decisión de creencias, ni filosofía, ni fé, no piensen como Jedis, piensen como meras personas que han perdido un hermano. Les gustaría volver a verlo... a él creo y lo admito, creo... que también.

Decidan lo que decidan, el sigue con ustedes, lo único que cambiará es si será en cuerpo y alma o solo en alma. -

El maestro oscuro cerró los ojos por un segundo, en su rostro se dibujó la concentración a su vez que las nieblas que ocultaban su verdadero poder si disipaban.

Alexander Dante estiró su brazo hacía la derecha súbitamente, un ligero viento se levantó a medida que la propia realidad parecía doblarse a la voluntad del Tarsoniano.

Donde su brazo había llegado se dibujaba una minúscula fisura, del tamaño de una mano humana. Como si de alguna manera Dante hubiera podido hacer una hendedura en el tiempo y el espacio. Un portal, pero no era un portal a otro lugar, era un portal al mar de la fuerza.

- La decisión está en sus corazones. -

Sea así entonces, al menos podré preguntarle a Gorek cual es su decisión y aunque no quiera volver lo volveré a ver, puede que por última vez hasta que la fuerza decida reunirnos de nuevo.

Tormak emprende decididamente el camino hacia la brecha que Dante había abierto ante ellos.

Carr se encogió de hombros. Objetivamente, no comulgaba con ninguna de las razones que había dado el hombre oscuro. Pero aquello era de esperar obviando los distintos puntos de vista que cada uno defendía.

Simplemente, había dejado la decisión a Tormak y sería consecuente con ella. Al menos, si estaba allí, podía estar bien seguro de respetar la decisión de Gorek.

La parte que menos le gustaba era que podrían caer en la trampa más fácil del mundo. Si a Dante le apetecía, podía cerrar aquello y dejar sus almas vagando por siempre, con dos jedis proféticos menos de los que preocuparse...los únicos, de hecho, que seguían en su grupo.

Su habilidad para intuir la mentira hasta ahora no le había fallado demasiado, pero no podía uno dejar de pensar que, una intuición basada en la Fuerza podía tener menos validez cuando se trataba de aplicarla sobre alguien que, a todas luces, era bastante más poderoso en ella, aunque fuera en su reverso tenebroso. Simplemente, quizá su intuición no le serviría de mucho con Dante...y eso era inquietante cuanto menos.

Confiar en alguien como él, a quien parecía darle todo igual y sin embargo luchaba enconadamente contra la amenaza, se volvía un desatino...Su mente racional no era tan fácil de contentar.

Y sin embargo siguió a Tormak. Justo antes de cruzar la fisura y sentir su frío helador, volvió la vista hacia Dante, con ojos tan neutros como teóricamente insondables. No pretendía nada, sólo mirarle, como si de alguna manera, si al final resultaba ser todo una trampa, no pensara el oscuro que era algo que no podían haber evitado.