Incluso Yoda hizo oídos de esa determinación por parte del muchacho. La pequeña cabeza del maestro asintió con un visible entusiasmo, antes de compartir por última vez sus palabras con los Jedi.
- Correcta es vuestra decisión, fuera cual fuera.
Se termina el tiempo, el portal Alexander Dante mantener más no podrá.
Las dudas acerca del que os acompaña pasan por el nombre de Darth Primus, buscar respuestas y sacar conocimientos.
Por la leyenda de Darth Primus las dudas acerca del que os acompaña pasan, sacar conocimientos al buscar respuestas, ante las preguntas correctas las dudas se desvanecen.
Que la fuerza os acompañe. -
Carr había escuchado muy atentamente la conversación, y a pesar de todo le costaba evitar una sonrisa que tendría bastante de burlona.
Consiguió hacerlo, y siguió observando sólo a los que tenía presente. No quería demasiada información de aquel lugar, al fin y al cabo tampoco era su lugar, y ya tendría tiempo, si la Fuerza era propicia y se encontraba allí, para explorarlo a sus anchas. La curiosidad a veces es peligrosa, y más siendo un zabrak.
- Al final, Gorek, puedes justificar como quieras tus decisiones, o dejar que los demás las justifiquen por ti, pero el mejor camino es ser honesto contigo mismo. Si te preocupa el carácter de tu elección, y no esperaba menos de ti, piensa en qué es lo que más te motiva y la razón por la que motiva. Toma entonces la decisión, cuando te hayas confesado a ti mismo la verdad...Eso sí, no te demores demasiado, por favor. No tenemos tanto tiempo.
No puedo expresar cuanto me alegra oirte decir esto Gorek. Pero el maestro Yoda tiene razón, debemos darnos prisa o si no quedaremos atrapados en este lugar, y aunque espero llegar a él un día u otro, aun no ha llegado el momento. Habrá tiempo para alegrías y preguntas más adelante.
Luego se dirigió hacia el maestro Yoda.
Gracias maestro por vuestra guía en este lugar, pero también para el lugar donde nos dirigimos. Haremos todo lo que esté en nuestras manos para detener a los verdaderos sith. Que la fuerza le acompañe.
Luego se giró hacia Carr, esperando su consentimiento para abandonar definitivamente este lugar, hasta que llegara otra vez el momento.
Carr asintió y se inclinó levemente ante el maestro Yoda. No encontró nada que decir...en el fondo ante él sólo podrían hablar sus actos.
Esperó a sus compañeros de nuevo y se preparó para el regreso, concentrando su mente en el momento presente y en lo que estaba por suceder. Aquello distaba aún mucho de haber terminado, y esa alegría que sentía, pues él también debía reconocer que sintió júbilo al volver a ver al valiente Gorek, no tenía que hacerle olvidar aún lo más importante. Detener el avance sith sobre la Galaxia.
- A vernos volveremos, dentro de muchos años. –
Fueron las últimas palabras de Yoda a medida que la misma realidad reclamaba la presencia de Carr, Tormak y de nuevo Gorek en el reino de los vivos.
Incluso en el camino de vuelta los Jedi se quedaron maravillados ante el espectáculo que era el universo. Maravilla a la cual ellos podían mirar directamente a los ojos, como testigos mudos de una máquina perfecta, como 3 cometas de luz cuyo destino era preservar el mismo cosmos infinito por el cual vagaban.
Aquella sensación podía calificarse como nacer de nuevo, poco a poco los sentidos volvían a tomar el lugar que les correspondía, sus percepciones se abrían de nuevo al mundo de física, materia y leyes naturales, el mismo mundo creado con la fuerza al que habían llegado a contemplar en estado puro.
Su viaje les llevaba de nuevo a la única brecha que unía los dos mundos, una abertura creada por pura fuerza de voluntad, puro poder bruto y la más paradójica malevolencia benévola que nunca habían presenciado.
El descenso a sus formas mortales fue como si un meteoro impactará contra la roca de Garos, pero ningún dolor les recibió, sino el latido de sus corazones mortales, recordándoles que habían vuelto de nuevo al ciclo de la vida. Incluso Gorek se miraba y palpaba a si mismo, no era en vano, no se sabía de nadie capaz de engañar a la muerte y menos de retornar una vez envuelto en su frío abrazo.
Pasamos a la escena. "Luz y Oscuridad"