Drerick sentado en su sillón escuchaba en principio sin mucho interés las palabras de Leanan.-¿Grifo? que es un grifo ¿Eso de cuello largo y patas de gallo? No creo que ha eso lo llaman Cocatriz o algo así... ¿Que ha dicho de Kanys?
En ese momento se sentó recto y con sus manos debajo del asiento para tener un poco mas de altura y seguir escuchando. Pero cuando la cosa empezó a tomar forma la loca de los perros volvió a mostrar otra vez sus garras de revolucionaria.
-Esta bien... Creo que realmente eres tu, Kanys, Ashane soltarla que continué con su historia. Y tu Leanan se mas clara, quien os enseño ese manuscrito y a quienes, y donde estabas tu! hay muchas lagunas ordena tu mente y vuelve a empezar. Y tu Kanys porque te menciona en sus historias, ¿Hay algo que no me has dicho?-Drerick volvía a tener esa mirada de aventurero que dejaron en herencia sus antepasados.
¡Ya estoy aqui!
Lo primero que hizo tras se desatada fue acercarse a su querido amigo y acariciarle el lomo. El pobre lo había pasado mal y lo sabía. Luego, recuperando una postura resuelta, la mujer se llevó una mano a la barbilla y tomó una actitud pensativa. Su cabeza giraba a un lado y a otro suavemente, como si realmente estuviera quitando o añadiendo detalles para continuar. Fruncía la boca, emitía pequeños “mmms” e incluso preguntó a su canino: “Zupo, ¿qué opinas? Creo que hay detalles que…”.
- Bien, bien, bien… ¡No! –enfatizó- El hecho de que no caigan el resto de los Portales es debido al desconocimiento de sus ubicaciones. Si lo desvelara ahora, con tanta gente presente… Y sobre cómo descubrí el Portal pues… hmm… Pues… ¡ya está! –sonrió ampliamente al tiempo que golpeaba la palma de su mano con el puño de la otra- Estaba caminando y me topé con él –dijo muy convencida de que sería suficiente- Los que estaban conmigo, no cuando encontré el Portal, si no casi todo el rato eran Devirius, Plesel, Bergötaj y Ruwulf.
Prosiguió pese a la mirada inquisitiva del goblin.
- Y ahora llega lo más interesante: los Neths –dijo a los presentes con una sonrisa ambigua- Resulta que esas cosas eran, o son, o lo que sean, da igual. Bueno, pues que son semidioses, o dioses menores. Ahí lo tengo un poco confuso, la verdad –agitó la mano intentando quitar importancia a ese asunto, aunque el hecho de que fueran semidioses la tenía- Pues esos Neths se enfadaron un montón porque hace muuuucho tiempo… Por cierto, es curioso que todas estas cosas raras e importantes hayan pasado hace mucho tiempo. Qué cosas, ¿no? –asintió más para sí que para el resto- Bueno, ¿por dónde iba? ¡Ah! Pues que se enfadaron un montón porque Pifo, Titán y Germen los encarcelaron en ese otro mundo, o lo que sea. Es decir, que los Neths viven para vengarse de ellos ellos; y los Dioses, conocidos como “LaAlianza de los Tres Dioses del Orden”, no van a intervenir a menos que haya magia de dioses de por medio.
Dio un largo suspiro, tal vez algo cansada de hablar tanto, y retomó la palabra.
- Espero que os estéis enterando porque no pienso repetirlo dos veces -y parecía que iba en serio- Queda un par de detalles más antes de llegar aquí.
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¡Ánimo, que queda poco! XDDDD
Tras las palabras de Leanan, todos esperaban la contestación de Kanys o el rey.
El pequeño GRAN monarca verde, escuchaba con todo la atención que un goblin podía hacer e incluso mas. Bueno cierto es que los desvarios de la loca no ayudaban a la corta comprensión del goblin de sangre real, pero no por eso iba a dejar de aparentar.
-¿Devi, ha estado con el humano? pero creo que aun me esconde cosas, tal vez con un buen caldero ardiendo... no espera, creo que esto me lo dijo Lomy mejor es la diplomacia... bueno lo intentare por ultima vez.
-Vas bien, hablas de esos espiritus alegando que son semidioses que se los portales que tu has usado son sus puertas, también que has estado con otros humanos algunos me suenan otros no.-Entonces le señalo con su sucia uña indice.-Pero sigues sin contarlo todo, vamos habla sin pelos de una vez, cuéntalo con todo tipo de detalles aun tenemos tiempo hasta que Tuldar y Bormaj regresen de su persecución a un grupo de esos barváros.-Dicho lo cual volvio a cruzarse de brazos y agito nervioso e impaciente el pie real colgando de su asiento real.
Por supuesto que se había dejado cosas en el tintero, pero más que un tintero debía ser un barril. Ni se podía creer la de información que tenía.
- Todo a su tiempo… -no pudo, la palabra Rey se le atascaba en la garganta- Pues nos fuimos a Karetia, al bosque. Es importante actuar cuanto antes porque al menos cinco de los Portales están en manos del enemigo. Otro motivo de ir al bosque es que según la fuente, que le llamaré “garganta profunda” para preservar su identidad, los Neths se harían corpóreos allí.
Tenía tantas cosas en la cabeza que era necesario ordenarlas, por eso comenzó a andar de un lado a otro en una corta distancia. Tras meditar un poco continuó.
- En un principio Plesel se separó de nosotros para buscar refuerzos, así que el resto fuimos hacia el Bosque de Karetia. Y allí nos recibió Calcetines reencarnado –sonrió orgullosa- El sabio Pifo reencarnó su alma en un ser para explicarnos algunas cosas. Siempre he dicho que los héroes deben ser recompensados, en ésta vida o en la otra.
Acarició la cabeza de su perro y se permitió recordar a su otro fiel compañero de fatigas, Calcetines.
- No explicó un par de cosas interesantes. La primera es que los Neths tienen unos siervos llamados kadvuries. Son muy muy peligrosos y… ¿a qué no sabéis quiénes crean unas lanzas hechas de la membrana de ambos mundos? Sí, creo que esas lanzas son de esos kadvuries –sonrió satisfecha- Lo que pasa es que el resto es un poco complejo y no me he enterado bien. Creo que los Neths son débiles cuando están viajando entre mundos, y necesitan a los kadvuries y sus lanzas. O algo así… -se rascó la barbilla- Bueno, llegué aquí porque al final los seguidores de los neths, que por lo visto se pueden reencarnar en otros seres, no encontraron. Calcetines nos guió hacia el Portal de Karetia pero no podía venir con nosotros; y al parecer cruzar el Portal te puede llevar a ese otro mundo o aquí mismo, que es por donde desgracia me ha dejado.
Y así, poniendo cara aborrecida, parecía que daba fin a su relato.
- Me comería un caballo. Bueno, uno entero no. Me conformaría con un pedazo de pata de jabalí asada. ¡Ñam!
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No sé si entendí bien eso de la lanza, la membrana, los kadvuries y los Neths. Creo que algo no me cuadra a la hora de relatar.
Lo poco que tuvo para concluir aquella loca, Drerick ya lo sabia. Bueno lo intuía, pero ahora lo sabia gracias a la lengua de la Retoriana. Pero aun tenia preguntas.
-¿Calcetines? Quien es calcetines... mmmm... ¿La rata que os acompaño hace años tal vez?-EN ese momento recordó un suculento plato a base de raíz y carne peluda, pero tras un agitar de orejas volvió a lo importante.
-Sea como sea, quien es ese "garganta profunda" Es importante saberlo. Si sabe tanto debemos encontrarle y seguir exprimiendo su saber.-Acompaño sus palabras con gestos
-¿Y esos barbárós, en que dices que se pueden reencarnar? Espero que Tuldar atrape vivo a uno de ellos y podamos comprobarlo, la ultima vez no sirvió de nada la interrogación...-Con su huesuda y verde mano en su mentón divagaba en alto.
-Espera... su estas lanzas son como yo predije y tu confirmas, portales...-Alzo la que aun tenia en su mano para hacer hincapié en ella.-Esto significa que seria mejor destruirlas a sellarlas... ¿Sabes si podemos destruirla para que no se pueda usar?-Pregunta con su silbante lengua a la loca que apostaba por devorar un jabalí.
¡Pero que feo era, por Pifo! Su cuerpo se agitó levemente, un leve temblor involuntario al tener que soportarlo.
- ¿Rata? –entrecerró los ojos, y aunque no había levantado la voz su tono dejaba bien claro lo “bien” que se llevaban- Calcetines es recordado como un valiente héroe, y ni se te ocurra burlarte que ya hago bastante en no hacerlo yo cada vez que te veo.
¿Saldría algo bien de todo aquello? No es que quisiera ver a Drerick muerto ni nada de eso, pero le encantaría retorcer aquel apestoso pescuezo.
- Vamos a ver… -suspiró con cierta pereza- Esa información te la daré en privado, más que nada porque no me fío un pelo de nadie que no conozca. Y por cierto, si lo hago de ti es porque aún tienes el beneplácito de Pifo, y él sabrá por qué –dicho eso movió la cabeza negativamente. ¿Pero qué había visto Pifo en esa cosa?
Las dudas eran muchas, no esperaba menos. Pero había respuestas que desconocía por completo.
- Ni la más remota idea. Tengo hambre –empató una cosa con la otra- Cuando atravesé el portal ni se me ocurrió que vendría a parar aquí, ¡aquí! –extendió sus brazos para abarcarlo todo- Un par de muslos asados está bien, y para Zupo… también –dijo- No sé mucho más de esas lanzas, pero seguro que después de un par de bocados podré hacer memoria a ver si recuerdo algún dato. Sé muchas cosas –terminó dando suaves golpecitos con su índice en la sien.
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Le envío un Privado a Meine para el tema de las lanzas, y a ver si me confirma si el asunto con las membranas es así (en tal caso sería un fallo mio a la hora de entenderlo, que Leanan es muy espabilada jejejeje)
Meine... a ver si me aclaras el asunto de las lanzas y las membranas. No estoy segura de haberlo entendido correctamente.
Otra cosa, tendría la posibilidad de haber leído algo sobre las lanzas en la Biblioteca. Es aquella especial de Leanan con Conocimiento General.
A ver si soy capaz de explicarlo.
Las lanzas que hay en la cueva dos de han cambiado al llegar tú y calcetines. La membrana, es algo que no acabs de entender.
Esperando a los demás... ^^
OK, esperemos un poco más.
Entrecerró sus dos pequeños y acuosos ojos ante el comentario despectivo a su persona, sin duda lo humanos eran tan estúpidos que no eran capaces de ver la hermosura de su rey a pesar de que este les daba el beneplácito de tenerlo delante en una conversacion. Claro que estaba delante de una loca que entablaba amistad con la comida así que no podía esperar demasiado de ella.
[/b]-Muy bien que así sea. Humano, Elfo, esperar fuera y preguntar por la cocina si deseáis comer y de paso exigir a mis hombres que preparen algo de comer para el rey y su... invitada.[/b]-En parte ya estaba cansado de ver a esos dos nuevos "compañeros" del cual solo uno se sentía responsable.
Sonrió a Leanan ligeramente, pero lo suficiente para mostrar sus roídos incisivos, por suerte el aliento no pudo escapar de sus fauces.-Carne especiada y que no racaneen con la salsa, vamos, lo ha dicho vuestro rey.-Acompaño sus palabras con un par de sonoras palmadas, esperando que se abrieran así las puertas por si solas.-Holgazanes...-Rechino al ver que la puerta no se abría.
-Vamos, vamos. No podemos perder mas tiempo, se abre hacia dentro.-No gustaba tener que explicar a sus súbditos como tenían que abrir las puertas... mas tarde se ocuparía de azotar a los guardias que no atendieron a sus palmadas.
-Y mientras esperamos a la cena, vete contándome quien es esa garganta profunda.-El pequeño y verde monarca estaba impaciente, cada segundo que pasaba su reino temblaba bajo el yugo de enemigos desconocidos, en estos momentos echaba de menos al ex-centauro y su servicial compañía.
Que raro y yo que pensé que había respondido al mensaje de Leanan hace ya meses... pensaba que ya estábamos solos y ella zampando. En fin.