Partida Rol por web

Solo es un viejo.Un pobre viejo.Tu le podrías tumbar de un puñetazo si quisieras.Solo es un viejo...chiflado.
Agita la cabeza precisamente para quitarse ese último pensamiento de la mente.

Solo un viejo.Solo un viejo.
Se acerca paulatinamente al ermitaño para poder observarle mejor y echa un vistazo a la zona donde se encuentra para ver si puede ver algo de lo que demonios pudiera estar buscando el loco cuando... un gesto un poco brusco del anciano le hace pegar un brinco hacia atrás de puro pavor.

-¿Se..señor que que está buscando señor?, ¿señor?-

- Quien, como - El rostro del ermitaño demuestra que está totalmente superado por la situación y ni siquiera es capaz de contestarte.

Hasta el momento, Dramir habia permanecido al margen, tratar con gente tan extraña no le gustaba demasiado pero parecia que el resto del grupo opinaba igual asi que no se preocupo demasiado.
Cuando el mago salio con la llave lo sigui con el resto hacia la otra puerta.

Cita:

Enseguida el joven hechicero se puso alerta, se acerca un poco a la puerta.
¿Que sucede? ¿Como que le han robado?
Ya sabia yo que no podia ser tan facil

Ante los gritos del viejo elfo, Ecthelion se dirige a la cueva sin darse demasiada prisa y se mete dentro para ver lo que ha ocurrido.

Cuando parecía que podrían conseguir algo, surgía un nuevo problema, aquello era desquiciante. Rakas no hubiera entrado por nada del mundo en aquel almacen, pero tampoco podía dejar a Gliadel solo con aquel maniatico. Dio unos pasos hacia la puerta y escucho unos segundos antes de adentrarse tras su amigo.

- Que alguien traiga una antorcha por si está oscuro ahí dent....

Al acercarse al elfo, veis que está desesperado y no muy en sus cabales (es decir, menos que antes) La oís murmurar - Mis cosas, como puede ser, si la puerta estaba cerrada, quien habrá sido - El pobre anciano se tira de los pelos y no parece que sea una fuente confiable para que averigueis mucho de el

A vuestro alrededor veis las paredes, peladas, de una cueva, solo interrumpidas por la puerta que, al estar abierta permite entrar la suficiente luz como para que os confieis en que excepto vosotros el lugar está vacío.

Me acerco a el y pongo mis manos sobre sus hombros, - tranquilo, tranquilo, lo mejor será serenarse ven sentemonos y dime ¿que es lo que te han robado? -lo primero era tranquilizarle, luego ya veríamos si antes había algo aquí o no.

Arza no lo duda y ante los gritos del chiflado entra, con la ballesta en sus manos. Duda de que sea una trampa pero no se fía de alguien que se ve tan claramente que no tiene la cabeza donde debe.

Dejo atada a Sra Restos en el tronco de un árbol con suficiente longitud de cuerda como para que se sienta libre de pastar. Le cojo con mis dos manos su cabecita y mirandola directamente a los ojos le digo: No te vayas por favor, debes estar QUIETA en este lugar.Saco mi antorcha siempreardiente y acto seguido paso justo detras de Rakas -Perdona Rakas, dejame pasar delante; si no, tu enorme espalda es lo único que podré iluminar ejejejejejeje

Al ver entrar a Arza con la ballesta tiendo el brazo hacia su hombro para que baje el arma, entonces el mediano me empuja un poco sorprendiendome e intento susurrarles.- No parece haber nada aquí dentro, quizás vosotros sepais cuanto tiempo puede llevar esto vacio, o si realmente le han robado.- Mirando como Ecthelion trata de calmar al anciano continuo.- Mejor será dejar que le tranquilice un poco a ver si descubrimos que demonios ocurre aquí.

Al druida no le gustaba la idea de entrar en la casa del maníaco y sicótico elfo. ¡Hey! ¿por qué no esperamos tranquilamente a que el señor vuelva? ¿eh?-hacía lo posible pero no podía evitar que los demás entren. ¿Hey? ¿nunca os enseñaron a no entrar en la casa de un desconocido?-ya estaba hablando solo. El único que quedaba afuera era Menzo, el cual le estaba hablando a su cabra. Ufh... Que más da...

Se dirige a Kuznak y lo acaricia. ¡VIGILA a la Sra. Restos, ¿está bien?-Gliriel aprendió y memorizó el nombre de todos mientras viajaban. Yo ya vuelvo.
¡Esperad!-y corre detrás de Menzo.

Al entrar y ayudados por la antorcha de Menzo se dan cuenta que en el fondo de la cueva que hace de depósito hay un tunel que conduce al interior de la colina. Al señalarselo al Elfo, es facil ver que ese tunel no debería estar allí. Aunque la respuesta os da que pensar - Habrán sido los Grinchins ? - se dice a si mismo mientras se acerca a inspeccionar la abertura

Al mirar el resto de la cueva no veis nada más, aunque un rastro en el piso arenoso os da a entender que por lo menos había un par de baules ó cajas que alguien, o algo, arrastró un poco antes de levantar.

Parece que algo había. Y ahora no está. Y el elfo saca la única conclusión que su mente calenturienta es capaz - Sois los únicos desconocidos que estais aquí - os dice, pareciendo cuerdo por un momento - Bueno, excepto ese agradable mediano que encontré ayer en el bosque y que habló conmigo tanto tiempo conmigo - agrega pensando en voz alta - Pero el no está aquí y vosotros si, así que los culpables debeis ser vosotros. Espereradme un momento que voy a buscar mis componentes de conjuros y os convierto en sapos - os dice muy serio mientras se dirije a la puerta.

Por suerte pasa lejos del perro, mientras se dirige a la casa murmurando - Si, primero debo dormir un rato y luego buscaré esos componentes. Donde los había dejado? En la cocina... No, no, no, se los di a ese explorador que pasó hace unas semanas. No, no, no. Creo que en realidad... - la voz se pierde en la distancia mientras os das cuenta que el ermitaño ha olvido sus "malignas" intenciones.

Ecthelion se inclina y dibuja con el dedo las marcas que había en el suelo, levanta la cabeza y mira hacia la abertura de la pared. Se acerca a la entrada y aguza el oído -Vaya, vaya, parece que el viejo algo de razón tenía, ssshhh, dejadme escuchar un momento - , al momento una sonrisa se dibuja en su boca. - lo mejor será dejar que Restos se ocupe de esto, volvamos a por los huevos-y hace el ademán de abandonar la cueva

No señor, aquello cada vez le gustaba menos a Rakas, la idea de convertirse en sapo era muy poco agradable, aunque se le hubiera olvidado quién sabía si volvería a despertarse y pensar que convertirles en sapo sería una gran idea.

¿Qué habeis escuchado hay dentro?.- El bárbaro difícilmente pudiera entrar en aquel diminuto hueco, pero parecía que si querían el vino tendrían que buscarlo allí, además podría salirles gratis si lo encontraban.- Menzo, Gliriel quizás pudierais explorar un poco a donde lleva ese agujero y ver si encontramos algo.

¿Ha dicho algo de un mediano agradable como yo? Mucho me temo que ese mediano es el responsble de todo esto; por desgracia, muchos de los de mi raza han utilizado sus cualidades para robar y hurtar, bien por necesidad o por vicio; no todos son tan excelentes personas como yo ejem ejem ejem -dice tosiendo con el puño en la boca y señalando con la palma de su otra mano su pecho.-Está bien, imagino que por el tamaño del agujero debemos ser Gliriel y yo los que debamos entrar primero, pero estad atentos a nuestros gritos de auxilio. Pasaré yo primero para ver dónde lleva el rastro- Y acto seguido saca su espada en la otra mano y se introduce en el túnel.
Se gira hacia su nuevo amigo gnomo y le susurra -intentemos ir sin hacer mucho ruido.

Al intentar verificar si se escuchaba algo dentro del tunel, no escucharon nada... o si? Solo una lejana sensación que más que con los oidos se sentía en la piel. Algo parecido a un golpeteo, como si muchas pequeñas patas golpearan contra una pared. Sin embargo, solo era eso, una sensación, quizás producto de los nervios que tenían.

Finalmente, los más "pequeños" del grupo se decidieron y, con cuidado pasaron por el tunel. Para ellos fue sencillo, para el resto, si bien no sería imposible sería más incómodo. Por suerte la parte angosta era de apenas unos centímetros y luego, rápidamente la cueva se volvía a ampliar hasta unos dos metros y medio de alto y a ensanchar, hasta los casi dos metros.

Con la antorcha mágica en su mano torpe, el mediano alumbró el lugar y pudo observar que la cueva continuaba, ensanchándose aún más y el movimiento no sería un problema. Lo primero que hizo fue intentar distinguir huellas y algo pudo ver. Aparentemente huellas humanoides de pequeño tamaño, aunque le resultó dificil distinguir la cantidad. Sin embargo lo más importante es que pudo ver marcas de herramientas en el tunel por el que había pasado. Evidentemente más que un "tunel" era un "agujero".

Evidentemente alguien, humanoide, se había ocupado en acceder al depósito cavando ese pequeño acceso desde otra caverna natural. Quedaba verificar por donde había accedido ¿habría otra entrada?. Al mirar con más cuidado las huellas el explorador pudo detectar algunas diferencias entre ellas. Algunas huellas eran más grandes, unas botas del tamaño de las de Rakas, el resto correspondían a alguien de su tamaño... Algunas calzadas y otras correspondientes a pies desnudos.

Lamentablemente no pudo ver mucho mas. El suelo de arena se convertía, gradualmente, en uno de roca donde las huellas no se veían, con lo cual resultaba imposible ver hacia donde se dirigían.

Al entrar el druida y el explorador, Rakas no pudo evitar asomarse por la abertura, descubriendo que la caverna que había detrás aumentaba de tamño, al menos el suficiente como para que su gran cuerpo entrar sin dificultades.
Primero pasó su mochila y luego sus armas, cuando estuvo más ligero probó él, se puso a cuatro pata y entró donde se encontraban los dos pequeños compañeros.

Bueno parece que el anciano no está tan loco como parece.- las palabras eran un susurro en la boca del bárbaro, era mejor que no alertaran a lo que fuera que estaban siguiendo. Observó las huellas que le señalaban y se agachó para verlas mejor y ver si podía descubrir de que eran. Aquello le resultaba familiar, le sonaba de algo pero necesitaba pensar para acordarse bien.

Hay varios tipos de huellas. Unas pocas, de tamaño "humano", son botas, con lo cual no puedes asegurar la raza, lo mismo que algunas de las pequeñas. Sin embargo, hay algunas de pies descalzos que te da toda la impresión que corresponden a goblins, o trasgos, como le gusta llamarlos al Druida. Seguramente se va a poner contento cuando se entere.

No tienes ni idea de cuantos puede haber (ni trasgos ni de los "calzados")