Partida Rol por web

En ese momento, ambos de dieron cuenta de que un pequeño grupo de personas tenían su atención sobre ustedes. Una lucha en medio del pueblo no era muy fácil de ignorar.

Ambos vieron a cuatro personas salir de un callejón no muy alejado del bar. Eran dos chicas y dos chicos. Los cuatro los estaban mirando y estaban hablando entre ellos. Tal vez estaban hablando de ustedes.

Tras seguir el callejón con el carpintero sin presentar, Denna y el capitan, me detuve un poco antes de poder ver todo el barullo apoyandome en una pared del callejón. Realmente la escena no me interesaba nada, y si Dante quería un cocinero y un medico por mi podía buscarlos solos... pero no sabía la localización del barco, así que hasta el momento tendría que tenerlo a la vista.

Esperé con los brazos cruzados hasta que el mismo impresentable se pronunció y yo simplemente me encogí de hombros - A mi me da igual. Esta isla no ha hecho nada bueno por mi - Mentira... - así que no es que vaya a hacer algo bueno por ella. - Seguí cruzada de brazos mirando a otro lado por si los otros dos me miraban raro.

Bee levantó de nuevo la enorme mochila y la colgó sobre sus grandes hombros. -No lo sé... Quizás aquella gente sepa algo - Dijo señalando al grupo de curiosos que se encontraban allí.

-Lo único que he escuchado es que han visto al pirata por estos lados, alguien debe haberlo visto- Comentaba con cada paso que daba acercándose al gentío, entonces reparó en los chicos que los veían y murmuraban entre ellos.

-¡¡HEY USTEDES!!- Alzó la voz esperando llamar su atención, a la vez que avanzaba con una amplia sonrisa en su rechoncho rostro y los escrutaba con sus diminutos ojos. -¿Han visto al pirata que busca tripulación por aquí?- indagó curioso y con gesto bonachón.

Me sobresalto al ver a aquel peculiar personaje gritando, parece ser que se dirige a nosotros, no con malas intenciones, o eso creo... Al prestar más atención me parece que está preguntando por nuestro capitán, o eso parece. Encojo los hombros y mientras me dirijo a los allí presentes me encamino hacia donde están.

- Yo voy Capitán, parece que también están interesados en encontrarle, ahora vuelvo....

Una vez allí, estudio al hombre, tengo que mirar hacia arriba es muy alto, nunca me había topado con alguien así.

- Hola, si buscáis al capitán pirata, creo que puedo ayudaros, soy Denna Khal, por cierto.

Echo un ojo al sujeto que está a su lado, parece un luchador por las ropas que lleva, quizás se conozcan y ambos quieran también formar parte de la tripulación a la que me he unido, bueno estaba allí y era hora de averiguarlo.

El grupo que nos observaba estaba compuesto por dos hombres y dos mujeres, las mujeres no me interesaban, pero tal vez los hombres fuesen fuertes, incluso alguno podría ser el capitán que estábamos buscando.

-Si, tal vez alguno sea fuerte, desde esta distancia no sabría decirlo-

Bee los llamo y una de las chicas se acerco, de cerca se veía más débil aun, observe a la chica de pies a cabeza, se veía muy... suave.

La chica se presento, ¿era ella el capitán? -¡No puede ser! ¿no me digas que tu eres ese capitán?- mi cara se torno en una de decepción.

Mirando la escena del gigante y el luchador acercandose a nosotros inclino la cabeza al ver que Denna es tan dedicada como para actuar en pro de quien debería de hacerlo. - Ni siquiera es tu trabajo el hacerlo debería de hablar Dante... En fin que más dará - Pero entonces el malentendido se hizo participe cuando el luchador le preguntó a Denna si era esta el capitan.

Con un leve suspiro y cara aún seria, y algo enfadada por sucesos anteriores, me descrucé de brazos y con un impulso para despegarme de la pared fui acercandome a Denna mientras decía algo audible para que pudieran oirlo ambos dos que aún no se habían pronunciado. - Tener hombres en una tripulación para esto. - Y una vez estuviera a la altura de Denna le puse una mano en el hombro - Primer contacto fisico como tal... - Os equivocais. Si buscais al capitan es ese de ahí - Señalé sin mirar al hombre de capa roja y pelo blanco el cual llevaba aún el sake encima, ojala se lo hubiera reventado antes - Aunque me da que si quereis hacerle algo, me temo que os tendré que parar. - Creedme que yo por mi no lo haría, pero tengo que saber donde está su barco. - Así que decid. ¿Qué quereis?

Se me adelanta Hitomi y responde por mí para que no haya mal entendidos, ¿Capitana yo? que gracioso...

- Pues sí, como os aclarado ella, el Capitán es aquel de allí -señalo- ¿también queréis salir de aquí?

El chico que parece un luchador no parece que seamos de su agrado, por su mirada, está aliviado de que yo no sea la capitana, quizás no le gusten las chicas o no se sienta cómodo en su presencia. Bueno eso ahora no importa, a ver si nos cuentan que quieren, solo tenemos que encontrar los tripulantes que quiere el Capitán y por fin saldremos de allí... 

El capitán se cruzo de brazos cuando ambas chicas lo dejaron con el carpintero para ir a hablar con el sujeto enorme y con el luchador.

Se mantuvo así un rato hasta que decidió relajarse de nuevo y tomar un trago de su botella de Sake. Ahí fue cuando noto que lo estaban señalando las chicas de su tripulación. Estaban hablando de él. ¿Que cosas buenas y halagadoras estarán diciendo de su gran capitán?.

No quizo interrumpirlas. Simplemente, sonríe levemente y vuelve a tomar otro trago. Quería dejar que Hitomi y Denna se encargaran.

Apenas elevo una ceja al observar toda la escena, no es que fuera algo que llamara demasiado su interés, nada lo era en esas instancias, pero aun así debía acompañar al grupo por el simple hecho de saber donde estaba el barco e irse rapido de esa isla. Observo a las chicas ir tras los sujetos, al parecer tenían más interés por salir de la isla y eran capaces de acelerar todo el proceso de una manera más directa. Kaito miro al sujeto y sin tapujos consultó. -¿Donde esta el barco? Me ire para allá, no tengo intención de conocerles más. -Se mantuvo esperando en la puerta del lugar, con los brazos cruzados y la mirada petrea mientras esperaba la respuesta del sujeto, aunque claro tampoco tenía demasiadas expectativas de una respuesta positiva. 

Me sentí relajado cuando la pequeña de pelo castaño negó que la otra chica era el capitán y ella misma lo reafirmo -c-claro, como iba a ser posible que una chica fuese el capitán- las dos chicas señalaron al hombre de rojo, cabello blanco y que estaba bebiendo una botella de sake, el otro sujeto tambien iba vestido de rojo y tenia el pelo blanco ¿son hermanos?

-Ya veo, no quiero hacerle daño, bueno, no mucho, también me han entrado ganas de salir de aquí, pero no pienso navegar bajo las ordenes de un capitán que no sea fuerte-

Cuando mostró un tanto la relajación que le dió el mensaje de quien era el capitan, sonreí un poco, ya que parece que no iba a haber nada de pelea, pero mi cara cambió a ira cuando dijo que como iba a ser un chica la capitan. Acercandome poco a poco encaro a ese personaje y le digo a modo de amenaza. - Pues sinceramente, creo que cualquiera de nosotras lo haría mejor que ese de ahí. ¿O qué pasa? ¿Tienes algún problema con que las mujeres podamos ser capitanas de un barco? - Se me habían cruzado los cables, pero ya era demasiado. - Primero un capitan pervertido y borracho, luego un carpintero tonto y loco, la chica parece tranquila pero se apega a mi no sé por qué, y ahora un luchador machito anti mujeres. Espero que no se unan, porque vaya tripulación... Pero ¿Qué digo? Si seré la que más rápido se vaya, no pienso quedarme tanto tiempo con unos piratas de tres al cuarto.

Entonces habló de que quería comprobar lo fuerte que era, entonces miré de nuevo al capitan y me alejé apartandome a una pared de nuevo para apoyarme en ella - Tss... si le quitas la Akuma no mi igual podrías derrotarlo. Pero adelante si quieres. - Ya tengo ganas de ver como otro loco muerde el polvo.

Resoplo, la verdad es que aquí parece que todos estén buscando bronca, incluso la chica que parecía un poco más normal que los demás. Primero el carpintero y el pirata, ahora el que parece un luchador, sin duda si todos íbamos a viajar en el mismo barco iba a ser un viaje divertido.

Vuelvo a reparar en el otro personaje, no ha vuelto a abrir la boca. Dejo a los otros pelearse o lo que sea que quieran hacer y me acerco a él.

- Hola, ¿no eras tú el que nos llamaste? ¿Vas con él? -señalo al luchador- Bueno ahora ya sabes quien es el capitán, espero que tú no estés tan loco como los demás.

Suspiro y espero a ver si me dirije la palabra, sino volveré con el Capitán, si es que no empiezan a pelearse...

Bee se había quedado mirando con extrañeza al que habían señalado como el capitán... ¿En verdad ese era el capitán?, ¿Dónde estaba su garfio, o su pata de palo, o su sombrero con calaveras?.... ¡Ni siquiera tenía un puto loro!.

-¿En verdad ese es un pirata?... Preguntó extrañado luego de salir de su leve ensimismamiento. Miró hacia abajo y vio a las pequeñitas, para luego fijarse en la que le habló. -¡Tu su pareces una pirata!- Dijo emocionado mientras sus pequeños ojitos brillaban con ilusión. -¿Navegan el basto mar buscando deliciosos tesoros?.... ¿Se enfrentan a deliciosos monstruos marinos?.. -¿Viven grandes y deliciosas aventuras?- Repetía la palabra delicioso sin sentido alguno mientras una baba empezaba a escurrirsele por la comisura de los labios. -¡Yo también quiero ser un pirata y probar todas esas cosas deliciosas!- 

Luego miró a Kroo cuando le preguntaron si iba con el -El chico de los calzoncillos... si, se llama Kroo, el también busca a unirse a los piratas, es un chico fuerte, si, si, si... ¡Bee nunca había perdido una pelea y el me dió una paliza!- Dijo llevándose la mano a la panzota. -Yo soy Bee Don Z... y tengo hambre- Terminó su peculiar presentación a la vez que descargaba la enorme y pesada mochila que traía sobre los hombros, en un santiamén había sacado una parrilla para asar y un gran trozo de carne de alguna bestia desconocida para todos. se puso su sombrero de Chef y empezó a golpear la carne con sus puños contra un tablón para después esparcirle algunas especias y condimentos encima, con una gran cuchillo hizo algunos cortes y cuando el carbón ya estaba al rojo vivo colocó la carne perfectamente... -Pffffssshshhhh- El sonido de los jugos de la carne asándose se conjugó con el delicioso aroma que empezó a inundar el lugar.

-Si, si, si, si... ¡Tengo hambre!... Esto va a quedar delicioso... JAR JAR JAR JAR JAR- Se carcajeaba sólo mientras continuaba cocinando frente al grupo de extraños y el capitán.

El capitán baja su botella y la vuelve a dejar en el suelo para luego mirar al carpintero quien le había hecho una curiosa pregunta.

-El barco esta...- Antes de responder, se que le quedo viendo de reojo.-En un lugar que visitaremos luego...- Fue lo que dijo. En realidad, dijo la verdad, solo que no la que Kaito querría escuchar.

Llamó un poco la atención el movimiento que hizo Hitomi, como si fuera a amenazar al luchador. No duro mucho, pero de que le había dicho algo, lo había hecho. Por desgracia, no podía escuchar muy bien de lo que hablaban a esa distancia.

Lo que le abrió los ojos fue como el gran sujeto sacó de su mochila una parilla para colocar un trozo de carne. ¡Ya tenia cocinero! y pensaba asegurarlo.

Ya se había cansado de tanta presentaciones entre las chicas y los otros dos, por lo cual tomo la botella de sake con una mano y luego se acercó al grupo abriendo los brazos para encargarse él mismo. Igual y reclutaba también al luchador.

-¡Gracias! ¡Gracias! ¡Disponible 24x7!. Descuento a los que paguen el sake.- Fue su presentación esperando acompañar los halagos de sus dos tripulantes.

Se metió en la conversación, dejando al carpintero en la salida del callejón.

-Y bien, ¿en que los puede ayudar este hombre del cual ya les habrán hablado estas dos sub-capitanas?.- Preguntó sonriente al luchador y al aparente cocinero. Por qué sí, acababa de nombrar a las dos chicas sus sub-capitanas.

La pequeña se me acercó ¿estaba tratando de amenazarme? con ese menudo cuerpo no asustaba a nadie -Mira niñita, las mujeres no pueden ser capitanes porque son débiles, el capitán debe ser el más fuerte- 

¿Akuma no mi? creo que he oído algo sobre ello, pero jamás he visto una... bueno, no importa, seguro que puedo ganar, solo tengo que pelear con todo.

Cuando Bee hizo el comentario sobre mi fuerza me llene de orgullo he inche pecho, en ese momento saco una parrilla y se había puesto a cocinar, olía bastante bien, no pude evitar tragar saliva por el rico olor.

Me había quedado ensimismado observando a Bee cocinar, pero cuando el capitán se acerco pude regresar a mis sentidos, no es momento en pensar en deliciosa comida... aunque no he comido nada aun y huele tan bien, tal vez pueda... sacudí la cabeza, no era momento para comida.

¿Sub-capitanas?, ¿era posible que fuesen más fuertes de lo que parecían? una era pequeña y delgaducha, la otra tenía mucha carne de más.

-Soy Kroo, he escuchado rumores de un fuerte capitán y he estado buscandolo, ya me canse de esta isla, pero no quiero estar bajo el mando de un capitán debilucho, ¡así que te reto a un duelo!-

La pequeña se me acercó ¿estaba tratando de amenazarme? con ese menudo cuerpo no asustaba a nadie -Mira niñita, las mujeres no pueden ser capitanes porque son débiles, el capitán debe ser el más fuerte- 

Esas palabras resonaron en mi mente una y otra vez, traté de aguantarme, incluso venía Dante para hablar con ellos, aunque el otro no ayudaba nada, ese Bee cocinando en mitad porque sí, era absurdo. Pero ese luchador prepotente y misogino, dice que soy debil... - ¿Yo? ¿Debil? No sabes ni de lo que hablas, ni por lo que he pasado en mi infancia, ni nada de nada. Dices que soy debil cuando no sabes lo fuerte que soy. Pues bien aquí tienes una pequeña muestra de lo debil que puedo llegar a ser. - Saqué mi Bo para desplegarlo y con un paso firme hacia el golpeé a su estomago para que aprendiera a no despreciar la fuerza interior.

Tras el golpe me interpuse entre Dante y el luchador - Dante esta pelea es mia. Eh tu, dices que las mujeres somos debiles, pero lo que realmente no sabes, es que la fuerza no es solo musculo. ¿Quieres enfrentarte a Dante no? Pues mantengo mi misma amenaza. Tendrás que pasar por encima mía para atacarle. - Me puse en posición defensiva con el Bo agarrado de un estremo con una mano y cerca de la mitad con la otra, casi al estilo de esgrimir una espada. - Pero no te preocupes, solo soy una mujer, por tanto no tardarás mucho en vencerme. - hice un parón sarcastico de un segundo - ¿No? - Y además, aunque tu seas puro musculo, tengo un seguro de vida... por desgracia. - Pensaba en Dante al decir aquello.

El olor de lo que estaba cocinando me invade, tiene una pinta exquisita. Pero no tengo mucho tiempo para seguir apreciándolo. Oigo al Capitán dirigirse al luchador y... ¿nombrarnos sub-capitanas a Hitomi y mí? Tampoco tengo mucho tiempo para pensarlo, de pronto veo como mi compañera le pega al joven en el estómago por sus comentarios, supongo. Las cosas estaban yendo demasiado deprisa. De todas formas, no voy a interrumpirles, por lo que parecía la chica quería enfrentarle ella solita. Asi que, decido acercarme un poco por si acaso la cosa se pone fea, no sin antes dirigirme al que parecía ser un cocinero.

- Huele muy bien, si puede ser, cuando acabes me encantaría probarlo. Y por cierto, mi Capitán está buscando un cocinero.

Le guiño un ojo y me acerco a contemplar la escena, cerca de donde se había quedado Dante.