Partida Rol por web

Coraline no se lo podía creer. La capitana había muerto sin que ninguno de los que estaban allí pudiera hacer nada. Todo sucedió rápido y un pequeño error de la capitana la llevó a la muerte. Ella le había puesto el nombre que ahora llevaba y era lo único que recordaba. Con una gran rabia, se dispone a atacar, junto a su mascota, que por fin había vuelto.

El ataque de la capitana fallido la había dejado vendida, y Markus no podia hacer nada para salvarla del sablazo que sin duda acabaría con su vida.

El tiempo parecio detenerse mientras la espada del enemigo caía con furia sobre Mery. Raven solo logró cerrar los ojos un instante antes de que la mujer con la que tanto había compartido y con la que tanto más hubiera querido compartir fuese alcanzada por el filo.

Sabiendo lo que acababa de ocurrir, el pirata lanzo su ataque mientras el tiempo recobraba su frenético ritmo. No dijo nada y apenas acertó a pensar... sencillamente abrió los ojos encolerizado y descargó un tajo con todas sus fuerzas sobre aquel bastardo.

Eryzheia se disponía a realizar otro ataque, al hombre que, al parecer, era el único que restaba para hacer frente...

Pero entonces, todo sucedió muy rápido...

Demasiado rápido...

La pelirroja capitana del barco, había sido atravesada por la espada del hombre malvadáceo que allí sonreía, de forma estúpida...
La Reina gatuna descendió los brazos...

Su concentración había huido de forma estrepitosa...
No sabía si podía hacer algo por ella...

Vargo al igual que su compañero, no pudo evitar el no presenciar la muerte de su capitana.. giró la cabeza rápidamente y cerró los ojos.
Luego salieron de la boca de aquel Emo esas palabras de menosprecio.. hacia una tripulación sin capitán. Ahora le tocaba a él atentar las consequencias..
El chico coje sus dos espadas y pega un salto hasta su posición, con las mismas en forma de "tijera" intentando amputar cualquier parte de su cuerpo, se contentaba con ver su sangre fluir por fuera del cuerpo otra vez..

Rodrigo ve la oportunidad de acabar con su enemigo y no lo duda ni un instante, cargando contra él con todas sus fuerzas y deseando acabar con aquello de una vez por todas... Aquel malnacido había acabado con la capitana, aquella mujer que confió en él para gobernar su navió y que tan diestramente había dirigido al grupo en todas sus aventuras. Con Mery Red en la mente asestó aquel golpe...

- ¡¡¡MUERE CABRON!!!-

Y la batalla continúa...

¡Ah no! ¡¡¡Por fin la batalla termina!!!

Con el golpe de Rodrigo, el Pirata Supremo parece quebarse...

Su cuerpo comienza a caer hacia atrás, lentamente...

Suelta su arma, la cual sale volando hacia arriba en cámara lenta mientras Rodrigo también regresa a su posición lentamente...

Todo parece transcurrir como muuuuuuuy lento...

El cuerpo del enemigo rebota un par de veces contra el suelo, tres o cuatro veces hasta que cae desparramado y desangrándose...

La mano del Capitan Supremo se eleva como maldiciendoos a todos...

Los hombres del pirata que estaban vivos en ese momento, parecen despertar de un sueño y caen redondos al suelo, muertos tambíen.

Los enanos gritan de alegría...

En ese momento, un gato comienza a maullar y se acerca corriendo a su dueña. Está un poco despellejado y tiene lugares donde no hay pelo, pero bueno, nada que no pueda curar el tiempo...

Por fin, todo ha terminado...

Y ahora... ¿qué haréis?

Rodrigo agradeció el que todo hubiera acabado, aunque no con el final que hubiera deseado, pues la capitana yacía muerta y desfigurada a pocos metros de ellos. El español pensó mientras miraba al cielo cuales serían sus pasos ahora que aquella historia de piratas, tesoros y enemigos había terminado, y pronto supó cuales eran sus deseos. Quería coger aquel barco y cargarlo con el tesoro, su plan era gobernarlo y ver mundo con él, ofrecer a sus amigos un puesto en la tripulación, aunque su intención no era seguir pirateando sino ver otras culturas y territorios, por supuesto el que quisiera quedarse podía hacerlo, en caso de haber litigio con el barco él mismo compraria uno. Rodrigo transmitió sus deseos a sus compañeros:

-Propongo coger el barco y recorrer el mundo, ya no tenemos la necesidad de robar así que no seguiriamos haciendolo, por supuesto, el que no este de acuerdo con este planteamiento puede dejarnos, si alguién más quiere el barco para la pirateria yo mismo comprare uno y abandonare tal practica. ¿que me decís compañeros?- acabó preguntando

Elisabeth se arrodilla en el suelo para recibir a su pequeña gata blanca. La toma entre sus brazos y la abraza con fuerza... La había echado tanto de menos. Se queda unos minutos así, con los ojos cerrados y difrutando de la compañía de la que siempre había sido su fiel compañera, hasta que escucha la voz de Rodrigo. Abre los ojos pero no se levanta. ¿Qué iba a hacer ahora? Podría acompañar a Rodrigo a ver mundo... pero ese nunca había sido uno de sus sueños. Podría también empezar una nueva vida en cualquier parte del mundo... O podría... volver a casa. Volver a casa y comprar las tierras de su padre para administrarlas como Dios manda y así llevar de nuevo la prosperidad a ellas... y dejar en la calle a su madrastra. Ahora tenía los medios para hacerlo.

Se pone en pie, todavía con su gata en brazos y encara a Rodrigo. La joven noble de piel blanca y fina y rubio cabello dorado que habían visto por primera vez, había cambiado bastante durante todo aquel viaje. Su fuerte temperamento y su persistencia la habían convertido en una compañera útil y ahora en toda una mujer, capaz de llegar a ser cualquier cosa que se proponga. Total, sí una niña bien como ella había llegado a ser pirata... podría amoldarse a cualquier cambio.

Yo... si me permites, Rodrigo, debo pedirte un favor. Me gustaría acompañarte en tu viaje, pero sólo hasta llegar a Hampshire de nuevo. Pretendo enmendar los errores de mi padre en aquellas tierras y llenarlas de nuevo de la prosperidad que merecen.

Su voz, tan afilada y mordaz en algunas ocasiones, volvía a ser suave y dulce... escondiendo la fuerza y reservándola para ocasiones necesarias.

Rodrigo sonrió a la joven, había aprendido a respetar a aquella muchacha valiente y decidida que al principio parecía iba a ser una carga y que había resultado ser una más en un corto espacio de tiempo -Por supuesto señorita- bromeó educadamente haciendo una reverencia a modo de broma.

Coraline deja ir la espada que en pocas ocasiones había cogido, y que solo destrozaba sus hábiles manos para el robo. Acarícia la cabeza de su mascota con una mano, que se le habían puesto los pelos de punta al ver a la gata, y el animal se calma.

Escucha la propuesta de Rodrigo. Ella estaba en la tripulación por respeto a la capitana y porque le habían salvado la vida. Pero ahora ella ya no estaba y más o menos encontrando el tesoro les había devuelto el favor. Pero ir pacíficamente por el mundo no llamaba mucho su atención. Lo que mejor se le daba era robar y si le quitaban eso, no era nada.

¿Ver mundo significa que no voy a poder robar? Le pregunta a Rodrigo. Estaba claro que si la respuesta era un no, ella se iría por su lado robando a todo aquel que se encontrase por delante. Era algo que no podía evitar.

El supremo había caido, y con él todos sus vasallos, al parecer. Pese al griterío de victoria de los enanos y la conversación iniciada por sus compañeros, a Markus todo le parecía en calma... como el silencio que reina tras despertar de una pesadilla.

Tras unos minutos en silencio, el joven pirata intervino en la conversación para expresar sus intenciones.

Yo no os acompañaré, camarada. Dijo a Rodrigo. En cuanto salgamos de aquí buscaré una nueva tripulación en la que enrolarme... o tal vez robaré mi propio navío para seguir como hasta ahora. He vivido desde siempre como pirata, y posiblemente será así como termine mis días. Tras decir esto con expresión decidida, se giró hacia Coraline y añadió. Si deseas seguir como pirata, eres libre de acompañarme... y tu amigo también. Finalizó refiriendose al lobo-perro.

Sin añadir más, Markus dio media vuelta y avanzó hacia donde yacía muerta la Capitana al tiempo que se quitaba una vez más la chaqueta. Una vez hubo llegado hasta ella se arrodilló y cubrió el rostro destrozado y parte del cuerpo de la mujer con la prenda. Tras unos breves instantes de silencioso dolor a su lado, la tomó en brazos con suavidad y se incorporó.

Eryzheia. Dijo medio gritando para que pudiera escucharle. ¿Hay en esta isla algún lugar donde enterrar a los caidos?

Vargo se aproxima al pirata supremo, muerto. Al cuál se queda mirando con cara de asco unos pocos segundos, mientras sus dos espadas rebosaban sangre. Le escupe en todo el jeto y lo pisa con fuerza, haciendo un pequeño agujereando un poco el barco con la misma y esparciendo el cerebro del enemigo por la cubierta de su propio barco.
Acto seguido se va hacia dónde Markus sujeta a la ex-capitana. - Yo.. voy a seguir sus pasos. Me haré capitán pirata. - les dice a todos, bien decidido mientras alza una de sus armas, viendo como brilla la sangre con el sol y recorre su brazo por la gravedad.