Partida Rol por web

- Está bien. Lo llamaré Petro. - dijo EARU, estableciendo aquella directriz en su sistema de alguna forma, puesto que no podía acceder a sus funciones habituales.

Viendo que se encontraba de nuevo en aquella situación en la que una ventana de material ambiguo los separaba, EARU avanzó e intentó atravesarla una vez más. Se preguntaba si Petro seguiría teniendo aquel aspecto extraño con el que lo había visto la última vez. Probablemente sí.

- Siento contradecirlo de nuevo, Petro, pero esto no puede ser un sueño. Los robots no soñamos. - explicó EARU. - Además, varios de mis compañeros droides tuvieron experiencias similares a ésta al mismo tiempo. ¿Sabe si alguno de sus compañeros humanos experimentaron algo semejante?

Mientras intentaba atravesar aquel raro material, Petro le respondió a algunas cosas... y sólo hizo que aumentar las preguntas de EARU.

- Le agradezco mucho la información. - respondió amablemente el robot, con tono servicial. Había sido programado de aquella manera, después de todo. - Ciertamente, PHRP es el acrónimo de un protocolo. Entiendo que pueda no resultarle familiar. - dijo con precaución el robot. ¿Cómo se tomaría un humano conocer la existencia de un protocolo para cuando su especie ya no habite el planeta? Mejor intentar otro acercamiento... - Entonces, ¿me está diciendo que nuestros encuentros suceden durante sus periodos de sueño, señor Petro? - preguntó. - En mi caso, la primera vez sucedió tras un error inesperado en el sistema. En esta ocasión... no sabría decir qué ha sucedido. Ciertamente no estoy recargándome ni desconectado.

La unidad ΔΩΓΩ llegó rápidamente a la conclusión de que no le oían, también empezaba a dudar que fuese su unidad física la que estaban examinando. Era extraño e incongruente, ninguna conclusión era lógica y estaba clara la falta de datos para que sus análisis llegaran a algo.

Tampoco estaba seguro de que quisiera hablar con ellos, y sin embargo mucho más no podía intentar así que consideró que le era familiar de esas experiencias. Lamentablemente la propia oscuridad que quería eliminar era la única constante de ese espacio. Cierto que la anterior vez había encontrado una especia de membrana y detrás de ella estaba su usuario Nick Blackwood, si es que era su usuario. Bueno tenía que serlo, era el único humano que le había visto. Intento recordar esa sala y la voz del humano, al fin y al cabo el cuerpo no dejaba de ser una silueta de error...

Cassandra escuchaba la conversación cambiando nerviosa la vista de uno a otro de ellos conforme intervenían.

"Su cuerpo no termina de reaccionar adecuadamente" ¿Se habría dañado su Hardware con alguno de los cascotes? No lo había notado, pero quizás su preocupación por AE-51-R le hizo ignorarlo.

- ¿Qué conexión? ¿De qué estáis hablando? ¡Estoy aquí, contestadme por favor!

En ese momento fue cuando escuchó el nombre de Laocoonte, trató de moverse, de coger a la mujer que lo había mencionado.

- ¿Dónde está? ¿Dónde está Laocoonte? ¿Por qué no me oís? - ¿se habrían dañado sus circuitos de voz?- ¡No, no! ¡No me durmáis, hay que ayudar a AE-51-R. Os llevaré donde está, quizás aún podemos hacer un volcado de su memoria. Si su disco no se ha visto dañado por el derrumbe.

Pero de nada sirvieron sus palabras, sintió cómo volvía a sumirse en aquel estado de semiinconsciencia. ¿En qué parte de las instalaciones estaría? Mientras sus circuitos se apagaban se fijó en el lugar, en el número de la puerta, si es que había alguna. Sí, la había, acababa de escuchar cómo se cerraba.

- Laocoonte, no sé dónde estoy. ¿Por qué no me contestas?

Trató de mantenerse consciente. En esos momentos, a punto de suspenderse recordó otro nombre. El de alguien con quién ya habló la primera vez que se encontró en el extraño lugar cuando perdía el control.

- Medea... ¿me oyes?

Antes de responderle a Edu, sentí que llegaba a la pared... y no se, sentí que debía de sentirme orgulloso de haber conseguido entrar y así estar de nuevo en aquel espacio raro junto con Edu.

¿Eh...? Pues... si, se parece a lo que tu dices. Era como una masa enorme negra y viscosa que parecía tragarse todo lo que pillaba...- le confirmaría a Edu, dándole mi propia descripción... Pero parecía que ambos nos estábamos refiriendo a la misma cosa. Lo que dijo... me resultó terroríficamente familiar... -Yo estaba en el almacén que te dije... Y cuando dejamos de hablar, vi que detrás había esa cosa enorme tan oscura... Y más o menos igual, salí pitando de allí...- le comentaría mi experiencia también.

Sobre lo otro... -Salí de ese almacén, salí a toda pastilla de allí... El lugar se estaba derrumbando, no se porque, caían cascotes y todo temblaba. Llegué a la salida, pero...- hice ahora yo una pausa -No recuerdo nada más a partir de ahí... Lo siguiente que ha pasado es estar de nuevo aquí...- le diría entonces. Estaba tan concentrado respondiendo que ni me fijé en él...

Y ahora se notaba mucho el cambio. Aunque seguía sin saber como era... ahora no le veía bugeado ni glicheado... era una silueta limpia. Hasta él parecía también verme igual a mi -Si, soy yo. Lo mismo digo... te ves mejor- le diría pues se veía mucho mejor que la última vez -¿Y tu...? ¿Te fuiste a dormir y estas ahora aquí...?

- Como te he dicho, es lo último que recuerdo antes de esto. Dormir. - explicó la voz de Petro pacientemente - Y puedo entender que no soñéis, pero eso no quita que mi punto de vista sea éste. 

La imagen de OPOV le llegó a EARU en un instante, recordando que sus iniciales significaban Point of View, punto de vista. Antes de responder lo siguiente, Petro se quedó en silencio, antes de responder. 

- Hmmm... Perdona, ¿has preguntado si a otros humanos les ha pasado lo mismo, no? - repitió, queriendo asegurarse - No... No es algo de lo que realmente se hable. Dormir y soñar es algo normal, sobre todo en los niños. Pero no se habla de sueños con alguien a menos que haya cierta confianza. 

La membrana se convó cuando EARU comenzó a aplicar la presión de su cuerpo aún medio formándose. Igual que la otra vez, la membrana cedió y le permitió pasar al otro lado tras atravesarla. Al otro lado estaba la habitación blanca o más bien ese vacío.  Y frente a él, una figura casi tachada, con líneas danzando a su alrededor, como si intentaran eliminar su existencia. Apenas se podía distinguir esa figura de un ser humano pero a diferencia de la otra vez, esta vez no parecía romperse tanto. La figura retrocedió un paso.

- Supongo... que eres EARU. Otra vez. - habló la figura con la voz de Petro - Y respondiendo a tus preguntas, sí. Supongo que es así, no encuentro otra explicación. Y si no estás apagado, ¿por qué estás aquí? ¿Y cómo? ¿No habrá vuelto a suceder otro error como el primero?

Las olas arrastraron de nuevo al robot perro, llevándolo lejos de esa extraña escena en la que solo era un espectador. Su pensamiento, por otra parte, sí que tenía algo de influencia. Las olas de nada se revolvieron, su temperatura parecía aumentar y disminuir a placer, como si algo no terminara de encajar. GOOD DOGO lo sentía, aunque era una sensación de que no podía medir de ninguna forma. 

La nada se hizo más densa, más opresiva. Ese lugar era hostil, tenía ganas de devorarlo, de apagarlo y terminar con él. Y entonces oyó lo que había estado buscando. Una respiración en medio de esa nada. Era un sonido distinto al de la vez anterior, puesto que no parecía proceder de ningún sitio en concreto y a la vez de todas partes. GOOD DOGO supo que se trataba del humano que había estado buscando, pero sabía que algo no iba bien. Igual que él en esa nada, su humano se ahogaba. 

Ayuda...

¿Por qué sigo aquí...? ¿No soy inútil...? Voy a ser mejor... No puedo seguir... 

Un pensamiento surgió como un susurro arrastrado por toda esa marea. Más de ellos comenzaron a sonar, hablando entre ellos y contradiciéndose. El robot sintió cómo el espacio a su alrededor se hacía más denso con cada pensamiento, como si realmente fuera a atraparlo allí mismo si no hacía algo... 

Los humanos que había estaban lejos y ella apenas podía moverse. Era como si solo pudiera ver la escena desde ese lugar. Cuanto más intentaba fijarse en el lugar, conseguía enfocarlo mejor, como si se construyera a placer. Sin embargo, algo, lo que fuera que la estaba durmiendo, nublaba su vista cada poco tiempo. El lugar parecía mucho menos avanzado que Omega, con luces poco eficientes y de colores pálidos. No había ningún número en su habitación, solo un foco rojo de emergencias apagado. Pero cuando la puerta se abrió, pudo ver un número en la puerta cerrada de enfrente: "9-B". 

Al borde de perderse, las olas arrastraron de nuevo a la robot de seguridad, llevándola lejos de esa extraña escena en la que solo era un espectadora. Su pensamiento, por otra parte, sí que tenía algo de influencia. Las olas de nada se revolvieron, su temperatura parecía aumentar y disminuir a placer, como si algo no terminara de encajar. Cassandra lo sentía, aunque era una sensación de que no podía medir de ninguna forma. 

La nada se hizo más densa, más opresiva. Ese lugar era hostil, tenía ganas de devorarla, de apagarla y terminar con ella. Y entonces oyó lo que había estado buscando. Una respiración en medio de esa nada. Era un sonido distinto al de la vez anterior, puesto que no parecía proceder de ningún sitio en concreto y a la vez de todas partes. Cassandra supo que se trataba de la humana que había llamado en su desesperación, pero sabía que algo no iba bien. Igual que ella en esa nada, su humana se ahogaba. 

Ayuda...

¿Por qué sigo aquí...? ¿No soy inútil...? Voy a ser mejor... No puedo seguir... 

Un pensamiento surgió como un susurro arrastrado por toda esa marea. Más de ellos comenzaron a sonar, hablando entre ellos y contradiciéndose. La robot sintió cómo el espacio a su alrededor se hacía más denso con cada pensamiento, como si realmente fuera a atraparla allí mismo si no hacía algo...

- Pues al final sí que pensamos lo mismo, joe... - respondió la figura - Pero... ¿Cómo es que hemos estado en distintos lugares pero hemos visto lo mismo? 

Edu se mantuvo escuchando en silencio a Ulises, ladeando la cabeza ligeramente. Viendo que el droide parecía ser quien decía, el humano se sentó en el suelo frente a él con las piernas cruzadas. Era fácil ver sus gestos sin tanta confusión de por medio. Edu soltó una risa, su cuerpo temblando ligeramente por ella. Ulises nunca había visto a un humano reírse y definitivamente era un gesto extraño.

- Gracias, supongo... Oye, solo por confirmar. ¿Tú también me ves como si fuera un plano de diseño o algo así...? - hizo su pregunta, antes de responder a la siguiente de Ulises - Sí... Después de huir de esa cosa, volví a casa solo. Avisé a los demás que había tenido un problema, pero tampoco quería decir que alucino con robots. No sé... No es un tema de conversación muy popular que digamos, lo siento. Y luego sí, me fui a dormir y aquí estoy.

El robot seguía dejándose mecer por aquella oscuridad y sinceramente lo prefería a aquellos humanos con bata que ni siquiera le veían. Así estuvo un rato hasta que escuchó una voz conocida, era la de Blackwood y estaba pidiendo ayuda. Simplemente eso y todo lo demás dio igual.

Parecía estar ahogándose y, no porque fuera de la serie GOOD, la unidad ΔΩΓΩ no podía permitir que otro más cayera estando el presente. Sin dudarlo se lanzó hacia donde escuchaba la voz e ignorando la presión del espacio siguió intentando acercarse. Mientras escuchaba al humano tener ecos de lo que el mismo había estado procesando hasta hacía apenas unos segundos.

- Pues claro que no eres inútil. Eres mi usuario, Nick. El que Servirá en su totalidad a la justicia y al bienestar común en todo lo que le sea posible, ¿no?- le dijo mientras intentaba que recordando su anterior conversación le fuera más fácil alcanzarlo, al fin y al cabo había llegado allí pensando en él.

No... No es algo de lo que realmente se hable. Dormir y soñar es algo normal, sobre todo en los niños. Pero no se habla de sueños con alguien a menos que haya cierta confianza. 

- Lo comprendo. - replicó EARU. - Yo también pasé por un proceso de decisión antes de hablarle a mis compañeros y mis superiores sobre esta experiencia. Pero creo que fue lo correcto. Otras personas pueden tener información que a uno le falta, y al compartirla se pueden alcanzar conclusiones que no pueden lograrse en solitario. - comentó el droide. - Tal vez si habla con sus compañeros humanos descubra que han pasado por algo similar a esto.

- Supongo... que eres EARU. Otra vez. - 

- Exploration And Retrieval Unit, EARU para abreviar. Para servirle. - le dijo a aquel borrón que supuestamente era un humano. - ¿Puede usted verme con claridad?

Y si no estás apagado, ¿por qué estás aquí? ¿Y cómo? ¿No habrá vuelto a suceder otro error como el primero?

- Me temo que no tengo respuestas para eso. - admitió EARU. - Me encontraba en una situación de emergencia, pero hasta donde recuerdo salí ileso gracias a... - se detuvo un segundo. - al sacrificio de una de mis superiores. No debería haber daños nuevos en mi sistema ni recuerdo haber ido a cargarme. Aunque mi sistema de memoria podría estar fallando, es cierto. - comentó. - Señor Petro, creo que estamos de acuerdo en que este tipo de encuentros no son normales. - le dijo. - Sé que usted piensa que se encuentra en un sueño, ¿pero se le ocurre algún tipo de causa, o de significado para estos encuentros que a mí se me escape? Y si no, ¿podría hablarme más sobre usted? Cuantos más datos tenga para analizar, más precisa será la conclusión resultante.

Aquella densa opresión no la dejaba respirar ¿pero desde cuándo ella respiraba? ¿cómo conocía el significado de aquella metafórica expresión? Sin poder evitarlo, en sus rutinas habituales de funcionamiento buscó en su Base de Datos "Expresiones humanas". Pero el lugar era tan hostil, que no era capaz de ejecutar la rutina adecuada.

"Un momento... no soy yo" la respiración no provenía de Cassandra, sino que era un eco en aquel insondable vacío.

Buscó con la mirada, tratando de localizar al humano dueño de esa respiración. No veía nada, pero su intención le decía que era Medea y que tenía problemas. Esa no era una respiración saludable; la voz se lo confirmó.

- ¡Medea! ¿Dónde estás? ¡Déjame ayudarte! -estaba en sus subrutinas, ayudar a la humanidad, eso y que sentía una extraña conexión con esta persona o representación en su subconsciente.

Las voces se interpusieron unas a otras, impidiendo que fuera capaz de escuchar y procesar todas ellas a la vez. Sentía su consciencia fundirse en ese vacío, en la nada.

- ¡Medea! -llamó de nuevo en un intento desesperado de aferrarse a algo antes de que sus ojos se cerraran del todo.

No lo se... pero realmente tampoco es lo más raro que estamos viendo ambos- comentaría... Siendo que realmente tanto él como yo estábamos viendo cosas muy raras. Y por algún motivo ese hongo parecía tener algo que ver con ambos... Era eso, muy raro.

Edu se sentó en frente de mi, viendo su silueta también hasta reírse... cosa que me resultó extraño, y era la primera vez que lo veía -No se si como un plano de diseño... pero si te veo como si fueras una silueta dibujada a mano- le comentaría a Edu ante su pregunta. Parecía que eso de vernos raro era algo mutuo y no algo unilateral por alguno de los dos. Sobre su comentario sobre que era raro que alucinara con robots, asentiría levemente -Te entiendo... A mi y a varios robots que también estamos "alucinando" con humanos estuvieron a punto de desmantelarnos y usarnos de piezas de repuesto por parecer defectuosos- le comentaría a Edu...

Lo cual me hizo recordar ese detalle -Es verdad, esto es algo importante creo... Yo no soy el único que le esta pasando esto... Hay más robots que les pasa lo mismo que a mi. A lo mejor... hay más humanos por tu lado- hice una pausa intentando recordar nombres que había escuchado de los demás en aquella reunión -Nick Blackwood, Petro, Medea... ¿Algunos de esos nombres te suenan?

- Supongo que tienes razón... No es que esto me pase precisamente a menudo, jeje. - respondió Edu. 

A la respuesta de su aspecto, la silueta de Edu estiró un brazo a un lado, como observándose y comprobando si veía lo mismo que él. Finalmente negó con la cabeza.

- Yo me veo normal, pero te creo. La otra vez eras un borrón que daba miedo. - continuó el humano respondiendo a sus comentarios - Yo creo que no podrían... Bueno, sí podrían "desmantelarme". Así que nop, no es buena idea ir presumiendo por ahí de tener un robot en la cabeza. Y supongo que los otros humanos pensarían lo mismo que yo... - Edu se quedó en silencio, llevándose la mano al mentón - Hmmmmm... Así de pronto no me suenan. Es decir, son nombres normales, podría haber miles de personas con esos nombres. Incluso el que tiene apellido podría ser bastante corriente. ¿No tienes ninguna otra pista, como dónde viven o a qué se dedican? - preguntó Edu. 

Antes de que Ulises respondiera, la sala en la que estaban sufrió una especie de temblor. Como si un rayo inverso hubiera cruzado por allí, un haz de oscuridad atravesó esa habitación blanca. Eduardo se levantó de golpe, mirando a todas direcciones. 

- Oh, no... ¡Esto es lo que pasó la otra vez! - dijo, empezando a hablar más rápido y algo nervioso - Cuando llegaste, algo tembló también y se volvió todo oscuro y este sitio se rompió y fue como caer al vacío... ¡Da mucho mal rollo y va a pasar otra vez! - resopló Edu. 

Petro pareció asentir a la explicación de EARU, dando a entender que estaba conforme con su razonamiento. Aunque otra cosa era que lo pusiera en práctica. De hecho, soltó una especie de suspiro que EARU no supo si identificar como una risa o un bufido. 

- Si hablase con ellos de estas cosas, dudo que pudieran decirme algo más allá de que necesito un psicólogo. Si surge el tema puede que aproveche para comentarlo pero... Es complicado. - dudó el humano. 

Ante la pregunta de EARU sobre si le veía bien, Petro retrocedió un paso y se movió a su alrededor pausadamente, como si estuviera buscando algo en concreto. Finalmente volvió a su posición inicial y el borrón se movió de una forma que podría entenderse como negativa. Tras escuchar el resumen y las preguntas de EARU, la figura se balanceó ligeramente, pensativa. 

- Siento lo de tu superior. Y... No lo sé, sinceramente. Hay gente que a veces sufre interferencias por culpa del "li-net", pero la verdad es que nunca me había pasado y solo es con personas que lo usan más horas de las que deberían... - al parecer, Petro se dio cuenta del silencio a EARU, señalándose la cabeza - Ya sabes, el Lite Net. A veces las funciones de realidad aumentada se quedan activas cuando no deberían... Pero yo me lo quito para dormir, no tendría sentido que fuera por eso. - Petro se quedó pensativo tras las preguntas de EARU - ¿Más de mí? No sé qué te podría contar... Tengo 43 años, trabajo como constructor en Cenlei-12...

Mientras Petro enumeraba algunos datos, la sala en la que estaban sufrió una especie de temblor. Como si un rayo inverso hubiera cruzado por allí, un haz de oscuridad atravesó esa habitación blanca. El humano se calló al instante y su figura se giró hacia la habitación. 

- Se va a romper de nuevo... La otra vez que nos vimos, pasó esto mismo. - explicó, esta vez con un tono algo más nervioso - Tú desapareciste, el suelo desapareció y caí hasta despertarme... No me gustó nada.

Sí... No soy inútil...

La voz resonó, respondiendo a GOOD DOGO. Sonaba más cerca, pero a la vez más débil, como si la distancia entre ellos fuera insalvable. La oscuridad seguía moviéndose a su alrededor, densa, caótica y fría. Fuera lo que fuera esa sustancia, estaba dispuesta a ahogar a GOOD DOGO también. 

La justicia... La... justicia... No sirve ya aquí. ¿Qué es este sitio? Esto... no es justo... 

Solo quería ayudar... Solo quería... mejorar... Quería ser... bueno...

GOOD DOGO sintió cómo esas mismas palabras tiraban de él y le impedían moverse. La respiración de Nick se entrecortaba, como si el aire en ese lugar estuviera desapareciendo. No había escapatoria. No quedaba nadie más para salvarles. Y GOOD DOGO había dejado de respirar.

Aquí... Pero no puedes...

La voz de Medea respondió desde la lejanía, una que se mantenía lejos a pesar de que Cassandra se adentraba en esa oscuridad cada vez más, buscando llegar hasta ella. Sonaba más cerca, pero a la vez más débil, como si la distancia entre ellas fuera insalvable. La oscuridad seguía moviéndose a su alrededor, densa, caótica y fría. Fuera lo que fuera esa sustancia, estaba dispuesta a ahogar a Cassandra también. 

Quería ayudar... Yo tenía que... salvarlos... Ayudarles... No pude...

Intenté avisarles... Lo sabía y... No me escucharon... 

Cassandra sintió cómo esas mismas palabras tiraban de ella y le impedían moverse. La respiración de Medea se entrecortaba, como si el aire en ese lugar estuviera desapareciendo. No había escapatoria. No quedaba nadie más para salvarles. Y Cassandra había dejado de respirar.

Ya... Tampoco a mi me pasa a menudo...- le comentaría a Edu. Luego de eso, vería como se observaría el brazo... Mientras yo como podía intentaba mirarme a mi mismo para ver si me examinaba y comprobaba ese "aspecto de planos". Pero no, creo que yo me veía igual -Yo me veo normal... Y si, tu la última vez también te veías peor, como un error informático- le comentaría.

¿Los humanos se pueden desmantelar?- no pude evitar preguntar a Edu intentando entender sus palabras antes de continuar escuchándole. Sobre los nombres de los humanos... Por desgracia no le sonaban lo más mínimo, porque eran nombres normales y corrientes -No... lo siento, ahora mismo no se mucho más. Se que los robots se llaman EARU, GOOD DOGO y Cassandra... hmmm- pensaba algo -¿Tu te dedicas a la limpieza?- preguntaría con curiosidad -Mi labor principal es la limpieza... ¿Puede ser que compartamos trabajos humanos y robots? Son robots de defensa, de exploración y de supervisión respectivamente... No se- son tantas cosas nuevas que pensar que soltaba lo primero que se me pasaba por el chip de razonamiento... pues tampoco sabía cuando sería la próxima vez que viera a Edu.

La sala... ¡empezó a derrumbarse... OTRA VEZ! -¡Oh no, otra vez no!- diría... Pues entendía de sobra lo que decía el humano. No era agradable como decía -¿Que hacemos?

- Si hablase con ellos de estas cosas, dudo que pudieran decirme algo más allá de que necesito un psicólogo. Si surge el tema puede que aproveche para comentarlo pero... Es complicado. - dudó el humano. 

- Es comprensible. - respondió EARU con amabilidad. Incluso si él mismo le estaba recomendado hablarlo con sus compañeros, el hecho era que el resultado de hablar sobre aquel tema podía diferir tratándose de humanos en lugar de droides. Él no tenía demasiada información sobre los humanos, así que prefirió no insistir.

 Ya sabes, el Lite Net. A veces las funciones de realidad aumentada se quedan activas cuando no deberían... Pero yo me lo quito para dormir, no tendría sentido que fuera por eso.

- Ya veo. - respondió EARU. De nuevo, una respuesta de su protocolo de amabilidad. No estaba seguro de qué era eso del Lite Net, así que intentó buscarlo en su escasa base de datos, aunque no guardaba mucha esperanza de conseguir nada aprovechable. Por otra parte, la mención de Cenlei-12 sí que le llamó la atención. - Interesante. Yo he empezado a trabajar como ayudante de construcción recientemente. - explicó EARU. - Pero hasta ahora me dedicaba a la recogida de materiales aprovechables para la construcción. Se podría decir que compartimos profesión. - dijo el droide. - ¿Cómo va el trabajo?

- Tú desapareciste, el suelo desapareció y caí hasta despertarme... No me gustó nada.

- No se preocupe, Petro. Ahora que sabe lo que va a suceder está más preparado que antes para afrontarlo. - le dijo, aunque tal vez estaba siendo demasiado lógico para aplicar el consejo a un humano. - Espero que no sea tan desagradable como la última vez. Y espero que volvamos a encontrarnos. Si puede, hable sobre esto con sus compañeros... saque el tema con disimulo si es necesario. - le dijo. - Cuídese.

Al intentar ver su propio cuerpo, Ulises se vio como siempre, con su cubierta dorada y reluciente. Antes de entrar en aquella habitación, su cuerpo sí que había tenido el aspecto que Edu mencionaba, como si estuviera aún a medio formar. Pero esa imagen había desaparecido en el momento en el que había traspasado la membrana.

- Je, un error... - suspiró Edu. Había sonado como una risa, pero no exactamente como la anterior - Hmmm... A ver, desmantelar como lo entenderías tú... No. Nuestras "piezas" no son de quitar y poner. Solo se podrían quitar y... Bueno, dicen que cuando algunos nos "estropeamos", nos "desmantelan" y miran a ver qué ha pasado en nuestro cerebro... En nuestra "base de datos". Pero eso solo son tonterías que dicen algunos y no conozco a nadie a quien le haya pasado... Pero lo has entendido, ¿no? Es complicado explicar esto de la vida y la muerte en términos robóticos...

Eduardo se rascó la cabeza, moviendo luego los hombros, sin saber cómo explicarlo de otra forma. Asintió a los nombres de los otros robots, pero no parecía que hubiera reconocido ninguno. A la siguiente pregunta, Eduardo cabeceó un poco, pensando la respuesta. 

- Podría ser, aunque aquí no tengo tan claro que haya exploración... Investigación, tal vez. Y creo que la forma en que yo limpio es distinta a la tuya. Podría decirse que ensucio más para obligar a que tengan que limpiar... Porque para limpiar directamente no me harían caso. Es un poco raro de explicar y... - mientras estaba hablando, se produjo ese extraño cortocircuito en la luz de la sala, provocando cierto pánico en humano y robot - Pues... ¡No lo sé! ¿Y si vamos por donde has venido? ¿A lo mejor eso no se derrumba...? - propuso Edu, señalando la pared de la que parecía que había salido Ulises. 

El robot sabía que ese vacío de oscuridad era el que le había arrastrado hacia afuera, tirando de él hacia abajo como decía Edu. Además, algo le decía que no era buena idea volver allí. Antes de poder pensar en otras opciones, el suelo bajo ambos se resquebrajó, tirando a Ulises y a Edu a una oscuridad sin fondo, en una sensación desoladora. El chillido del humano resonó con un eco, cada vez más lejano, hasta fusionarse con los sonidos de Ulises reiniciándose...

El Lite Net no era algo que EARU conociera, pero sabía que seguramente alguien en Omega pudiera hablarle de él, si sabía a quién preguntar. Pero sí que sabía que Cenlei-12 coincidía con el nombre de la ciudad a la que había llegado su sector... La misma que parecía infectada por aquel hongo y la misma en la que se había producido aquel derrumbe. 

- Vaya coincidencia. Si es que es solo una coincidencia... - comentó Petro al escuchar que EARU en cierto modo también se dedicaba a lo mismo - Va bien, como siempre. Los de los pisos más altos siempre quieren estar aún más arriba y los de los pisos bajos solo esperan que su zona no se derrumbe. Es... - la figura de Petro pareció encogerse de hombros y hablar en un tono más bajo - ... solo trabajo. No puedo decir que me sienta orgulloso de él. Me habría gustado hacer algo más, ¿sabes? Desde arriba se puede ver por encima de las nubes negras, zonas lejanas y vacías, más allá de la atmósfera controlada. Pero sé que no hay nada útil allí. - el brazo de Petro se alzó hasta lo que parecía su cabeza, hablando en voz aún más baja - No sé ni por qué te estoy contando esto... Ah, por lo menos parece que vamos a tener un cambio de supervisora... Tal vez haga todo esto un poco más ameno. 

Mientras estaba hablando, se produjo ese extraño cortocircuito en la luz de la sala, provocando cierto pánico en el humano. Al escuchar a EARU, Petro dejó escapar una risa cascada, asintiendo con la cabeza. 

- ¡Ja, ja, ja! Dicho así, lo haces parecer demasiado fácil... Pero está bien, lo intentaré. Y también espero que nos podamos volver a ver, con mejor aspecto la próxima vez. 

Petro pareció acercarse unos pasos, pero antes de llegar hasta EARU, el suelo bajo ambos se resquebrajó, tirándoles a una oscuridad sin fondo, en una sensación realmente desagradable. El grito del humano resonó con un eco, cada vez más lejano, hasta fusionarse con los sonidos de EARU reiniciándose...